
El regalo estrella ha sido este. Un tablet pc superestupendo con muchas especificaciones técnicas que podéis leer por ahí el que tenga interés. Es mono, lleva funda, se pueden descargar libros y se lee bien. Se conecta a internet por wifi y el teclado táctil no es tan horrible como parecía en un primer momento. Hasta aquí los datos. Vayamos al fondo de la cuestión, ¿había pedido yo un tablet pc?
No.
Yo quería un kindle, algo más de andar por casa, más humilde. Sospecho que el kindle vio disiparse sus posibilidades de llegar a molicasa cuando se vio rodeado de columnas en un Excel por todo tipo de gadgets electrónicos capaces de hacerle la competencia. Sospecho que el que en la columna de “donde comprar” y “ servicio técnico”...pusiera solo “via internet/ amazon” acabó con sus posibilidades. El Excel mató al kindle.
Había pedido una lista interminable de libros que había ido recopilando durante todo el año. Es más, había frenado mi compulsividad compradora de libros los dos últimos meses para ofrecer múltiples posibilidades a los Reyes. Hice mal.
Me han caído 6 libros de los cuales solo 3 estaban en mi lista. No estoy en contra de que me regalen libros sorpresa, en el peor de los casos me darán para un despelleje…pero yo contaba con una montaña enooooorme de libros y solo tengo una raquítica pila de 6 ejemplares de los cuales ya he devorado medio.
Unas botas de pisar charcos negras. Estas me han encantado y dado que no ha parado de jarrear no me las he quitado en 3 días. Me flipa pasear con la lluvia y no tener que ir esquivando los charcos, hacer plas, plas, plas...sabiendo que no se te van a mojar los pies.
Ropa y accesorios deportivos: unas mallas largas de correr, una chupa fina roja, otra más gruesa gris (creo que hubo un problema de descoordinación de sus majestades), una camiseta térmica que es como una segunda piel y que solo me puedo poner si llevo encima una de las chupas anteriormente mencionadas, unos guantes para correr y unas manoplas para nadar. Impresionante, lo leo y no doy crédito a que todo eso me lo hayan regalado a mí y lo que es peor me haya encantado. El 2010 ha hecho de mí una completa desconocida. Pobrehermano mayor tuvo más o menos la misma reacción cuando estuvimos abriendo los regalos.
- Moli...es el fin del mundo. Yo no tengo ni un solo regalo relacionado con el deporte y ¡tu saco estaba lleno de cosas deportivas!!! Esto no puede ser bueno.
- Estoy completamente de acuerdo contigo. ¿Nos vamos a correr?
Un vestido de niña buena. Molimadre y su afán por cambiar mi look. Lo mejor de que me hayan regalado ropa este año es que cuando la iba sacando pensaba… ¿de verdad quepo en esto? Pero si, otra cosa rara que ha pasado en 2010 es que he enflaquecido como nunca en mi vida así que ahora la talla XS es mi amiga. Increíble. El vestido es mono y parezco una niña buena, así que cumple sus objetivos.
También me han traído unos vaqueros “salsa”. Yo no sabía lo que eran hasta que tuve otra gran conversación con pobrehermano mayor.
- Pobrehermano..¿ tú sabes lo que son los pantalones salsa? ¿ son para bailar salsa?
- Moli coño, no. Son unos vaqueros que hacen un culito estupendo
- ¿Queeee? Y tú como sabes eso?
- Pues porque soy un tio soltero que tiene que fijarse en esas cosas.
- ¿ Y funcionan?
- …mmmm…no diré nombres, pero si.
Pues ahora tengo unos….
A C. le ha caído una bici rosa. La compro el ingeniero “ Moli, estoy en shock cromático…es lo más rosa que he visto en mi vida. Le va a encantar”. Y le encantó pero por ahora anda por casa con los párpados llenos de purpurina y agarrada a una guitarra de hello kitty (rosa) y un micrófono. Cierra la puerta de su cuarto y canta a voz en grito. Luego abre la puerta, saca la cabeza y dice: “Mamiiii ¿me oyes???” “No cariño, para nada”…y se mete otra vez a berrear. No puede ser más payasa.
A M. le ha caído un lego para construir el tren de Toy Story. Lleva 3 días enterrada bajo una montaña de fichas y empollándose las instrucciones. “No hace falta que me ayudes, yo sé sola”. Eso y la pregunta infinita: ¿cuándo vamos a esquiar? la tienen entretenida. Eso y el ¡¡Simón!! Un clásico de mi infancia vuelve a casa….
El ingeniero había pedido una cosa absurda, como todos los años, una cosa que apetece cero comprar: el destornillador eléctrico, el nivel electrónico, el detector de metales. Como todos los años, los reyes se lo han traído: un kit para aprender a pintar al óleo. En la carta ponía también “un curso nivel 0.0 para aprender a pintar”. Los reyes de esto pasaron millas porque basta que le apunten a uno para que empiece “ese día no puedo ir” “en la nasa soy imprescindible”...etc y porque los reyes tenían muy poca (por no decir ninguna) fe en que fuera a pintar nada.
Error. El sábado se fue a su primera clase de pintura.
Así que nada, estamos todos muy entretenidos.