martes, 10 de abril de 2012

EL SOBRINISMO.

Ser padre mola, tiene sus momentos mejores y peores, pero digamos que en general mola, aunque nunca puedes relajarte. Es un trabajo full time y agotador.

Ser tío mola muchísimo, todo el tiempo. Antes de nada, vamos a dejar claro, que ser tío de sobrinos carnales no es lo mismo que ser tío de sobrinos políticos. Sí, sí...todos son muy monos y todo eso…pero NO es lo mismo. Cuando los niños son de tus hermanos, no das crédito a que esas cositas tan monas con las que babeas y te llaman tío sean obra de los energúmenos de tus hermanos o de la bruja de tu hermana. Al fin y al cabo tus sigues viendo a tus hermanos como los cabrones con los que te pegabas, jugabas y los cabrones que se descojonan de ti…y de repente tienen niños adorables que te llaman tío. Y se te cae la baba, claro. Sobre todo porque puedes disfrutarlos un ratito y luego pasar de ellos. Por eso mola ser tío, porque no es un curro full time…es más de media jornada. Puedes estar agotado...pero sabes que habrá un fin.

Cuando no tienes hijos y tienes sobrinos, los sobrinos molan pero dan bastante el coñazo. Te joden la siesta, quieren ver dibujos cuando tú quieres ver una peli, te persiguen para jugar al futbol, te persiguen para bañarse contigo en la piscina. Tú eres el tío molón y quieren estar contigo. A ti, según te dé el aire puedes dedicarles atención o pasar olímpicamente y por supuesto no tienes problemas morales sobre si deberías educarles o no...Ni te lo planteas. Tu quieres a tus sobrinos para disfrutarlos y punto y cuando te cansas…dices: eh...que yo me voy a echar la siesta...ahí os los dejo.

Lo mejor es ser padre y a la vez ser tío. Eso es el premio gordo...

A los sobrinos se les quiere mucho, muchísimo. Es una sensación muy rara y que no te crees que te vaya a pasar. Tú ya tienes hijos así que seguro que controlas esos afectos hacia el mundo infantil. Pero luego llega el momento y ves a tus sobrinos y a tus hermanos/as ejerciendo de padres o madres y flipas. Flipas con tus hermanos y flipas con tus sobrinos.

Con tus niños no te puedes permitir aspirar al premio popularidad del año. Eres el padre y tienes que ser firme, eres el que pone las normas, el que organiza, en una palabra el que dice que NO. Pero eso solo con tus niños…a tus sobrinos les puedes decir que SI a todo…ya tienen padres que les digan que NO.

Tienes la sabiduría suprema paternal y puedes pasártela por el arco del triunfo con tus sobrinos. Sabes lo que deberías hacer…y pasas…es un saltarse las normas tan a la torera que te sientes liberado. Un gustazo. Se parece mucho al solterismo.

Y te lo pasas en grande.

Tus sobrinos sirven para hacer todo lo que no puedes hacer con tus hijos. A tus sobrinos no les pareces aburrido, ni el mismo de siempre que les va a decir que no. Tú molas…y molar tanto de tío compensa mucho de los sinsabores de la paternidad propia.

Como padre y tío a la vez, tampoco tienes problemas morales sobre si deberías educar a tus sobrinos o no. Conoces el dilema y optas por la opción fácil…no vas a educarles, vas a mimarles, vas a decirles que si….

Cuidar sobrinos puede ser agotador, pero tiene muchas ventajas:

- Para empezar compensa tus bajos niveles de popularidad maternal. Cierto es que a esto contribuye mucho la novedad. Tus sobrinos no te tienen tan visto como tus hijos y por eso les molas. Por eso y porque no saben muy bien por donde entrarte…así que suelen portarse bastante bien y eso te hace pensar...” eh...esto no se me da tan mal”.

- Aumenta mucho tus niveles de popularidad entre la población infantil (exceptuando tus hijos). Tus sobrinos consideran que eres guay, que molas mucho y te dicen cosas adorables como que te quieren mucho.

- Ser tío te permite ser irresponsable. Disfrutar de cuidar niños pero sin que sean exclusivamente tu responsabilidad. Mejor dicho…es una responsabilidad con fecha de caducidad y si algo no funciona o algo va mal…tú no eres el único responsable..tendrás a quién recurrir. Con tus propios hijos no pasa eso…eres el responsable único y absoluto y eso pesa mucho. Ser tio es más ligero.

- Te relajas. Poder decir que si a todo sin pensar en que es una batalla que pierdes en la guerra por la educación...porque sencillamente no es tu guerra…relaja mucho.

- Tus hijos te ven desde una nueva perspectiva…puede que moles mucho si sus primos están tan contentos contigo.

A lo mejor creéis que cuidar sobrinos es un trabajo egoísta. Para nada. Se hace también por los propios hijos. Tus sobrinos son adorables e ideales…pero tus hijos siempre lo serán más...asi que cuando por fin dejas de cuidar a tus sobrinos...tus hijos te parecen más mejores y te enfrentas otra vez a tu curro de padre full time con nuevas energías.

Por supuesto dedico este post a mis dos sobrinos, los niños más guapos y más adorables del universo: Minicuñado y LittleRed.

domingo, 8 de abril de 2012

UNA DOCENA DE LIBROS PARA VIAJAR APRENDIENDO SIN MOVERTE DEL SOFÁ




Las guías de viaje son útiles cuando vas a visitar algún sitio. Tienen su razón de ser, decirte hoteles que no podrás pagar, hoteles que sí puedes pagar pero que están lejísimos o en los que no encuentras habitación, recomendarte restaurantes secretos que por supuesto han dejado de ser secretos desde que aparecieron en la guía y aconsejarte actividades que casualmente se celebran de enero a septiembre y tú vas en octubre. En cualquier caso, sirven para hacerte creer que sabes a dónde vas, que sabes por dónde te mueves y para guardar las entradas de los sitios que visitas con la idea peregrina de hacer un diario del viaje cuando vuelvas a casa.

Los libros que recomiendo en este post no son guías de viaje, pero sirven para conocer los lugares de los que hablan. Para conocerlos de verdad, para aprender de su historia, de sus costumbres, de su cultura, de su gente, para aprender incluso lo que no quisieras saber. Son amenos, entretenidos, instructivos, divertidos, escalofriantes a veces…te hacen a reír a carcajadas y también derramar lágrimas. Y todo eso sin salir de tu sofá. No se puede pedir más.


1.Ébano de Ryszard Kapuscinski

Para mi gusto la mejor obra del periodista polaco. Un acercamiento al continente africano para completos desconocedores del tema o para iniciados. Kapuscinsky a través de su experiencia como periodista en los países africanos,desgrana a través de anécdotas, historias y reflexiones las distintas realidades de países como Sudán, Etiopía, Rwuanda, Liberia, Sierra Leona. Conmovedor, entretenido, didáctico y en muchas ocasiones espeluznante.

2. El Imperio de Ryszard Kapuscinski

En esta ocasión el bueno de Ryszard te lleva a conocer la Unión Soviética desde su primer contacto con ella en 1937 cuando el Ejército Rojo entra en Polonia y a través de distintos viajes realizados durante toda su vida. Kapuscinski te lleva a las repúblicas de nombre impronunciable que difícilmente situarías en un mapa y cuenta historias que sencillamente te dejan sin palabras.

3. En Siberia de Colin Thurbon

El escritor británico realiza un viaje atravesando Siberia desde los Urales a Vladivostok, la mayor parte del trayecto en el mítico Transiberiano. Siberia es una gran desconocida, una extensión enorme de territorio alejado de todo y de todos: un mundo desconocido. Muy entretenido, proporciona muchísima información y además trae un mapa que es fundamental en este tipo de obras. Muy recomendable.


4. En las antípodas de Bill Bryson

¿Qué sabes de Australia? Nada. Canguros, aborígenes y la Ópera de Sidney. A esto se reduce generalmente lo que sabemos de las antípodas. Bryson realiza varios recorridos por el continente anotando todo tipo de anécdotas, historietas, encuentros con personajes curiosos y reflexiones personales. Aprendes sin darte cuenta y se te saltan las lágrimas de la risa. Brutal.

5. Menuda América de Bill Bryson

Bryson reconstruye en este libro los viajes de vacaciones que hacía con su familia en su niñez. Recorre Estados Unidos en coche reconstruyendo la historia de América a la vez que rememora sus anécdotas de la infancia. Es un libro que ayuda muchísimo a comprender el modo de ser de los estadounidenses y es también tremendamente divertido.


6. Historias de Enric González

Un libro para todo aquél que vaya a ir a Nueva York, haya ido o crea que jamás va a conocerlo. El corresponsal de El País en esta ciudad durante varios años escribe un libro a medio camino entre la guía de viajes y el diario de su estancia. Emocionante, divertido, íntimo y acogedor. En mi opinión, el mejor de Enric.


7. Historias de Londres e Historias de Roma de Enric González

Enric escribe sobre su estancia en estas dos ciudades dónde también ha trabajado y vivido. Unas colecciones de relatos, anécdotas, curiosidades, experiencias y opiniones que resultan a la vez interesantes y entrañables. Al terminar quieres coger un avión y viajar y a la vez escribir a Enric y ser amigo suyo.

8. Gente remota de Evelyn Waugh

Diario o notas biográficas del autor inglés cuando viajo a Etiopia con motivo de la coronación de Haile Selassi I en 1930. Waugh con humor y visión inglesa disecciona la realidad del país y posteriormente de Yemen, Zanzíbar, Uganda, Congo y Sudáfrica. Es una crónica periodística de una época que desde 2012 parece casi inventada.


9. Mala tierra. Viaje por los yermos de Montana de Jonathan Raban

Raban es un escritor inglés que se traslada a vivir a Seattle en la costa oeste de Estados Unidos y se siente atraído por las llanuras de Montana. Sigue la línea ferroviaria de la Milwaukee Road que recorre el estado de este a oeste, contando la historia de ese estado. Es lectura calmada, triste y muy apegada a la tierra. Consigue que el lector se sienta en mitad de esas llanuras.

10. La ciudad de los ángeles caídos de John Berendt

Partiendo del incendio de La Fenice y su posterior reconstrucción, Berendt recorre la ciudad conociendo a sus gentes, los venecianos y los que llegaron y se quedaron. Historias de la ciudad y sobre la ciudad. Es un estilo muy frio pero que consigue transmitir el pulso de la ciudad y su peculiar condición.

11. Ventanas de Manhattan de Antonio Muñoz Molina

Un paseo por Nueva York. La ciudad vista desde la ventana de un hotel en una primera visita. Nueva York en los primeros paseos cuando la ciudad sale a tu encuentro, Nueva York en la emoción del amor, Nueva York como música de jazz, Nueva York desde sus habitantes y sus historias. Es casi como estar allí.


12. Mi familia y otros animales de Gerard Durrell

Para terminar, un clásico del humor inglés. La vida de la familia Durrell cuando deciden dejar Inglaterra para instalarse con toda su flema inglesa en la Isla de Corfú. Un retrato familiar pero a la vez un descubrimiento de Corfú, su historia, sus gentes y sus animales, por supuesto. Muy divertido. Un libro que te alegra la vida.

Las guías de viaje se leen cuando ya sabes a dónde quieres ir. Estos libros de viajes, por llamarlos de alguna manera, una vez leídos hacen que desees visitar esos lugares o que decidas que jamás pondrás un pie allí.

Republicado con permiso, cortesía de Unadocenade.com

viernes, 6 de abril de 2012

UNA DOCENA DE TRUCOS SUCIOS QUE MEJORAN LA RELACIÓN CON TUS HIJOS



Contra lo que muchos pudiérais creer, en twitter hay gente muy maja, gente encantadora y listisima que no sabes muy bien como un día empiezan a seguirte. Y otro día sin que sepas como te ofrecen colaborar en su blog. Y dices que sí a pesar de que te obligan a publicar con un  formato con el que sufres para controlar tu verborrea...pero lo haces y le coges el gusto.

Este es el primer post que publiqué en su blog. Iré publicando algunos de ellos de vez en cuando.

Todos sabemos lo que en teoría hay que hacer con nuestros hijos. Todos sabemos que deberíamos ser unos padres pacientes y comprensivos. Todos sabemos que deberíamos predicar con el ejemplo....Y todos aprendemos los trucos sucios para cuando todas esas cosas tan chulis fallan.

Los padres primerizos que tienen en la cabeza una imagen idílica de la paternidad, con niños desdentados , sonrientes, y obedientes,niñas dulces y con trenzas y parejas que se miran arrobadas por el milagro de su paternidad..leerán esta docena de trucos sucios y pensarán: yo nunca haré eso.
Los que tenéis hijos pensaréis: sile, sile, sile, sile...nole pero me lo apunto.
Los que no tenéis hijos., guardadlo en favoritos para posibles usos futuros. De nada

1. La comida fácil

Aparcar el pepito grillo que grita “Dale a tus hijos comida saludable” y echarte en brazos del angelito negro que dice “ las grasas saturadas tampoco son tan malas” y darle a tus hijos: pasta, arroz, hamburguesa pizza, helado…te hará alcanzar cumbres de popularidad paternal y hará de las comidas un remanso de paz

2. Una ligera enfermedad

En frío suena horrible, pero una ligera enfermedad con un poco de fiebre cálida y tranquilizante que transforme a tu gremlin hiperactivo en un ser achuchable y amoroso en tus brazos, aumenta mucho el amor familiar

3. Retrasar un pelín la toma del Dalsy

Para prolongar el punto 2, a veces es aconsejable no seguir al pié de la letra las instrucciones del medicamento. El Dalsy es una droga muy poderosa con un efecto tan espectacular que creo que me voy a hacer con una garrafa para mi próxima resaca.

4. Llevarlos al agotamiento extremo

Exprimir su aguante físico suele ser una buena manera de convertirlos en seres achuchables y amorosos que se quedan dormidos en tus brazos aumentando tu amor paternal proporcionalmente al tiempo que permanezcan roques sin moverse.

5. Dejar que se hagan daño tras haberles advertido

Para este consejo hay que ser de una pasta especial y requiere entrenamiento. “No hagas eso que te vas a hacer daño”. Permanecer inmutable mientras se despeñan sabiendo que luego buscarán consuelo en tus brazos reconociendo que “mamá lo sabes todo”…es muy satisfactorio

6. Hacer algo a espaldas del otro progenitor

Un secretillo, una pequeña actividad reservada para hacer solo con ellos a espaldas del otro, y que de a tus hijos sensación de “grupo” aumenta tu apreciación como padre. Por supuesto el otro progenitor hace lo mismo…nada como un secreto compartido para crear un vínculo.

7. Un susto

Un buen susto, uno que les acojone y les haga buscar tu protección, abrazarte y verte como un superhéroe. Lo mejor es que tú te lo acabas creyendo. ¿A quién no le mola ser un superhéroe?

8. Un grito aterrador con el tono de voz paralizante

Este es un recurso que suele funcionar siempre que no se abuse de él. Si hay sobredosis deja de funcionar y jamás podrá volver a utilizarse. Usado con criterio suele dejar a los churumbeles suaves como la seda durante un rato cuya duración será inversamente proporcional al uso que se haga del recurso.

9. Una recompensa o premio

Contra lo que algún susceptible pudiera pensar, esto no es un soborno. Se trata de ofrecer un premio adecuado a un buen comportamiento…puede ser inalcanzable pero muy deseable “ si os portais bien vamos a Eurodisney” o alcanzable y por lo tanto susceptible de ser exigido: “quiero mi sobre de invizimals que me prometiste por portarme bien”. Deben manejarse con criterio.

10. Si tienes varios churumbeles, hacer cosas con cada uno de ellos por separado

El churumbel que tiene tu atención en exclusiva está tan agradecido que se porta muchísimo mejor. El churumbel que no tiene tu atención en exclusiva se portará mejor para poder tener ese premio próximamente. Y tú disfrutarás mucho de uno y te sentirás culpable por el otro..decidiendo ipsofácticamente que también le dedicarás tiempo. Un círculo vicioso muy efectivo.

11. Compararlos con otros

Esto está muy feo pero siempre funciona. Cuando estés hasta el moño de tus hijos, harto de ellos y replanteandote tu criterio por haber decidido reproducirte. Párate, mira alrededor y siempre encontrarás a alguien con hijos tan maleducados que los tuyos de pronto te parecerán angelitos.

12. Separarse de ellos

Pirarse de fin de semana romántico, un viaje de curro, un fin de semana de solterismo porque son ellos los que se van, una semanita de campamento, un viaje al extranjero..un curso fuera para aprender inglés..Nada como la distancia para aumentar el amor por tus hijos..y al revés. ¿ O es que no os habéis dado cuenta de que ahora queréis más a vuestros padres?

Los trucos sucios tienen mala fama, lo sé...pero funcionan.

Republicado con permiso, cortesía de Unadocenade.com

miércoles, 4 de abril de 2012

LAS VACACIONES SON PARA..

Me voy de vacaciones.

A la casa de las montañas.

Va a jarrear a lo bestia y estoy feliz con ello. Los inviernófilos estamos encantados con este ataque postrero y a contra pie de nuestra estación favorita. Queremos que los primaveradictos sepan que se siente cuando te okupan tu estación favorita. Los primaveradictos además, son unos lloricas y unos blandos y mueren por estrenar chancletas en abril, así que se van a pasar los próximos 4 días lamentándose de la lluvia viendo como se embarra la playa y lloriqueando “no es justo, no es justo”. Los inviernófilos, entre los que por supuesto me encuentro, vamos a disfrutar como enanos viendo la lluvia desde el sofá, escuchando su sonido en el tejado desde la cama, oliendo la tierra mojada y chapoteando con nuestras botas de pisar charcos.

Tengo grandes planes para estos días.

Las vacaciones son para dormir hasta que te despiertas de aburrimiento.

Las vacaciones son para cuando te despiertas, disfrutar del momento ese en que pasas de estar en tus sueños a la realidad…y además puedes elegir tu primer pensamiento del día. Sé perfectamente cuál va a ser el mío. Cuando curras, ese primer pensamiento molón es apartado enseguida de tu mente por absurdeces como: no quiero ir a Mordor a trabajar, tengo que hacer la compra, no quiero ir a Mordor a trabajar, hoy es día de huevo… etc. En vacaciones pienso disfrutar de mi pensamiento favorito.

Las vacaciones son para una vez despierta, leer un rato antes de que laz princezaz se levanten. Leer antes de desayunar...ese placer.

Las vacaciones son para vaguear muchísimo. Vaguear puede ser estar en un sofá viendo llover pero puede ser sentarme a escribir con calma…sin que nadie me interrumpa.

Las vacaciones son para que laz princezaz disfruten de la montaña y se sientan mayores diciendo “nos vamos a dar una vuelta”. Por ahora, que la vuelta dure un par de horas…no me inquieta.

Las vacaciones son para comer trenza, butifarra longaniza de Graus y mermelada de 3 cítricos.

Las vacaciones son para terminar From Hell y leer La colina del mal consejo de Amos Oz, otro que me llevo sobre algo de errores en la guerra y unos relatos de Cheever.

Las vacaciones son para escribir. Tengo deberes que hacer, tengo un post a cuatro manos a medias con otro bloguero insigne (sí, he puesto otro...hoy soy insigne) y tengo unas 30 ideas de posts pululando por mi cabeza, que necesitan ser fijadas para ver si son mierdas absolutas o mierdas de las que se puede sacar algo.

Las vacaciones son para ver los dos perritos nuevos que vamos a traer a hacer compañía a putoperrodeloscojones.

Las vacaciones son para ponernos al día en el Cineclub de Princezaz. Sofá, chimenea, pelis y chocolate.

Las vacaciones son para seguir leyendo con laz princezaz “La historia Interminable”….tengo que racionar su lectura porque si por ellas fuera me tendrían leyendo 6 horas seguidas hasta terminarlo. Nos queda un poco menos de la mitad.  
Las vacaciones son para comprobar una vez más en Benasque, que si eres argentino, tienes rastas y buscas trabajo en Pirineos acabas vendiendo material de montaña aunque no tengas ni idea. Debe haber algún estudio de marketing que diga que un tío con rastas y acento porteño vende más libros de senderismo que un tío limpio con acento de Huesca.

Las vacaciones son para comprarme un libro aquí.

Las vacaciones en la casa de la montañas son para preguntarme siempre ¿y si me quedo a vivir aquí?