sábado, 28 de julio de 2018

Fuerteventura. Lagos del Cotillo y libros.

Me despierto más pronto que ninguno y no consigo volver a dormir. Cojo El club de los mentirosos y me pongo a leer.《De ahí que su libro, tan sincero, resulte ser un bonito engaño: hace que parezca fácil lo más dificil que hay, es decir, contar tu propia historia y conseguir que alguien la escuche》dice Lena Dunham en el epílogo. Coincido con ella en que Mary Karr consigue lo más difícil, hacer que su historia, su infancia, sea escuchada e interese. En lo que no coincido es en lo de que parece fácil. Para nada parece fácil. Karr escribe con una maestría absoluta, me ha deslumbrado su manejo del tiempo tanto en su dimensión temporal para llevarnos hacia detrás y hacia delante en el libro, como en el ritmo de la historia. 

No hay viento. Me resulta tan extraña la sensación de quietud que salgo al porche esperando encontrar el escondido tras alguna esquina. Nada. «Chicos, no sopla viento» «Pues yo ya me había acostumbrado» «Algo sí sopla» Me encanta cuando siempre me llevan la contraria. 

Consultamos la pleamar. Nos tomamos la mañana con muchísima calma y llegamos a la playa de los Lagos en Cotillo a las dos. Conseguimos otro castillito de piedras y nos hacemos fuertes en él. Nos bañamos y después yo me siento en la orilla a terminar el New Yorker del mes de mayo. En la portada, una mujer salta al mar y pienso que a lo mejor no llevo dos meses de retraso, a lo mejor este es el mejor momento para leer este número de la revista. 

Acabo de darme cuenta de que no he hablado de algo fundamental: mis bocadillos son fabulosos. Hoy eran de tortilla de atún con tomate. Después de comer se nubla un poco, se oyen las olas, corre la brisa justa y todos nos ponemos a leer. Clara lee libro que me regaló Ximena Maier el otro día: 100% Naty. Manual de estilo de Naty Abascal. Se enfrasca en cosas como: la maleta de verano, la maleta de invierno, los complementos perfectos. Las ilustraciones son maravillosas y me deja estupefacta que alguien nacido de mí tenga talento y criterio para la moda. María, escondida detrás de su sudadera lee a Chimamanda y su Querida Ijeawele: Cómo educar en el feminismo. Se lo había dado yo hace semanas, pensé que no lo leería. Hoy se lo ha leído del tirón. «¿Te ha gustado?» «Sí, está muy bien». En la escala de entusiasmo adolescente eso está rozando el 10. 

Juan lee Dune en inglés y yo empiezo Conjunto vacío de Verónica Gerber. Hay libros que nada más empezarlos sientes que van a ser especiales. Pienso en  libros y en hombres, y en cómo mis inicios con unos y con otros marcan la relación que tengo con ellos. Decido que  escribiré un post sobre eso. 

En El cotillo comemos helado y me compro una sudadera de ser feliz en una tienda con una dependienta que dice que tengo acento del norte. 


0 comentarios: