Eh, eh... hazme caso. Deja el libro. Déjalo del todo. Hazme caso. Mira lo que acabo de ver. ¿Te acuerdas cuando hace unos meses nos reímos de esa noticia que hablaba de enamorarse de alguien después de responder a 36 preguntas más o menos íntimas? ¿Te acuerdas? Sí, sé que si.
Pues acabo de encontrar un artículo dónde comentan que también es posible enamorarse de alguien hablando de libros y respondiendo una serie de preguntas. Bueno, esto tu y yo ya lo sabíamos. ¿Acaso no fue así como nos conocimos?
Si lo pienso, siempre que me he enamorado los libros han estado de por medio: antes, durante o después. Antes, contigo, claro, fue como llegaste a conocerme. Durante, contigo y con otros. No me mires así, no te hagas el digno que ya tenemos una edad y sabes que hubo otros antes. No, después espero que no, bueno... no lo espero, no sé. Pero no me líes, que estábamos hablando de libros.
Libros durante una relación. Los que lees a medias, los que se prestan, los que se recomiendan o incluso los que el otro empieza a leer porque yo soy muy pesada y si estás conmigo es imposible que no te apetezca leer. Los libros por los que hemos discutido o nos hemos enfrascado horas de conversación. ¿Te suena?
Al terminar una relación también ha habido libros. Creo que esto no te lo he contado; es de mi época patética. Una época catastrófica para mi autoestima pero muy fructífera en anécdotas autohumillantes que he descubierto que dan mucho juego. ¿Que cómo fue eso? Pues con mi primer novio, desde que me dejó, todos los años, puntualmente por su cumpleaños yo iba hasta la puerta de su casa y le dejaba un libro. Lo sé, lo sé... espantoso. Si para algo me gustaría tener una máquina del tiempo es para volver a aquel momento y abofetearme hasta la muerte. ¿Cuándo dejé de hacerlo? No sé, en algún momento recuperé el criterio. Lo más gracioso es que él vino un día y me dijo "Ya no me regalas libros". Me sentí un poco el de la canción de las violetas.
La primera pregunta del artículo es ¿cuál era tu libro favorito de pequeña? ¿Qué es pequeña? Bueno, da igual. Me encantaba un libro que se llamaba "Papaíto Piernas Largas", lo leí mil veces. Era una edición antigua, de mi madre, con tapas verde césped y una jovencita que miraba arrobada la sombra de unas piernas. Es curioso que apenas recuerde la historia. También me encantaba “Mujercitas” y el otro día en la estantería encontré "Alarma en Patterick Fell", un libro juvenil con una central nuclear que no sé por qué me dejó marcada. Creo que se lo voy a pasar a M. ¿Cómo ha llegado a la estantería de mi cuarto? ¿Lo traje yo? ¿Cuándo? ¿Por qué? y ¿por qué ése y no el de “Papaíto Piernas Largas”, que no encuentro por ninguna parte? ¿Me querrás cuando pierda la memoria del todo? Bueno, no empieces a preocuparte por eso, acabo de recordar que Fred Astaire hizo la película.
¿Cuál es el último buen libro que has leído? Creo que el último verdaderamente bueno fue el de Padura, el de "El hombre que amaba a los perros", una gran novela con un historión que me dio mucho sobre lo que pensar. Te leí la cita en alto y te quedaste petrificado: "Según se mire, Ana era la mujer que yo más necesitaba o la que menos me convenía en aquel momento...". ¿Dónde has leído eso?, me dijiste.
Luego he leído algunas cosas de no ficción que no me han gustado mucho. Eso también lo preguntan en el artículo, ¿prefieres ficción o no ficción? Si me llegan a preguntar hace 10 años hubiera dicho que ficción y sin embargo ahora disfruto las dos cosas por igual. Ahora mismo estoy con el de Luis Magrinyà sobre muletillas, expresiones atroces al escribir y construcciones gramaticales a evitar y me lo estoy pasando bomba, además de aprendiendo un montón. Ya verás la próxima vez que me pases uno de tus textos a corregir... vas a ser mi conejillo de indias para aplicar todo lo que estoy aprendiendo.
Hay muchas preguntas típicas pero me encanta esta porque lo hemos hablado: ¿Con qué autor, vivo o muerto, te gustaría ir a cenar? Tengo hasta una lista. De los muertos me encantaría haber podido ir a cenar con Ramiro Pinilla, escucharle contar todas sus historias sin mucho que decir; sólo escuchar, mirar y aprender. También con Ray Bradbury, seguro que sería divertido. Le contaría que da vértigo el espacio y pánico las naves espaciales, quedaría como una mema pero creo que se reiría conmigo. Lo que no sé es si podría abstraerme de sus gafotas. De los vivos elijo a Paul Auster, Enric González y Neil Gaiman. Sí, los tres me gustan como hombres pero es que si voy a ir a cenar, ¿por qué no elegir hombres que además de atraerme intelectualmente lo hagan físicamente? No seas tonto, te dejo venir conmigo. Uy, casi lo olvido... de los muertos pero que deberían estar vivos me hubiera encantado cenar con Tony Judt. ¿Cuáles elegirías tú?
¿Quieres saber más preguntas? Una de mucha vergüenza. ¿Qué libro te avergüenza decir que te gustó? ¿Quieres saber el mío? Vale, pero no te rías. Es uno atroz que tuvo muchísimos lectores hace unos años y adivina de qué iba: unos que se enamoraban por Internet. Ja. Sabía que ibas a poner esa cara. ¿Qué si tengo ese libro todavía? Creo que sí, por ahí anda. Y cumple a rajatabla la pregunta: me da vergüenza que en su momento me gustara pero en fin, todos tenemos nuestros momentos de debilidad sensiblera. No, no voy a decirte el título. Busca en la estantería.
Te estás descojonando de mi... lo veo. Eres un perro.
Hay muchas más preguntas, algunas chulas, pero ya no te cuento más que luego dices que soy un torrente. Volvamos a leer un rato.
34 comentarios:
Ja, ja, ¡yo también adoraba de pequeña el libro "Papaíto Piernas Largas"!
Estás enamorada Moli?? como mola!
Feliz Sant Jordi!
Flor
Para tener algo de qué hablar con el chico que me gustaba, le pedí que me prestara un libro que llevaba en la mano. Cuando lo terminara, claro...
Era Zalacaín el aventurero, de Pío Baroja. Yo tenía once años.
Me casé con él. Con Zalacaín no, con el chico.
Y me sigue gustando Pío Baroja...
Lo dicho, qué bonito todo. Lo que cuentas y cómo lo cuentas. Enamorarse de alguien que lee es un acierto, aunque sólo sea porque no te interrumpe tu lectura XD
Y el comentario de Enebea también.
¿cómo que un perro? :-D
Preciosa declaración de amor...
Ohhh... me encanta... Verías el capítulo de The Big Bang Theory acerca del primer artículo que citas, ¿no?
Creo que la primera vez que quedé con mi marido, nos pasamos la noche entera hablando de libros... así que me identifico mucho con este post. Grande.
Salud y paz mental.
Visterilla
Molinos, es esta la edicion de Papaito Piernas Largas que tenias? Yo uso mucho este portal para encontrar ediciones fuera de imprenta de libros de mi infancia.
http://www.todocoleccion.net/libros-segunda-mano-literatura/papaito-piernas-largas-jean-webster~x32622648
sí muy bonito todo, pero confieso, yo aquí llegué por el empotrador, no por los libros
feliz s.jordi
cristina
Hace 15 años me senté en el único sitio libre que quedaba en un autobús. A mi lado un chico leyendo un libro. "Qué lees"? le pregunté.
Ya lo terminé, te lo dejo. a ver si te gusta
"El libro de los abrazos", de Eduado Galeano.
Mer lo prestó, lo leí, quedamos para devolverselo...y 2 años después nos casamos.
Qué delicia Moli!!Yo también leí Papaíto Piernas Largas, me lo prestó mi tía, es un libro muy "vintage" ya.No me había gustado. Creo recordar que una chica se enamora de su tío después de una larga relación epistolar...y Mujercitas lo hemos leído todas las que tenemos más de cuarenta de adolescentes, supongo que las niñas ya no lo leen.
que bonita la historia del anónimo que encontró a su media naranja en el autobus, me encanta!
Es curioso, parece como si te dirigieras a mi... porque... te diriges a mi, ¿no?
Oh noooooo! Bucay nooooo!
Cuántos escalones has bajado!
��
¿Bucay??? ¿Quien ha dicho nada de Bucay?
Y gracias a todos por vuestros comentarios y por esas historias tan chulas. 11 años...y leyendo a Baroja y para toda la vida, historiøn.
Y lo del autobús alucinó también.
Gracias, espero que hayáis tenido un gran día.
Ese libro del que te avergüenzas, de dos que se enamoran por Internet, no es uno horrible de Bucay? (Como todos los de este señor)
Curioso me quedo de saber cuál es entonces.
Ah! Y retiro lo dicho
Bonito post Moli.Ya me gustaría a mi tener una historia con un libro de por medio.Pero,lo que más me ha gustado o asombrado,sin duda,es la chirigota que nos envía Lux,lo del disfraz de hadas de la Bella Durmiente no lo voy a olvidar nunca.Por cierto que alguien me diga si es el de Fauna,Flora o Primavera.Gracias.
Lux,que muerte ni que ocho cuartos,son clavaditos a las hadas bienhechoras de la Bella Durmiente.¿qué no?;D
Moli, ese libro, ¿podría ser "Contra el viento del norte"?
Mis libros favoritos tambien eran mujercitas y papaito piernas largas, que tiempos aquellos tan llenos de felicidad inocente,
gracias por tu blog,
Mary
Papaito piernas largas me encantaba! lo lei innumerables veces, y luego la continuacion Mi querido enemigo, pero ahi la protagonista era Sally, la amiga de Judy, que apenas aparecia.....
Me encanto tu historia, y dan ganas de saber mas! Yo no leo tanto, pero me gusta prestarle libros a mi novio... aunque voy viendo que no siempre coincidimos.....
y me encanto la historia del que conocio a su marido porque le presto El libro de los abrazos! hermoso libro
Antes de que se me olvide, sí el libro era el de las olas. Un horror que devoré en una sola noche. Me avergüenzo pero por lo menos solo me robó una noche de mi vida.
"Contra el viento del norte"... idéntico a "Amarse con los ojos abiertos" del inefable Jorge Bucay. Y yo que pensaba que solo cabía un libro de esos en el mundo... a veces hecho de menos un escuadrón Fahrenheit 451.
saludos
Javier, Farenheit también lo he leído y me gustó mil veces más. :)
De Bucay no he leído nada y procuraré no hacerlo, visto lo visto.
Yo soy la de la historia del autobús. Pues sí. Es bonita...
Hace unos años, cuando ya leíamos juntos, ya casados, con 1 hija en aquel momento, Eduardo Galeano vino a una ciudad cerca de nuestro pueblo a dar una charla...
y allí fuimos los dos, con "nuestro" libro a que nos lo firmara.
Y ahora nuestro libro está firmado por su autor.
Ese sí que no se lo prestamos a nadie!
...no sé si es mas fácil enamorarse en una biblioteca que en una discoteca.
Alucinante la historia del autobús, me ha encantado.
El libro de Pío Baroja (ahora ya es "nuestro", je je) está en la estantería, pero claro, sin firmar... ja ja ja.
Fahrenheit 451 lo leí también de adolescente, pero hace un par de años lo retomé (y saqué algunas frases para mi libreta de citas). ¡Qué gran libro!
Yo tambien lei contra el viento del norte y no me arrepiento. Ni me gustó ni lo aborrezco.
No entiendo.
. No todo lo que lees te gusta y eso no te hace peor lectora. Tampoco si te gusta lo que "no debiera" gustarte o no debieras haber leido.
No creo que sea perder el tiempo si has estado disfrutando mientras leias lo que no debieras haber leido.
Como dices tu misma...era el momento de leer ese libro, te eligió y para mi es evidente que fue acertado.
Ese libro que te avergüenza fue uno de los primeros que descubrí gravias a los blogs, y a mí me encantó! Jajaja. Y aún rula por mis amigos y familiares de amigos que se lo van pasando unos a otros. Jajajaja!
A mí no me avergüenza, vomo tampoco me avergüenza decir que he visto mil veces Dirty Dancing. Mientras se disfrute!
El libro que me avergüenza haber leído y que me gustase.... No se me ocurre ninguno! Me avergüenzo de haber comprado el de las sombras dejándome llevar por el marketing, pero en el pecado llevé la penitencia, ya que sólo aguanté 200 páginas y estuve indignada bastante tiempo y de nuevo, cada vez que alguie lo mencionaba. Hubiese sido mejor vivir en la igorancia.
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