sábado, 19 de enero de 2013

UNA DOCENA DE CONSEJOS PARA QUE A TUS HIJOS LES MOLE LEER




Todos sabemos leer. A todos nos enseñaron, dominamos (en teoría)  la técnica  por la que unos signos extraños adquieren un sonido y luego se unen formando palabras, frases y párrafos llenos de significado.
Pasar de ver la lectura como algo que sirve para moverse para el mundo, algo obligatorio   a disfrutarla como uno de los mayores placeres que tenemos a nuestro alcance es otro tema y no todo el mundo lo consigue.
Todos queremos que nuestros hijos lean, que se aficionen a la lectura, que descubran ese placer a su alcance, al que podrán recurrir siempre para aprender, para soñar, para disfrutar, para pensar, para llorar a mares, para reírse a carcajadas, para descubrir otras vidas, para evadirse. Leer para vivir. 
¿Qué podemos hacer para transmitirles ese interés? ¿Para conseguir que la lectura sea un hábito y un placer? No hay una receta mágica...pero hay unas cuantas cosas que sí podemos hacer.


1. Leer, leer, leer, leer, leer, leer

Esto es tan obvio que da vergüenza tener que decirlo pero si tú no lees jamás, si tus hijos no te ven leer ¿cómo van a aficionarse a algo que no conocen, que les resulta ajeno? Tienen que verte con un libro en la mano. Igual que tu hijo jamás será tenista de éxito si no lo llevas a jugar al tenis, tampoco se aficionará a leer si no lo ve la lectura como algo normal a su alrededor.


2.  Tener libros en casa


Tener libros en casa, tenerlos en estanterías en el salón,  en tu cuarto, en su cuarto, en una pila en tu mesilla, encima de la mesa. Organizados por temas, por orden alfabético, sin ningún tipo de orden. Libros como algo habitual y normal, no como algo “místico” y lejano. Libros gordos, libros finos, libros con muchas fotos y poca letra, libros sin dibujos, libros pequeños, grandes, de colores, libros nuevos, libros viejos, heredados, comprados, usados.   


3. Llevarles a la biblioteca

Para hacerles conocer los libros y su mundo nada mejor que llevarles a la biblioteca. En casi todas ellas hay una zona infantil llena de libros pensados para ellos en sus distintas etapas. Tampoco hay que volverse loco y un fundamentalista absurdo y empeñarse en llevar al niño de 1 año a la biblioteca todas las semanas porque sencillamente no se entera, pero a partir de los 3 o así conviene crearles el habito de ir de vez en cuando (semanal o quincenalmente) a la biblioteca. Las actividades que organizan allí como talleres de lectura, cuentacuentos y demás están muy bien, pero no hay que olvidar cual es su función principal: prestar libros. Hay que enseñarles cómo funcionan, hacerles el carnet y dejarles pulular por las estanterías y que cojan lo que quieran.  

4.  Trato con los libros

Leer no implica solo juntar las palabras. Leer implica que te gusten los libros, tenerlos, usarlos, colocarlos, verlos en las estanterías, ordenarlos, desordenarlos, prestarlos.   Tienen que verte tratar con los libros, acarrear uno al sofá, de ahí a la cama, leer mientras desayunas, llevar un libro en el bolso, a la playa, en vacaciones. Leer en la sala de espera, en el parque mientras ellos juegan.  Verte usar y tratar los libros los hace cercanos, los acerca a su vida. Tener libros y poder tocarlos, manejarlos, y usarlos los hace a la vez cercanos en el trato y misteriosos en el contenido.  


5.  Establecer una rutina lectora  

Igual que se enseña (o se intenta)  el hábito de comer, de dormir, de ducharse y de recoger la habitación se puede enseñar a adquirir el hábito de la lectura. Advierto que es duro y a veces fantasearás con el pensamiento “bueno, si no se aficionan a leer tampoco pasa nada”...porque a  última hora del día, cuando ya lo tienes limpios, cenados y acostados...la rutina de “leer un cuento” puede ser terrorífica según el día, el cuento y su estado de ánimo. 

Por supuesto para esto hay que desechar la idealización esa de las pelis que todos tenemos en la cabeza: ellos empijamados, tú pletórico de fuerzas y colmado de amor por tus hijos, iluminados por una lámpara de princesas, dinosaurios o astronautas en una escena idílica leyendo un cuento molón. La realidad se asemeja más a tú utilizando tus últimas fuerzas del día, mientras ellos protestan y tú lees por enésima vez un cuento espantoso y que a pesar de tener 20 páginas  se te hace eterno.  Por supuesto y por si alguien cree en ello, los niños JAMÁS se duermen mientras les lees un cuento  y si hay más de uno se pelearan por el sitio, por ver, por el cojín, por la almohada...

Tampoco hay que fanatizarse con eso, si un día no te apetece o ellos no tienen ganas, no pasa nada, pero piensa que al final funciona. Un día llegarán y dirán: me voy a la cama a leer...y se te caerán las lágrimas de la emoción.  

Después llegará el día en que no habrá manera de apagarles la luz, pero de eso ya te preocuparás más adelante.  

6.Nunca obligar a leer un libro

Que lean lo que quieran, obviamente dentro de lo que es más o menos adecuado a su edad, pero nunca obligarles a coger un libro sencillamente porque a ti te encantó. Que lean lo que quieran, que se atiborren a Gerónimo Stilton, o Harry Potter o que decidan leer solo libros de fantasía. Exactamente lo mismo haces tú,  lees lo que te apetece, lo que te llama y poco a poco has ido saltando de unas cosas a otras, lo mismo les ocurrirá a ellos si les dejas  y llegarán a dónde tú quieres, a dónde a ti te interesa que lleguen, a leer algo que te gusta a ti y poder discutirlo con ellos.  Primero se adquiere el hábito de leer y después el gusto lector…y el gusto lector es muy personal y puede que no lo compartáis o que tardéis un tiempo en compartirlo.

7. Que lean cómo y cuándo quieran

Una vez que han adquirido el hábito de leer, pueden tener rachas de no soltar el libro y otras de no apetecerles o dejarlo a los diez minutos. Déjales, es su ritmo lector igual que tú tienes el tuyo. Puede que lean muchísimo en invierno y en verano se dispersen, puede que no dejen el libro en la playa y no te hagan ni caso, puede que lean tirados en el suelo, subidos a una mesa, que les den las dos de la mañana o que no lean en un mes. Déjales a su aire...poco a poco lo controlaran.  

8. No regalar libros en contraposición a juguetes 

Leer es un placer y jugar también. No son cosas opuestas y nunca jamás hay que decir cosas horribles del tipo: “no te regalo un juguete, te regalo un libro” como si un libro fuera lo bueno y un juguete lo malo.  Hay tiempo para jugar y tiempo para leer y atiborrar a un niño de libros cuando lo que quiere es una muñeca o motos o coches o unos patines es una putada y un sinsentido;  seguirá queriendo su juguete, odiará el libro y te odiará a ti.

9.  Enseñarles parafernalia libresca  

Escribir su nombre en el libro cuando lo compran o se lo regalan, ordenarlos en la biblioteca, tener un cuaderno donde apunten los libros que han leído, que han cogido de la biblioteca, quién se los ha regalado. Hacer dibujos de los personajes y ponerlos en la nevera mientras los están leyendo, buscar las pelis sobre los libros después de que los hayan leído…todo un mundo de cosas para hacer que  no mejoran la lectura pero que mola y engancha.

10. Darle un poco de misterio  

Establecer con ellos un vínculo misterioso a través de los libros. Rebuscar entre tus libros el título justo que quieres o comprar el libro que en  un determinado momento te marcó y quieres regalarles y dárselo diciendo: “Mira, este libro lo leí yo cuando tenía tu edad y me encantó, espero que te guste”.  Por supuesto, volvemos al punto 6, no hay que obligarles a leerlo. Se echa la caña y se espera…con el tiempo acaban picando.  

11. Compartir una lectura en alto   

Esto no es exactamente  igual que establecer una rutina lectora. Cuando les lees un cuento por la noche lo haces para que se acostumbren a tener ese rato para leer, compartir una lectura en alto persigue otra finalidad. Se trata de acercarles un libro más de mayores, que ellos solos no podrían leer porque “es demasiado gordo” e introducirles en ese mundo de tu mano. Tú lees en alto y ellos escuchan, preguntan lo que no entienden, se preocupan por los personajes, por lo que pasará, por lo que no pasará, a veces querrán que sigas leyendo más allá de tus fuerzas, otras veces no querrán que empieces, querrán leer ellos en alto…Compartir esa lectura tiene que ser un momento especial y que al terminar digan: cuando sea más mayor lo voy a leer yo solo.

12. Leer, leer, leer, leer

Es obvio pero indispensable y por eso lo repito. Si tus hijos te ven leer, te ven disfrutar con la lectura. Ven que en cuanto tienes un hueco te pones a leer, que tratas los libros con mimo, que los quieres. Te ven reírte, llorar, abstraerte. Si contestas a sus preguntas con algo como “Lo he leído en un libro” o al ver una película les dices: “en el libro pasan más cosas”…les irás metiendo poco a poco el gusanillo de la lectura, del interés y el amor por los libros.  
Leer mola, enséñaselo.

Este post se publicó en Una docena de hace una semana.  Es uno de los que más me gusta de todos los que he escrito en 5 años de blog.

32 comentarios:

Anónimo dijo...

Primer???!!!
A mi también me ha encantado este post. ¡Gracias!
María.

TXABI dijo...

... un dos en uno ?

Boti dijo...

Leo, leo y leo. En mi casa hay libros en todas las habitaciones. No, no les he leído cuentos ni los he llevado a la biblioteca, pero creo que el resto de los puntos los sigo más o menos. Para mi desesperación, el mediano odia leer, y cuando me dice que para qué leer, que eso no sirve para nada, se me hiela la sangre en las venas. Ya no sé de qué forma hacer que lea. Para una persona como yo, que no concibe la vida sin libros, tener un hijo así es desesperante.

Liborio dijo...

Y si después de estas recomendaciones no adquieren el hábito de leer no hay que preocuparse porque en la vida se pueden encontrar otras muchas cosas con las que cultivar el espíritu.

Gonzalo Viveiró Ruiz dijo...

A mi también me pareció muy bueno cuando lo leí. Lo mejor es que no me fije que fuera tuyo...
Pero no tengo tan claro que con eso les aficiones a leer. Es algo más complejo, hay una parte que depende de su carácter, de su imaginación ...
De hecho entre hermanos puede haber una diferencia abismal en el gusto por leer.

Arabella dijo...

Discrepo en unos cuantos puntos, sobre todo en la rutina lectora y en la parafernalia libresca... A mí me resultarían un coñazo; no leo por seguir una rutina y lo de que me rallasen hasta el infinito y más allá con los libros que leía en el colegio (haz un resumen, coméntalo, dibuja a fulanito, etc, etc, etc...) me ponía el mal genio en niveles muy altos. Sí, lo he leído y lo he disfrutado... Y enlugar de hacer todas las estupideces que la profesora de turno me mandase podría estar leyéndome el siguiente que en ese momento me apeteciese.

Así que nada de rutinas,ni de parafernalias, ni de visitas tan planificadas a la biblioteca... Si quiere leer que lea y si no, hay niños que nunca jamás de los jamases le cogen el gusto.

Mi hermano era el típico niño que supendía 5 o 6 asignaturas por año, por pura vagancia que tenía el chaval. Los profesores pasaban de él tres pueblos, considerándolo un caso perdido. Hssta qcuando teniá 12 años se dieron cuenta de que escribía de P.M. (llegó a ganar algún premio)

Leía porque le salía de dentro, no porque nadie le estuviese encima. Leía por pura diversión, no para contentar a padres ni a profesores.

Lo dicho, si al niño no le viene de dentro, por más que le déis la brasa, no cambiará. Podéis obligarle a leer, pero nunca a que lo disfrute.

NáN dijo...

Este post justificaría el blog entero.

María dijo...

Aprovechando recomiendo una lectura...Como una novela de Daniel Pennac... es sobre lo mismo que has escrito pero de profe y con alumnos pasotas...mi frase favorita: El verbo leer no admite en imperativo. Sube a tu cuarto y lee...resultado ¿nada?"

Anónimo dijo...

Estoy muy de acuerdo. He cumplido todos los puntos con mi hijo de 4 años y cada noche leemos un libro que él elige y le encanta. Uno de sus sitios favoritos es la libreria.
Mi duda es; a partir de que edad se les puede leer un libro de mas mayores? Me gustaria leerle la historia interminable, que a mi me encantó pero no querría hacerlo demasiado pronto...

Anónimo dijo...

Estoy completamente de acuerdo es un buen consejo, mejor dicho 12 para la animación a la lectura, con mis hijos funciona.
Leer mola mogollón y no te cuento nada tus post.

Anónima descerebrada: Rita.

Reyes dijo...

sin embargo, yo soy una lectora empedernida, me bebo los libros y a veces dejó hasta de comer por leer el libro qué tengo entre manos...sin embargo en mi casa mis padres nunca han leído, no había libros de lectura en casa y no hacían conmigo nada de lo qué recomiendas...y aquí estoy, siempre he tenido curiosidad e interés por la lectura, desde qué recuerdo con cuatro años no saber qué ponía en la carta de ajuste de la tele, en los anuncios, en los periódicos y llamar a mi madre para qué me lo leyera...
mi madre fue la qué me enseño a leer, por mi insistencia, antes de ir al cole, y desde entonces no puedo parar
así qué tampoco os preocupéis, sí tenéis hijos lectores, serán lectores hagáis lo qué hagáis,y viceversa.
un beso

C. S. dijo...

Una entrada muy chula. Igual conoces un librito de mi tocayo C.S. Lewis titulado La experiencia de leer. Estais de acuerdo en muchas cosas y seguro que te gusta

Alber dijo...

No podría estar más de acuerdo, coincido contigo punto por punto y coma por coma. Yo adoro los libros, son mi gran pasión y no me compro apenas porque no tengo pasta para hacerlo, pero si alguien me regala un libro, me hace muy feliz. Hace años conté los libros que tenía en mi habitación de chaval y había nada más y nada menos que 116, que no está nada mal. Cuando mi padre se quedó solo en casa despues de que murieran mi madre y mi hermano hizo reformas y para evitarse tener muchos trastos, guardó un gran número de libros en cajas en la cochera: son como un gran tesoro que espera que yo tenga una casa propia para poder venirse conmigo y trepar por las estanterias, colocarse por tamaños, como a mi me gustaba y llamarme a gritos cuando hacía tiempo que no los ojeaba y hojeaba (entre ellos, la Summa Pictorica de mis amores!!!) Ya lo dije una vez en mi blog: para mi una casa sin libros es un lugar triste y vacío, y entiendo que haya gente que no le guste leer y no tenga libros, pero a mi me parece un sitio frío, gris...no se, será porque para mi es algo muy especial y no podría vivir sin ellos. Gran post Moli, al menos tus crías crecerán en un mundo maravilloso gracias a tu esfuerzo, enhorabuena!!

Key Hunters dijo...

Ya me daba a mí la sensación de que eso de que los niños se quedan sopa mientras les leen un cuento es una patraña...
Muy instructivo todo, intentaré recordarlo cuando tenga churumbeles :D

Anónimo dijo...

Siento decirte que no funciona, bueno al menos que no siempre funciona, en mi caso no ha funcionado con ninguno de mis hijos......
De niña nunca ví leer a mis padres, ni una sola vez,yo leía y releía todo lo que caía en mis manos, sacaba todos los libros que podía de la biblioteca y preguntaba a mis amigas por los libros que tenían para prestarlos, yo era de las que leían en la cama con linterna porque no me dejaban....
Mi hermana ( en la misma familia)solo leía por obligación.
Mis hijos aborrecen leer de pequeños hacían lo imposible para que yo no leyera, era verme con un periódico o un libro y liarla... tenía bastantes libros en casa y en muchas ocasiones los colocaba a su altura para que en vez del canto se viese la portada, o los dejaba abiertos por alguna ilustrción atrayente....en la vida han tocado ni uno solo.
Probé a leer en voz alta y callarme cuando la cosa se ponía interesante....ni se molestaban en preguntar como seguía
Me pasé un curso ayudando una vez en semana en la biblioteca de su cole....sin resultado.
Les hice el carnet del bibliobús e íbamos todos los jueves, salvo algún comic, mas de lo mismo.
Ahora ya son mayores y no les he visto nunca leer un libro que nos les hubieran obligado en el cole/instituto.
Como dije al principio, no funciona, al menos en mi caso es así.

molinos dijo...

A ver...queridos lectores que amablemente habéis entrado a decir que "no funciona"...¿ he puesto yo " receta infalible para que a tus hijos les mole leer"?? No lo creo. He puesto "consejos"..y a veces funcionan y a veces no.

Y causística de gente que ha hecho todo eso y sus hijos no leen..hay millones y causística de gente que lee mogollón y en su casa no vio un libro en su vida también.

Hay tantos casos como personas...pero en fin..

Arabella..a mi tampoco me gustaba los resúmeenes ni nada de eso. Y todo esto que he cotngado en el post no son mandamientos, a veces lo haces y a veces no y no pasa nada.


Alguien ha preguntado sobre la historia interminable, yo se la leí a mis hijas el año pasado que tenian 8 y 6 años y les flipó.

En resumen, tu puedes leer hasta las etiquetas de los champus y que tu hijo no lea nada...o al reves, tu puedes ser un zopenco y tu hijo un cerebrín...¿ y que?

Burbuja dijo...

No se trata de sentar cátedra sobre lo que va a funcionar en cuanto a adquirir el gusto por la lectura. Simplemente de una serie de consejos que se pueden seguir y que puede o no, que tengan resultado.

Mi caso: mi madre es una ávida lectora y mi padre no. Lee los periódicos y poco más. Yo no recuerdo si hicieron algo en especial para que a mi hermano y a mi nos entrara el gusanillo lector.
Yo he salido lectora como mi madre y mi hermano era más de leer cómics y tebeos. Ahora tampoco sigue siendo un gran lector, pero este año le hemos regalado para Reyes la biografía de Steve Jobs. Sí, no es el paradigma del libro ideal, peeeero, le ha hecho ilusión y tiene ganas de leérselo, con 27 añazos xD

El caso de P: mis suegros no leen apenas. Cero hábitos de lectura. P lee con avidez y le encanta (menos mal) Mi cuñada, muy poco o casi nada. Aunque ahora le ha dado con la trilogía del infumable Grey *suspiro*

Así que nunca se sabe cómo puede salir la cosa. Lo que tengo claro es que yo lo intentaré para que les guste la lectura y descubran todo lo bueno que tiene ;)

Gracias Moli, me ha encantado el post! ^^

Anónimo dijo...

Me ha encantado el post. Con una niña de dos años, estoy recuperando mi hábito lector... Y empezando a intentar meterle a ella el gusanillo...

Cris

Ana dijo...

Desde la amargura de una lectora compulsiva debo decir que en mi casa se han seguido los doce puntos y algunos más y mi hijo mayor, de diecinueve años, antes muerto que leyendo un libro.

B dijo...

Supongo que casos hay tantos como personas, pero reconozco muchos de los consejos, porque en mi casa se ha leído siempre. Mi hermano lee menos, pero le gusta leer, lo mío no es normal, ya lo sabes...todo me motiva y todo me gusta.

Soy un poco prejuiciosa con la gente que no lee y creo que jamás me habría emparejado con N si no le gustase leer (aunque sólo sea porque si él lee no me molesta mientras yo leo) y me encantaría que a mis hipotéticos hijos les guste leer.

Anónimo dijo...

Me encantan el 8-9 y10.
Pero a veces puedes hacerlo todo bien y que no les entre y que otro con el qye lo han hecho todo mal(conmigo no se cumplio ni uuuuno de esos puntos, encasa no habia literatura sino solode la tematica que le gustara a mi madre y me llegaron a azotar por leer cosas tan "vacuas", segun ella, como enciclopedias y soy una adicta a los libros) y que por pura rebeldia se enganchen.
Los niños son muuuuy raros,

Anónimo dijo...

Tal cez solo es que no ha dado con algo que le interese.... Mira los millones y millones de niños que nunca habian tenido interes por la lectura pero se engancharon a harry potter...

Anónimo dijo...

A que si? Yo con mi hermano pequeño no leia con el pero le regalaba los libros mas guays que encontraba desde bebe y me los leia yo primero para comentar la jugada con el. La fnac es el paraiso

Juliet dijo...

Es un post precioso. Y me recuerda a cómo mi padre me fue descubriendo poco a poco este mundillo. Cuidaba los detalles, nos regalaba libros especiales xq sí, no se enfadaba si tardábamos mucho en leerlo.. No puse resistencia y me enganché enseguida, igual que mi hermana.

Pero sí es verdad que mucha gente de mi entorno no lo hizo en parte por culpa de la poca habilidad que tenían en la escuela para hacerte leer. La pena era que te hacían leer libros buenísimos, pero como eran "obligatorios", con un plazo, con un trabajo (lógicamente), se interpretaba como algo muy negativo.

Albert dijo...

Yo voy a dar testimonio de que puede funcionar. Hemos aplicado (si es que podemos usar este verbo, simplemente hemos hecho lo que nos gusta hacer con los libros) casi todos puntos que aconsejas. Cada noche, nuestros hijos (6 y 11 años) leen por gusto antes de dormir. Este fin de semana, sin ir más lejos, nuestro hijo mayor me ha dicho que lo pasa mucho mejor leyendo los libros de Harry Potter (está por el 3º, que pidió a los "reyes"), que viendo las películas. No puedo describir la emoción que me produjo. Le abracé y pensé ¡lo conseguimos!

Unknown dijo...

Yo fui de esos niñas q no conseguía dormirse sin leer un ratito en la cama, que cuando los reyes le traian los libros del pequeño vampiro se lamentaba de que fuesen tan cortos pq me lo había leído en un día y medio. Me parece una entrada estupenda, lo que no voy a saber es que hacer cuando tenga hijos pq de un tiempo a esta parte todo lo que tengo son libros electrónicos y verse en los estantes se ven pocos :)

Adaldrida dijo...

No sabes cómo me ayuda tu post. Gracias.

Anónimo dijo...

Mi marido lee hasta dormido, es crítico de arte, ha escrito libros de poesía, una novela, muchísimos catálogos sobre pintura, en el periódico..., yo trabajo en una biblioteca, la he traído, y un verano hizo un Taller durante dos semanas, relacionado con los libros, la he leído cuentos todas las noches desde sus dos hasta sus seis o siete años hasta que se quedaba dormida,.
Nunca ha habido libros por juguetes, ella leyó un libro al mes durante tercer y cuartro de primaria, haciendo sus fichas correspondientes.
Hemos leído páginas alternas ella y yo en voz alta.
Y yo que sé cuantas cosas mas. Y a mi hija mayor NO LE GUSTA LEER, NO LE GUSTAN LOS LIBROS, lo bueno es que está en 4º de la ESO, y estudia muchísimo, saca muy buenas notas.
Parece que a la pequeña que tiene 9 años le gusta mas.
Espero que tu post ayude a mucha gente.

Anónimo dijo...

... si nada esto funciona, yo tengo la solución:
¡¡Prohibidles leer!!

Principito dijo...

Me gusta, sí señora. Me mola el post, lo que dices me parece evidente, pero a mí no se me habría ocurrido ponerlo por escrito tan requetebien.
La idea de que mis niños lleguen algún día a amar la lectura me resuelta emocionante, Ahora tienen siete meses y....son ellos los que APENAS ME DEJAN LEER...pero sigo intentándolo.

Anónimo dijo...

En mi casa nunca vi a mis padres leer más allá del periódico pero siempre nos fomentaron a mi hermano y a mi el amor por la lectura: si recibíamos un premio después de ir al médico, era un cuento. Para los cumples siempre caían tebeos y/o libros. Nos hicieron socios de la biblio de pequeños y fomentaron q intercambiásemos lectura con los amigos. En nuestro caso funcionó y hemos salido dos devoralibros. Recuerdo con nostalgia aquellas vacaciones en la playa en que nos llevamos la colección de Agatha Cristhie y competíamos por ver quién descubría antes al asesino... Que tiempos!

Yo aplicaré la misma técnica con mis princesitas!!

Y ahora, a la cama a leer!.

Maria Jesus Reyes dijo...

Que post más bonito! Te he imaginado con las prizezas, y a la vez me ha recordado que todo ésto ( en la medida que podía), lo hacía mi padre con nosotras. Mi hermana nunca cogió el hábito de leer, pero yo he sido una gran lectora desde pequeña. Ahora mismo estoy en una época en la que leer se me está haciendo bola, pero tu blog me está reconciliando con la lectura y me está ayudando a no perder el hábito. Muchas gracias, Ana!