Vuelven las rutinas, el trabajo presencial, los horarios establecidos, los paseos al trabajo, a recoger a los niños, el gimnasio, las limpiezas semanales y las horas de transporte público. Y en casi todos esos momentos se pueden escuchar podcasts (en el trabajo presencial no lo hagáis niños) y disfrutar de historias, información o diversión. O las tres cosas a la vez.
Terrorífico pero a otro nivel es Bad Blood: The Final Act. Esta historia ya la conté por aquí. Elzabeth Holmes, una especie de Steve Jobs pero en femenino, se montó una estafa a nivel estratosférico organizando una empresa que iba a cambiar el mundo de la medicina al permitir hacer, en una sola máquina y con solo un par de gotas extraídas de la punta del dedo, doscientas pruebas diagnósticas. La máquina, para que os hagáis una idea, era del tamaño de una impresora de esas que todos tenemos en casa y funcionaba más o menos igual. De todo lo que se suponía que podía hacer, no hacía nada y lo que hacía estaba mal. A pesar de este desastre, Holmes con su uniforme de cuello negro, sus ojos saltones y su voz deliberadamente grave consiguió que señores, en teoría listísimos, invirtieran miles de millones dólares en su empresa. El fraude lo destapó en 2018 un periodista del Washington Journal, John Carreyrou. El 31 de agosto de 2021 empezó el juicio contra Elizabeth y en el podcast se cuenta de manera pormenorizada tanto el fraude, las mentiras y estratagemas de Holmes con su empresa Theranos como sus mentiras y estratagemas ahora en el juicio. Es un podcast muy sobrio con Carreyrou contando los hechos de manera pormenorizada y periodística, intercalando testimonios de Holmes y su expareja y jefe en la empresa, Sunny Balwani, exempleados de Holmes, especialistas en medicina, en salud, en finanzas. Lo recomiendo muchísimo porque es una historia increíble con todos los componentes de una buena historia de abogados americanos. Por ahora lleva tres episodios y supongo que seguirá hasta termine el juicio. Para emocionaros y llorar traigo un par de cosas. En primer lugar Good Grief, un podcast chiquitín, de Lemonade Media. Tiene solo seis episodios de unos diez o doce minutos cada uno en los que una persona cuenta la muerte de alguien cercano y su duelo, como sobrelleva la ausencia, la pena, el vacío. Es un tema tratado una y mil veces pero aquí, al no haber host/introductor y ser simplemente la persona contándolo se consigue una intimidad, una sensación de cercanía que es muy emocionante. A mí Good Grief me ha parecido como cuando vas al tanatorio a acompañar a alguien muy cercano a ti que ha perdido a alguien y tu amigo te cuenta cómo ha sido la muerte, qué raro es todo, lo que piensa, lo que siente y tú sabes que no puedes decirle nada que le alivie pero que estando allí, escuchándole, estás haciendo lo correcto, lo que necesita. Así se siente esta escucha. En primer episodio cuenta su historia Jayson Greene que perdió a su hija de dos años, en el segundo Sabila cuenta la muerte de su padre durante el confinamiento, cada episodio es diferente. (Un desarrollo mayor de la historia de Jayson lo podéis encontrar en este episodio de Terrible, thanks for asking que ya he recomendado más veces)En una de las primeras entregas de mis recomendaciones de podcasts hablé de The Open Ears Project uno de mis podcasts favoritos. Se publicó en 2019 y consistía en treinta episodios de menos de diez minutos en los que tras una breve introducción por parte de la música y presentadora Clemmie Burton-Hill, alguien presentaba una pieza de música clásica importante para esa persona por determinadas circunstancias. Unos hablaban de piezas que les hacían recordar a sus abuelos o una pieza que aprendieron en el colegio o la música que le gustaba a su pareja o que escucharon un día especial que se les quedó grabada. Después sonaba la pieza en cuestión. Las razones para esa preferencia eran tan personales y particulares como cada protagonista. Los había famosos como Alec Baldwin, Ian McEwan o Ester Perel y completos desconocidos: violinistas, policías, bomberos, profesoras de infantil. Es un podcast maravilloso al que he vuelto innumerables veces para compartir esas razones, escuchar esas piezas y dejarme acariciar por la voz de Burton-Hill que, como ya dije una vez, es una voz para taparte con ella y sentirte a salvo. En estos dos años me he preguntado muchas veces como no habían hecho otra temporada y ahora lo he descubierto casi por curiosidad. El otro día, le di al play a este episodio de Seriously... de la BBC (un fijo en esta sección) y me encontré con la explicación. El episodio se llama Planet Bach y trata de la cantidad de gente que hay en el mundo que, cada día, toca o escucha una pieza de Bach. El episodio está conducido por Clemmie Burton-Hill, por una nueva Burton-Hill que, con su nueva voz, emociona y hace llorar. Al comienzo del episodio cuenta que a finales de enero de 2019 tuvo un infarto cerebral masivo que le provocó muchas lesiones, luego vino el COVID y todo lo demás y ahora presenta este episodio haciendo un esfuerzo sobrehumano. Cualquiera que haya convivido con alguien que ha tenido un infarto cerebral que afecte a la zona del habla sabe cómo tras esa lesión el lenguaje pasa de ser algo automático a ser algo artesanal. El enfermo pasa de hablar sin pensar a convertirse en un artesano del lenguaje teniendo que pensar cada palabra y la manera de expresarla. Escuchar a Burton-Hill hablar de Bach haciendo ese esfuerzo y presentando a los distintos fans de Bach es emocionantísimo. No os lo perdáis. Más cosas monas. Blind Guy travels es un podcast de Radiotopia que solo da la mitad de lo que promete en el título. Matthew Shifrin es ciego y tiene veintipocos años. Antes de la pandemia tenía el plan de hacer un podcast en el que él viajara y contara como es experiencia para un ciego. Como ahora ya no se puede viajar, recondujo su podcast para hacer algo parecido pero distinto. Matthew no viaja pero nos cuenta como es ser ciego para cosas como: dar una charla TED y aprender el lenguaje corporal que no sabes ni lo que es y que para ti no tiene ningún sentido, jugar a Lego sin poder ver las instrucciones, utilizar las aplicaciones para ligar online, ir al cine o ser cantante profesional. Matthew lo cuenta muy bien y tiene historias personales muy interesantes: cuando era adolescente, junto con su cuidadora, desarrolló un método para traducir las instrucciones de los Lego a braille, montó una web y ha terminado trabajando con LEGO en esta iniciativa para hacer el juego de construcción más inclusivo. A mí me ha gustado especialmente el episodio sobre ir al cine, siempre le acompaña un amigo que le va contando lo que le ocurre en tiempo real (probó con varios antes de encontrar a alguien que pudiera hacerlo bien) y de ahí desarrolla la historia de cómo surgieron las audio descripciones para ciegos que se incluyen ahora en las películas. Como he dicho al principio en Blind guys travels, el ciego no viaja pero con su manera de contar las cosas, su vida, consigue que los que vemos viajemos a su vida y entendamos un poco como es ser ciego de nacimiento. En castellano he escuchado Contra Natura de VICE. Un podcast sobre el asesinato de dos líderes sindicales en Colombia en los años noventa. Ambos trabajaban en una mina de carbón propiedad de una empresa americana. Para sorpresa de nadie a estas alturas de la vida, la empresa americana tiene unos métodos digamos peculiares de trabajo y en su establecimiento en Colombia está involucrado lo mejorcito de cada casa. En esta serie hay sindicalistas, asesinatos, asesinos, abogados, políticos, mafiosos, toda la ristra de personajes de un buen thriller pero sin el final feliz. Son ocho episodios de cuarenta minutos que parecen más porque el host habla muy muy muy despacio. En castellano he escuchado también, como ya comenté por aquí, Basta Chicos, la vida de Ricardo Fort. Es un podcast argentino coproducido por Spotify y Anfibia Estudios que cuenta la vida de Fort que fue una celebrity argentina, algo así como Pocholo en España. Era de una familia de muchísimo dinero, dueños de las fábricas de chocolates más importantes del país, era guapo, gay en secreto y su máxima ilusión en la vida era ser famoso a cualquier precio. Lo intentó en Miami como cantante, intentó ser actor y participó en un concurso de baile que le catapultó a la fama primero como concursante y luego como jurado. Una vida muy loca que terminó a los cuarenta y ocho años. Después de muerto se ha vuelto aún más famoso en memes y frases hechas. El podcast recorre su vida y a todos aquellos que le conocieron. No está mal pero es bastante repetitivo, le sobran dos episodios, y si no eres argentino la mayoría de las referencias te suenan muy muy lejanas. Para terminar voy a comentar dos series cortitas muy diferentes entre sí pero muy interesantes. La primera es Day X, una producción del New York Times, realizada por su corresponsal en Berlín, Katrin Bennhold. En esta serie se investiga la presencia de nazis declarados en las fuerzas armadas alemanas a raiz de la detención en un aeropuerto de un supuesto refugiado sirio al que se acusaba de esconder un arma en los lavabos. Franco A, el supuesto refugiado, es en realidad un soldado alemán miembro de una cédula neonazi del ejército. Después de esta detención, el New York Times profundiza en su historia y en lo que es la definición del podcast: ¿qué pasa cuando el enemigo está dentro? Es un podcast periodístico muy serio, sobre un tema muy complicado y que, a pesar de que Katrin no es precisamente una host amable, se sigue con interés y preocupación. Para mí, lo mejor del podcast es como han sabido mantener el equilibrio entre informar y no dar cancha a Franco A al que entrevistan en el podcast. Me gusta el encuentro entre periodista y nazi por como ella no le deja mantener las mentiras ni las afirmaciones racistas sin rebatírselas, incluso bajando su voz en el podcast para no dar publicidad a lo que dice. Mi última recomendación ya la comenté en uno de los experimentos de agosto pero quiero dejarla aquí para los despistados. Escuchad Forever is a long time, un podcast maravilloso sobre el amor, el final del amor, el divorcio y la reflexión que hay que hacer sobre porqué algo no funcionó. Ian Coss, el host y protagonista, consigue algo muy complicado, que toda su familia le hable con una sinceridad, a ratos casi dolorosa, sobre el final del amor. El podcast no resulta cursi, ni almibarado, ni falsamente esperanzador ni es catastrófico ni cínico. Es casi un ensayo sobre la complejidad del amor y las relaciones de pareja. No os lo perdáis.
Como siempre, os dejo aquí la lista actualizada con (casi) todos los podcasts recomendados.
PS: Ximena Maier ha actualizado la imagen de estos posts. Ya luzco mi melena canosa.