
Como a pesar de todo, me quedaba alguna neurona en funcionamiento, decidí hacer algo por mí para salir de la autocompasión y la pena suprema.
- Me corté el pelo. Mucho. Parece una chorrada, pero si al mirarte al espejo ves a otra persona, no sé porque mecanismo te das menos pena.
- Me quedé en la raspa.
Una vez puesto en pie el proceso de reajuste emocional, lo importante y que saben todas las abuelas es que “un clavo saca otro clavo”. Se trataba de encontrar un nuevo fiche, pero esta vez con la intención de ligar con él, no de hacer el gilipollas.
Fracasé. No me hizo ni puto caso, prefirió sus oposiciones a Inspector de Hacienda.
Sopesé los errores cometidos, vi los pasos erróneos y decidí que había que dejar de lado el patetismo.
Aquello no podía ser. Si todo el mundo ligaba no podía ser tan difícil.
Había demanda de chicas tontas, feas, estúpidas, sosas hasta desear la muerte, bobas sin saber escribir, paletas sin lecturas, encefalogramas planos, lobotomizadas…¡¡ TENIA QUE HABER DEMANDA DE TIAS LISTAS, INTELIGENTES, CON SENTIDO DEL HUMOR Y PELÍN ACIDAS!!
Y me lancé a buscar el mercado adecuado.
Y me lancé a buscar el mercado adecuado.
Y los encontré.
Y tuve un éxito impresionante.
Descubrí que lo que yo creía que era la táctica adecuada: esto es poner cara de panoli, ojitos de cordero degollado y decir a todo que si, a la vez que eras dulce y cariñosa, no funcionaba. Probablemente porque no lo hacía bien y nadie se lo creía. " Moli, te falta sumisión" me decía F.
Era mucho mejor una actitud en plan: puede que me gustes o no. Y si me gustas puede que me enrolle contigo o no. Y si me enrollo contigo es muy probable que no me apetezca repetir.
Funcionó.
Funcionó muchísimo.
Caían como chinches.
Y cuanto más cabrona era, más caían.
Tengo anécdotas para parar un tren. Incluso ligué con uno que tenía novia y vivía con ella. A mí eso me daba igual, él pensaba que yo debía estar supercelosa y como no lo estaba, se ofuscaba. Pobre, era mono. A mí me daba igual, no lo quería para casarme con él.
Lo mejor de todo es que el tío sólo podía escaparse de su casa, los domingos por la mañana. Yo había salido de farra y me había acostado a las 6 de la mañana:
- Moli, soy X.
- Ehh…¿qué pasa?
- Que voy para tu casa para estar juntos un rato.
- Ni se te ocurra, me he acostado hace 2 horas.
- Pero, pero, pero..es que si no…voy para allá para desayunar juntos.
- Que noooo.
- Te llamó en dos horas.
A las 2 horas.
- Moli, estoy en la puerta con croissants.
- Pues yo estoy en la cama con una resaca de muerte.
- ¿No me vas a abrir?
- No.
- Pues me voy. No pienso volver a llamarte.
- A ver si es verdad.
A las 4 de la tarde.
- Moli
- ¿Otra vez?
- He conseguido escaparme. ¿Puedo subir ahora?
- Buenooo..vengaa.. ( unos mimos en la siesta siempre sientan bien)
Era alucinante.
Tengo vagos recuerdos de algunos. Uno tenía un porsche. A otro lo abandoné en un cine de madrugada. Ese miso me mandó un poema escrito a máquina donde hablaba de “pechos enharinados”, creo que lo guardé en algún sitio por si en alguna ocasión servía para algo. Debería buscarlo y colgarlo aquí.
Con otro descubrí que los polvos playeros no me van.
Otro era tremendamente divertido, nefasto como amante pero muy divertido.
Oh, otro era profesor y tenía una novia pero no me lo dijo, fuimos a su casa y al día siguiente quería echarme sin desayunar, era tan mono verle todo agobiado.
Mi autoestima se recuperó completamente, descubrí que el pelo corto me favorece, que es estupendo estar sola y que si le dices a un tío que solo quieres rollo y nada más, literalmente cae en tus brazos. La parte mala es que al día siguiente tienden a creer que era mentira , que te has enamorado y que cuando les dices " ya te llamaré", de verdad esperan que lo hagas
En fin, me lo pasé en grande, siendo joven y alocada.
Mi autoestima se recuperó completamente, descubrí que el pelo corto me favorece, que es estupendo estar sola y que si le dices a un tío que solo quieres rollo y nada más, literalmente cae en tus brazos. La parte mala es que al día siguiente tienden a creer que era mentira , que te has enamorado y que cuando les dices " ya te llamaré", de verdad esperan que lo hagas
En fin, me lo pasé en grande, siendo joven y alocada.