martes, 4 de mayo de 2010

FEDE

Porque no me acuerdo desde cuando nos conocemos. ¿Cuántos años teníamos? ¿10?

Porque estaba en mi primera fiesta de fin de año y me acuerdo de él mientras le perseguían con un destornillador por haberse enrollado con la novia de otro. ¿Tenías 15?

Porque me regaló una cinta de varios, con una cara Live y una cara Studio, por mi cumpleaños y todavía la conservo. ¿Tenía 16?
Porque salíamos por Madrid, quedábamos a las 5, nos matábamos a botellines en un bar en Castelló y cuando ya no podíamos más nos puteábamos para perder el autobús y llegar a casa tarde. ¿Teníamos 17?
Porque cuando salíamos de El Casino a las 7 de la mañana después de haber bailado So Lonely como si fuera lo último que íbamos a hacer en nuestra vida, me dejaba bajar conduciendo su Citroen AX. “ Yo voy muy pedo y total, tú no tiene carnet”.

Porque encontró a su chica y me gustó. Nos gustamos, y después de mil batallas ahora nos gustamos más. ¿Teníamos 19?

Porque por nuestros santos, en el mes de julio nos regalábamos una tortilla de patata decorada con kétchup. ¿Teníamos 20?

Porque se descojonó conmigo cuando me propusieron ir a la frontera del placer en un viaje fabuloso a Formigal. ¿Tenía 22?

Porque me llamó llorando desde el Santiago Bernabéu cuando murió mi padre y no sabía que decirme. Tenía 24.

Porque me llamó un día y me dijo: nos vamos a esquiar una semana. No tengo dinero, Fede. No te he preguntado eso, mañana te recojo. Fue un viaje genial. Tenía 24.

Porque me dijo: estás guapísima. Hoy ligas seguro. Tenía 25.

Porque un día apareció con su chica en casa, churros, porras y el periódico y me dijeron que iban a ser papás. Tenía 28.

Porque vino a verme a casa cuando nació M. Me abrazó y me dijo: ¿a que no era así como te lo imaginabas? Luego se atizó con el ingeniero y su chica una botella de champán y ninguno de los 3 volvió a trabajar por la tarde. Tenía 30.

Porque le llamé cuando lo estaba pasando mal y le dije: ¿voy a verte? No, no hace falta. Colgué y me fui a su casa. No hay más que decir. Tenía 37

Porque el último concierto de Bruce que fui, fue mejor porque por fin vino conmigo y le encantó. Tenía 38.

Porque me lee siempre y me comenta por mail.

Porque siempre se le saltan las lágrimas de la risa cuando le cuento mis chorradas.

Porque cuando estamos de copas, siempre apoya el codo en mi hombro. “Moli..¿Otro gintonic?

Porque nunca me llama por mi nombre. Siempre por el apellido.

Porque no todo lo que hago le parece bien.

Porque odia el chorizo, las aceitunas y el queso.
Porque por mi cumpleaños me dijo que escribiría algo para el blog. Todavía estoy esperando, pero SÉ que lo hará.

Porque cuando le veo venir por el retrovisor en la M50, siempre sé que no reconoce mi Ibiza mugriento y cuando por fin se fija en mis aspavientos, siempre sonrío y me alegra el día.

Porque es tan descerebrado que me pide a mi consejo para comprarse un mp3.




Porque me descubrió esta canción...y siempre que la oigo me acuerdo de él.

Porque hoy es su cumple.

Esto es lo más parecido a un caminito de chuches que puedo hacerte….¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS FEDE!! Tienes 39.

viernes, 30 de abril de 2010

SE ACABÓ


La putada de la astenia es que llega de repente. Me levanto un día y quiero morirme. Hago esfuerzos por “obviar los síntomas” pero no hay manera. Me arrastro días y días esperando a que termine la agonía.

La parte buena es que un día me despierto y se ha pasado. Vuelvo a ser yo.

Hoy es ese día.

Ayer tuve una conversación surrealista con un amigo absurdo, llamemosle Dr. Chamán, sobre mis procesos mentales y la navaja de Ockham. Me descojoné tanto que se me saltaban las lágrimas, elaboramos unas teorías sobre lo que es moderno y lo que no, que harían las delicias de cualquier psicoanalista y decidimos que los dos somos estupléndidos y fantabulosos.

Tengo un mp3 nuevo. He ido y he vuelto por la llanura manchega cantando a voz en grito todas las canciones que me hacen feliz. De repente ha salido ésta…( me encanta el modo aleatorio, es como yo, totalmente absurdo) y me he encontado cantando esta cumbre del horterismo y de la música moñas mientras me reía a carcajadas. ( Edc..seguro que a ti te encanta).



Mañana tengo un plan bárbaro con los de Montes. Risas aseguradas.

Y además, acabo de darme cuenta de que prometí estar un mes sin beber…y ya se ha pasado…

En el fondo, soy una tia sencilla y cualquier chorrada me hace ilusión.

ESTRENANDO CURRO

A punto de cumplirse una semana en Guantánamo el nuevo curro se ha revelado como una fuente de anécdotas de pareja totalmente inesperado.


Primer problema.

Como ya conté, ahora ya no podemos ir con pinta de “vamos de excursión a la granja”, hay que llevar pinta de ingeniero jefe. Repaso al armario del ingeniero.


- Moli, ¿cuántas camisas de las que hay aquí valen para el nuevo curro?
- …mmm..esta no, esta no, esta tampoco, esta tírala, esta ya sé que le tienes cariño pero no te cabe ni de canto, está tiene los cuellos rozados…mmmm..vale..te sirven para ir a Guantánamo 2..y una es de gemelos así que tampoco. Tienes una camisa para ir a trabajar. Tienes que ir a comprar ropa.
- ¿Me acompañas?
- ¿Yo?..pufff...

Inciso. Odio ir de compras. Nadie se lo cree, pero no me mola. Me aburro, me frustro y me canso. Voy cuando no me queda más remedio y casi siempre vuelvo cabreada. En la prehistoria de este blog, escribí sobre el tema: manual para ir de compras. Fin del inciso.


A pesar de todo, acompañé al ingeniero a buscar un look adecuado. Esto significa un proceso concienzudo de compra, completamente opuesto a mi caos adquisitivo que consiste en: uy..Me mola, está bien de precio, me lo llevo. Con el ingeniero todo lleva un proceso:


- Elaboramos lista sobre qué necesitamos.
- Escogemos área comercial
- Madrugamos.
- Recorremos todo el área comercial fichando lo que puede o no puede interesarnos y memorizamos en qué tienda hemos visto cada cosa.
- Aquí normalmente ya estoy llorando del agotamiento.
- Realizamos otra vez el mismo recorrido pero esta vez probando las prendas escogidas, comprobando precios, tallas. Yo me doy dos mil paseos buscando tallas y demás.
- ¿Lo compro? ¿No lo compro? ¿Lo compro? ¿No lo compro?
- Nunca he llevado una camisa rosa. Ya, pero es que no habías trabajado en una gran empresa de jefe. Para ir a la Nasa las camisas de cuadros estaban perfectas y los vaqueros mugrientos para chapotear en el barro también, y la chupa reflectante..pero ahora ya no.
- Volvemos a casa con todo lo necesario, el ingeniero más feliz que una perdiz y yo agotada.

Oh..Acabo de recordar que Gonzalo escribió un post sobre su estilismo. Aquí está.


Segundo problema.

El ingeniero SIEMPRE madruga mucho. Se cae de la cama a las 6 y 20 de la mañana. Antes tenía que estar en la Nasa a las 7 y media, así que pululaba una media hora por casa y se piraba. Yo aguantaba ese rato con muuucha paciencia, esperando a que cerrara la puerta para poder volver a dormir.

Ahora resulta que se cae a la misma hora pero no se va a hasta las 8 menos cuarto…durante tooodo ese rato hace muchísimo ruido y lo que es peor, cuando por fin elige la ropa, enciende la luz y me dice: ¿ estoy bien así?


- Estás guapísimo como siempre..pero..¿me dejarías dormir un poquito, por favor?

Tercer problema.

- Moli, ¿qué hago con la camisa?
- ¿Echarla a lavar?
- ¿Sabremos lavar y planchar estas camisas y pantalones buenos?
- ¿Sabremos? ¿y ese plural mayestático? Creo que “sabremos” y sino pues al tinte, pero vamos que yo voy todos los días vestida al curro con ropa de oficina y por ahora no he tenido ningún problema..¿o crees que sí?
- Vale, pero creo que voy a comprar un jabón bueno para esta ropa.
- ¿CÓMO? Tendrás valor!!!...llevo años peleando contigo para que dejes de comprar la marca blanca de detergente y tu respuesta siempre era: moli, son todas iguales. Y ahora que es TUUU ROPA…¿queremos Skip?
- No te cabrees, si te estoy dando la razón.
- Eso, encima hazme la pelota.


Cuarto problema y descojone.

- ¿Qué tal? ¿qué tal el día?
- Moli, no voy a durar ni un mes.
- Joder..¿qué pasa?
- Me han encargado que me ocupe del mantenimiento de los gamusinos australes del JS de la nueva empresa.
- ¿gamusinos australes? ¿y tú que sabes de eso?
- Lo mismo que tú. Así que en cuanto se me muera uno…a la calle.
- Bueno, tendrás ropa decente para buscar otro curro.
- Que graciosa eres…
- Papi..yo quiero una mazcota..¿ me traez un gamuzino?
- ¿ Los gamusinos me dan alergia? ¿ Tienen gluten?


Mi compi de coche ( el lémur no, mi compi majérrima con la que pinché hace mil años) me ha mandado un enlace sobre gamusinos, la parte buena es que los gamusinos australes son muy resistentes…la parte mala que los buenos buenos pueden llegar a costar una pasta completamente indecente.

Y esto solo la primera semana. Esto va a ser un descojone.

jueves, 29 de abril de 2010

I ME MINE (III): MIEDO

Todos nuestros miedos son recuerdos de otros miedos, así que lo primero que pensé fue, una vez más, “aquí está”.

El proyecto Lázaro. Aleksandar Hemon


Las cosas que más miedo dan son las que ya conoces. Esas son las que acojonan de verdad.


Las que no conoces crees que te darán miedo, pero es algo abstracto que no acojona tanto. Todos tenemos miedo de la enfermedad, de la muerte, de que a alguien cercano le pase algo malo, de que haya una guerra..esas cosas..pero hasta que no te pasa no sabes lo que es el miedo de verdad.


Una vez que has sentido miedo de verdad, entonces sabes lo que es el miedo con mayúsculas. MIEDO que te paraliza, que te deja con un agujero en el estómago, que te hace temblar las piernas y querer meterte en la cama y taparte hasta que se te pase, dormir hasta que ya no lo sientas. MIEDO IRRACIONAL y que te desborda. MIEDO que no puedes dejar de sentir aunque lo intentes. MIEDO que te sobresalta cuando crees que lo tienes controlado, que te hace abrir la boca para dejar salir lo que llevas dentro e intentar respirar.

Me dan miedo muchas cosas. En realidad voy todo el puto día acojonada por el mundo pero como soy un fraude y además la gente no quiere saberlo pues doy el pego totalmente. Cuando más piensas más miedo tienes. Si fuera un cubo no tendría miedo.


Lo que más miedo me da soy yo misma. Sé perfectamente cómo soy y me doy pánico la mayor parte del tiempo.


Me da miedo lo impulsiva que soy.

Me doy miedo cuando me dejo llevar por mis impulsos.

Me doy más miedo cuando los controlo. Si me los guardo es peor.

Me doy miedo lo independiente que soy.

Me doy miedo cuando sé que estoy mejor sola que con nadie.

Me doy miedo cuando sé lo que tengo que hacer y sé que no lo haré.

Me doy miedo cuando sé lo que no tengo que hacer y sé que lo haré.

Me doy miedo cuando me hundo porqué se que no pararé hasta tocar fondo.

Me doy miedo porque soy perfectamente consciente de lo que soy capaz.

Me doy miedo porque sé de lo que no soy capaz.

Me doy miedo porque no quiero que nadie se me acerque demasiado.

Me doy miedo porque sé que los que me rodean no saben el peligro con patas que soy.

Me doy miedo porque en algún momento acabaran por descubrirlo.

Me dan miedo estos posts.
Definitivamente tengo que dejar de salir entre semana.