
Ya comenté el año pasado que odio la Nochevieja, no me mola nada y me deprime. Creo que siempre ha sido así, pero probablemente este odio visceral al último día del año se haya visto incrementado por la inexistencia de posibilidades de ligue durante la mayor parte de las nocheviejas de mi vida.
Cuando en el horizonte de tu vida adolescente se perfilaba la posibilidad de "salir en nochevieja", como hermana mayor y experimento educacional de mis padres me enfrentaba a esta respuesta: ¿salir? ¿ a una fiesta? Ni hablar. El tema se cerraba a principios de diciembre y yo me pasaba el mes, escuchando planes de modelos, elecciones de fiesta y proyectos de ligue: me voy a enrollar con mengano, seguro que me pide salir..etc, etc. Una agonía de exclusión social, porque además sabía que esa marginación del grupo no acabaría el día 1, sino que se prolongaría durante semanas con él: tía, en nochevieja, mengano se enrollo con fulana y luego cuando ésta se fue se quiso morrear con zutana. Semanas sin conversación, sin nada que aportar: durísimo para un loro como yo.
Por fin, una nochevieja mis progenitores decidieron que ya era momento de dejarme salir, en Los Molinos por supuesto, a una fiesta en casa de F, en su sótano. Glamour a raudales. Nosotras con vestidito que habíamos estado pensando un mes y con el que por supuesto adquirías un tono morado precioso porque el sótano no tenía calefacción y la temperatura en Los Molinos podía ser directamente bajo cero. Ellos de traje que al final de la noche acabaría destrozado. En esa primera nochevieja memorable no recuerdo que hice yo, seguramente beber martini y pensar que nunca en mi vida ligaría. Eso sí, la noche estuvo emocionante...mi amiga A. ( si me lees reconoce que fue divertido), estaba tomando algún tipo de medicación y se atufó todos los martinis que no me bebí yo, así que empezó la noche en todo lo alto enrollándose con R. en el "cuarto del futbolín". Habladurías por toda la fiesta.....se están dando el palo.....se están morreando...seguro que le pide salir. Lo mejor era que no dejaban entrar a nadie más en ese cuarto y claro todo tipo de conjeturas empezaron a tomar cuerpo: se está dejando meter mano...que suerte tiene R. y demás chorradas.
Las conjeturas terminaron cuando R. salió y dijo: creo que vuestra amiga no se encuentra bien. 3 ó 4 amigas corrimos en tropel, no porque estuviéramos preocupadas por su salud, ¿ a quién le importa eso cuando hay un morreo que contar?, pero resultó que A. sí se encontraba mal, más que mal al borde del colapso. La suma de medicación, martini y babas no había sido muy satisfactoria y estaba echando la pota. Tras unos primeros momentos de duda, se decidió que dado que no había manera de parar aquello y estar con la fregona detrás suyo era un coñazo, lo mejor era colgarle una bolsa de supermercado de las orejas y dejarla apoyada contra una pared. Se estableció un turno para controlar que el contenido de la bolsa no desbordara la capacidad del continente.
Ya sé que pensareis que qué clase de gentuza éramos, pues que sepáis que ahora hacemos lo mismo: si te tajas no se le puede reventar el plan a los demás. En esa fiesta, A. tenía un hermano mayor,R; que debería haberse ocupado de ella, perooooo R. estaba en otra batalla igualmente divertida. R. salía con S, quien había decidido dejarle 3 ó 4 dias antes de la fiesta para salir con F., detalle que R. conoció en la fiesta y no le gustó. Asi que agarró un destornillador y persiguió a los enamorados por el jardín: os voy a matar. La verdad es que todavía me acuerdo y me río yo sola.
Por supuesto mis éxitos amorosos fueron cero en esa fiesta y en exactamente todas las nocheviejas desde entonces. Noches y noches vestida como para matarme, pasando un frío de mil pares de narices y viendo como el "fiche" que tuviera por esa época pasaba mil millas de mi: una sucesión de humillaciones absurdas que siempre terminaban con este pensamiento cuando me metía en la cama: el año que viene no salgo.
Hubo una que ligue, tuve un encontronazo con mi EX, que provocó que dejáramos de ser EX para volver a ser una bonita relación completamente autodestructiva para mi...una historia preciosa. En otra nochevieja, en la que estaba en un interruptus con mi EX, recuerdo intentar ligotear con uno que yo creía que estaba interesado en mi, y resultó que lo estaba pero no lo suficiente como: para hacerle esa putada a tu EX (que por supuesto estaba enrrollándose con otra) . La hermandad masculina siempre me ha fascinado.
Dejo esas anécdotas para otro día que ahora voy a ver el concierto de Año Nuevo.
Cuando en el horizonte de tu vida adolescente se perfilaba la posibilidad de "salir en nochevieja", como hermana mayor y experimento educacional de mis padres me enfrentaba a esta respuesta: ¿salir? ¿ a una fiesta? Ni hablar. El tema se cerraba a principios de diciembre y yo me pasaba el mes, escuchando planes de modelos, elecciones de fiesta y proyectos de ligue: me voy a enrollar con mengano, seguro que me pide salir..etc, etc. Una agonía de exclusión social, porque además sabía que esa marginación del grupo no acabaría el día 1, sino que se prolongaría durante semanas con él: tía, en nochevieja, mengano se enrollo con fulana y luego cuando ésta se fue se quiso morrear con zutana. Semanas sin conversación, sin nada que aportar: durísimo para un loro como yo.
Por fin, una nochevieja mis progenitores decidieron que ya era momento de dejarme salir, en Los Molinos por supuesto, a una fiesta en casa de F, en su sótano. Glamour a raudales. Nosotras con vestidito que habíamos estado pensando un mes y con el que por supuesto adquirías un tono morado precioso porque el sótano no tenía calefacción y la temperatura en Los Molinos podía ser directamente bajo cero. Ellos de traje que al final de la noche acabaría destrozado. En esa primera nochevieja memorable no recuerdo que hice yo, seguramente beber martini y pensar que nunca en mi vida ligaría. Eso sí, la noche estuvo emocionante...mi amiga A. ( si me lees reconoce que fue divertido), estaba tomando algún tipo de medicación y se atufó todos los martinis que no me bebí yo, así que empezó la noche en todo lo alto enrollándose con R. en el "cuarto del futbolín". Habladurías por toda la fiesta.....se están dando el palo.....se están morreando...seguro que le pide salir. Lo mejor era que no dejaban entrar a nadie más en ese cuarto y claro todo tipo de conjeturas empezaron a tomar cuerpo: se está dejando meter mano...que suerte tiene R. y demás chorradas.
Las conjeturas terminaron cuando R. salió y dijo: creo que vuestra amiga no se encuentra bien. 3 ó 4 amigas corrimos en tropel, no porque estuviéramos preocupadas por su salud, ¿ a quién le importa eso cuando hay un morreo que contar?, pero resultó que A. sí se encontraba mal, más que mal al borde del colapso. La suma de medicación, martini y babas no había sido muy satisfactoria y estaba echando la pota. Tras unos primeros momentos de duda, se decidió que dado que no había manera de parar aquello y estar con la fregona detrás suyo era un coñazo, lo mejor era colgarle una bolsa de supermercado de las orejas y dejarla apoyada contra una pared. Se estableció un turno para controlar que el contenido de la bolsa no desbordara la capacidad del continente.
Ya sé que pensareis que qué clase de gentuza éramos, pues que sepáis que ahora hacemos lo mismo: si te tajas no se le puede reventar el plan a los demás. En esa fiesta, A. tenía un hermano mayor,R; que debería haberse ocupado de ella, perooooo R. estaba en otra batalla igualmente divertida. R. salía con S, quien había decidido dejarle 3 ó 4 dias antes de la fiesta para salir con F., detalle que R. conoció en la fiesta y no le gustó. Asi que agarró un destornillador y persiguió a los enamorados por el jardín: os voy a matar. La verdad es que todavía me acuerdo y me río yo sola.
Por supuesto mis éxitos amorosos fueron cero en esa fiesta y en exactamente todas las nocheviejas desde entonces. Noches y noches vestida como para matarme, pasando un frío de mil pares de narices y viendo como el "fiche" que tuviera por esa época pasaba mil millas de mi: una sucesión de humillaciones absurdas que siempre terminaban con este pensamiento cuando me metía en la cama: el año que viene no salgo.
Hubo una que ligue, tuve un encontronazo con mi EX, que provocó que dejáramos de ser EX para volver a ser una bonita relación completamente autodestructiva para mi...una historia preciosa. En otra nochevieja, en la que estaba en un interruptus con mi EX, recuerdo intentar ligotear con uno que yo creía que estaba interesado en mi, y resultó que lo estaba pero no lo suficiente como: para hacerle esa putada a tu EX (que por supuesto estaba enrrollándose con otra) . La hermandad masculina siempre me ha fascinado.
Dejo esas anécdotas para otro día que ahora voy a ver el concierto de Año Nuevo.