
Un seta nace, pero también se hace.
Todos tenemos amigos que son muy majetes pero que son unos “
setas”. Por si alguien no sabe a qué me refiero, es ese amigo al que siempre hay que arrastrar para hacer algo, nunca quiere hacer nada, sacarle de su rutina es un trabajo hercúleo y cuando por fin lo consigues, suele aguarte el plan con su cara de “
no quiero estar aqui pero me has traído y te voy a arruinar la fiesta”. En su ambiente y en pequeñas dosis son majetes pero fuera de eso son insufribles.
Un amigo seta, o incluso dos, son tolerables, siempre dentro de un grupo grande. Si tienes 2 amigos y los dos son así..estás abocado al fracaso en tus relaciones sociales y lo que es peor: el setismo es contagioso. Pronto te verás sentado en un sofá o en el mismo bar de siempre haciendo exactamente las mismas cosas día tras día. Te conviertes en un lastre social.
Durante la vida, son tolerables también ligeros episodios de setismo, momentos en los cuales dices:
amo mi pijama y mi cama y no quiero salir porque no me queréis y no os necesito y me gusta ver la tele y comer chocolate en vez de matarme a copas y tener resaca. Un buen ataque de autocompasión acompañado de setismo de vez en cuando mola, pero hay que procurar no enviciarse. Yo he tenido algunos gloriosos, claramente superados hace tiempo.
Es completamente intolerable una pareja “seta”.
Al principio, al comienzo de la abducción en el planeta del amor, todos nos volvemos un poco “seta”: estar con el otro aunque sea haciendo la cosa más coñazo del planeta, o incluso en un evento familiar nos parece el colmo de la felicidad. Estar con el otro es lo más de la creación y por supuesto uno no contempla si quiera, la posibilidad de hacer planes sin esa persona.
Si, todos hemos caído en el “setismo amoroso” y está bien para una temporada, pero luego hay que salir y airearse y ver a más gente, más que nada porque aunque tú creas que a ti no te va a pasar, la abducción se pasa.
Si los dos habéis tenido un episodio pasajero de “setismo” no pasa nada. Se supera y volvéis a ser una pareja sociable y divertida, con planes y cosas para hacer.
El problema es si tu pareja es un “seta” y no te das cuenta hasta que se te pasa la abducción. Ahí vas jodido. No querrá salir con nadie, no querrá ir a ninguna parte, no querrá salir de casa y si lo hace será sólo para sus hobbys, ya sea fútbol, tebeos, tiro con arco o soldaditos de plomo. Todo lo demás le aburre. No quiere salir con tus amigos y sólo de vez en cuando consentirá en salir con amigos comunes. Un coñazo supremo.
Si es solo ligeramente “seta” puede que se quede en casa contemplando su inercia vital como una maravilla de la naturaleza y tú puedas hacer tu vida. Puedes llegar a un equilibrio vital que te compense, en eso no me meto. Pero si es un “seta recalcitrante” ándate con mucho cuidado, saldrá contigo pero solo para aguarte la fiesta del tal manera que consiga que digas:
para esto mejor no salimos. Un buen seta es un estratega nato y además es muy peligroso.
Otro gran momento para caer en el setismo es la “maternidad” tanto en el momento bombo como en el momento nacimiento de churumbel. Gente, hasta entonces, maja y divertida y con ganas de hacer cosas se ven atacados de repente ( puede ser un efecto secundario del polvo concebidor) por el virus del setismo:
no podemos ir porque fulana está embarazada. Joder, que hemos quedado para comer en Segovia no para trepar el Everest, ¿ al cine? Fulana se duerme. ¿ a tomar copas? Es que como fulana no bebe.
Un coñazo supremo.
Si el setismo ataca durante el embarazo esa pareja tiene todas las papeletas para caer en el lado oscuro de la maternidad de dónde nunca más se sale. Se convertirán en padres setas:
uy.no podemos ir a tomar cañas..con los niños.ya se sabe. ¿ al zoo a pasar el día? Es que mengano se duerme la siesta y claro..mejor quedamos a la 1 de la tarde y nos vemos media hora en el parque de debajo de mi casa.
Los hijos les servirán de excusa para su setismo y se autoconvencerán de que ellos han madurado y los demás somos unos críos que creemos que tenemos 25 años y que no todo en la vida es tomar copas. Es esa gente a la que les llamas para planes cojonudos y te dice:
ufff..que pereza…no, no me apetece. Y tú sabes que está en pijama viendo La Noria y así pasa todas las putas noches de sábado. Me pondría triste si no fuera porque me hostilizo antes que mola mucho más.
Los “setas” se creen en posesión de la sabiduría suprema…pero dentro de poco se encontrarán sentados en una cafetería mirándose a la cara y pensando: ¿ en qué momento me convertí en un seta?
Así que mucho cuidado, el setismo está al acecho.