
Ha sido un mes genial de lecturas. He leído mucho y casi todo bueno. Empecé el mes con “
Pregúntale al polvo, Bandini” de
John Fante. El joven Bandini está instalado en Los Angeles tratando ser escritor, más pobre que las ratas malvive mientras intenta conseguir vender alguno de sus relatos. Conoce tipos peculiares de Los Angeles, una ciudad enorme, cuna del glamour de Hollywood y habitat de cantidad de gente sin ingresos que pululan esperando una oportunidad. En esta entrega no he conseguido involucrarme tanto con el personaje, probablemente porque el malditismo no va conmigo. Sin embargo este libro emocióno a Bukowski, es totalmente de su estilo, sórdido, triste y áspero.
Áspera, calurosa y totalmente desconocida para mi es África, aunque ahora después de leer
Ébano de
Ryszard Kapuscinski he dejado ser una completa ignorante a tener una fina capa de conocimiento. El libro me ha deslumbrado completamente, no sólo por lo que ha aprendido sino por lo bien que está escrito. Kapuscinski fue reportero en África desde el año 57, la impresión de un polaco en medio de África era casi tan impactante como la que él provocaba en los africanos. A lo largo del libro recorremos casi el continente completo: Etiopía, Sudán, Uganda, Liberia, Ruanda…etc. Mi desconocimiento era tal que he flipado con la historia de Liberia, el país que surgió cuando volvieron los esclavos liberados de América, o Ruanda y el conflicto entre hutus y tutsis, ¿ sabíais que Ruanda es un país montañoso? Lo único que me temo es que mi mente ha retenido cantidad de datos inútiles y me habré perdido lo esencial. Típico de mi.
En la feria del Libro Antiguo, me compré “
Una historia del mundo en diez capítulos y medio” de
Julian_Barnes. Lo primero que tengo que decir es que no se parece en nada a “
Arthur & George” que era lo único que había leído de él. Es una novela rara, sin continuidad. Tomando como punto de partida el Diluvio Universal, Barnes recorre la supuesta historia del mundo. Digo supuestamente porque yo no he conseguido verle la continuidad, si acaso y por cogerlo por los pelos la continuidad puede venir de que en todos los relatos aparecen barcos. No todos los capítulos son igual de buenos, algunos son directamente malos. Brillante es el que abre el libro, la travesia del Arca de Noe contada por un polizón, está contado con humor e ingenio. Dejo esta reflexión sobre la raza humana que hace el polizón, que obviamente no es humano ( no digo más que no quiero destriparlo).
“
Tampoco sois demasiado buenos con la verdad, los de vuestra especie. Siempre olvidáis las cosas o fingis olvidarlas. ( ). Comprendo que este voluntario mira hacia otra parte tal vez tenga su lado positivo: no fijaros en las cosas malas os facilita el seguir adelante. Pero al no fijaros en las cosas malas cabaís por creer que nunca suceden. Siempre os sorprenden. Os sorprende que las armas maten, que el dinero corrompa, que nieve en invierno. Semejante ingenuidad resulta encantadora, por desgracia, también puede resultar peligrosa”.
Hay otros capítulos interesantes, curioso es el de
La Balsa de la Medusa, en el que cuenta la gestación del cuadro por Gericault y la historia del naufragio que la inspiró y que yo también desconocía. Genial me ha parecido el dedicado al amor, aunque no hay barco para explicar la continuidad, por no haber no hay ni agua pero rescato otro párrafo:
“
El amor y la verdad, esa es la relación fundamental, el amor y la verdad. ¿ Han dicho alguna vez tanta verdad como cuando se enamoraron por primera vez? ¿ Han visto el mundo tan claramente?"
Luego retomé a Fante, “
Sueños de Bunker Hill”. Más de lo mismo pero esta vez Bandini tiene más pasta en el bolsillo asi que está menos tirado. A pesar de no morirse de hambre consigue ser patético la mayoría del tiempo.
“
Una súplica para Eros” de
Siri Hustvedt me ha reconciliado con ella después del chasco de “Elegía para un americano”. El volumen lo componen varios ensayos publicados desde el año 95 hasta el 2004, y en él trata distintos temas: la familia, El Gran Gatsby, Las Bostonianas, el 11 S, etc. Todos con un gran componente autobiográfico que me ha hecho pensar que es curioso como te puede gustar lo que escribe una persona a pesar de no tener nada en común. Resulta que el aspecto élfico y delicuescente de Siri viene dado porque por un lado es bastante enfermiza y por otro y aquí viene lo bueno: ¡¡ es una maníatica de la limpieza!. Nada en común, pero me cae bien y me gusta lo que escribe.
“
Los malos libros tienen algo de recofortante, y a ello se debe que la gente los lea. La sorpresa puede ser algo magnífico pero, en conjunto, la gente no la desea, del mismo modo que los niños no desean que les cambien el decorado del dormitorio. () Pero el buen lector desea espacios para ir rellenando. Todo lector escribe el libro que lee, aportando lo que falta y esa invención creativa se convierte en obra. "
Por último me leí del tirón “
Vinieron como golondrinas” de
Willam Maxwell, triste y sencillo. Maxwell trabajó 40 años como editor de The New Yorker, como novelista tiene varias obras la mayoría autobiográficas. En esta cuenta una historia triste, la muerte de una madre por la gripe española de 1918 y cómo la experiencia de la ausencia es individual.
Un gran mes de lecturas.