La crisis es que hace unos meses la palabra “intervención” te pareciera el horror, el Coco, el Marango, el Sacamantecas y ahora la veas como algo deseable. Estás hasta los huevos de esperar a que pase lo peor, que pase ya y por lo menos te quitas la incertidumbre.
La crisis es que cuando alguien viene y te dice “ya verás cómo nos intervengan” con tono amenazador, tu contestes…” sé que no será una fiesta, sé que nos putearán hasta el infinito, pero el que lo haga no pondrá cara de bueno, ni se hará pasar por el abuelo de los Pitufos”. Será un cabrón con todas las de la ley.
La crisis es pensar en las vacaciones y decidir dejarlo para la semana que viene. Lo mismo no tienes vacaciones porque no tienes curro y si tienes curro te da cargo de conciencia pensar en gastártelo en vacaciones.
La crisis es que te den ganas de matar cuando algún gilipollas te dice que elegiste ser cigarra. ¿Y tú? ¿Has elegido ser imbécil y usar los cuentos sin criterio o te sale solo?
La crisis es encontrarte pensando en cosas por las que actualmente no pagas (es un decir) y ahora son susceptibles de ser sometidas a un impuesto en nombre de la mal entendida austeridad. Son cosas que si hace unos meses te hubieran dicho que ibas a tener que pagar, te hubieras descojonado…lo aterrador es que ahora parece perfectamente factible. Ir al parque, caminar por las aceras, sacar un libro de la biblioteca, sentarte en un banco de la calle…
La crisis es hacer un huerto en Los Molinos. Y en esa misma semana, hablar con tres personas distintas que han montado huertos en sus casas.
La crisis es acordarte de la conversación sobre volver al trueque del año pasado y darte cuenta de que no podrías aportar nada…bueno, ahora, el huerto.
La crisis es que la Alemania de entreguerras aparezca en tus conversaciones.
La crisis es devolver regalos de El Corte Inglés para comprar zapatos para tus hijos.
La crisis es no tener ganas de hacer planes, ni de ver a la gente. Darte cuenta de que mandas la mitad de mails que hace un año. No es que no te apetezca, es que no te sale.
La crisis es sentirte permanentemente como un dibujo animado con un nubarrón gris encima. Da igual donde vayas, da igual lo que corras, da igual lo que hagas...la puta nube está sobre tu cabeza.
La crisis es mirar a tu alrededor y comprobar que todos van corriendo con su nubarrón gris encima.
La crisis es pensar en el futuro y darte cuenta de que ha cambiado. Antes lo veías todo en blanco, nítido, cristalino...con pinta de “futuro” y ahora lo ves como si te hubieras metido en un episodio de Cuéntame.
La crisis es acordarte de tu último viaje a Portugal, cuando comentaste que viajar allí era como ir al pasado de España. Ahora resulta que ese pasado ha llegado aquí, tú te visualizas como Merche y encima no sabes usar una máquina de coser.
La crisis es pensar que somos el hazmerreir de Europa. No nos invitan a una cumbre de crecimiento por cosas obvias como que no vamos a crecer ni aunque nos rieguen…y que Mariano haga el más espantoso de los ridículos diciendo “pues no respiro hasta que me inviten”. Vale, ya vas a ir… ¿y qué? No podemos ser más patéticos…
La crisis es pensar que has escrito “no podemos ser más patéticos” y seguro, seguro, seguro que conseguimos serlo.
La crisis es que tu también quieras semana caribeña…que vaya a juego con el sueldo mozambiqueño que va a quedarte.
La crisis es el retorno del “por si acaso”. No me voy a comprar esa camiseta “por si acaso” me hace falta el dinero para mortadela. NO voy a tirar estas sandalias cochambrosas por si acaso aguantan todo el verano. No voy a tirar estos jerseys de pelotillas por si acaso el otoño que viene estoy en paro. Por si acaso, por si acaso, por si acaso….
La crisis es soñar con ser William Munny y poder ir a una rueda de prensa de la parada de los monstruos, o al congreso y acorralar a todos los políticos. “Vengo a pedir explicaciones. El primero que diga “y el otro más” o “la culpa es del otro” o hable jerga demagógica suponiendo que soy gilipollas…le meto un tiro le tiro al lago con un peso atado a los pies”. Sí es violencia, sí es hostilidad…pero es mi sueño y molaría muchísimo.
La crisis es pensar que lo improbable está increíblemente cerca de ser realidad.
La crisis es levantarte todos los días, esforzarte en pensar que todo saldrá bien a pesar del nubarrón negro que te han puesto encima.
La crisis es...(I)La crisis es..(II)