viernes, 25 de mayo de 2012

COSAS QUE (ME) PASAN


Los que entran según cuelgo el link en twitter. Los que no saben que es twitter pero entran compulsivamente a ver si he actualizado. Los que usan FB y están contentos porque he montado la paginita esa del infierno. Los que leen en el reader y jamás entran al blog.  Los que llegaron al principio sin saber muy bien como, y me vieron aprender a hacer esto. Los que siguieron por aquí desde entoncs. Los que estuvieron un tiempo, se marcharon y al volver un día han pensando: joder, pero si todavía sigue…Los conocidos a los que les dije que tenía un blog y me dijeron: ¿un blog? ¿ que es eso? ¿ y qué cuentas? ¿ y lo lee todo el mundo?  Los conocidos que pasaron de mi y ahora me dicen: he flipado porque en el curro me hablan de ti..y no se creen que te conozco!! Los que llegaron por casualidad, por un enlace en un mail, por un enlace en un post, por un comentario mío en otro blog y se quedaron. Los que llevan 4 años y medio leyendo sin decir nada. Los que quieren comentar pero no lo hacen porque creen que conozco a todos los comentaristas y les da vergüenza. Los que han leído todo, desde el principio y tienen un master en "molinismo"

Los que odian a Bruce y refunfuñan cuando actualizo con una cancioncita de las suyas. Los que a pesar de odiar a Bruce y a regañadientes se están enganchando. Los que escuchan a Bruce y automáticamente piensan en mi. Los que leen algo sobre GT y me mandan el enlace. Los que han descubierto la celiaquía gracias a M. Los que leen las reseñas de libros encadenados y cogen ideas. Los que ven los posts de libros y piensan “ que coñazo de post cultureta gafapasta”. Los que hicieron moliturismo. Los que se llaman a sí mismos “descerebrados”. Los que ven “descerebrados” poco apropiado. Los que creen que un blog debe terminar en algún momento. Los que se exasperan porque no contesto los comentarios. Los que leen los maternity y se sienten identificados. Los que leen los maternitys y van a comprar más condones.

Los que me regalan libros. Los que me mandan mails. Los que se abren un perfil en gmail sólo para dejar un comentario con su nombre. Los que leen el blog durante horas y al final dejan un comentario en un post antiguo como el que manda un mensaje en una botella. Los que creían que tenia un blog “de madres”, me leyeron sin orden ni concierto, decidieron que estaban equivocados y se quedaron. Los que comparten copas conmigo.  Los que me dijeron " miras muy fijamente". Los que vinieron a un Molicumpleaños. Los que me han visto con pinta de correr en el Retiro y me invitaron al aperitivo. Los que me mandan mails todas las semanas en los que el “asunto” ha dejado de tener la más minima relación con el contenido al tercer mail pero aún así seguimos con él durante semanas. Los que se indignaron al descubrir mi nombre.

Los que me leen desde los libros de colores y no me lo dicen. Los que me conocen en persona, fliparon al descubrirme en un blog y me pidieron permiso para leerme. Los que me sirven de inspiración. Los que insisten en que publique los Maternity.

Los que me dejan comentarios en los posts de mi padre o el luto hacia delante y me hacen pensar que esto sirve para algo más que mi diversión personal.

Los que me dejan comentarios amorosos y agradables que hacen que mi ego de bloguera aletee feliz y descontrolado. Los que me odian y dejan comentarios hostiles proporcionándome material para un post o la oportunidad de ejercer mi indiferencia. Los que creen que miento. Los que creen que soy muchísimo mejor de lo que soy. Los que piensan que no puedo ser como parezco. Los que tienen muchísima curiosidad por conocerme y al mismo tiempo les da yuyu porque no será lo mismo. Los que creían que era rubia y con rizos. Los que me escucharon y se llevaron un chasco.

Los que me leen y los que no me leen, todavía.

Todos, sois también Cosas que (me) pasan.

Gracias.

jueves, 24 de mayo de 2012

UNA DOCENA DE CONSEJOS PARA CUANDO TE DEJAN



Lo sé.

Lees esto con casi 40 años y piensas “yo esto lo tengo superado”. Es más, lo tienes superado y con un poco de suerte has conseguido arrinconar esos meses que pasaste chapoteando en la autocompasión en los más profundo de tu mente..

Ahora es el momento de recordarlos y recopilar toda tu patética experiencia y dar una serie de sabios consejos a los incautos que todavía no hayan superado esa etapa.

 

1.Asume desde el minuto 1 que vas a hacer cosas patéticas


Es inevitable, nos pasa a todos. Vas a hacer cosas patéticas y lo que es peor tendrás pensamientos aún más patéticos que solo evitarás llevar a la práctica porque en el último momento pensarás “como alguien se entere de esto..me muero de la vergüenza”. Y no las harás, no porque no quieras, sino por las posibles consecuencias en tu reputación.

 

2. Huye de las canciones románticas


No escuches baladas ni canciones románticas. Casi mejor evita cualquier canción con letra. Es el momento de descubrir la música clásica. Tu alma atormentada que nada en autocompasión, se empeñará en desentrañar cada letra de cada canción buscando un mensaje o bien de autoayuda o bien que refleje exactamente como te sientes. Es mentira. La canción la escribió un tío para hacerse rico: NO es tu canción, NO habla de ti.


3. Pensaras que espiar no es tan malo


Y no es malo si lo que pretendes es robar la fórmula de la Coca Cola o secretos nucleares. Espiar para saber que hace tu ex, es malísima idea. Lo que descubras no te va a molar nada y ni siquiera te hará rico.


4. Tendrás visualizaciones chungas. Evítalas


Visualizarás a tu ex feliz, a tu ex contento, a tu ex por la calle como en un anuncio de colonia. Y al mismo tiempo te visualizarás a ti mismo viejuno, en una butaca, tapado con una manta de cuadros y rodeado de gatos. Tampoco eres original en esto…nos ha pasado a todos. No te recrees en eso.

5. No a la disección


Nada de jugar a los forenses del amor. Nunca, bajo ningún concepto hay que entrar a diseccionar cada palabra, gesto, movimiento, beso o abrazo de tu relación. No sirve para nada y además te llevara a conclusiones erróneas y muy dañinas.

6. No fantasear con el momento arrepentimiento del otro


No va a pasar. Deja de elucubrar que algún día volverá porque se dará cuenta de que eres el amor de su vida. Es un pensamiento reconfortante, pensar que el sufrimiento absurdo al final tendrá recompensa, pero es falso. Eso no pasa nunca o casi nunca…y si te va a pasar, mejor que sea por sorpresa.

7. Ten piedad de tus amigos


Tus amigos te quieren y les jode verte sufrir. Pueden acompañarte en una sesión de terapia, en dos, en tres, pero no puedes abrasarles eternamente con “ ¿ tu crees que cuando me dijo que …? “ ¿ a que tu también crees que volverá conmigo? Eso es cansino y les obligarás a mentirte o a ser cruel contigo.

8. Bórralo de tu existencia


Con las redes sociales y los móviles esto es chungo pero hay que hacerlo. Fuera el FB, fuera el twitter, fuera el mail, el número del móvil, todo. Borra los mails, los archivos, las fotos, entierra los regalos en el fondo de un cajón. En estos casos la amputación siempre es mejor que la lenta putrefacción.

9. Córtate el pelo


Sé que parece una gilipollez..pero funciona….esto..eh..eso me han dicho.


10. No llames jamás. No mandes sms. No mandes mails.


Si el impulso es incontrolable, párate y piensa que pasará si cuando hagas eso no hay respuesta por parte del otro lado. Exacto, te sentirás aún peor..así que abstente. Si esto no es suficiente, medita y piensa “ Si mañana sigo teniendo este impulso lo hago”. Te sorprenderás al comprobar como pasadas 24 horas sabes que aquel mensaje es mala idea.

11. Ni te acerques a la idea “ seamos amigos”


No vais a ser amigos. A lo mejor cuando las ranas críen pelo, esa opción es posible. Hasta entonces ni te lo plantees y menos si tienes la peregrina idea de que manteniendo la amistad, volverá el amor. No va a pasar.

12. Emborráchate y usa el humor negro


No te apetece. No te hace gracia. Lo que quieres es tu manta, tu sofá, tu tarrina de helado y regodearte en autocompasión mientras te reafirmas en la idea de que lo vuestro era especial. No. Nada como unas risas alcohólicas, un festival de humor negro a costa de tu love story y una buena resaca para empezar a superarlo.

Si has llegado hasta aquí leyendo y acaban de dejarte, sé exactamente qué estás pensando: lo mío es distinto, es peor.

Es el momento del alcohol.


Republicado por gentileza de Unadocenade

miércoles, 23 de mayo de 2012

LA CRISIS ES...(III)

La crisis es que hace unos meses la palabra “intervención” te pareciera el horror, el Coco, el Marango, el Sacamantecas y ahora la veas como algo deseable. Estás hasta los huevos de esperar a que pase lo peor, que pase ya y por lo menos te quitas la incertidumbre.

La crisis es que cuando alguien viene y te dice “ya verás cómo nos intervengan” con tono amenazador, tu contestes…” sé que no será una fiesta, sé que nos putearán hasta el infinito, pero el que lo haga no pondrá cara de bueno, ni se hará pasar por el abuelo de los Pitufos”. Será un cabrón con todas las de la ley.

La crisis es pensar en las vacaciones y decidir dejarlo para la semana que viene. Lo mismo no tienes vacaciones porque no tienes curro y si tienes curro te da cargo de conciencia pensar en gastártelo en vacaciones.

La crisis es que te den ganas de matar cuando algún gilipollas te dice que elegiste ser cigarra. ¿Y tú? ¿Has elegido ser imbécil y usar los cuentos sin criterio o te sale solo?

La crisis es encontrarte pensando en cosas por las que actualmente no pagas (es un decir) y ahora son susceptibles de ser sometidas a un impuesto en nombre de la mal entendida austeridad. Son cosas que si hace unos meses te hubieran dicho que ibas a tener que pagar, te hubieras descojonado…lo aterrador es que ahora parece perfectamente factible. Ir al parque, caminar por las aceras, sacar un libro de la biblioteca, sentarte en un banco de la calle…

La crisis es hacer un huerto en Los Molinos. Y en esa misma semana, hablar con tres personas distintas que han montado huertos en sus casas.

La crisis es acordarte de la conversación sobre volver al trueque del año pasado y darte cuenta de que no podrías aportar nada…bueno, ahora, el huerto.

La crisis es que la Alemania de entreguerras aparezca en tus conversaciones.

La crisis es devolver regalos de El Corte Inglés para comprar zapatos para tus hijos.

La crisis es no tener ganas de hacer planes, ni de ver a la gente. Darte cuenta de que mandas la mitad de mails que hace un año. No es que no te apetezca, es que no te sale.

La crisis es sentirte permanentemente como un dibujo animado con un nubarrón gris encima. Da igual donde vayas, da igual lo que corras, da igual lo que hagas...la puta nube está sobre tu cabeza.

La crisis es mirar a tu alrededor y comprobar que todos van corriendo con su nubarrón gris encima.

La crisis es pensar en el futuro y darte cuenta de que ha cambiado. Antes lo veías todo en blanco, nítido, cristalino...con pinta de “futuro” y ahora lo ves como si te hubieras metido en un episodio de Cuéntame.

La crisis es acordarte de tu último viaje a Portugal, cuando comentaste que viajar allí era como ir al pasado de España. Ahora resulta que ese pasado ha llegado aquí, tú te visualizas como Merche y encima no sabes usar una máquina de coser.

La crisis es pensar que somos el hazmerreir de Europa. No nos invitan a una cumbre de crecimiento por cosas obvias como que no vamos a crecer ni aunque nos rieguen…y que Mariano haga el más espantoso de los ridículos diciendo “pues no respiro hasta que me inviten”. Vale, ya vas a ir… ¿y qué? No podemos ser más patéticos…

La crisis es pensar que has escrito “no podemos ser más patéticos” y seguro, seguro, seguro que conseguimos serlo.

La crisis es que tu también quieras semana caribeña…que vaya a juego con el sueldo mozambiqueño que va a quedarte.

La crisis es el retorno del “por si acaso”. No me voy a comprar esa camiseta “por si acaso” me hace falta el dinero para mortadela. NO voy a tirar estas sandalias cochambrosas por si acaso aguantan todo el verano. No voy a tirar estos jerseys de pelotillas por si acaso el otoño que viene estoy en paro. Por si acaso, por si acaso, por si acaso….

La crisis es soñar con ser William Munny y poder ir a una rueda de prensa de la parada de los monstruos, o al congreso y acorralar a todos los políticos. “Vengo a pedir explicaciones. El primero que diga “y el otro más” o “la culpa es del otro” o hable jerga demagógica suponiendo que soy gilipollas…le meto un tiro le tiro al lago con un peso atado a los pies”. Sí es violencia, sí es hostilidad…pero es mi sueño y molaría muchísimo.

La crisis es pensar que lo improbable está increíblemente cerca de ser realidad.

La crisis es levantarte todos los días, esforzarte en pensar que todo saldrá bien a pesar del nubarrón negro que te han puesto encima.
La crisis es...(I)
La crisis es..(II)

martes, 22 de mayo de 2012

1001

Ya estoy aquí.

He llegado. Al final de los 40 km. He cruzado la meta. Me he hecho mayor de edad. Estoy en la cima de la montaña.
Lo he conseguido. Sin proponérmelo, pero no sin esfuerzo. Nunca pensé en llegar tan lejos, ni siquiera sabía que “tan lejos” existía. Empecé poco a poco, porque si. Ya lo he contado muchas veces, un pié detrás de otro, un post detrás de otro. Durante este tiempo, me he girado y he mirado hacia atrás muchas veces. He recorrido lo que había escrito. Lo he releído y me he sorprendido, unas veces por reconocerme muchísimo en esas letras y otras por verlas completamente ajenas, aún sabiendo que eran mías. No puedo creer que yo haya escrito eso.

Jamás miré hacia delante. No se trataba de llegar a ningún sitio, no tenían un plan, ni una meta.
Esto puedo dejarlo cuando quiera”. Un día detrás de otro, sin planes.

Y ya estoy aquí. Llegué ayer. 1000 posts. Con dos cojones. Yo solita.

Me tomo un gin tonic y digo: Soy de puta madre y molo mil.

He escrito 1000 posts. 1000. 1000. No tengo 1000 de nada, pero tengo 1000 posts. Hechos por mí, creados por mí, sacados de mí. 1000. Míos.

Apuro el Gin tonic.

¿ Y ahora qué? ¿Qué hago ahora? ¿Qué viene después de 1000 posts? ¿Qué hago después de escribir 1000 chorradas durante 4 años, 3 meses y 24 días? ¿Sigo subiendo? ¿Sigo avanzando? ¿Hacia dónde? ¿Cómo lo hago? ¿Y si no se me ocurre nada más? ¿Y si me aburro? ¿Y si no me lee nadie?

Entro en pánico.

Me pongo otro Gin tonic.

Sigo.

Un post detrás de otro.

Allá voy post 1002.