
No me mola volar. No es que me de miedo, que me da, sino que no me mola. Pongo un pié en el aeropuerto y empiezo a ponerme nerviosa.
Hace años, antes de venirme a los libros de colores, curraba en una cosa superguay de la que no tenía ni puñetera idea pero que implicaba viajar todas las semanas, hospedarme en hotelazos y ganar una pasta. Por aquel entonces no me daba miedo, iba y venía en avión tan pichi.
Cuando empecé a viajar con el ingeniero, a él le daba pánico. Él , que se duerme hasta de pié contra el quicio de una puerta, era capaz de estar las 8 horas del vuelo a Nueva York sentado como un palo, sin desabrocharse el cinturón y sin ir al baño mientras se le ponían los nudillos blancos de agarrarse al reposabrazos. Espectacular.
Al poco de ese viaje decidió que no podía ser, que él, un tío de ciencias, tuviera ese miedo irracional a volar. Optó por terapia de choque: se tragó en dos semanas y en tandas de 3 capítulos diarios todos los episodios de la increíble serie de National Geographic: “ Mayday Catástrofe aérea”.
En cualquier persona normal, el visionado de esa serie hubiera significado la decisión de no montar nunca jamás, no ya en un avión, sino de no salir de casa. En el ingeniero fue justamente al contrario, según él: “ he comprobado que se tienen que dar tal cúmulo de problemas para que un avión falle, que estadísticamente la posibilidad de tener un accidente es muy remota, así que ya no me da miedo”.
Por supuesto, a mi ahora me da pánico y eso que solo he visto un par de capítulos. No me mola ni llegar al aeropuerto, es poner un pie y me siento como una delincuente despistada.
Primero llego al mostrador de facturación y mientras rebusco en cualquier resquicio de mi bolso, cartera, bolsillos, por mi mente pasa el siguiente pensamiento: “me he dejado el dni en casa no podre volar el ingeniero me mata” y cuando estoy al borde de las lágrimas lo encuentro en su sitio. Se lo entrego al empanado de facturación que me mira con cara rara, porque sí, lo sé..en el dni tengo una pinta que parezco una terrorista.
Guardo el dni en el bolsillo del abrigo y cierro la cremallera. Sé que hasta que llegue a destino tendré unos 3 ó 4 más momentos de pánico con el dni.
Luego coges la maleta y se la enseñas al empanado para que vea que tiene el tamaño justo para no facturar. Absurdo. Ahora nadie factura, 160 tíos entran en el avión con su maletita para descubrir que no hay sitio para todas esas maletas, así que al final cogen la tuya y la facturan sin cobrarte. Esto debe tener una explicación, pero no la desconozco.
El control de seguridad es un descojone. Es la cosa más surrealista que se ha visto nunca. Como tengo aspecto de ser poco de fiar, llego con mi más dulce cara de madre de familia y sonriendo, pero inexplicablemente al ogro responsable del control le parezco siempre sospechosa: fuera las botas, fuera el cinturón, desdobla el bajo de los pantalones ( si, no me los coso y los llevo doblados, soy un desastre), y por supuesto cacheo a conciencia. Y luego el bulldog con mucho tacto te pregunta: ¿ LLEVAS AROS EN EL SUJETADOR?
¿Qué se contesta a eso? Porque si lo piensas bien, un aro de sujetador puede ser un arma homicida y lo mismo la tía quiere desarmárlo y yo necesito mis aros asi que opto por una mentira: “no me acuerdo” y espero que me haga despelotarme…pero no, eso parece convencerla.
Luego viene el peregrinar de puerta en puerta de embarque, que van cambiando aleatoriamente sin previo aviso. Pone Bristol y de repente ya no lo pone. En la era de la tecnología, supongo que habrá un tio con un ordenador delante que pueda decir “donde pone Bristol vamos a poner que cambiamos la puerta a la 30 ”, pero no..el tío dice, “mejor voy a poner un inquietante fondo azul que suma en la incertidumbre a los 160 absurdos que llevan una hora haciendo cola”. Apuesto a que el tío ni usa el ordenador..tiene unos listados en papel y va tachando con rotus de colores y se descojona mientras por las pantallas ve a la gente correr sin rumbo por el aeropuerto. ( mmm..lo mismo ese curro mola)
¿ Y las instrucciones de seguridad? “En el improbable caso de que haya que amerizar”. La palabra amerizar mueve a la risa histérica incluso a alguien como yo, completamente falto de conocimientos de física,pero ya si la unes a “ improbable”..directamente induce al pánico. Supongo que algún gurú psicólogo pensó que improbable tranquilizaría a alguien cuando es justamente al contrario.
Porque vamos a ver: ¿Es improbable el hecho de que haya que amerizar? Eso sería una buena noticia significaría que todo va sobre ruedas y no es necesario esa maniobra tan complicada. Pero ¿y si lo improbable es que consigamos amerizar? Eso sería muy malo, y como ya he comentado, veo chungo que un avión caiga y americe posándose como una mariposa. Así que lo veo más en plan..” si de puta coña conseguimos amerizar y no nos hundimos hasta el fondo del océano”…lo que no es nada tranquilizador.
Mientras reflexionaba sobre este dato e intentaba controlar mi risa histérica, me puse a mirar las instrucciones de seguridad del vuelo, ( soy una pasajera muy disciplinada) y fue peor. Carcajadas completamente fuera de tono salieron de mi boca sin control. Resulta que según esas instrucciones una vez que has conseguido un improbable amerizaje en el mar..y has logrado salir del avión con tu flamante chaleco salvavidas..tienes que tirarte al mar y hacer el corro de la patata con tus compañeros. ( Ver ilustración adjunta)
Como tengo una mente calenturieta, miro el dibujo y pienso: yo preferiría balsa, es endeble pero parece más segura y menos fría que agarrarte a cualquier tío que no conoces de nada en el agua helada del Atlántico. Y supongo que lo mismo pensarían todos, asi que se entablaría una batalla sin cuartel por la balsa. En el dibujo hay unos tíos perfectamente tranquilos con su chaleco observando desde el ala, están con pinta de decidir si van a balsa o a corro. Todo el mundo sabe que eso no es real, el avión se hunde a plomo en un torbellino que lo chupa todo..¿ el que ha dibujado eso no ve pelis? Me troncho con el dibujo.
Bueno, pues ni amerizamos ni nada..pero todas estas chorradas me dieron para un tontipost.
Varios:
- Hoy voy a ver el zulo de MAK con la superheroína que quiere tomar posesión del territorio enemigo.
- Tengo finde de juerga completa. El lunes tendré holgura craneal así que no creo poder escribir hasta el martes.
Hace años, antes de venirme a los libros de colores, curraba en una cosa superguay de la que no tenía ni puñetera idea pero que implicaba viajar todas las semanas, hospedarme en hotelazos y ganar una pasta. Por aquel entonces no me daba miedo, iba y venía en avión tan pichi.
Cuando empecé a viajar con el ingeniero, a él le daba pánico. Él , que se duerme hasta de pié contra el quicio de una puerta, era capaz de estar las 8 horas del vuelo a Nueva York sentado como un palo, sin desabrocharse el cinturón y sin ir al baño mientras se le ponían los nudillos blancos de agarrarse al reposabrazos. Espectacular.
Al poco de ese viaje decidió que no podía ser, que él, un tío de ciencias, tuviera ese miedo irracional a volar. Optó por terapia de choque: se tragó en dos semanas y en tandas de 3 capítulos diarios todos los episodios de la increíble serie de National Geographic: “ Mayday Catástrofe aérea”.
En cualquier persona normal, el visionado de esa serie hubiera significado la decisión de no montar nunca jamás, no ya en un avión, sino de no salir de casa. En el ingeniero fue justamente al contrario, según él: “ he comprobado que se tienen que dar tal cúmulo de problemas para que un avión falle, que estadísticamente la posibilidad de tener un accidente es muy remota, así que ya no me da miedo”.
Por supuesto, a mi ahora me da pánico y eso que solo he visto un par de capítulos. No me mola ni llegar al aeropuerto, es poner un pie y me siento como una delincuente despistada.
Primero llego al mostrador de facturación y mientras rebusco en cualquier resquicio de mi bolso, cartera, bolsillos, por mi mente pasa el siguiente pensamiento: “me he dejado el dni en casa no podre volar el ingeniero me mata” y cuando estoy al borde de las lágrimas lo encuentro en su sitio. Se lo entrego al empanado de facturación que me mira con cara rara, porque sí, lo sé..en el dni tengo una pinta que parezco una terrorista.
Guardo el dni en el bolsillo del abrigo y cierro la cremallera. Sé que hasta que llegue a destino tendré unos 3 ó 4 más momentos de pánico con el dni.
Luego coges la maleta y se la enseñas al empanado para que vea que tiene el tamaño justo para no facturar. Absurdo. Ahora nadie factura, 160 tíos entran en el avión con su maletita para descubrir que no hay sitio para todas esas maletas, así que al final cogen la tuya y la facturan sin cobrarte. Esto debe tener una explicación, pero no la desconozco.
El control de seguridad es un descojone. Es la cosa más surrealista que se ha visto nunca. Como tengo aspecto de ser poco de fiar, llego con mi más dulce cara de madre de familia y sonriendo, pero inexplicablemente al ogro responsable del control le parezco siempre sospechosa: fuera las botas, fuera el cinturón, desdobla el bajo de los pantalones ( si, no me los coso y los llevo doblados, soy un desastre), y por supuesto cacheo a conciencia. Y luego el bulldog con mucho tacto te pregunta: ¿ LLEVAS AROS EN EL SUJETADOR?
¿Qué se contesta a eso? Porque si lo piensas bien, un aro de sujetador puede ser un arma homicida y lo mismo la tía quiere desarmárlo y yo necesito mis aros asi que opto por una mentira: “no me acuerdo” y espero que me haga despelotarme…pero no, eso parece convencerla.
Luego viene el peregrinar de puerta en puerta de embarque, que van cambiando aleatoriamente sin previo aviso. Pone Bristol y de repente ya no lo pone. En la era de la tecnología, supongo que habrá un tio con un ordenador delante que pueda decir “donde pone Bristol vamos a poner que cambiamos la puerta a la 30 ”, pero no..el tío dice, “mejor voy a poner un inquietante fondo azul que suma en la incertidumbre a los 160 absurdos que llevan una hora haciendo cola”. Apuesto a que el tío ni usa el ordenador..tiene unos listados en papel y va tachando con rotus de colores y se descojona mientras por las pantallas ve a la gente correr sin rumbo por el aeropuerto. ( mmm..lo mismo ese curro mola)
¿ Y las instrucciones de seguridad? “En el improbable caso de que haya que amerizar”. La palabra amerizar mueve a la risa histérica incluso a alguien como yo, completamente falto de conocimientos de física,pero ya si la unes a “ improbable”..directamente induce al pánico. Supongo que algún gurú psicólogo pensó que improbable tranquilizaría a alguien cuando es justamente al contrario.
Porque vamos a ver: ¿Es improbable el hecho de que haya que amerizar? Eso sería una buena noticia significaría que todo va sobre ruedas y no es necesario esa maniobra tan complicada. Pero ¿y si lo improbable es que consigamos amerizar? Eso sería muy malo, y como ya he comentado, veo chungo que un avión caiga y americe posándose como una mariposa. Así que lo veo más en plan..” si de puta coña conseguimos amerizar y no nos hundimos hasta el fondo del océano”…lo que no es nada tranquilizador.
Mientras reflexionaba sobre este dato e intentaba controlar mi risa histérica, me puse a mirar las instrucciones de seguridad del vuelo, ( soy una pasajera muy disciplinada) y fue peor. Carcajadas completamente fuera de tono salieron de mi boca sin control. Resulta que según esas instrucciones una vez que has conseguido un improbable amerizaje en el mar..y has logrado salir del avión con tu flamante chaleco salvavidas..tienes que tirarte al mar y hacer el corro de la patata con tus compañeros. ( Ver ilustración adjunta)
Como tengo una mente calenturieta, miro el dibujo y pienso: yo preferiría balsa, es endeble pero parece más segura y menos fría que agarrarte a cualquier tío que no conoces de nada en el agua helada del Atlántico. Y supongo que lo mismo pensarían todos, asi que se entablaría una batalla sin cuartel por la balsa. En el dibujo hay unos tíos perfectamente tranquilos con su chaleco observando desde el ala, están con pinta de decidir si van a balsa o a corro. Todo el mundo sabe que eso no es real, el avión se hunde a plomo en un torbellino que lo chupa todo..¿ el que ha dibujado eso no ve pelis? Me troncho con el dibujo.
Bueno, pues ni amerizamos ni nada..pero todas estas chorradas me dieron para un tontipost.
Varios:
- Hoy voy a ver el zulo de MAK con la superheroína que quiere tomar posesión del territorio enemigo.
- Tengo finde de juerga completa. El lunes tendré holgura craneal así que no creo poder escribir hasta el martes.