Bajo al comedor como si fuera Paul Newman en El Indomable o Robert Redford en Brubacker. No llevo uniforme azul y estoy a un millón de años luz de su atractivo pero mi actitud es la misma: podéis darme bazofia de rancho pero siempre me quedará mi dignidad. Dignity, always dignity, como dice Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia.
¡Qué sorpresa! Otro día más en que no queda pan, no hay tenedores, el único cuchillo que queda en el cajón tiene el mismo filo que un balón de fútbol y más mugre que ese mismo balón y tampoco queda agua. Cojo mi bandeja y el mantelito de papel y la empujo con desgana por el autoservicio hacia el patíbulo. ¿Qué sorpresas me encontraré?
Me mira sin entenderme, claro.
Me mira sin reírse, claro.
Me mira sin más.
Todos los días igual, todos los puñeteros días desde hace cuatro años lo mismo, la tortura del ticket. Te pide, te exige el ticket como si fuera un salvoconducto, como si regentara un restaurante de lujo o la única cantina abierta en una de esas carreteras infinitas que cruzan Estados Unidos. Y todos los días miro debajo del móvil, meto las manos en los bolsillos del vaquero, en los de delante, en los de detrás, en la chaqueta, porque sé que lo he cogido pero no sé dónde lo he puesto.
Su cara se descompone en una mueca, en un gesto de maldad que yo identifico con el de los guardias de fronteras en las películas, en ese personaje que cuando el protagonista está a punto de cruzar al otro lado, de llegar a su destino, de alcanzar la recompensa frena su avance con algún requisito idiota.
Me mira mientras piensa.
Ojalá fuera Paul Newman y, por lo menos, me dieran huevos duros.
Dignity, always dignity.
Dignity, always dignity.
*Basado ligeramente en hechos reales.
9 comentarios:
Adoro tus referencias.
Cristina
Parece que estás hablando de la cafetería de mi facultad, jajajaja
Jajajjajaaaa me ha encantado el "basado ligeramente en hechos reales" :)
Ese "maltrato" tan frecuente, incluso en restaurantes no corporativos, por desgracia.
Supongo que mañana escribirás sobre Sant Jordi.
Xènia
Me parece, no te enfades, flojo. Puede que escribas demasiado.
Fdo: Fara
Brubacker?!?!
No es digno de ti, pensare que es un fallo de teclado...
Por qué todos las cantinas de empresa son iguales? Por qué son tan rancios y mezquinos los que las regentan? ¿Por qué aunque el servicio es pésimo renuevan la contrata año tras año (pregunta directa al departamento de RRHH de mi empresa)?
- Sólo tienes naranjas y peras de postre?
- Hay fresas y melón, pero lo tengo guardado.
- Por qué no las pones en el mostrador?
- Porque si las pongo se acaban enseguida.
- :(
- Pepe, porque no comes paella en la cantina los jueves?
- Porque como soy un externo me ponen el arroz pelado. Van apartando las gambitas y el calamar para los directores y los de la empresa.
- Qué mierda de gente...
Y así mil cosas más...
Acudes al sitio equivocado, y eres reincidente, por lo que deduzco. ¡Vaya vida la tuya!
Ana M.
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