lunes, 5 de diciembre de 2011

ENSAYO SOBRE EL POLLO

El pollo se puede comer de dos maneras: que parezca carne y que parezca pájaro.

Cuando parece carne no perturba. Se corta, se come y listo. Puedes hacer otra cosa mientras te zampas una pechuga de pollo a la plancha, rebozada o en trocitos guisada con nata, por ejemplo. Mientras comes esos platos, puedes hablar con tu compañero, leer, mirar la tele, mirar por la ventana…cualquier cosa. Para comerlo no hay que tener ningún tipo de habilidad más allá de saber manejar el tenedor y el cuchillo a nivel básico y si tienes la suerte de que alguien lo corte en trocitos puedes incluso obviar el cuchillo. Es un plato amigable y nada traicionero.

Cuando el pollo parece pájaro, es otra cosa. Otra cosa peor.

La más grave sin duda es que parece pájaro. No puedes obviar que te estás comiendo un pájaro. Y además un pollo. Y esto provoca cortocircuito mental porque esa cosa con las patitas al aire y las alitas pegadas al cuerpo no se corresponde para nada con tu imagen mental de un pollo. Es siempre demasiado grande. Los pollos, todo el mundo lo sabe, son pequeños, con muchas plumas, amarillos y mueven a la ternura o la sonrisa. Esa cosa de un color carne desvaído, es demasiado grande, demasiado algo, Como mucho podría ser un pollo adolescente pero entonces tendrá granos...que explicarían esos puntos en la piel tan repugnantes. Que sí, que sé que son los puntos donde tenía las plumas...pero mi subconsciente no lo entiende. Solo ve un pájaro adolescente con muy mal color. Eso crudo.

Cuando está cocinado y hay que comérselo no es un plato nada amigable. Es muy traicionero y requiere habilidades superiores nivel avanzado de maestría. Para comer pollo cuando parece pájaro hay que ser cirujano. No es pinchar, cortar y llevar a la boca. No, no es un trabajo para aficionados ni para niños. El pollo cuando parece pájaro requiere haber jugado mucho a “operación”. Hay que saber dónde hay que pinchar, dónde hay que cortar, dónde hay que rebanar, dónde hay que tirar…

Es una tarea minuciosa para la que hay que estar concentrado. No se puede charlar, ni leer, ni mirar la televisión, si te descuidas medio segundo de lo que te traes entre manos de repente morderás algo duro de procedencia desconocida o aún peor..algo cartilaginoso e intragable que desatará tu imaginación: ¿qué es esto?? ¿Qué me estoy comiendo?? Hay que empezar a hacer malabarismos con la lengua para intentar despojar a esa “cosa” que pulula por tu boca negándose a ser tragada de cualquier resto de carne para luego poder sacarlo, observarlo y decir: puagg..Qué asco.

El pollo no solo parece pájaro cuando está entero, rollo pollo asado. También parece pájaro cuando está en trozos y esto es casi peor. En la pieza entera sabes lo que te estás comiendo: esto es pechuga, esto es muslo, eso que hay ahí y que ni de coña me como es ala. En trozos es más difícil…sobre todo porque cuando está así, suele ir flotando en salsa. Y ya se sabe, con salsa todos los trozos parecen buenos…pero no. Pinchas y está duro, pinchas en otro lado y algo semiduro se resiste a ese pinchado y la tajada sale volando de tu plato dejando un reguero de salsa a su paso.

Y ¿las alitas? Eso es la cumbre del pajarismo del pollo. Trozos pequeños dónde a veces quedan hasta plumas y completamente imposibles de comer con cubiertos. Para devorar alitas de pollo no se requiere ser cirujano, lo que se necesita es tener dientes de ardilla o de castor para morder y tirar de la carne adherida a esos huesitos pequeños que hay que sujetar con la punta de los dedos. Creo que con los spaghettis las alitas de pollo son otra comida completamente contraindicada en una primera cita (para mi están desterradas de cualquier cita…)

Por todas estas cosas, comiendo pollo cuando parece pájaro soy un desastre. Solo lo como cuando es imposible evitarlo, cuando tengo que comérmelo por educación. El problema es que me da mucho asco, no tengo habilidades de cirujano y no consigo abstraerme de la problemática sobre la edad del pollo...asi que corto 4 trozos fácilmente identificables y muy alejados de huesos, cartílagos y cualquier otra cosa inidentificada, los miro muchísimo para no llevarme sorpresas cuando estén en la boca y me lo trago casi sin masticar. Acabo enseguida. Y siempre me encuentro con la misma pregunta: ¿No te vas a comer el resto?

¿Qué resto? Ya me lo he comido todo.
Pero si queda lo mejor…lo que está pegado al hueso.

Un escalofrío de asco me recorre.

Por supuesto, toda esta teoría sobre el pollo cuando parece pájaro es una gilipollez porque me encanta la pularda cuando parece pájaro.  Pero creo que tengo una explicación para esta incongruencia: en mi cabeza la palabra pularda no remite a ningún bicho vivo y tierno que dice pio pio.  Una pularda nace muerta con sus patitas al aire y vacía de entrañas para que molimadre la rellene de carne, pasas y mandarinas y la ponga en Navidad para comer con mucha salsa.

viernes, 2 de diciembre de 2011

ME MEREZCO UN PREMIO

Me merezco un premio.

Bueno, yo no.


El blog.

O a lo mejor no..ni siquiera creo que encaje con la categoria "Ocio y Actualidad"...y es en una revista de mujeres de las que he puesto a caldo alguna vez.

Asi que a lo mejor no me lo merezco yo, no se lo merece el post y encima me echan del concurso...

El caso es que el premio es un viaje a NY…y no solo eso, si no que es justo por mi cumpleaños…¿ No sería una pasada que lo ganara?

Me haría tannnnnta ilusión....que se me ponen las mejillas sonrosadas, me brillan los ojos y creo que sería capaz de llorar...

Y si gano el viaje a NY prometo hacerme una foto allí y colgarla aquí para que todo el mundo vea la pinta que tengo.

…mmmm..a lo mejor no es suficiente con eso?...¿ Qué molaría que hiciera si gano?

Votadme descerebrados...que nunca os pido nada...

jueves, 1 de diciembre de 2011

1984, WINSTON Y RATAS


He leído 1984 por recomendación y regalo de un amigo. Si no me lo hubiera recomendado y regalado, probablemente no lo habría leído. Era uno de esos clásicos que tenía pendientes y que me daba pereza, no encontraba el momento para leerlo pero me lo regaló y lo he leído y me ha encantado.


Una de las cosas que me hacen saber si un libro me ha gustado mucho, es si días después de cerrarlo y estar ya metida en otra lectura, sigo dándole vueltas en la cabeza. Vueltas a lo que sea, a la historia, a los personajes, a lo que se cuenta, a lo que no se cuenta, a como se cuenta o sencillamente a lo que me ha hecho pensar.

A lo que iba.

En la habitación 101 hay lo que más miedo te da, lo que más horror te provoca, aquello que no quieres ver, ni saber, ni tocar. El pánico absoluto que te saca de ti mismo, que acaba con tu autocontrol, tu racionalidad. El miedo que te anula.

Para Winston, el protagonista del libro, lo que hay en la habitación 101 son ratas. Grandes, asquerosas y agresivas. Dispuestas a comerle. Las protagonistas de sus pesadillas allí, en la habitación 101 con él. No puede soportarlas, no puede aguantarlas. Para él, son el horror más absoluto.

Si lo dejamos ahí, para cada uno habrá una habitación 101 con su horror personal y particularizado. Para uno habrá serpientes, para otro arañas, para otro agujas de hospital, para otro un plato enorme de ojos de cordero que tendrá que comerse, para otro un 8º piso al que tiene que asomarse, para otro volar en helicóptero, cualquier cosa que nos cause horror, nos haga temblar, nos dé terror y ganas de salir corriendo, llorar y llamar a nuestra madre.

¿Qué habría para mí? ¿Qué es lo que más pánico me provoca?

Llevo 5 dias pensándolo. No lo sé. No me molan las ratas, ni las serpientes, ni las arañas, ni los gatos…me dan miedo, me dan asco, me dan repelús, .pero no sé si me darían tantísimo miedo como para paralizarme completamente. Por supuesto, pensando en frio me pongo en plan chulita y pienso, a pesar del miedo que me dieran creo que sería capaz de racionalizar algo del tipo: son solo bichos. O a lo mejor no y me pondría a gritar como una loca y a manosear ( mmm..en 1984 creo que Winston está inmovilizado pero tampoco hay que llevarlo a esos extremos) y a correr como un pollo sin cabeza.

Lo sigo pensando y sé que me da miedo el fondo del mar. Ahora todo el mundo bucea y lo encuentra relajante, divertido, didáctico y maravilloso. Yo no puedo ni hacer snorkle en la orilla con las princezaz. Sé que el mar es enorme, sé que es increíblemente grande y que ahí abajo hay todo un mundo con sirenas, tritones y bichos molones…sé que está ahí..pero no quiero verlo. Me da angustia, me crea ansiedad.

Me pasa lo mismo con el espacio, es otra cosa que me da pánico., pero claro es poco realista pensar que en una habitación pudieran meter la inmensidad del espacio para acojonarme. Si eso fuera posible sería sin duda una cosa que me daría muchísimo miedo.

Para mí sin embargo lo que hay en la habitación 101 es igual para todos. Y da muchísimo miedo. Lo espantoso de la habitación 101 no es la amenaza, que es distinta para cada uno, el verdadero horror no es es ese estímulo..es lo que descubres cuando te enfrentan a él.

¿ Y qué es? ¿ Qué descubres enfrentado a tu horror particular en la habitación 101?

Descubres lo que no quieres saber de ti.

Descubres que eres un cobarde. Descubres que te falta valor. Descubres que tienes un precio. Descubres que eres corrompible. Descubres que lo único que te importa realmente eres tú y tu supervivencia, y que aunque pienses que hay algo que jamás en tu vida harías ni siquiera presionado por algo…llevado al extremo de tu aguante físico y mental lo harías.

Lo peor de ese descubrimiento es que no hay retorno.

Antes de entrar en la habitación 101, sabes que es lo que te da miedo. Winston ya sabía antes que las ratas le daban pánico, probablemente no creía que tanto, pero ya lo sabía. Y también sabía que las ratas están pero en algún momento dejarán de estar, podrá olvidarlas, dejarlas atrás. Las ratas no son eternas.

Lo que se descubre sin embargo es eterno, dura mientras vives. Y jamás podrás olvidarlo, ni obviarlo. Es enfrentarte a lo peor de ti mismo. Todos sabemos que tenemos una parte mala o malvada o menos buena…pero una cosa es saberlo en abstracto y otra muy distinta verte frente a frente con esa parte tuya, palpar tu lado más oscuro. Una vez que sale a la luz ya nunca jamás podrás esconderlo. Tendrás que aprender a vivir con ello o a sobrevivir.

Si uno tiene hijos cree (porque realmente lo cree) que aunque en esa habitación hubiera el mayor de los horrores que pudiera imaginar jamás traicionaría a sus hijos, jamás pensaría en decir “ No, a mi no..que se lo hagan a mi hijo”. Uno cree que será lo suficientemente valiente como para hacer eso, que su amor a sus hijos está por encima de todo.

No lo sé. Cuando he leído sobre Stalin y las hambrunas que provocó en Ucrania siempre me quedo paralizada con las historias de madres que les robaban la comida a sus hijos…e incluso practicaban canabalismo con sus propios hijos. Seguro que ellas jamás pensaron que llegarían a ese extremo. Nunca pensaron que fueran capaces de algo así, y sin embargo enfrentadas al horror absoluto de la extrema inanición…fueron capaces. A mi, al observador externo le causa incredulidad y horror…pero mucho peor tuvo que ser para ellas vivir el resto de su vida enfrentadas a ese hecho.

Uno nunca entra en el cuarto 101 por su propio pie. Sabe que está ahí pero a nadie se le ocurre asomarse a ver qué ve o entrar en plan expedición. La puerta está ahí y se ve la luz por la rendija..pero nunca se entra por voluntad propia. Alguien o algo te lleva allí y te empuja a entrar. Y entonces estás jodido..no porque no haya salida, qué si la hay..si no porque saldrás de allí con algo de lo que jamás podrás librarte.

Le doy vueltas a que es lo que no me gustaría saber de mí misma, a que es lo que no me gustaría encontrarme en esa habitación 101 y creo que lo sé pero es una de esas cosas que (me) pasan y no cuento.

martes, 29 de noviembre de 2011

DE GÉNERO

Lo que prima actualmente es la ley del mínimo esfuerzo. Nadie estudia un tema en profundidad, los artículos de los periódicos tienden a ser cada vez más cortos, con 4 datos y poco más. Nadie analiza nada en profundidad, nadie tiene interés en lo que esté más allá de su piel, su casa, su ciudad, su país…y así con todo.

Resultado, cada vez hay más gente paleta, ignorante y cretina.

Los cretinos absurdos tienen un don para que se note su presencia. Podrían disfrutar de su estupidez en solitario, recrearse en su tontería en silencio, sin molestar…pero no. Vivimos en una sociedad que no sé por qué extraño motivo funciona como una caja de resonancia para todo tipo de gilipolleces. Cuanto más tonta sea tu gilipollez más éxito tendrá.

Y una que está teniendo muchísimo éxito es la política de “igualdad de género” aplicada a las cosas más peregrinas que se te puedan ocurrir.

Antes de que hordas de feministas vengan a decirme que estoy en contra de la labor que millones de mujeres han hecho a lo largo de muchos años voy a dejar clara una cosa.

En mi opinión los hombres y las mujeres NO somos iguales y NO lo seremos jamás.

Pero en mi opinión debemos tener las mismas oportunidades y los mismos salarios y debemos ser merecedores del mismo respeto.

No tengo ningún interés en ser igual que un hombre y además es imposible que lo sea. Por la misma razón tampoco quiero que los hombres sean iguales que yo. Eso no quita para que me parezca completamente justo y necesario luchar para que me paguen el mismo salario si hago el mismo trabajo que un hombre o que considere que el permiso por nacimiento de un hijo debería ser obligatorio para ambos durante 16 semanas.

He dicho “nacimiento de un hijo”...porque hijo es genérico. Un estúpido luchador por la “igualdad de género” habría pasado por alto toda mi argumentación para salirme con:

- Moli...querrás decir “ nacimiento de un hijo o una hija”
- No, no quiero decir eso...si digo nacimiento de un hijo...incluye todo.
- Pero se podría interpretar como que si nace una hija no consideras necesario ese permiso.
- Se podría interpretar en eso en un universo de estrechez mental y paletismo argumental. En el mundo de la gente que habla castellano correctamente nadie pensaría esa soplapollez.

Ahora están muy de moda absurdeces estúpidas que solo hacen que las mujeres parezcamos unas completas cretinas incapaces de demostrar lo que valemos por nosotras mismas:

- La persecución inquisitorial para que todos los documentos cumplan la igualdad de género obviando las reglas mínimas de la gramática española. Llenar los documentos de expresiones dobles para en teoría evitar posibles discriminaciones. ¿De verdad que alguien se siente discriminado si lee “Se busca un responsable para departamento de logística” en vez de “Se busca un/una….”? Odio esos textos donde todo viene doble “Los compañeros y compañeras del fallecido...escribieron una carta juntos con todos sus amigos y amigas explicaban como sus hijos e hijas”.

- Los cupos. Vamos a ver...yo no quiero que haya 6 tías en un consejo de administración, en el gobierno o en el congreso de encaje de bolillos solo porque son tias. Quiero que los que están ahí, sean los mejores...y me da igual que sean hombres o mujeres. Cuando hay que elegir solo por el género se obvia el factor valía personal. Yo no quiero que un hombre deje de ser ministro (por ejemplo) si es muy capaz, solo porque hay que tener una ministra.

Y desde ayer, publicado en el BOE, tenemos otra cosa superchula, si me lo llegan a decir hace un mes no me lo hubiera creído, se ha creado una nueva clasificación de películas…¡¡TACHÁN!!

Especialmente recomendada para el fomento de la igualdad de género

¿Qué es esto? ¿Qué quiere decir? ¿Qué película se ajusta a esto? Llevo toda la noche dándole vueltas:

- ¿Blanca nieves y los 7 enanitos?...mmm…No. 7 tiarrones con hachas explotando a una jovencita que limpia, pule, da esplendor y encima la dejan sola para que una bruja la envenene. La trama claramente insinúa que las mujeres solo sirven para la casa y que mejor que no salgan porque no saben defenderse ellas solas.

- ¿Toy Story?...mmm...Tampoco. Andy es niño, Buzz es hombre, Buddy también...ellas tienen claramente un papel secundario que se corresponde poco con la vida actual. Y la protagonista femenina más importante o es una secundaria enamorada o es una modelo de curvas. Fatal para la igualdad de género.

- ¿7 novias para 7 hermanos? …mmm...tampoco. Ellas acaban casándose que es lo que querían pero creo recordar que ellos las hacían bailar y las cogían en volandas sin pedir permiso por escrito. Tampoco.

- La guerra de las galaxias. Esta sí, tenemos una princesa que manda muchísimo…todos los tíos de la peli están por debajo de Leia…mmm…Si. A mi esta me parece que fomenta la igualdad de género...aunque claro...es ciencia ficción, asi que no se yo si sirve mucho para algo...también hace que un perro con pelo largo ande a dos patas y mole mucho...¿ fomentará el buen trato a los animales? Qué cantidad de dudas.

- Grease?...ni de coña…ellas solo piensan en peinarse y ligar y ellos en arreglar coches...un espanto de diferenciación sexista. NO.

- ¡¡El día de la marmota!!!...no, no...Bill Murray se pasa la película intentando ligarse a Andie McDowell con malas artes y se chusca también a la compañera de clase que se encuentra…y atropella gente...No, no…muy mal.

No me centro. Voy a leer las condiciones para que le den esa clasificación a una peli:

- Que transmitan una imagen igualitaria de ambos sexos, sin situaciones vejatorias o discriminatorias para uno de los dos.
- Que promuevan la eliminación de prejuicios, imágenes estereotipadas y roles en función del sexo e impulsen la construcción y difusión de representaciones plurales y reales de ambos sexos, como diversos son las mujeres y los hombres.
– Que promuevan el uso de un lenguaje no sexista que nombre, también, la realidad femenina.
– Que incorporen una visión igualitaria de las relaciones afectivas y de la convivencia doméstica.
– Que representen de manera igualitaria la presencia y la capacidad de las mujeres en aquellos sectores y niveles claramente masculinizados y de los hombres en los feminizados.
- – Que promuevan el conocimiento y el rechazo del fenómeno de la violencia en todas sus dimensiones.

Madre mía…no me encaja ni una. Mmmm…a ver…la tengo.
¡¡ Mujercitas!!!

Encaja en todo.

Ellas son 4 hermanas monísimas, su padre está en la guerra pero la madre ayuda en los hospitales mientras tanto. Ellas son señoritas pero se tiran en trineo, se disfrazan de hombres para las funciones y ¡¡se tiran piedras!!! No tiene un lenguaje sexista...es más, la primera vez que lo lei me costó enterarme de que “JO” era un nombre de chica… ¿qué más igualdad que eso? Y además se corta el pelo cuando todas llevaban melenón...una revolucionaría si señor. Se casan con hombres estupendos, amorosos, cariñosos y que dan ganas de adoptar...asi que también cumplen con lo de la visión igualitaria de las relaciones afectivas y encima…Jo se dedica a escribir cuando ninguna mujer lo hacía y el churri que se echa toca el violín o algo que es como más de chicas….

¡¡Mary Poppins!!

Esta sí que sí. La Poppins llega con una vida oculta, obviamente ha tenido una relación “especial” con Bert pero no están comprometidos, y él no es celoso. Y además, la madre es sufragista…si...está encanja también.

Uy…Y “Lo que el viento se llevo”… Scarlett se casa tres veces, hace lo que le da la gana, está llorando por el amor de otro, pero le da cancha a Rhett B. y encima le toca sacar adelante Tara, ¡¡ella sola!!

Voy a llamar al ministerio ahora mismo. No vaya a ser que haya cola para conseguir esa supermegaclasificación.

¿De verdad que esto es lo que se nos ocurre para fomentar la igualdad? ¿Nadie tiene una idea mejor? ¿A nadie se le ocurre algo serio y que de verdad sirva para algo? ¿ O es que es mejor hacer estas cosas absurdas que son fáciles y no molestan, en vez de afrontar el problema de una manera seria, responsable y eficaz?

Me temo que va a ser esto, siempre es más fácil disfrazar las cosas que cambiarlas.