Hoy vengo a hablar de podcasts porque llevo tres semanas queriendo hablar de podcasts y lo he ido dejando porque no tenía tiempo, porque no encontraba el momento, porque si la abuela fuma pero hoy ya no puedo dejarlo. Hoy, mientras iba conduciendo a casa de mi hermana, iba gritando en el coche: ¡No puede ser! pero, pero, pero... ¡no me lo creo! La razón de mis gritos era el séptimo episodio de un podcast. Al volver a casa he pensado: necesito escribir sobre podcasts porque ¡tengo que comentar esta historia con alguien!
La razón de mis gritos, y de mi enganche de los tres últimos días, es la historia de la familia Steinberg que se cuenta en el podcast The just enough family. Ariel Levy, escritora del New Yorker, nos lleva de la mano a conocer a toda la familia y cuando digo a conocer, lo digo por algo. Levy es muy amiga de Liz, una de las hijas del financiero Robert Steinberg y aunque es ella la que tiene la voz cantante en el primer episodio que sirve de introducción, gracias a esta amistad (supongo) en el podcast habla toda la familia que está viva: padres, tíos, primos, exmujeres. ¿Quienes son los Steinberg? Una familia de megaricos y cuando digo megaricos me refiero a gente que alquilaba la sala egipcia del Metropolitan para hacer una fiesta de cumpleaños de una adolescente, tenía varias casas, avión privado y un jefe de seguridad que, como el Señor Lobo, solucionaba problemas. Si estáis viendo Succession en HBO, ricos de ese nivel. Ricos de los que no llevan dinero nunca encima porque no lo necesitan.
En el primer episodio, Liz cuenta que cuando ella era niña e inmensamente rica, escribía cuentos en los que ella vivía con una familia que no se parecía a la suya, no era pobre, no pasaban hambre ni nada de eso pero vivían "con lo justo", vivía con "the just enough family", la "familia de lo necesario". Me parece una anécdota maravillosa y ole por Levy por la elección del título.
La historia de la familia es increíble y es una de esas que a los simples mortales, que tenemos que organizarnos la vida porque recordemos que improvisar es de ricos, nos encanta porque lo tiene todo. Dinero, amoríos, divorcios, traiciones que se van sumando y sumando hasta que en el episodio siete alcanza un nivel que exige gintonic y tertulia. Pero además de esto, tiene el mérito de que son los propios protagonistas los que la cuentan. Levy conduce, hace preguntas y, por supuesto, ella y la productora Melinda Shopsin han editado todas las conversaciones y las han ordenado para que el relato avance a partir de sus testimonios. Puedo imaginar las horas que han pasado charlando con unos y con otros y las que han echado escuchando todo lo grabado para organizarlo y dar coherencia al relato.
Mientras lo escucho y mientras escribo esto pienso en qué posibilidades habría en España de hacer algo así. Muchos de los formatos de podcast que triunfan en Estados Unidos están basados en historias personales contadas por gente a la que no le da pudor hablar de sus sentimientos, sus errores, lo que hizo bien, mal, las opiniones que tuvo en su día y que ya no tiene, las traiciones, los amores, etc. Los americanos (que tienen muchas cosas malas como todos) son en esto tremendamente abiertos: hablan sin pudor. No es que en España una familia de megaricos no hablaría jamás así, es que aquí la gente no habla y cuando habla, se inventa.
Dejando de lado esta última reflexión, The just enough family es un podcast maravilloso. Tiene ese punto de cotilleo, de asomarse a ver cómo viven los ricos. Tiene también el regustillo que da ver que a los ricos también les pasan cosas malas y tiene un punto de locura que te deja alucinando y enganchado a la historia. Son ocho capítulos de unos veinticinco minutos cada uno. No os lo perdáis.
¿Qué más recomiendo? Pues el mejor podcast del año que, lo lamento por los que no habláis ingles, es un podcast americano escrito y dirigido por Dan Taberski, un tío con un talento inmenso, creador también de Runnig from Cops publicado en 2020 y que también es impresionante. El mejor podcast del año se llama 9/12 y trata sobre las consecuencias del 11S desde diversos puntos de vista. Aunque nacido al calor del veinte aniversario de los atentados del 11S, 9/12 va mucho más allá de contar la historia de aquel día, sus causas o sus consecuencias.
No sé el tiempo que Dan Taberski habrá pasado pensando este podcast pero seguro que han sido meses, muchos meses. Su objetivo es tan ambicioso y tan complejo que me pongo a llorar solo de pensar en el esfuerzo intelectual necesario para conceptualizar la idea, darle forma y encontrar las historias que encajen en el relato. Pensar en todas las historias que habrá desechado me provoca aún más llanto. ¿Qué objetivo persigue Taberski? Pues nada más y nada menos que contarnos cómo ha cambiado el mundo después del 11S, contar ese día que cambió el mundo, que nos cambió a todos, sin hablar de ese día sino de todo lo que ocurrió después y como sus consecuencias están aquí, nos tocan cada día, las navegamos en nuestras rutinas diarias. ¿Cómo cambió la manera de pensar el humor en Estados Unidos? ¿Y la propia conciencia de ellos mismos como país? ¿Y el uso de la palabra libertad y su concepto? ¿Y la imaginación?
Es un podcast impresionante. Os animo a escucharlo porque solo el primer episodio, el prodigio narrativo que hace Taberski contando el 11S sin contarlo te deja con la boca abierta. Son siete episodios de cuarenta minutos que voy a volver a escuchar para ir tomando notas. Es el mejor del año, sin duda.