miércoles, 10 de mayo de 2023

Podcasts encadenados: de hijas de Stalin, hermanas, chatbots y Dios salve al rey


Si rebusco en mi memoria, sabía desde hace mucho tiempo (quizá desde que leí Tierras de Sangre, de Timothy Snider, o Stalingrado, de Anthony Beevor en mi época de friki enloquecida de la II Guerra Mundial) que Stalin tenía una hija. Que se llama Svetlana es algo que seguro no sabía. Ahora lo sé todo de ella; y su vida y milagros me han tenido enganchada durante buena parte de los dos últimos meses. No sé cómo llegué a Svetlana! Svetlana!, un nuevo podcast de IHeart Media presentado por Dan Kitrosser, pero me lo he pasado en grande escuchándolo. La vida de Svetlana Stalin es increíble: su trayectoria vital, los viajes, las relaciones, sus reacciones son tan descabelladas que si te las presentaran en un guión de cine dirías: «¡anda ya!». Hay un enamoramiento en un espectáculo de ballet, una madrastra tan madrastra que no sé cómo Disney no le ha hecho una película y el propio Kitrosser canta la sintonía. Una fantasía. 


Dan Kitrosser es dramaturgo y llegó a la historia de Svetlana a partir de un libro que cayó en sus manos y que trataba de la vida dentro del grupo Taliesin Fellowship ¿Qué es esto? Una especie de comuna, reunión u organización que se organizó en torno a Frank Lloyd Wright. ¿Qué tiene que ver Svetlana con esto? Pues es que no os lo puedo contar porque os reventaría la historia, pero a partir de ahí Kitrosser reconstruye toda la vida de la llamada «princesa soviética», desde su tierna infancia en Moscú hasta su muerte en 2011 a los 85 años de edad. Kitrosser, para que os hagáis una idea, es una especie de Boris Izaguirre: es inteligente, divertido, ingenioso, con un sentido del humor muy punzante y una fantástica ironía. Es también un poco histriónico y creo que su tono es el contrapunto perfecto para la historia de Svetlana. Son 10 episodios de unos 30 minutos y, aunque es verdad que los dos últimos podrían haberse resumido en uno solo, para cuando llegas allí ya le tienes tanto cariño a los dos (al host y a la protagonista de la historia) que te quedas hasta el final. Por si alguno no lo sabe, IHeart es siempre sinónimo de calidad y de originalidad en los podcasts


De otra compañía que es sinónimo de calidad, The Heart, de Kaitlin Prest, he escuchado Sisters. Los podcasts que hace Kaitlin siempre son un pelín experimentales y no se parecen a nada que puedas escuchar en otro sitio. Su enfoque siempre está pensando para que al escucharlo el oyente piense: «qué diferente». Hace mucho tiempo escuché otro de sus proyectos, The Shadows: una historia de amor mitad ficción, mitad realidad, muy interesante en su concepción y en su visión de la pareja desde dentro de la misma. Recuerdo con especial cariño un episodio contado desde el punto de vista de un jersey; uno de esos jerseys de lana gordos, amorosos y grandes que te pones porque es una prenda de tu pareja y cuyo sentido va más allá de dar calor. Os recomiendo The Shadows si queréis ir un poquito más allá en vuestra escucha, salir de la zona de confort del narrativo de no ficción lineal (y estupendo) y pasar a algo más emocional, más de piel. 


En Sisters, Kaitlin cuenta su historia con su hermana Natalie. La relación entre hermanas puede ser espantosa o maravillosa y entre esos dos estados se puede viajar a lo largo del tiempo para bien o para mal. Yo tengo una hermana increíble, Elena, con la que mantengo una relación de amistad, complicidad, cariño no comparable a ninguna otra, pero no siempre fue así: hasta bien entrada la veintena de las dos (nos llevamos tres años) nuestro contacto se basaba en la pelea constante, la rabia, la envidia, las discusiones. ¿Cómo hemos evolucionado a donde estamos ahora? No lo sé y no lo puedo explicar. Kaitlin y Natalie intentan hacer ese ejercicio de entendimiento en seis episodios desde que eran niñas hasta la actualidad en la que trabajan juntas. El podcast es interesante por la estructura y el reflejo que puede tener en cualquiera que sea hermana, pero pero pero… a partir del episodio cuatro es un poco coñazo. Mi consejo es escuchar los tres primeros o por lo menos el primero. Puede ser una buena manera de acercarse al trabajo de Kaitlin que, como digo, es un paso más allá en el mundo del podcast


¿Qué más tengo para recomendar? Pues confieso que Bot Love, de Radiotopia: otra gran compañía independiente de podcasts que siempre hace cosas interesantes, diferentes. En esta serie de seis episodios de veinte minutos de duración exploran el mundo de la inteligencia artificial y las relaciones que la gente que las usa establece con ellas. ¿Como en la película Her? No, como en la película no. Empiezo por el principio: justo unos días antes de llegar a este podcast me encontré con este artículo en The New Yorker sobre apps que, con inteligencia artificial, sirven a mucha gente para hacer algún tipo de terapia; y aprendí muchísimo sobre este mundo porque a mí, en principio, lo de la IA no me llama nada la atención. Aprendí, por ejemplo, que la primera IA que interactuaba contigo la creó, en los años sesenta, un científico del MIT que se llamaba Joseph Weizenbaum, imitando un tipo de terapia que se hacía por entonces, en el que el paciente hablaba y el terapeuta repetía la información en forma de pregunta. Llamó Eliza a ese programa informático y se quedó horrorizado cuando se dió cuenta de que lo que él había creado como una sátira le parecía a mucha gente útil y se enganchaban a «hablar» con Eliza. Incluso su propia secretaria, que había trabajado en codificar el programa, le pidió un día que, por favor, se marchara de la habitación porque estaba hablando con ella. Es decir, ya desde los años sesenta los seres humanos nos hemos enganchado con las máquinas. Volviendo al podcast, en Bot Love conocemos a muchas personas, estadounidenses todos, que han establecido algún tipo de relación con aplicaciones de IA que les acompañan, les ayudan en su día a día, les sirven para hacer terapia con alguien o algo que les escucha y les da cierto feedback o les hace sentir menos solas. Muchos establecen relaciones con un chatbot que tú puedes configurar a tu antojo: edad, aspecto físico, altura, raza, etc. Julie, por ejemplo, se crea a Navi, que le acompaña en sus días solitarios; y Suzy, sin embargo, crea a Freddy, un cantante de rock más joven que ella con el que imagina vivir en un mundo paralelo en el que recorren el planeta dando conciertos. Antes de que alguien piense que «la gente está chalada», nadie de los que aparecen en el podcast piensa que esos chatbots o las apps sean reales: todos son conscientes de que no hay nadie ahí detrás, que todo son 0 y 1 y no hay sentimientos, pero todos se sienten mejor con esas interacciones. 


¿Recomiendo Bot Love? Sí, rotundamente sí. Es un podcast estupendo, aprendes toda la historia de la inteligencia artificial, cómo hemos llegado a ChatGPT y entiendes sin juzgar. Es, además, emocionante y divertido. 


Para terminar las recomendaciones en inglés tengo un par de cosas: 


  • Menos que de Inteligencia Artificial sé de ballet. No sé absolutamente nada y, lo que es peor, cuando pienso en ballet lo primero que me viene a la mente es la imagen de los bailarines con gran paquete en una escena de Top Secret. Luego ya aparece Mijaíl Baryshnikov y el documental The dancer que, si no habéis visto, os recomiendo muchísimo*. Bueno, pues con ese bagaje me puse a escuchar On point, un episodio de Articles of interest dedicado a las zapatillas de punta de las bailarinas y he descubierto un mundo inmenso de detalles y matices que me ha dejado fascinada. Es de Avery Trufelman, que es una genia del podcasting y a la que le rindo idolatría, pero no lo recomiendo por eso: es que es estupendo.  Recomendadísimo. 


  • La semana pasada, para ambientarme para la coronación de Carlos III, me empapé los cinco episodios que, con el título The cost of the crown, le dedicó el Today in focus del periódico The Guardian. Saber cuanto cuesta la corona les ha resultado imposible de averiguar al equipo de investigación del periódico, pero todas las pesquisas, los informes y todos los datos que sacan a la luz son un escándalo. Que la familia real británica tenga, por ejemplo, una colección de sellos valorada en 100 millones de libras o que decidan según les apetece si un regalo de estado es de estado o prefieren quedárselo es escandaloso, pero lo más indignante es la respuesta permanente de palacio contestando que «es información que no dan». De la escucha de esta miniserie sales gritando de indignación aunque, a veces, solo puedes reir por la desfachatez de esa familia y su institución. En el primer episodio, por ejemplo, intentan saber qué actividades realizaron durante un año los once miembros de la familia real a los que el gobierno británico paga una cantidad de millones de libras por sus compromisos oficiales. Resulta que no hay un registro oficial y «palacio» no facilita esta información. La única manera de saberlo es consultando el registro que un hombre de 91 años lleva haciendo setenta años, recopilando la información que aparece en The Times. El hombre cuenta en el podcast que una vez le mandaron una carta para invitarle a palacio donde amablemente le dijeron que dejara de hacer ese registro. Si escuchando esto uno no se hace antimonárquico o, por lo menos reconoce que su admiración por la monarquía es un vicio ridículo, yo ya no sé. 


Y ahora, si habéis llegado hasta aquí, llegan las recomendaciones en español que, no me escondo, son dos producciones en las que yo he participado activamente. Mujeres que corren, de Cristina Mitre, es un podcast en el que llevo trabajando desde antes de dejarme el pelo blanco, así que eso son más de tres años.  No voy a descubrirle a nadie quién es Cristina, pero sí esta nueva faceta suya haciendo un podcast narrativo de no ficción que le ha costado la vida escribir y locutar, porque no tiene nada que ver con lo que hace habitualmente. Mujeres que corren es un podcast para rescatar las historias que hay detrás del running femenino. Desde las motivaciones de las primeras mujeres que pelearon para correr maratones hasta la invención del sujetador deportivo, pasando por la increíble vida de las atletas españolas de la Segunda República. Todo, además, acompañado por las anécdotas vitales de Cristina que trufan los episodios para darle su sello inconfundible. Son seis episodios y ya tenéis varios disponibles. 


Hay proyectos que llegan a tu mesa un poco de carambola y sin que sepas muy bien qué esperar de ellos. Cuando me reuní hace muchos meses con Nieves Egea y Esther Luque, de Ser Málaga, no sabía qué me iba a encontrar. El proyecto consistía en hacer seis episodios sobre la vida de Picasso antes de que fuera Picasso, cuando era Pablo Ruiz y vivía en Málaga, A Coruña, Madrid, Barcelona y después París (hay dos episodios ambientados en Barcelona). Nieves y Esther nunca habían hecho podcast, son periodistas de radio a muerte y no sabían cómo enfrentarse a este reto. Hice de Mamá Osa y las animé y acompañé en toda la escritura, edición, producción y diseño hasta terminar. Lo más importante de todo esto es animar porque en todo proyecto de podcast hay un momento en el que quieres abandonar, dejarlo porque, total, ¿qué más da? Me alegro de haberlas empujado porque ha quedado un podcast fantástico, narrado a dos voces, lleno de anécdotas muy desconocidas de Picasso, de su familia, sus amigos, sus travesuras de niño, sus enamoramientos, las tragedias que marcaron sus primeros años. La narración de Nieves y Esther se acompaña del testimonio de expertos y familiares del pintor y cameos de grandes figuras como Antonio Banderas, José Sacristán, Luz Casal o José Coronado. Un lujo haber participado en Picasso, la forja del genio.


Y, para terminar, algo inesperado: varias personas me han pedido recomendaciones de podcast en francés, idioma que no domino tanto como para escuchar con soltura, pero mi compañero Manuel Tomillo no tiene este problema y también le encantan los podcasts le pedí varias recomendaciones que dejo aquí para los francófilos. 




Pues con esto ya estaría. Como siempre, si escucháis algo, venid a contármelo: me hará muchísima ilusión. 



*Escribí sobre él aquí. 



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3 comentarios:

Papacangrejo dijo...

Nunca he sido muy de podcast, pero reconozco que desde que empecé uno con un amigo, me acostumbrado a ellos y mientras trabajo suelen acompañarme.

marta dijo...

Sobre la hija de Stalin hay un libro alucinante: Stalins daughter, de Rosemary Sullivan, buenísimo..gracias por las recomendaciones..

Myriam González Gil dijo...

Como de costumbre, me ha apuntado varias de tus recomendaciones; ahora, a ver si puedo disfrutarlas.
Gracias por las sugerencias en francés. Efectivamente, France Culture y Arte Radio y TV son la principales fuentes de podcast y programas accesibles en francés, sobre todo fuera de Francia. En Arte Radio hay una serie llamada Bookmakers que son entrevistas, normalmente en 3 capítulos, con escritores francófonos, son una delicia.
Ya sé que insistes en que no tienes la suficiente soltura con el francés como para escuchar podcasts en ese idioma, pero creo que deberías intentarlo, porque el registro que se emplea en los programas culturales franceses es bastante estándar y no supone gran dificultad. A mí me supone menos esfuerzo que muchos en inglés y eso que para mí, mi segunda lengua de comunicación será siempre el inglés.
Y ya dejo de dar la chapa. De nuevo, gracias por tantas recomendaciones.