
- Vamos a ver..al fin y al cabo, tú eres la mayor, has vivido más, además siempre te estás quejando de que te gustaría ser hombre si volvieras a nacer, esta es la manera de ver si es posible. Tus “pobres hermanos” son más jóvenes, han vivido menos…
Directa al abismo.
Mi madre me adora ( lógicamente), pero menos que a mis hermanos. Que conste que esto no es un reproche eh…que todo el mundo tiene hijos favoritos, y el que diga lo contrario miente. Para compensar esto, confieso que yo creo que a mi padre le gustaba más yo que los “pobres”.
El problema es que no tenemos casi nada en común, ella lo guarda todo, yo lo tiro todo, yo tengo mucho sentido del humor, ella ninguno, yo soy mala, ella es buena, yo digo tacos, ella no, ella tiene superpoderes, yo no, ella es MCgiver y yo no sé recortar, yo soy ordenada y ella es el caos..en fin, un mundo de diferencias insalvables.
Las conversaciones con mi madre siempre son iguales. Empiezo en el pico del buenrollismo, el amor maternal y la confianza en mi misma y según voy hablando con ella me deslizo hacia el cabreo, la indiferencia maternal y empiezo a mirarme los zapatos a ver si los llevo bien puestos o cambiados de pie..hasta ahí cae mi confianza en mi misma.
Siempre es así, pero no aprendo.
Ejemplo práctico de conversación.
- El “pobre B.” se va de casa. De primeras debería saber que tendría que huir de esta conversación, pero soy mema e insisto.
- Pues ya era hora.
- Hija, si no se ha ido ha sido porque ha tenido mala suerte.
- ¿ Mala suerte? Bueno, no sé..tampoco le ha puesto interés ¿no?
- No todos tienen tu suerte.
- ¿ Suerte? Venga hombre que llevo currando 12 años.
- Claro, un buen trabajo.
- Bueno, pero acuérdate que al principio tenia un curro de mierda, con un horario de mierda y un sueldo asqueroso.
- ¿ es necesario que digas mierda todo el rato?- la primera en la frente. Además, tú le tienes manía al “pobre B”.
- ¡Yo qué coño le voy a tener manía! , lo que no le tengo es adoración más alla de la lógica como tú.
- Cuando te pones sarcástica no tienes gracia.- otra leche.
- Bueno, qué se va de casa. Y ¿Cómo se va a organizar con la ropa? Habrá que explicarle que el proceso por el cual la ropa llega del suelo del pasillo hasta el armario en su casa nueva no se va a producir. Habrá que explicarle como se pone la lavadora
- No se puede hablar contigo. No, no va a tener lavadora.
- ¿ Ah no? ¿ Y eso? – Yo no aprendo..y allí voy..en el fondo sé la respuesta pero soy masoca.
- Porque no tiene dinero.
- Ya, ¿ y qué va a hacer con la ropa? ¿Lavarla a mano? - hundíendome hasta el barro.
- ¡ qué cosas tienes!..la traerá a casa para que se la lave yo.
- ¿COMOOOO? .- no sé porqué me hago la sorprendida, sabía esto desde el minuto 1 de conversación.
- Hombre, el pobre.
- Yo le regalo la lavadora. TACHÁN...la gran cagada.
Cuelgo sabiendo que mi madre me considera una insensible malhablada, va a hacer por mi hermano lo que no hizo por mi y encima tengo 300 euros menos.
Otro ejemplo.
Llamada de socorro a mi madre por enfermedad de C.
- Mamá, soy yo. Que no sabemos si C. tiene gripe A.
- ¿ Ah si? Pues el que está fatal es tu pobre hermano G. Ha llegado verde del trabajo..y blablablabla..entonces he ido con el al médico y blablablá..y luego hemos ido a hacerle..blablabla…y otras pruebas de blablablabla.
- Ya vale, muy interesante, pero es que era para ver si me podías hacer el favor de llevar mañana a C. al médico porque el ingeniero y yo no sé si vamos a poder.
- ¿ al médico con C.? no sé..es que tendré que ir con el “pobre”.
- MAMÁ, EL POBRE TIENE CASI 30 PALOS Y C TIENE 4.
- Y ¿qué quieres? ¿ qué coja gripe A?
- Pues me lo estoy pensando la verdad……
- No le veo la gracia.
- Lo sospechaba. Adios mamá.
A mi madre este post le horrorizaría pero como le prohibí leer el blog no podrá decirme nada a pesar de que sé que lo leerá ( E. traidora). Es mi venganza.
Pero vamos que mi mamá me mima y yo soy una hija lamentable asi que si me monto en una avioneta me llevaré un paracaidas.