
Empecé a correr por salud mental. Demasiadas cosas en la cabeza y demasiada energía bullendo sin ir a ninguna parte. Necesitaba moverme, cansarme, obligarme a hacer algo. Así que me puse a correr. Por agonía, con ganas y con rabia.
Nado sin cansarme.
Corro al borde del desfallecimiento y luchando permanentemente contra las ganas de dejarlo, pero no quiero dejarlo. Quiero seguir corriendo pero mi cuerpo no quiere.
Cuando nado sólo estamos el agua y yo. No hay nada más. Agua deslizándose por mi cuerpo y el fondo de la piscina. Cuadritos azules con una raya azul más oscura que marca la calle a la mitad. Recorro la raya hasta el final...vuelta y otra vez lo mismo. Una y otra vez.
Cuando corro hay mil estímulos alrededor. La calle, la gente, las montañas, los semáforos, el agua del rio, las vacas pastando, las flores, el ruido de la calle, la lluvia, el sol, las nubes, otros corredores, gente paseando. Todo me distrae del esfuerzo de correr. No consigo centrarme en mis pasos, corro por inercia sin ser capaz de abstraerme de todo lo que hay alrededor.
Nado escuchando música. No puedo estar parando a darle a saltar de canción si la que sale en ese momento no me apetece. Me adapto a la música que salta.
Corro escuchando música. Llevo el mp3 en la mano…y cambio de canción si la que salta no me gusta. Le doy varias veces seguidas hasta que sale una que se adapta a mi estado de ánimo.
Para nadar me desnudo.
Para correr me visto.
Nadando consigo no pensar en nada. Si lo estoy haciendo bien, estoy a gusto y sin que las putas gafas me hagan la vida imposible soy capaz de no pensar en nada. Es más, sólo soy consciente de mi cerebro cuando al llegar al final de la piscina y dar la vuelta...pienso en el número de largo que llevo…17...33...42...51. Jamás pierdo la cuenta.
Corriendo soy un hervidero de ideas y cuando consigo centrarme...solo pienso en una cosa. Intento poner la mente en blanco, distraerme, lo que sea para abandonar ese pensamiento pero no hay manera.
Siempre nado a la misma hora.
Corro al amanecer, por la mañana, a mediodía..por la tarde o anocheciendo.
Nadando controlo mi cuerpo. Las piernas van deprisa sin necesidad de ordenar que se muevan. Me concentro en los brazos, en dar brazadas más largas, empujar el agua para avanzar más y hacer el recobro pegado el cuerpo...rozando con el pulgar mi costado cuando saco el brazo del agua. Me concentro en hacer eso y lo que es más alucinante es que mi cuerpo me responde y hace exactamente lo que quiero que haga. Cada día nado mejor.
Corriendo me concentro simplemente en seguir avanzando, en no pararme. Mi cuerpo va a su puta bola y cualquier intento por mi parte de controlarlo se traduce en algo así como “mira...ya estamos haciendo el gilipollas corriendo por correr...asi que no pidas más”. Me resigno a correr mal.
Nadando controlo como respiro, una vez cada tres brazadas. Cada vez a un lado. No me ahogo, no me asfixio...respiro tan natural como si estuviera sentada.
Corriendo toda mi preocupación es conseguir que llegue oxígeno a mis pulmones. Si por un momento intento controlar la respiración, al momento siguiente me habré desconcentrado al ver una vaca, al intentar esquivar un charco o cualquier otra chorrada.
Nadando me puedo permitir hacer virguerías: ahora voy a respirar cada 5 brazadas, ahora voy a sprintar, ahora voy a intentar hacer el largo dando solo 20 brazadas.
Corriendo ni virguerías ni nada. Un pie detrás de otro y pasando de preocuparme por el estilo, la forma o si estoy dando bien la zancada...lo importante es seguir adelante.
Nadando se me ocurren cosas para escribir.
Corriendo sólo una vez.
Nadando no me adelanta nadie.
Corriendo...sin comentarios.
Nadando molo.
Corriendo doy pena.
Nadando me siento poderosa.
Corriendo me siento una piltrafilla.
Nadar es una costumbre saludable.
Correr es un vicio desagradable.
El deporte es absurdo.
Nadando se me ocurren cosas para escribir.
Corriendo sólo una vez.
Nadando no me adelanta nadie.
Corriendo...sin comentarios.
Nadando molo.
Corriendo doy pena.
Nadando me siento poderosa.
Corriendo me siento una piltrafilla.
Nadar es una costumbre saludable.
Correr es un vicio desagradable.
El deporte es absurdo.
Y por favor..si alguien me ve subirme a una bici que me encierre.