
¡Tachán! El post nº 300.
Tengo 300 posts. Muchísimos.
300 post que ocupan 348 páginas en documento Word. ¿ Son demasiados?, ¿Debe celebrarse? No lo sé. ¿ Es como los cumpleaños, que es mejor cumplir 300 que dejar de cumplir a los 25? ¿ tengo tanas cosas interesantes que decir? ¿ el mundo aprende algo de mi verborrea incontrolable?
Ya hablé en otro sitio de cómo se me ocurren las chorradas que escribo asi que hoy sólo quiero hablar de los lectores. Tengo muchos más de los que nunca pensé que tendría, algunos los conozco: son amigos míos, amigos de mis amigos, compañeros de curro en la empresa de colocación de libros por colores o mis hermanos. A otros no los conozco de nada, pero ya es como si los conociera. Hay muchísimos que me leen y no comentan nada, gente que entra todos los días, me lee y se va. Supongo que les mola lo suficiente cómo para leerme pero no lo bastante como animarse a dejar un comentario.
Me molan todos los comentarios, incluídos los de los coach y demás chusma altamente ofendida por mis opiniones. Me parece estupendo que digan lo que tengan que decir, eso quiere decir que se han molestado en leerme y les ha hervido la sangre un poquito. Leo todos los comentarios, siempre. Tengo un superteléfono de superejecutiva al que me saltan los comentarios cuando la gente los deja asi que los leo siempre. A veces los contesto y otras no, depende de si tengo algo interesante que contestar o no.
Sólo le prohibí a una persona que me leyera, mi madre. No le iba a gustar y no lo iba a entender. A pesar de tener la fama en mi casa de ser una bocachancla y de no saber guardar un secreto, mis hermanos se fueron de la lengua y se lo dijeron, descubrí hace poco que me lee y me recomienda a sus amigos.
Me gustaría que me leyera el ingeniero pero no lo hace. Sólo ha leído este y este. No escribo pensando en los que me leen. Sólo pienso en si el ingeniero estaría de acuerdo conmigo y se reiría. La mayoría de las veces no estaría de acuerdo conmigo pero sí se reiría.
Nunca sé si el post del día va a tener éxito o no. Hay veces que cuando termino, me echo para atrás en mi silla, contemplo el post, lo releo y digo: me ha quedado de puta madre. Lo publico ,espero con ansiedad los comentarios y nadie dice nada. Otra veces sin embargo peno todo el día para conseguir sacar algo decente de mi cerebro, lo publico sin mucha convicción y se me llena el correo de comentarios. Asi que no tengo criterio, publico y ya veremos que pasa, si gusta bien y si no pues me lo he sacado de la cabeza para dejar sitio a más chorradas. Cuando no me gusta alguno, intento publicar algo rapidamente para que ese post baje en la página, porque en un blog sólo lo que sale al principio es importante, es raro que la gente relea más allá de la primera página. Aún así tengo algún lector con mucho tiempo libre que me relee y debo decir que me mola, aunque releer 300 post es muchísimo trabajo.
Creo que no se me da mal y por lo menos se me da mejor que hacer pan. Cómo buena chica de ciudad desconocía completamente la complejidad del mundo de la panaderia, creía que era un coñazo de curro porque había que madrugar mucho pero que no tenía más misterio que meter la masa en el horno, llenarse de harina y vestirse de blanco. Bien, pues no tenía ni puta idea. Aquí dejo la foto de nuestro segundo intento como padres de niña con alimentación restringida de hacer pan sin gluten siguiendo escrupulosamente una receta sacada de Internet.

Obviamente se me da mejor el blog.
Tengo 300 posts. Muchísimos.
300 post que ocupan 348 páginas en documento Word. ¿ Son demasiados?, ¿Debe celebrarse? No lo sé. ¿ Es como los cumpleaños, que es mejor cumplir 300 que dejar de cumplir a los 25? ¿ tengo tanas cosas interesantes que decir? ¿ el mundo aprende algo de mi verborrea incontrolable?
Ya hablé en otro sitio de cómo se me ocurren las chorradas que escribo asi que hoy sólo quiero hablar de los lectores. Tengo muchos más de los que nunca pensé que tendría, algunos los conozco: son amigos míos, amigos de mis amigos, compañeros de curro en la empresa de colocación de libros por colores o mis hermanos. A otros no los conozco de nada, pero ya es como si los conociera. Hay muchísimos que me leen y no comentan nada, gente que entra todos los días, me lee y se va. Supongo que les mola lo suficiente cómo para leerme pero no lo bastante como animarse a dejar un comentario.
Me molan todos los comentarios, incluídos los de los coach y demás chusma altamente ofendida por mis opiniones. Me parece estupendo que digan lo que tengan que decir, eso quiere decir que se han molestado en leerme y les ha hervido la sangre un poquito. Leo todos los comentarios, siempre. Tengo un superteléfono de superejecutiva al que me saltan los comentarios cuando la gente los deja asi que los leo siempre. A veces los contesto y otras no, depende de si tengo algo interesante que contestar o no.
Sólo le prohibí a una persona que me leyera, mi madre. No le iba a gustar y no lo iba a entender. A pesar de tener la fama en mi casa de ser una bocachancla y de no saber guardar un secreto, mis hermanos se fueron de la lengua y se lo dijeron, descubrí hace poco que me lee y me recomienda a sus amigos.
Me gustaría que me leyera el ingeniero pero no lo hace. Sólo ha leído este y este. No escribo pensando en los que me leen. Sólo pienso en si el ingeniero estaría de acuerdo conmigo y se reiría. La mayoría de las veces no estaría de acuerdo conmigo pero sí se reiría.
Nunca sé si el post del día va a tener éxito o no. Hay veces que cuando termino, me echo para atrás en mi silla, contemplo el post, lo releo y digo: me ha quedado de puta madre. Lo publico ,espero con ansiedad los comentarios y nadie dice nada. Otra veces sin embargo peno todo el día para conseguir sacar algo decente de mi cerebro, lo publico sin mucha convicción y se me llena el correo de comentarios. Asi que no tengo criterio, publico y ya veremos que pasa, si gusta bien y si no pues me lo he sacado de la cabeza para dejar sitio a más chorradas. Cuando no me gusta alguno, intento publicar algo rapidamente para que ese post baje en la página, porque en un blog sólo lo que sale al principio es importante, es raro que la gente relea más allá de la primera página. Aún así tengo algún lector con mucho tiempo libre que me relee y debo decir que me mola, aunque releer 300 post es muchísimo trabajo.
Creo que no se me da mal y por lo menos se me da mejor que hacer pan. Cómo buena chica de ciudad desconocía completamente la complejidad del mundo de la panaderia, creía que era un coñazo de curro porque había que madrugar mucho pero que no tenía más misterio que meter la masa en el horno, llenarse de harina y vestirse de blanco. Bien, pues no tenía ni puta idea. Aquí dejo la foto de nuestro segundo intento como padres de niña con alimentación restringida de hacer pan sin gluten siguiendo escrupulosamente una receta sacada de Internet.

Obviamente se me da mejor el blog.