
Cuando abres un blog lo haces un poco a oscuras, empiezas a escribir y lo cuelgas.
Esperas que pase algo, pero no pasa nada. Le coges el gusto y sigues. Al principio te leen los 4 gatos que te conocen y que por supuesto dejan comentarios “monos” que hacen muchísima ilusión.
Pasado el tiempo empiezan a llegar lectores de no sabes muy bien donde, ves en tus estadísticas que tienes más visitas que amigos, lo que quiere decir que te leen desconocidos. Es una sensación un poco rara, pero mola. Luego algunos de esos lectores empiezan a dejar comentarios.
Hace muchísima ilusión. Cuando el lector comentador, se convierte en habitual mola mucho más y si no aparece en unos días me preocupo: ¿le habrá pasado algo? ¿Habrá encontrado otro blog mejor? ¿Se ha aburrido de mi? ..Todo tipo de pensamientos laterales negativos provocados por mi egocentrismo.
Tengo todo tipo de comentarios, muchos de “
moli molas mil”, otros más complejos y que agradezco muchísimo, otros de gente que llegó tarde pero que se leyó el blog entero como Sara o cazurro o alguno más que seguro que se me olvida, otros picajosos como los de los algunos habituales
JuanRa,
Gonzalo,
Hit,
Efe, Javi..etc que siempre meten la puyita, otros de conocidos como Jiom, P. o
Derositas, y otros de completos gilipollas.
No estoy en contra de la crítica inteligente, el sarcasmo o la ironía, pero las falsedades e insultos gratuitos me tocan mucho las narices. Pensaba no decir nada, pensaba castigar al anónimo con el látigo de mi indiferencia y pasar de él olímpicamente, pero hoy me he levantado de buen humor, así que voy a por ti.
Bueno, pues uno que te lee te dirá que mejor que eswxcribas sobre tu cionciencia que no intentar emular a gonzalo con la historia de su esposa. Moli,guapa ( sí, ya sé que este apelatrivo te jode un poco ), sé tú chata. Y , cuando no hay nada qeu decir, mejor callada.
El que estés de mala leche posiblemente es porque siempre hay más, y nunca llegamos a captarlo.
este escrito está más en tu estilo; tu conciencia, de todas maneras, pelín ñoña: no me lo creo.
Para empezar, ¿ que lleva a alguien a escribir esta sarta de chorradas? Si no te gusta el blog, no lo leas. A lo mejor pensabas que con tu comentario negativo contribuías a la mejora de la sociedad o que me ibas a hacer reflexionar sobre lo que escribo. Querido, te sobrevaloras demasiado.
Segundo, me joden los anónimos. ¿Por qué no dejas cualquier nombre? No voy a perseguirte hasta tu casa, no voy a llorar, ni escribirte una carta diciéndote que no seas malo conmigo, me da igual que te llames Carlos, Fernando, Eustaquio o lo que sea. Ponte un nombre coño, un poquito de clase.
Tercero, no soporto que la gente escriba mal. Tolero los acentos y las comas mal puestas porque eso también lo hago yo, aunque eso no es excusa. Es mi blog y yo decido lo que tolero y lo que no.
Cuarto, si vas a ponerme a caldo por lo menos que sea con algo de fundamento. En tu patético comentario, insinúas que he copiado a Gonzalo y su
gran post sobre su mujer, al escribir sobre el ingeniero. Falso. Yo no podría hacerlo tan bien como él, pero además yo escribí hace siglos uno sobre el tema, pero como no me lees no tienes ni puta idea. No me parece mal que no me leas, es más, me la sopla, pero si vas a criticar algo lo fundamental es no cagarla en las fuentes.
Llamarme guapa pretendiendo que me ofusque es un intento tan patético de provocar que no voy ni a considerarlo. Terminar la frase con chata es de vomitar.
“cuando no hay nada que decir, mejor callada” Eso lo decido yo. Si no te gusta, no me leas.
“el que estés de mala leche es porque siempre hay más y nunca llegamos a captarlo”..Fascinante, un poco de terapia barata para terminar de retratarte.
¿No te crees que mi conciencia me hable así? Vaya, que chico más listo, lo mismo hasta tienes un master.
Luego tengo otro anónimo o no sé si es el mismo, que pensó que no se había retratado lo suficiente que dejó esta soplapollez:
Cada día doy gracias al cielo porque mi mujer no es una víbora de tu especie y no tiene esos arrebatos psicohormonales.
Dirás que les pasa a todas... pero no, a algunas no.
Fabuloso, otro absurdo que no conoce a su mujer. No es por joder, pero lo mismo se lo está contando a otro de tu misma especie pero con menos cuernos.
En fin, que ya estoy de un humor estupendo. Gracias Anónimos, soltar hostilidad es tremendamente terapéutico.
Y pensar que casi me lo pierdo cuando medité si borrarlos....
Una cosita: que no se me ofendan los lectores/comentadores no citados, y tampoco los que se llamen Carlos, Fernando o Eustaquio..