viernes, 20 de julio de 2012

UNA DOCENA DE CONCEPTOS VERANIEGOS QUE SE HAN PERDIDO


Muchas cosas siguen igual. El verano viene al final de la primavera, hace un calor de mil pares de narices, hay que sacar la ropa de verano, hay que comprar bañadores y chanclas, los días se hacen más largos, hacemos planes distintos que el resto del año y se ve todo con más luz y más ganas.

Pero hay otras muchas cosas que ya no son igual. Unas porque se han perdido, otras porque nos resultan imposibles, otras han cambiado tanto que ya casi no se reconocen y otras han sido injustamente borradas del mapa.
Para hoy 12 recuerdos nostálgicos del verano…

1. La expresión “ir de veraneo”

¿Dónde vas a veranear? El verbo veranear se ha perdido. Si lo usas ahora, suena “viejuno”. En sus tiempos hacía referencia al sitio donde pasabas el verano, 2 meses, mientras tus padres (o tu padre en la mayoría de los casos) curraban. Solía ser el pueblo de tu familia, la casa de un familiar, una segunda residencia. Eso ahora ya no se da. Ahora se dice “ ir de vacaciones” y se refiere al tiempo exclusivo en que los progenitores no curran y todos en plan familia feliz hacen las maletas y se van.

2. El gazpacho

El gazpacho era un acontecimiento, llegaba junio y el primer día que había gazpacho de comer marcaba el principio del verano. Comenzaba la época de las ensaladas, la ensaladilla rusa, las comidas friías. Adios a los guisos de cuchara y las sopas de fideos. Ahora hay gazpacho todo el año en cualquier supermercado, ya no hay sorpresa, no hay emoción, no hay espera. Y además ahora ya no se toma en plato o en cuenco con cuchara. El gazpacho ha pasado de ser primer plato a ser bebida. Y se toma en vaso.

3. El cine de verano al aire libre

Casi no quedan cines de estos. Hay ciclos al aire libre, parques donde ponen pantallas, plazas de pueblo en las que en fiestas ponen Toy Story, pero no cines de verano al aire libre con su programación diaria que descubrir cada día con sorpresa y emoción. El cine de verano ya no es la oportunidad de ver las películas que no habías visto durante el año.

 
4. El tiempo eterno

Dos meses y medio de vacaciones era una medida de tiempo eterna, era equivalente a un año, una década, un siglo. Parecía una cantidad de tiempo obscenamente larga… Ahora el verano siguen siendo dos meses, julio y agosto, pero desde el 1 de julio estás pensando en lo que te espera en septiembre… y sabes que el tiempo pasará muy deprisa.

 
5. El aburrimiento

El verano era una época para aburrirse, para no hacer nada. No existía el absurdo concepto actual de “aprovechar para”. No había que aprovechar nada. Hacía calor, nada que hacer, sonaban los grillos, los días eran larguísimos y tocaba aburrirse hasta el infinito. Nunca, como en los veranos de la infancia, el aburrimiento fue una realidad tan tangible.

 
6. Las fiestas de los pueblos

Ahora todas las fiestas son iguales: botellón, puestos de falsa artesanía, mercadillos medievales y los mismos castillos hinchables. Ya no son las fiestas de los pueblos, los mismos saraos se organizan por el día del niño, el día mundial del árbol o el festival de otoño. Han perdido la gracia. Antes las fiestas de los pueblos marcaban hitos en la lenta rutina del veraneo.

7. La siesta

La siesta obligada y eterna. Esa siesta en penumbra con la casa en silencio. No querías dormir y te agarrabas a tus tebeos con el firme propósito de “ no dormir porque no tengo sueño” para despertarte dos horas después con la cara surcada de las arrugas de la almohada. No habia 20 mil canales para ver pelis, ni internet, ni dvd… el único recurso que tenían tus padres para tener un poco de calma era obligarte a echarte la siesta.

 
8. La digestión

“Hasta dentro de dos horas no te puedes bañar que tienes que hacer la digestión”. Dos horas eternas mirando el mar o la piscina y preguntándote si esas historias terroríficas sobre muertes súbitas por meterse en el agua con la tripa llena serían ciertas. Sin lugar a dudas, la digestión era el proceso fisiológico más odiado. Y se mantuvo en ese puesto hasta la llegada de la resaca.

 
9. Los bichos

Mantis religiosas, saltamontes, grillos chillones, escarabajos, chicharras, arañas de patas largas y cuerpo pequeño, arañas de cuerpo peludo y patas cortas, langostas, abejas, avispas, moscas verdes, mosquitos gigantes..toda una fauna que había que ahuyentar de tu cuarto a la hora de dormir y siempre con el zapato de tu hermano.

 
10. Los amores de verano

Todo el verano flirteando, miraditas, mensajitos, encontronazos, “a mi amigo le gustas” , “te va a pedir salir”… para concretar en un beso casto a 10 días de terminar el veraneo. Promesas de cartas invernales y de amor eterno.

 
11. Los polos

De hielo y con palo de madera que se chupaba hasta dejarlo impoluto. Popeye, Colajet, Drácula, Minimilk…algunos siguen existiendo, pero ahora no se dice polos. Se dice “ vamos a por un helado”.

 
12. Desintegrar el bañador

Levantarte por la mañana, ponerte el bañador y no quitártelo hasta la hora de acostarte. Repetir este proceso todo el verano, hasta que el bañador favorito estaba sin goma, casi transparente y tu madre lo tiraba.

Algunas de estas cosas molaría recuperarlas. Otras que siguen inalterables habría que eliminarlas: los horteras de playa, la canción de verano, el olor a crema solar, las broncas familiares por exceso de convivencia, los especiales de los suplementods dominicales sobre cosas que hacer en verano… pero es dará para otra docena de.


Republicado de Unadocenade

28 comentarios:

Anónimo dijo...

me encanta!
Cesar

Susana dijo...

Qué buena recopilación. A mí también se me hacían los veranos muy largos, aunque a veces echo de menos a los bichos y todo. Un beso.

maría dijo...

Nosotros somos unos afortunados todavía veraneamos en un pueblo pequeño y con playa, plaza y fiestas. Y ni mis hijos ni yo lo cambiamos x el mejor resort del mundo. Playa y pueblo desde el 22 de junio al 9 de septiembre. Un saludo maria

andandos dijo...

Creo que te estás haciendo mayor, como todo el mundo, por el estilo y el tema de este post. No es muy importante, es inevitable. Estoy de acuerdo con muchas de las cosas que dices, pero la publicidad sigue usando muchos de los conceptos veraniegos que enumeras para vender más. Lo digo porque soy más mayor que tú y me han vendido, con los mismos conceptos, varias veces a lo largo de mi vida.

Un saludo

Salamandra dijo...

Cariño, siento discrepar pero este es un típico post carrocil. Si tuvieras 15 años, te aseguro que continuarías comiendo polos, teniendo el tiempo eterno, aburriéndote y echándote la siesta. Por no hablar de las fiestas de los pueblos: los de ahora las viven como las vivías tú entonces. Pero tú te has hecho vieja.

Y que conste que te lo dice una más vieja que tú.

Petons ;-)

Dulcinea dijo...

Que razon tienes!! bss

Sol Elarien dijo...

Lo que más echo de menos es lo de desintegrar el bañador. La ropa interior casi dejaba de existir, me levantaba y me colocaba el bañador con la anticipación de pasarme el día en remojo en la piscina. La digestión era odiosa, aunque en Linares existía una cierta flexibilidad y me acuerdo de las tortas que nos traía mi tía para merendar y que nos tomábamos sin molestarnos en salir del agua.

NáN dijo...

“comprar bañadores”, ¡qué risa, tía Felisa! Mi meyba va para 15 años.

Razón en el 1: se ha perdido la figura del Rodríguez, que tantas noches de esplendor dio a Pasapoga y similares.

Razón en el 2: tomar gazpacho en vaso servido de un tetrabrick de Mercatots es una *#|//@

3: me estás haciendo de llorar en este mismo momento.

4: añadamos una banda sonora de cigarras y he tenido que ir por un paquete de kleenex.

5: la indolencia, esperando tres horas que pasara un perro para tirarle una piedra, nunca la he confundido con el aburrimiento.

6. Y en las bodas te ponías hasta las trancas. ¡Qué tiempos!

7. ¡diferencia! Con el plátano en la boca, cogía la bici, trucada con cartoncitos en los radios para que sonara como una moto, y partido de fúrbol de 3 horas al sol en un descampao. Todos los padres de la colonia de veraneo estaban encantados de nuestra desaparición colectiva.

8. Es la leyenda urbana que más daño innecesario ha hecho a los niños.

9. O que cazar en el campo, enlatar y soltar en la habitación de tu hermana y tus dos primas de Madrid. Sin bichos, el verano habría sido como un invierno.

10. Tú veraneabas en Boston y yo en California. O eres prima de ET. O hay algo que no entiendo.

11. De hielo, sin nombre comercial, diferenciados por el color. Pero lo mismo.

12. La diferencia más grande: tirar un bañador, ¿estabais locos o qué?

En fin, que nunca hemos coincidido tanto y tan bien.

Oswaldo dijo...

Coincido con la percepción de algunos foristas que escribieron antes, en que varias de estas cosas dejadas en el pasado han desaparecido en nuestra (colectiva)vida por simple razón de edad; pero hay otras que no, sino que su desaparición es histórica, cómo los cambios generados por la tecnología (TV, BlueRay, internet, etc)

Pero ciertamente...
¿Qué rayos le pasó a "La Digestión"?
DOS HORAS!!! Con la piscina absolutamente vacía mientras TODOS los compañeros del sitio de veraneo hacían LA MISMA digestión que uno, obligados por madres idénticas a las de uno.
Lo máximo que yo le he pedido a un hijo mío puesto ante una piscina inmediatamente después de comer, es que "no exagere con el esfuerzo". Pero la medida del asunto la he dejado a su criterio y ha resultado siempre que el propio organismo, de manera natural, les ha indicado el límite de cuánto pueden exigirle a una barriga llena.
Cosa que representa un impresionante contraste con el hecho de que a mí y mis iguales no nos dejaban siquiera entrar al agua a "estarnos quietecitos"...

La cosa ERA MENTIRA...

Por cierto, Moli, esperaré con ansias un blog donde hables del "exceso de convivencia", con bronca familiar incluída. Creo que será digno de verse.

Anónimo dijo...

Efectivamente es la edad que corre demasiado y no puedes parar el tiempo como cuando eres niño o adolescente que lo único que querías era cumplir lo 18 para ser mayor. Y ser libre...libre?

El gazpacho en mi casa sigue siendo de temporada al igual que los caldos en invierno. Esto no quita que de vez en cuando y en pleno verano con la me tome una judías de Tolosa para que me lleven a urgencias (vale de la privada para no hacer gasto público)

Camilo

Di Vagando dijo...

NaN, descansa.

MO, me quedo con el aburrimiento (cómo nos podíamos aburrir?), yo lo recuerdo muy unido a la siesta y cuando daban toros en la tele. Lo Peor.

Y con los amores de verano, y llegaba SEp y el mundo se acababa, etc. A la semana de vuelta al cole, todo olvidado.

ESo era vivir al límite!

muxu

di

PS: COnfesión: yo descubrí el gazpacho (en mi casa nunca se hacía) en Waitrose (supermercado londinium)... tienen "Alvalle" por un precio ridículo-de caro. AHora tb lo hace el Peda... puede ofrecerlo como trueque (aparte de su cuerpo, anota). Ji.

JP dijo...

Yo los veranos al campo porque playa en canarias ya nos aburre. Pero molaba, recoger cerezas, pescar en el río o bañarse, los cines de verano, pasear en bici, eso si el verano empezaba con tres espantosos días metido en un barco rumbo a Cadiz donde siempre potábamos y estábamos de color verde mareo, que en el barco estuviese Torrebruno no ayudaba a sentirnos mejor. Acababas hasta los mismísimos de tigres y leones.
¡Ah! por cierto, que sepáis que los cortes de digestión no existen, son los padres.

Unknown dijo...

Bueno a eso se le llama evolucionar o ir adaptándose a los nuevos tiempos. De todos modos no todo se ha perdido, como el gazpacho, las fiestas en el pueblo y la siesta!!

NáN dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
NáN dijo...

Di, ¿quieres decir, figuradamente, “descansa en paz”? Eres demasiado fina para decir “muérete un rato”.

Lo de septiembre y el desamor estamos todos de acuerdo, solo me extrañaba lo de “un beso casto”. Quizá porque, pasada la infancia, como estaba en un puerto de mar estaba todo lleno de francesitas. Pero desde el 20 de agosto, en las disco-boites-cutres sonaba varias veces Melancolía de Bruno Lomas (http://www.youtube.com/watch?v=NoBfzlPxL_c)
Era un despiporre de lagrimeo, apretones, de “cojamos una pistola y nos matamos aquí mismo”. Tampoco estaba mal la versión de Peppino di Capri, http://www.youtube.com/watch?v=iHJY2ZB1s4c.

Del cine, “Cinema Paradiso” lo dice todo, mira que soy poco llorón (salvo cuando las gafas de leer se me han quedado dos dioptrías atrasadas: creía que me había vuelto un sentimental, pero probé a leerme el catálogo de Mercatots y lloraba igual, así que me dije: “Es la vista, imbécil”), pero en esa peli se me abrieron surcos en las mejillas.

JP, lo has definido perfectamente: son los padres. Hacía falta un valiente que lo dijera.

Jó cómo están los patios de apagáos. Se me ocurre escribir un guión de cine titulado “Las conexiones a Internet no son para el verano”.

Ese vacío me da pie a reintervenir a placer. El motivo de tener un blog no es otro que comentar en los de los demás sin ser un Anónimo. En mi opinión, después de que Anónimo escribiera el Lazarillo de Tormes, nadie es digno de usurpar su nombre.

Pep dijo...

Moli en su mejor salsa... veraniega..

Vuchita dijo...

Mmmmm...colajet.Que tiempos!

Di Vagando dijo...

Bobolo NáN. Una de mi trabajo me ha enseniado esta expresión q usamos con gente non-grata allí: FOAD (F* off and die). Me encnata, pero va destinado a otros perfiles...

Cine, has visto ya lso 15 primeros minutos de "Up" por lo del lloro?

Estoy leyendo un artículo sobre "enfermead mentla inducida por la multimedia", igual lo divago.. por ese lado, igual es mejor q la gente este en el picnic en lugar de aquí? Dicen q los teens envían 3700 txt al mes!

Me voy al super, si lo hago online (siguiendo lo anterior) me traen tubérculos extranios anglosajones q con los q no sé que hacer.

muxus

NáN dijo...

Me ¡encanta la expresión! Es algo así como de asesinos sexuales en serie. Veo que la preparación para la inminente III GM se acelera.

En cuanto a la peli de dibus, incluso de enanito me negaba en redondo a salir de casa si me pretendían llevar a una peli de dibus (en aquella época = Walt D.). Me niego, me niego y me niego a cambiar de opinión ahora.

Paseíllos dijo...

Mandar a hacer recados. Y que te den la vuelta.
Moli eres muy perspicaz para captar las cosas, categorizarlas y darte cuenta de cómo se van diluyendo en otras cosas.
Y no contestas a comentarios, salvo para defenderte o atacar...no me convence esta actitud, después de halagarte por lo que creo que lo mereces, tambien te digo que no volveré a comentar.

NáN dijo...

Paseíllos, defiendo a Molinos: ¿Quién es el guapo que responde a decenares o centenares de comentarios? Ella aporta lo que aporta y, si no nos liamos entre nosotros, es culpa de nuestra vacuidad, no de su plenitud conceptual.

Efe dijo...

¡Ja!

Tendrías que haberlo titulado:

"UNA DOCENA DE CONCEPTOS VERANIEGOS QUE HE PERDIDO"

Porque lo que es yo, sigo agarrado a la mayoría de ellos como una garrapata a un perro.

Tsk, tsk.

Hans dijo...

En algunas casas (e. gr., la mía) el gazpacho industrial de frasca está vetado, de manera que dicho manjar sólo se toma en su temporada correspondiente, y por supuesto como primer plato, no en vaso, y por supuesto en cantidades industriales. Soy adicto. Mi Santa hace el más mejor del Universo, y viva la Thermomix a tal efecto.
Por lo demás, tienes bastante razón en unas cosas y otras no las comparto. Los polos, vistos en la distancia, y comparados con los helados, son poca cosa. Me ha sorprendido que no hayas citado el Flagolosina ("miricohelado-delcongelador-losacocongelado-siemprenelacima-flagolosina...")

Aurora dijo...

Uffff, yo creo Moli, que lo que he perdido es la sensación de verano, ya no hago veraneo franquista en el pueblo (a 50kms de madrid) y bajo a trabajar todos los días, me quedo en la city y eso hace que no tenga sensación de verano, sino de mucho calor, pero como el resto del año, además cogiendo vacaciones en junio y septiembre, más difícil todavía...
Yo también echo de menos los polos, ahora parece que sólo se pueden tomar helados pijos, dónde quedaron los polos de limón y naranja de toda la vida?
En cuanto a la siesta... ahora es deseada y buscada, ainsssss

Juliet dijo...

Q putada leer esto un lunes por la mañana desde la oficina. Madre mía, q recuerdos, y q felices fueron mis veranos de niña. Solamente espero algún día mis futuro hijos se sientan igual de bien.

Madamer dijo...

Totalmente identificada, punto por punto... me he reído con lo de la siesta, tal cual jajajajjaja.

Madamer dijo...

Ay Moli se te ha olvidado añadir que te podías quemar razonablemente sin protección o acelerarlo con crema de zanahoria... luego desteñías en naranja, pero fardabas un montón ;)

Marian dijo...

¡¡Que recuerdos !!!De acuerdo contigo en todo...