sábado, 12 de marzo de 2022

Podcasts encadenados. De historias familiares y finales tristes

En mi rutina de escucha semanal, entre las notas que tomo, los comentarios que me dejo a mí misma en mi calendario de escucha y mi excel, he empezado a anotar las tres recomendaciones que pretendo, o pretendo hacer, en esta sección semanal. No lo pienso con antelación, no tengo un plan, simplemente escucho algo y digo: esto para el sábado. Luego, cuando me siento a escribir, descubro a veces que esos tres podcasts tienen algo en común. Tiene sentido, esto es podcasts encadenados... y así empezó también la sección de lecturas encadenadas porque hace catorce años pensé que podía encontrar un hilo que uniera todos los libros que voy leyendo, un hilo que los vaya conectando. 

Esta semana ha terminado uno de los mejores podcasts, si no el mejor, que se ha hecho nunca en España. Gabinete de curiosidades de Nuria Pérez cerraba sus puertas con el octavo episodio de su cuarta temporada. ¿Se acaba para siempre? me han preguntado cien veces esta semana. Sí, se ha terminado. Eso no quiere decir que Nuria no vaya a hacer más cosas (que ya estamos planeando) pero ya no será Gabinete. Me extrañaría que alguno de los que leeréis esto no conozcáis este podcast pero nunca se sabe. Quería, además, traerlo aquí para rendirle homenaje y para recomendarlo una vez más. Gabinete de curiosidades es un podcast maravilloso que ha conseguido, además, ser la puerta de entrada al mundo del podcast para muchísimos recién llegados. He perdido la cuenta de las veces que lo he recomendado cuando alguien me ha dicho ¿Por dónde empiezo? y, también, de las veces que alguien ha venido a darme las gracias por ese descubrimiento. 

Quiero además explicar que detrás de esas historias que Nuria nos cuenta como si se le ocurrieran, como si estuviéramos con ella tomando un café, llevan un enorme trabajo detrás. Meses de lecturas, de escuchas, de visionado de pelis o documentales, meses de postit de colores y de dibujos, meses de escritura y meses de construcción del arco de los episodios y de la temporada. Detrás de esos episodios que envuelven al oyente hay, además, un trabajo de diseño sonoro en el que el oyente a lo mejor no se para a pensar pero que está ahí, sirviendo de colchón, de ambientación a las palabras de Nuria. Ese diseño, que no se construye en diez minutos, está magistralmente pensado por Andreu Quesada. Os invito a volver a escuchar algún episodio y prestar atención a los detalles de diseño sonoro, están ahí, haciéndote sentir mejor, acompañado, acogido. El diseño sonoro en un podcast narrativo es algo así como la decoración en una casa, (la creada personalmente, no esa toda blanca que se está poniendo de moda), es lo que hace que en esa casa te sientas a gusto, te imagines viviendo y no quieras marcharte. 

Escuchad Gabinete, recomendadlo y si ya lo habéis escuchado, volved a él de vez en cuando, como volvéis a los sitios en los que os sentís a salvo. 

Sorry about the kid de la cadena canadiense CBC está en la lista de los cinco mejores podcasts de lo que llevamos de año de Vulture y lo he escuchado esta semana. En cuatro episodios de media hora de duración, el host,  Alex McKinnon, nos cuenta la historia de la muerte de su hermano Patrick hace treinta años. Patrick tenía entonces catorce años y un coche patrulla de la policía lo atropelló a la salida del colegio. «Qué horror, no pienso escuchar esto» estaréis pensando. Pues haréis mal porque es un podcast estupendo que lidia con el luto, el recuerdo y la convivencia con la ausencia de un ser querido para el resto de tu vida. En el podcast habla Alex, claro, pero también sus padres, la hermana, amigos de Patrick, contando sus recuerdos y como vivieron aquel día. Qué recuerdan, cómo se sintieron, cómo le echan de menos. El último episodio, especialmente, en el que tanto los padres como Alex y su hermana hablan sobre cómo viven esa ausencia, ahora, treinta años después es estupendo y lo que cuentan se parece mucho a lo que yo intenté explicar en el luto hacia delante.  

La abuela de las tres guerras de Silvia Serrano es un podcast independiente y pequeñito que escuché hace un par de semanas. Mercedes, la abuela de Silvia, habla ruso, alemán, francés y español. A Sara, eso no le pareció nunca raro ni extraño...hasta que le saltó la curiosidad ¿por qué mi abuela habla tantos idiomas y ha vivido en tantos países? ¿Qué hay detrás de  mi abuela? Sabiendo siempre que encontraría dolor e incomodidad y, quizá, cosas que no quisiera saber, esa inquietud le llevó a hacer esta serie que nos lleva a conocer la historia de Mercedes y toda su familia, una historia atravesada por tres guerras y por los acontecimientos políticos que han ocurrido en Europa desde los años treinta hasta la actualidad.  Son seis episodios de media hora en los que es innegable encontrar similitudes en el tono y la cadencia de la narración con De eso (no) se habla recorremos la historia de Mercedes y Europa. En mi opinión, a Sara le ha faltado un poco de edición y de control del ritmo de narrativo porque la narración, aún funcionando e interesando siempre, a veces se hace confusa o repetitiva. Así mismo el diseño sonoro adolece de exceso de efectos que resultan innecesarios para que la historia funcione. A pesar de estos pequeños fallos, es un podcast muy meritorio e interesante. La abuela Mercedes es además, por sí misma, un personaje fascinante y su cantarina voz es, para el oyente, siempre interesante. Escucharla contar su vida en Rusia de niña, su enfado cuando los rusos no la dejaron estudiar física nuclear, su desencanto con el partido comunista o su anhelo de libertad que ha guiado siempre todas sus decisiones es un placer. Dadle una oportunidad. 

La semana que viene más.

Si escucháis algo, venid a contármelo. 


8 comentarios:

MG dijo...

Gabinete de curiosidades es lo más bonito que he escuchado en podcast en la vida. Los dos primeros episodios de la temporada 3 son perfectos.
Estoy con la cuarta, muy despacito porque quiero tener el tiempo y el momento para dedicarle toda mi atención porque lo merece, no es un podcast como para tener de fondo. Estoy deseando ver qué hace Nuria después.

Innisfree09 dijo...

Llegué a Gabinete de curiosidades creo que por tu recomendación en Twitter o quizás lo habías nombrado en algún post del blog hace la tira, y menuda recomendación, es una maravilla, me he emocionado con sus capítulos y en días más blanditos de espíritu hasta llegar a las lágrimas. Supongo que ha hecho su ciclo vital pero ya lo estoy echando de menos.

Lourdes dijo...

Gracias Ana por compartir con nosotros estos momentos de escucha y descubrir nuevas historias.
Gabinete de curiosidades es lo mejor que he oido nunca. La voz de Nuria encadenando lo que va a ir
Contando es puro placer. Es mirar sin ver. Es imaginar sin soñar. Te metes en la historia y sientes que el momento
No puede acabar , te lleva de un lugar a otro y si , siempre he pensado que detrás tiene que haber muchísimo trabajo.
Silvia Serrano me parece que nos cuenta historias reales esas historias de las que todos podemos y deberíamos saber
Nos aproxima a las vidas vividas y lo hace de un modo para mi exquisito.
Solo darte de nuevo las gracias Ana .

Aloe dijo...

Muchas gracias por descubrirme Gabinete, qué buenos ratos, qué maravillosas historias y contenido! Ya tenía pensado reescucharlo, pero voy a dejar pasar un poco de tiempo para poder disfrutar de nuevo.
Voy a por la historia de Mercedes y la 2a temporada de Campaneras. Lástima de mi penoso inglés no apto para entender los podscast!

marta dijo...

Muchas gracias por tus recomendaciones.
Yo recomiendo en español: Una vida a tu medida.
Y no está mal, aunque empezó muy ñoño: De piel a cabeza
En inglés:
Happier with Gretchen Rubin
Bad blood the final chapter, porque el tema me ha apasionado.

molinos dijo...

Gracias, Marta.

De Bad Blood hablé ya por aquí. Es un podcast sensacional. Sobre el mismo tema hay otro que no está mal The drop out por si te interesa.

Le daré una iportunidad a los que recomiendas en español

Carmen dijo...

calendario de escuchas??? tell me more!!!!

nunca dejes de escribir...

Loli dijo...

Gracias Molinos por tus tonterías. A mí me encantan.