
De todas las opciones posibles os elegí. Valoré lo que había y como ya soy una profesional, me lo tomé muy en serio. Nada de elegir a la ligera. No decidí por mi famosa teoría de “ni tan”, sino que miré, remiré, comparé las características, elegí el color, el tamaño…¡¡joder, si me faltó hacer un Excel!!
Os he cuidado con mimo. Mantengo la funda, os doblo con cuidado, con amor, os seco antes de guardaros, os trato casi casi como si me importarais. Os coloco delante del espejo para que veáis como estáis de estupendas. Me compré un gorro que os hiciera destacar…incluso di de baja a vuestras antecesoras basándome en la endeble excusa de que “necesito algo mejor”.
Aún así, seguíais haciéndome la vida imposible y entonces ¡¡os traje un amigo!! Entendí que os aburríais mirando la raya del fondo, arriba y abajo, un coñazo, la línea azul y mis absurdos pensamientos día tras día, entendí que necesitabais un aliciente.Y os traje un mp3 acuático.
Y vale, veo que no os moló. Yo creí que os molaría, al fin y al cabo, seríais las únicas de la piscina poligonera con un mp3 acuático. Las demás os envidiarían y además tendríais compañía en la funda cuando os guardo en la bolsa. Por no hablar de que disfrutarías de hilo musical que ahogaría la absurdidad de mis pensamientos acuáticos. Jo, si hasta es mono..plateado y naranja.
Vale, pues tampoco os moló. Seguís haciéndome la vida imposible y hasta aquí hemos llegado. No puede ser que os cuide con mimo, os saque de la funda en una ceremonia sin precedentes en los vestuarios del polígono, os dejé apretarme tanto el cráneo, que creo que si no llevara los cascos se me saldría la materia gris por las orejas, para que luego, cuando me meto en la piscina os dediquéis a putearme.
Ayer fue el fin. Me meto en la piscina con toda mi buena intención, los Black Eyed Pies a todo volumen, sé que os gusta, da buen rollo y sirve para coger el ritmo de los 6 primeros largos…pero no..al segundo tengo agua hasta la mitad en el ojo derecho y así es imposible nadar. Intento obviar el picor horrible y no hay manera, intento cerrar ese ojo y nadar abriendo solo el izquierdo pero es casi peor, me concentro en ese guiño absurdo y nado como si fuera un botijo.
Aguanto hasta el largo 4 y paro al final de la piscina, en el lado de los tios. Mala idea, siempre se quedan mirando y preguntan algo sobre el mp3 y así os ponéis más celosas. Vuelvo a apretar la gomita de los cojones y pienso que voy a quedarme sin riego sanguíneo en la coronilla..pero da igual..a ver si consigo llegar al largo 10 del tirón.
Al ritmo de Slip way noto como mis cuencas oculares están a punto de estallar, no sé si aguantaré un poco más, pero lo intento. Tengo un dolor insoportable en el ojo derecho, la goma se me está clavando en el hueso, el cristal se ha empañado y a pesar de eso sigue entrando agua. ¡¡ no es justo..yo solo quiero nadar!!!
Como si me pongo, puedo ser muy bruta, consigo hacer los 50 largos. No hay dolor, probablemente me esté quedando sin córneas al quemármelas con el cloro, pero por mis narices que no me paro más y termino como sea.
Lo conseguí.
Cuando entré en el comedor con los ojos inyectados en sangre, una hendidura craneal nueva y una marca de gafas horrible, pero orgullosa de mi gesta deportiva, lo que me hundió fue ser objeto de mofa por parte de mis compañeros en la fila del autoservicio:
- Joder moli…no te pegues con el agua..que no es para tanto.
- Moli coño..invierte en gafas.
- Moli..venga..no llores que la comida no es tan mala…
- Moli..que mona de mapache…arruga la naricita.
- Moli..¿ de verdad los ojos inyectados en sangre son de la piscina o es un superpoder tuyo para acojonar?
Asi que hemos terminado. A la basura con vosotras. Una cosa es llevar el bañador transparente y otra cosa es ser el descojone del comedor de empresa. ¿ Un mapache?...hombre por favor..que tengo un prestigio.
He decidido solucionar el tema, le he dicho al ingeniero que me compre unas gafas nuevas, a ver si él acierta y le quieren más que a mi.