lunes, 13 de julio de 2009

300




¡Tachán! El post nº 300.

Tengo 300 posts. Muchísimos.

300 post que ocupan 348 páginas en documento Word. ¿ Son demasiados?, ¿Debe celebrarse? No lo sé. ¿ Es como los cumpleaños, que es mejor cumplir 300 que dejar de cumplir a los 25? ¿ tengo tanas cosas interesantes que decir? ¿ el mundo aprende algo de mi verborrea incontrolable?

Ya hablé en otro sitio de cómo se me ocurren las chorradas que escribo asi que hoy sólo quiero hablar de los lectores. Tengo muchos más de los que nunca pensé que tendría, algunos los conozco: son amigos míos, amigos de mis amigos, compañeros de curro en la empresa de colocación de libros por colores o mis hermanos. A otros no los conozco de nada, pero ya es como si los conociera. Hay muchísimos que me leen y no comentan nada, gente que entra todos los días, me lee y se va. Supongo que les mola lo suficiente cómo para leerme pero no lo bastante como animarse a dejar un comentario.

Me molan todos los comentarios, incluídos los de los coach y demás chusma altamente ofendida por mis opiniones. Me parece estupendo que digan lo que tengan que decir, eso quiere decir que se han molestado en leerme y les ha hervido la sangre un poquito. Leo todos los comentarios, siempre. Tengo un superteléfono de superejecutiva al que me saltan los comentarios cuando la gente los deja asi que los leo siempre. A veces los contesto y otras no, depende de si tengo algo interesante que contestar o no.

Sólo le prohibí a una persona que me leyera, mi madre. No le iba a gustar y no lo iba a entender. A pesar de tener la fama en mi casa de ser una bocachancla y de no saber guardar un secreto, mis hermanos se fueron de la lengua y se lo dijeron, descubrí hace poco que me lee y me recomienda a sus amigos.

Me gustaría que me leyera el ingeniero pero no lo hace. Sólo ha leído este y este. No escribo pensando en los que me leen. Sólo pienso en si el ingeniero estaría de acuerdo conmigo y se reiría. La mayoría de las veces no estaría de acuerdo conmigo pero sí se reiría.

Nunca sé si el post del día va a tener éxito o no. Hay veces que cuando termino, me echo para atrás en mi silla, contemplo el post, lo releo y digo: me ha quedado de puta madre. Lo publico ,espero con ansiedad los comentarios y nadie dice nada. Otra veces sin embargo peno todo el día para conseguir sacar algo decente de mi cerebro, lo publico sin mucha convicción y se me llena el correo de comentarios. Asi que no tengo criterio, publico y ya veremos que pasa, si gusta bien y si no pues me lo he sacado de la cabeza para dejar sitio a más chorradas. Cuando no me gusta alguno, intento publicar algo rapidamente para que ese post baje en la página, porque en un blog sólo lo que sale al principio es importante, es raro que la gente relea más allá de la primera página. Aún así tengo algún lector con mucho tiempo libre que me relee y debo decir que me mola, aunque releer 300 post es muchísimo trabajo.

Creo que no se me da mal y por lo menos se me da mejor que hacer pan. Cómo buena chica de ciudad desconocía completamente la complejidad del mundo de la panaderia, creía que era un coñazo de curro porque había que madrugar mucho pero que no tenía más misterio que meter la masa en el horno, llenarse de harina y vestirse de blanco. Bien, pues no tenía ni puta idea. Aquí dejo la foto de nuestro segundo intento como padres de niña con alimentación restringida de hacer pan sin gluten siguiendo escrupulosamente una receta sacada de Internet.


Obviamente se me da mejor el blog.

viernes, 10 de julio de 2009

MATERNITY (XXXIII): Natural

La maternidad está sobrevalorada. Ahí dejo eso.

Embarazarse y parir son cosas naturales como que te salgan los dientes, te crezca el pecho, se te caiga el pelo o a los hombres les salga pelo en las orejas. Ninguno de esos procesos da sentido a la vida.

Somos mamíferos y es lo que toca. No hay ningún componente místico en esos procesos. Mi opinión es que la experiencia de parir no tiene ningún sentido trascendente. Cómo nos creemos el top de la creación, el “no va más” de la evolución y los reyes del mundo nos hemos montando la película de que todo lo que nos pasa y hacemos es especial. Pues no. Nos creemos más que una vaca o que un delfín y resulta que parimos exactamente igual.

Ahora está de moda todo ese rollo de “ parto natural”, “parto en el agua” , “parto en mi casa”..y blablablabla. Los partidarios de todas estas chorradas cogen sólo de lo “natural” lo que les apetece y les parece “guay”. Es decir yo paro en mi casa a mi bola, sin epidural pero con 40. Pues tengo malas noticias, con 40 “naturalmente” hablando eres vieja de cojones para parir.

¿ Y el anuncio de la gente que pare en su cama? Por Dios, qué asco. Lo que no cuentan en el anuncio es que luego tienes que tirar el colchón, pintar la habitación y cambiar el suelo. Eso sí, tú has parido en tu casa. Tampoco cuentan que si pares en tu casa y algo va mal las probabilidades de que haya consecuencias graves para el bebé se multiplican por mil, pero supongo que a ti te da igual, tú lo que quieres es naturalidad y lo demás te la pela.

Una vez tuve que escuchar una sesuda teoría sobre que si pares en el agua es menos traumático para el niño, porque así pasa de medio líquido a medio líquido y digo yo, ¿en algún momento tendrás que sacarlo de la piscina? ¿no? O lo vas a dejar ahí flotando a ver si le salen escamas y un tridente y se convierte en Neptuno? Que levante la mano el que tenga un trauma por pasar de líquido a gaseoso.

Me pone de mala leche la gente que sin tener hijos opina que lo mejor es hacerlo de “manera natural”. ¿ Qué quieren decir con eso? ¿ En dónde te pille, tú sola y cortando el cordón con los dientes? Porque así se hacía naturalmente hace miles de años. La parte mala es que morían a porrillo: los niños y las madres. Eso sí, era todo natural. Si no quieres la epidural es cosa tuya pero vamos que apuesto a que si hace miles de años le dijeras a una tía de Atapuerca si quería parir sin dolor te hubiera dicho que si. ¿ Qué te va el dolor para sentirte más mamífero? Pues adelante, pero a mí no me digas que así eres “más madre”.

Yo debo ser más miedica que todas las tías alternativas del planeta. A mí me acojonaría que por creerme más que una yegua le pudiera pasar algo a mi hijo, llamadme cobarde pero prefiero ser menos natural y que haya unos cuantos profesionales atendiéndome. Yo no soy médico, no sé nada de medicina, no sé dónde está mi hígado ni mi bazo así que si entro en un quirófano creo firmemente que el médico sabe más que yo. Si dice que cesárea pues cesárea, no me veo ni en la postura física ni con la autoridad intelectual suficiente como para poner en duda lo que me dice un tío que a lo mejor ha visto mil partos frente al único que he visto yo. Debo ser rara, pero le doy más credibilidad a un tipo que ha estudiado una carrera y tiene años de experiencia que a la revista “parir natural” dónde no le veo el careto a los que escriben.

Parir no crea ningún vínculo con tu hijo. Eso es una majadería. Si nada más parir te dieran otro niño no te enterarías, no sabrías que no es tuyo. No tienes ningún vínculo con ese bebé aunque te hayas pasado todo el embarazo como una panoli hablando con tu tripa. Si te dieran el cambiazo no te enterarías. Yo tengo la teoría de que te hacen bajar al paritorio con la ropa del bebe porque si les pusieran a todos un pijamita de hospital nos llevaríamos a casa los niños de otros. Probablemente esto no les pase a las vacas y los delfines, ellas SÍ reconocen a sus hijos por el olor, pero nosotros somos tan sofisticados que hemos perdido esa habilidad, así que para que no haya dudas compra un pijama de recién nacido de un color chillón.

Y hay otro dato importante que las naturalistas no entienden, el bebé no se entera si ha salido entre tus piernas o si ha sido por cesárea, le da igual. La buena noticia es que no te guardará rencor por haberlo parido en una piscina.

Lo que da sentido a tu vida y la cambia es la convivencia con los hijos, no el parirlos. Si lo que diera sentido a la maternidad fuera el hecho de que han salido entre tus piernas no tendríamos padres. Esa filosofía naturalista de “ el parto crea el vínculo” me parece absurda  y muy poco realista. ¿ Quiere decir eso que nuestros padres no nos quieren?

Padres del planeta..protestad.

miércoles, 8 de julio de 2009

LET´S GETTING ON.- Marvin Gaye




Obviando la chaqueta roja del pavo, los pelucones del coro y el look ochentero la canción que me molaría que sonara si alguna vez Robert Redford me lavara el pelo.

AD, Actividades Domésticas.

Yo soy LAD, Licenciada en Actividades Domésticas. Cómo buen LAD tengo el poder en mi casa, yo decido qué se come, qué se cena, qué día se cambian las sábanas y qué llevan puesto las princesas. El LAD siempre está minusvalorado por el resto de los habitantes del hogar que tienden a creer que todas tus actividades se hacen por arte de magia. Los LAD tenemos el poder pero poco reconocimiento. Si reclamamos atención y que se valore nuestro trabajo nos encontramos con frases como: “ eso no es trabajar”, “ lo haces porqué quieres” y otra serie de lindezas. Uno no elige ser LAD, de repente te encuentras ahí y no hay vuelta atrás.

Por debajo de los LAD están los TAD, Técnicos en Actividades Domésticas. En esta categoría hay dos subclases:

TAD profesionales y debidamente remunerados, lo que viene siendo conocido como servicio doméstico, asistenta, tata, cuidadora y demás eufemismos. Esta clase de TAD obedece órdenes del LAD. Necesita supervisión y control porque sino se confía y empieza a lo que se conoce como “tocati peloti” que es obviar las órdenes del LAD y pasar de todo. Cuando está situación se produce el LAD se coge unos rebotes del 15 y por un momento valora la posibilidad de dejar su curro y quedarse en casa aunando las labores de LAD y TAD. Por lo general nunca lleva a fin esa peregrina idea.

Después tenemos a los TAD amateurs que no reciben remuneración: los padres/parejas. Esta categoría realiza alguna de las tareas del hogar normalmente por amenaza de expulsión del hogar o por temor a desatar la ira del LAD. Los TAD amateurs tienden a sobrevalorar su trabajo en exceso: “ pero si tendí la lavadora antes de ayer” o “ he quitado la mesa” o “ ya le he quitado un pañal hoy”. Los TAD amateurs no entienden las órdenes del LAD, ¿pero porqué hay que lavar las cortinas? Yo no las veo sucias ¿ porqué no pueden llevar pana en julio? El LAD pone a prueba su paciencia tratando con ellos.

Los TAD amateurs no quieren mezclarse con los TAD profesionales e intentan utilizar al LAD de recadero: “dile que me planche las camisas”. También experimentan cierta animadversión hacia su trabajo ( supongo que envidian que se les pague) y elevan críticas de todo tipo al LAD: “ no ha limpiado debajo del radiador”, “ esto no está bien planchado” ó “ se puede saber qué hace todo el día?”

Tanto los TAD profesionales como los amateurs odian al LAD y quieren su poder, a veces se plantean un golpe de estado pero luego se les enciende una luz y deciden que no quieren esa responsabilidad.

Por debajo de esta categoría y ya fuera de la vida diaria tendríamos al tío soltero que se queda de vez en cuando al cargo de la casa, éste está estudiando el curso CCC de AD. Es decir de vez cuando se mira algo: una receta, cómo poner la lavadora, cómo cambiar un pañal y lo pone en práctica en ocasiones puntuales. Para la siguiente vez que es requerido por el LADpor favor, por favor”..tiene que volver a mirar los apuntes.

Por último tenemos a los MAD, Master en Actividades Domésticas, conocidas normalmente como abuelas. Es a ellas a las que recurren los LAD cuando ya no pueden más o cuando se plantea una ocasión complicada: “mamá, ¿ cómo se rellena la pularda? ¿ tiene 40 de fiebre qué hago? Se ha manchado de grasa de motor ¿ como se limpia?

Si se sobreexprime a la MAD, es decir, se encarga de recoger a los niños del colegio, les da la merienda, deja preparada la cena y además remienda la ropa, se considera que esa MAD ha alcanzado el grado supremo “ Laboris causa en AD”.


La inspiración para este post surgió ayer en la cena familiar con molihermana( LAD), molicuñado( TAD amateur), pobreshermanos ( curso CCC) y molimadre, Laboris Causa en Ad sin dudarlo.