martes, 30 de agosto de 2011

PARQUES TEMÁTICOS

A mi me gusta ir a hacer turismo, ir a ver ciudades, pueblos, pasear por las calles, ver monumentos ( con moderación), tomar algo en un bar, comprar algun recuerdo horrible para regalar a alguien que odias o comprar una delicia culinaria para recordar el viaje cuando vuelvas a casa, hacer fotos y todas esas cositas que se conocen como hacer turismo.

Lo que más me mola de ir a hacer turismo es sin duda pasear, sé si una ciudad o un pueblo me gustan si soy capaz de imaginarme, de visualizarme viviendo ahí o comprándome una casa, o si veo un cartel de “se vende” y anoto el número y al mismo tiempo imagino un día perfecto en esa casa.

Si no soy capaz de verme viviendo allí o pasando una temporada, pues bueno..la ciudad o el pueblo me gusta pero sin alardes. Si paseo a la carrera mientras me pregunto que cojones hago ahí..directamente no me ha gustado nada.

Para poder visualizarte viviendo en otro sitio, ese sitio tiene que tener vida de verdad y no ser un parque temático del turismo.

El síndrome del parque turístico me saca de quicio y está acabando con todo el encanto de los supuestos pueblos o ciudades con “encanto”. No es un fenómeno solo español pero como nosotros somos lo más de lo más llevando las cosas al extremo pues hemos elevado el síndrome parque temático a cotas jamás alcanzadas en mi visitas al extranjero.

¿Cómo saber si estás haciendo turismo en un parque temático?

1.- Por la carretera que da acceso hay montones de autobuses de turistas. Montones. No uno, ni dos, ni tres. Montones.

2.- Lo primero que viene señalizado al acercarse al supuesto enclave con encanto es el “parking de proximidad”..que se define básicamente por estar a tomar por culo de lo que quieres ver. Si es un parking de los de proximidad buenos, buenos..de los fetén..estará ubicado en una extensión enorme sin una puta sombra donde tu coche alcanzará fácilmente los 42 grados. Por supuesto si es invierno y empieza a nevar..por ese parking no pasa la quitanieves. Hay que ser avisapado y coger todo lo que necesites del coche al dejarlo aparcado porque repito no está próximo. Si es de los parking de proximidad Premium de luxe..en cuanto salgas de él verás que para alcanzar el enclave turístico tienes que subir una cuesta con un 15 % de inclinación por donde bajan coches que no se dejaron engañar como tú, sin aceras y por donde hordas de pringados como tu empujan carritos de coches y cargan con bolsas.

3.- Hay un “centro de acogida turístico”. Es como la taquilla aunque no cobren. Son todos iguales, amplios, acristalados, y con amables señoritas vestidas de uniforme detrás de un mostrador que te dicen: “ estamos aquí” y señalan con una cruz un punto..” lo que tiene que visitar está por aquí” y trazan un círculo que ocupa más o menos la mitad del mapa que tienen desplegado” y “lo más importante es esto, esto y esto”. Sonrien y acto seguido te dicen “ si quieren pueden comprar la mastersuperguay pulserita con la que pueden entrar a todo y ahorrarse un 1 %”. Como estás en modo “me lo creo todo”..compras la pulserita sin pensar que ni de coña te va a dar tiempo a ver todo eso antes de que tu coche se funda en el parking de proximidad. Por supuesto en el centro de acogida, lo suyo es arramplar con todos los folletos disponibles..son gratis y para algo servirán. Hay que cogerlos sin mirar “ noches de pasión en Calahorra”, “ fiestas infantiles de verano en bollulos” ( aunque sea enero)…”Escultores distinguidos de Méntrida” ( este es muy fino), “ flora y fauna del pico que hay al fondo del pueblo después de subir 6 horas de cuesta” ( no piensas ni ir..ni has visto el pico..pero hay que cogerlo)..” primeros auxilios del turista”…” cuidado con el carterista”…y así todo. A las malas te servirán para hacer fuego o para abanicarte.

4. Ya puestos a pasear por el enclave uno es incapaz de imaginarse viviendo ahí, básicamente porque no vive nadie. Un concepto mal entendido del aprovechamiento del tirón turístico ha hecho huir a toda la población que vivía ahí. Un listo llego y dijo…” coño, que a estos que vienen les molan las armaduras”…y le compró a su abuelo el ultramarinos de toda la vida en la calle principal y puso una sucursal de armaduras hechas en Taiwan, el abuelo se fue al campo y los vecinos ya no tenían ultramarinos para comprar comida. Lo mismo paso con el sobrino del de la panadería, el de la pescadería, el de la carnicería, el colmado de la esquina, la ferretería, la papelería y el típico almacen de pueblo donde había de todo. Ahora vas por la calle y venden, armaduras, mazapanes, mermeladas típicas, armaduras, mazapanes, mermeladas…uy..aqui tb hay escudos…y aquí hay armaduras de mazapán…Todo precioso pero claro, los abuelos se fueron de las casa del pueblo porque para comprar una barra de pan tenían que coger el cercanías..asi que abandonaron el centro. ¿ Y quien compró las casas? Empresas y oficinas…y para que los que curran ahí pudieran comer algo más que mazapanes y mermeladas..habia que hacer algo.

5.- Comer es caro de cojones. Tienes dos opciones..optar por alguna de las maravillosas cadenas de comidas rápidas que hay en tu ciudad y en todas con lo cual el “ encanto” de la visita se diluye o decantarte por “ Casa Pepe” que parece auténtico. Y lo es, Pepe es un auténtico visionario o eso, o llego tarde a venderle el local a su primo. El caso es que Pepe pone un “menú típico cántabro/ vasco/ manchego” a un precio popular…20 euracos por ejemplo. Siempre hay alquien que dice…” pero serán raciones grandes”…Ja…Pepe no es tonto y sabe que no tienes escapatoria. Te da de comer lo que le apetece, y poco y además cuando lo piensas te das cuenta de que ese menú típico es primo hermano del “menú del dia” que por 9 euros comes en el bar que hay debajo de tu curro en tu ciudad sin encanto.

6.- Si quieres comprar un recuerdo, hay que ir preparado para saber que ese recuerdo se parecerá sospechosamente al que habías comprado la semana, el mes o el año anterior en otro enclave turístico situado a 800 km. La parte buena es que sabrás donde compraste cada uno porque suele venir el nombre bien grande. Eso si, si compras algo de comer tendrás más problema..todo es “ artesano”…aunque tú jurarías que debe tener algo más que artesinitud porque no es lógico que una mermelada buena en el super de tu barrio cueste 4 euros y aquí te claven 8…pero no te vas a poner milindris con el dinero ahora…

6.- Paseas por ese enclave por la noche y no hay luz en las ventanas de las casas. Nadie entra y sale de los portales. No vive nadie. No eres capaz de imaginarte allí viviendo..no eres capaz de visualizarte allí…

Si cuando llegas al coche..suspiras de alivio…es que has estado en un parque temático. Otra ciudad u otro pueblo que se han cargado.

viernes, 26 de agosto de 2011

EL SILENCIO

Soy una gran conversadora y,  como he dicho siempre,  la falsa modestia no sirve para nada.

Algunos pensarán que hablo mucho, y en algunos momentos es verdad, puedo tender al lorismo, pero en general soy divertida, ingeniosa y sé de lo que hablo. Si no se de que hablo, me callo...prefiero hacer el ridículo borracha y bailando a meter la gamba hablando de lo que no sé, como por ejemplo, física o fútbol.

Ya hablé de lo que mola una buena conversación, pero que aprecie el intercambio oral inteligente de opiniones, chascarrillos, conocimientos, absurdeces o sentimientos no quiere decir que no sepa valorar el silencio.

El silencio mola mucho pero no es para todo el mundo. Para saber apreciar un buen silencio hay que estar dispuesto a ver qué tienes en la cabeza tú solito, y hay mucha gente que o bien no tiene nada más que eco (y seamos sinceros...nadie quiere saber que es un simple) o lo que tiene no le mola nada y prefiere ignorarlo. En medio del fragor de una conversación se puede pasar por alto lo que tengas o no en la cabeza…en el silencio es imposible.

Para apreciar un silencio además, hay que saber interpretar los de los demás. No hay nada peor que que venga alguien a decirte “estas muy callado, ¿en qué piensas?”…y rompa tu mágico momento. Hay que dejar a la gente con sus silencios, sobre todo porque si no sabes interpretarlo te puedes llevar una buena leche.

El silencio dice mucho pero hay que escucharlo.

No todos los silencios son iguales. Los silencios son la ausencia de ruido, pero esa ausencia de ruido, de estímulo auditivo, se percibe de muy distinta manera en cada ocasión.

Silencio tras romper algo cuando eres canijo. En medio del fragor del juego o la pelea, algo se rompe, alguien llora, alguien se ha hecho daño…y como por arte de magia se hace un silencio total. Es sorpresivo y dura poco, muy poco. Contienes la respiración, cierras los ojos, subes los hombros y esperas lo que sabes que vendrá a continuación: ¿Qué ha sido eso? ¿Se puede saber qué has hecho?

Silencio de compromiso. No sé quién eres, ni siquiera quiero saberlo, estamos aquí en la misma habitación por alguna circunstancia ajena a nosotros y no tenemos el más mínimo interés en conocernos y por alguna extraña razón los dos somos lo suficientemente inteligentes como para no empezar una conversación estúpida sin ningún interés sobre el tiempo, tus hijos o qué coño hacemos aquí.

Silencio hastiado.  No voy a hacer ni un esfuerzo más por intentar que me comprendas, me da igual.

Silencio en el que se desea la invisibilidad. Hay dos ejemplos típicos. Por un lado es el silencio que sigue a un metedura de pata increíble en una reunión social, por ejemplo en un tanatorio, alguien cuenta un chiste sobre un muerto delante del familiar del finado que se ha ido a visitar, lo cuenta…y se hace un silencio sepulcral ( espantoso juego de palabras..pero no podía contenerme), el del chiste quiere en ese momento desaparecer. Otro caso de este silencio en el que se desea el superpoder de la invisibilidad, es el que sigue a la frase del profesor: a ver...voy a preguntar….

Silencio “tengo que aguantar sin decir nada porque como diga algo me pongo a llorar”. Es interesante como la articulación vocal puede provocar llanto incontrolable. Puede ser un silencio alegre o de pena suprema.

Silencio “me voy a callar porque como abra la boca te hundo, gilipollas de los cojones”. Se aprietan los puños, se aprietan los labios y  se intenta controlar las palabras que pugnan por salir de tu boca mientras visualizas el post que vas a dedicarle al susodicho.

Silencio explosivo. Es el que se está acabando, el que se nota acelerarse en su desarrollo y es imposible de controlar. Aunque quieras mantenerlo no habrá manera, se acelera, se acelera y al final se rompe. Puede ser cómodo y molón si por ejemplo el final va a ser “Te quiero” o incómodo y agresivo si se rompe con un “Vete a la mierda”.

Silencio decepcionado. “Me rindo, no me entiendes”.

Silencio de la soledad de no tener con quien hablar, ni con quien compartir. Este es muy triste. Es el que no se quiere.

Silencio post orgásmico del tipo bueno. “Esto ha sido tan increíble que no puedo ni hablar y además cualquier cosa que dijera se quedaría corta”. Es un silencio que mola mucho, es de colores.

Silencio post orgásmico del tipo malo “Esto ha sido un error”. Es un silencio horrible…hace bola.

Y luego está el que más mola de todos…

El silencio compartido. No hace falta decir nada porque está todo ahí, está todo por decir. El conocimiento y la expectativa y la ilusión de todo lo que queda por contar y oír se disfruta en silencio. Es el silencio de conocerse y disfrutarse sin necesidad de hacer alardes. Es el silencio que se comparte con quien estas en armonía, en resonancia. Paseas, lees, vas en el coche. No hace falta decir nada. Es un silencio en el que se nada, uno se empapa, dejando que te resbale sabiendo que cuando se rompa te sentirás bien por haberlo disfrutado.

Y por último intentar convertir un silencio incómodo en uno cómodo es muy difícil, yo diría que imposible. Como diría Morente ”eso es más difícil que llorar por gusto

jueves, 25 de agosto de 2011

EN CICELY (III): El baile

La noche iba a ser muy larga, lo estaba viendo. Para intentar minimizar los efectos de la fiesta en mi ánimo, me largué a dar un paseo al mirador de la Iglesia. Había llovido, nubes, ligera brisa, el campo, las montañas, luz del atardecer, mis pasos en el empedrado…

…y Studio 54 atronando en la plaza...con el Waka Waka.

Studio 54 es un tío con una mesa de mezclas, un portátil y un tubo de esos que echan humo. El tío iba vestido y repeinado como si fuera a pasar horas pinchando música dance en una discoteca de diseño en Ibiza y no poniendo canciones para 60 personas en un pueblo pirenaico…ridículo pero debo decir que un profesional: entregado a la causa como un campeón.

A esa hora del atardecer, en la plaza, y tras la deserción del ingeniero y su nueva pandilla de amigos, solo quedaban laz princezaz y su nuevo grupo de amigas, enfervorizadas bailando el waka, waka y algo de Carlos Baute de mucha vergüenza ajena…

..Intenté pasar por allí sin que me vieran, para llegar a mi banquito del mirador…pero es chungo en una plaza tan pequeña así que me vieron...

- Mamiiii ¡¡¡ven a bailar!!!- No, no...ahora no, que no he bebido lo suficiente, digo...que no me apetece…
- ¿Dónde vas?
- Al banco del mirador…
- Voy contigo. ¿Puedo ir en bici?

Me fui con M al mirador. Iba contándome la problemática que había tenido con sus amigas y la tienda de tatuajes que habían montado por la tarde en la plaza. “Papi ha venido y ha traído a todos sus amigos, y todos se han hecho tatuajes… ¿has visto el de Papá? Es con purpurina...bueno pues teníamos 8 euros pero resulta que M, la que no soy yo, se los ha cambiado a la otra M que tampoco soy yo por 3 euros...y ¡¡ahora no tenemos nada! voy a subir la cuesta y me tiro sin frenos…miraaaaaa…

Subió la cuesta y bajo a tumba abierta, para al final del camino, derrapar y tirarse en plancha a acariciar a un perro negro…”Hola bonito….”

Cuando llegué a su altura,  había un amable señor canoso con cara de buena persona.

- M no lo toques mucho….
- No te preocupes...si es buenísimo y le encantan los niños.
- Ya, ya...si no es por el perro...es que a ella le dan alergia...
- No pasa nada…mamá...me lavo las manos y ya esta, casi no me pica - es tan mona cuando dice eso a la vez que se le pone la cara como un balón de fútbol...
- ¿eres su madre?
- Depende…esto...si.
- Es monísima...y como monta en bici…y tiene una hermana que va como una loca... ¿no?
- Si...
- Las he visto estos días...van siempre vestidas iguales…es que yo vivo en la casa de al lado de la iglesia (Una casa que es una pasada). ¿Sois del pueblo?
- Bueno...tenemos casa aquí desde hace 12 años.
- ¿De Madrid?
- Si
- ¿eres la que te casaste aquí?
- No...esa fue mi hermana.

Tras despedirme del amable señor, volví a casa porque la hora de la cena del pueblo se acercaba. Molimadre había terminado la tortilla y la mousse de chocolate y yo intenté despertar al ingeniero con escaso resultado.

En la plaza ya estaba reunido todo el pueblo. Unas parrillas gigantes asaban longaniza de Graus y Panceta y todo el mundo estaba sentado en mesas corridas con su tortilla y un plato de jamón y queso de la zona delante…ah...y vino de Calatorao.

- Madrileñaaaaaa...os hemos guardado sitio.
- Estupendo...pues aquí estoy…pero...José Mª... ¿qué llevas en la frente? ¿un tatuaje de purpurina?
- Si...tu marido me ha convencido para ponérmelo...20 euros les he dado a las niñas…por cierto... ¿donde anda tu marido?
- Durmiendo…
- Pero vete a despertarle…esto no es lo mismo sin él…

Empezó la cena y si éramos 70 comensales más el pincha ibicenco despistado había longanizas y panceta para 300...en Aragón todo es a lo grande. Comí poco porque mi estómago seguía del revés pero le aparté un platito al ingeniero por si decidía hacer una aparición estelar.

La hizo tras enviar a M a despertarle.

- Enginyerrrrrrr…ya era horaaaaaaaa….
- ¿Qué tal amigos??
- Siéntate…. ¿vino?
- ¿vino? Casi mejor que no…..mejor cerveza.
- Moli...esto está salado...el jamón, el queso, la panceta, la tortilla…la cerveza no está fría...No sé, no me encuentro, no me encuentro…
- Ya...no me hagas caso...pero lo mismo es un poco de resaca y mal cuerpo…
- Para nada...estoy perfecto.

Sinceramente yo quería que tuviera una resaca infernal para así poder acabar con la tortura social cuanto antes. Vale que iba a sufrir a Studio 54 toda la noche, porque se oía por todo el pueblo, pero pensé que lo llevaría mejor metida en mi cama y con mi libro…por un momento me dejé llevar y me visualicé leyendo tranquilamente….

..Parezco nueva.

Tan pronto como acabó la degustación/ competición de ricos postres populares, retiraron las mesas. El pincha despistado se subió al estrado, manipuló su mesa de mezclas, se puso los cascos, activó el humo hortera de bolera para alegría y alborozo de las nuevas generaciones y un pasodoble atronó todo el valle...Era el momento de huir...pero no estuve rápida.

No bailaba ni el tato...Ah no...Espera…yo sí bailaba. Manejada como una peonza por el ingeniero con su polo amarillo en mitad de la plaza, con todo el pueblo mirando y laz princezaz jaleando. No sabía dónde meterme...hasta que por el rabillo del ojo visualicé a Molimadre dando vueltas con José Mº y su tatuaje de purpurina en la frente…Me quedé tan flipada que casi me vuelvo a dejar atrapar para bailar “El torito bravo” de El Fary….pero salí corriendo a tiempo.

El resto de la noche fue por el estilo. Pulule por los aledaños de la plaza asistiendo a la exhibición de baile de mi familia. Los habitantes de Cicely resultaron ser sosos para el baile y ni siquiera tal despliegue de movimiento por parte del ingeniero, gintonic en mano, consiguió animar la fiesta. Pensé que la falta de acompañantes haría que nos retiráramos pronto.

…parezco nueva…

Lo bailaron todo...absolutamente todo, los 3 en pandilla: Rafael Carrá, Lolita, Shakira, la chica ye ye...todo...Yo lo intenté, incluso pedí un gintonic en la barra clandestina que habia en el local social..pero aquel brebaje no era gin tonic...Me resigné a  mi suerte y acabé bailando..sobria y con público jaleando.

A las 2 de la mañana conseguí llevarme a los 3 casa…M que ya no sabía ni como se llamaba, ni en que planeta vivía ni podía mantenerse en pie, el ingeniero diciendo “ me lo he pasado fenomenal” y C agarrada como un fardo de patatas y gritando “me quiero quedar mazzzzzzz”

Fue un día larguísimo…..y me queda la postfiesta o como la nueva pandilla del ingeniero organizó el plan de ver un Madrid- Barsa en la plaza del pueblo y yo era la única del Madrid, pero eso ya veremos si lo cuento.

miércoles, 24 de agosto de 2011

EN CICELY (II): Los O ´Connell de mi familia.

Tras la finalización de la emocionante exhibición de barra aragonesa y terminar con todas las longanizas, chorizos y pancetas de la parrilla nos encaminamos a la plaza mayor que se encuentra exactamente a 100 metros del prado donde estábamos antes.

En ese breve intervalo tuve tiempo para tener una estupenda bronca con C por algún motivo que ya no recuerdo pero que me llevo a encerrarla en casa y dejarla allí berreando y yo volver a la calle presa de un ataque de nervios al que contribuía muy eficientemente la longaniza que seguía clavada a pico en mi pared intestinal.

- ¿Donde está C?
- En casa...encerrada.
- ¿Sola?
- Si, sola.
- ¿Y Madeleine?
- ¿quién es Madeleine?
- El caso Madeleine…acuérdate.

El ingeniero es un as en hacerme sentir culpable pero esta vez no lo logró.

- Nadie va a entrar en casa a llevarse a nuestra pequeña delincuente...no hay nadie tan chalado en el mundo…y además...mírala...por ahí viene.
- Mami...voy a zer buena...¡¡¡me voy con miz amigazzzzzzzzz a comer paella!!!!!!

La Paella Aragonesa Gigante se celebraba en la plaza del pueblo. Allí habían puesto un techillo por si llovía y que convenientemente nos protegía del sol de justicia que pegaba. Debajo habían colocado unas mesas corridas para acomodar a los comensales. El típico plan que me horroriza porque primero no conozco a nadie, segundo no quiero conocer a nadie, tercero es inevitable tener que hacer pandilla.

Al entrar en la plaza intenté visualizar cual era el sitio menos malo.

Laz princezaz se habían sentado con sus amigas en una mesa de niñas…ese era el sitio menos malo...” Mama...fuera de aquí...esto es de niños...tú con los mayores”.

Molimadre estaba en el centro del cotarro. A un lado “El amo” y la señora Teresa, venerables ancianitos de 90 años de edad y conocidos como los de “Casa Espada”. A su lado Esther y Jaime, descendientes de El Amo y Teresa y por tanto Espadas también. Al otro lado, la señora Teresa, otra adorable ancianita única persona de Sos con la que yo había intercambiado más de 3 palabras en 12 años. Allí cerca también estaba Marisa, la cronista del pueblo. Sos no tiene emisora de radio y no tiene un locutor tan empotrable como era Chris pero como es un pueblo molón, tiene una cronista oficial que hasta escribe novelas y cuentos. No parecía mala opción para sentarse…pero tampoco me dejaron “Moli...tú con el ingeniero”… ¡Qué mania!! Ni qué fuéramos siameses.

El ingeniero por supuesto estaba sentado en medio de una mesa corrida donde no conocía a nadie…pero a él, eso le da igual. Era la opción peor sin duda...pero las voces de “Aquí, aquí...aqui tienes sitio”…me indicaron que no me libraba ni de coña.

- ¿Sois los de Madrid, no?
- Si...esos somos.
- Y ¿cual es vuestra casa?
- Mi suegra tiene la casa 4...esa que está ahí.
- Ahhh... ¿así que tu eres la que te casaste aquí?
- No…esa es mi hermana.
- Qué bonita boda...todo precioso y todos guapísimos…y tan bien vestidos…
- Si...muy bonito...todo…
- ¿Hay vino de Calatorao?
- Ingeniero...ese vino raspa la garganta…ten cuidado.
- Pero hombreeee..no te lo bebas asiiiii…que ese vino es para mezclar...no ves que tiene 15 º…
- Buenísimo….
- ¿y sois del Madrid? Porque yo soy del Barsa…todos los de la mesa somos del Barsa.
- Yo soy del Atleti cuando gana pero mi mujer si es del Madrid.
- Bueno...a mi el futbol...la verdad es que me da igual...pero si hay que ser de alguno pues del Madrid.
- Te voy a contar un chiste…buenísimo.

Y me contó el chiste del pastor y el ojeador del Real Madrid…

A todo esto llegaron los platos de la paella gigante aragonesa. Aquello  era un poco como VIllarriba y Villabajo...me veía a mí misma y pensaba...seguro que luego sale alguien me da el Fairy y me toca fregar los cacharros…con el día que llevo, me toca seguro.

Me senté a comer mientras asistía al despliegue de encantos de todos los O´Connell de mi familia. Laz princezaz corrían por toda la plaza, tan monas, con sus vestiditos perseguidas por miles de perros a los que daban sus platos de paella..”Mami...lez encanta”…” mamá como yo no puedo comer esto se lo doy a los perros”. Molimadre estaba encantada departiendo a diestro y siniestro...” porque mi hijo…viene y pinta y le encanta esto y blalablablabla…y el Cristo que hemos restaurado y blablablabla” y el ingeniero se hacía amigo íntimo de toda la mesa contando como dejó de fumar pero piensa volver en algún momento de su vida. Los comensales le miran embelesado…conozco el efecto que causa...” qué tío más encantador”….

…A mí me afecta menos así que cuando consideré que había pasado tiempo suficiente y tras departir con la agradable pareja que tenía a mi derecha y que resultaron ser familiares de José María...el amable contricante del ingeniero en encanto e ingesta de vino de Calatorao...me retiré a mi casa. (La amable pareja también hizo mutis por el foro...que les ví yo…)

La poca paella que había ingerido se había instalado formando una torre, grano sobre grano, encima de la longaniza clavada en mi pared intestinal...asi que tenía un mal cuerpo de mil pares de narices.

Dejé al ingeniero y a laz princezaz confraternizando y me tumbé en el sofá…a intentar dormir o algo…

Llegó Molimadre.

- Ha sido divertidísimo…y esta noche más.
- ¿más?
- Si...esta noche es la cena del pueblo...solo vamos los vecinos.
- Nosotros no somos vecinos...
- Claro que si...llevamos 12 años aquí y yo pago la contribución...somos del pueblo.
- Essstupendo…y no me lo digas...de cena hay longanizas y chorizos y pancetas.
- No...
- Ah mejor.
- Chorizos no hay. Longanizas y pancetas si, y cada casa tiene que llevar una tortilla de patata y un postre
- Ay...tanta comida...voy a terminar por vomitar.
- No vomites que es asqueroso…
- Ya...pero es que me encuentro fatal.
- Y luego hay que limpiarlo…
- Coño...mamá...no voy a potar aquí...iré al baño...

Conseguí expulsar la longaniza del demonio de mi cuerpo y reposar tranquilamente un par de horas. Se desató una tormenta y comenzó a llover, pero los O´Connell de mi familia no aparecieron. Laz princezaz volvieron a media tarde:

- Mami…¡¡esta noche sigue la fiesta!!
- ¿A qué vamos? ¿a qué vamos? ¿a qué vamos?
- Claro que vamoz...ez para loz del pueblo...y nozotroz zomoz del pueblo.
- Si, si...iremos pero tenéis que cambiaros de ropa y poneros un jersey porque hay tormenta.
- Noooooo...jersey noooooooooooooooooooooooooooo.

Conseguí que se cambiaran pero dejé que C fuera en sandalias pisando charcos...ya no podía más de batalla.

Me asomé a la puerta de casa y en la plaza vi al ingeniero departiendo con otros 2..eran los únicos que quedaban, decidí hacer como si no le conociera. Volví a tumbarme a leer. Al rato oí alguien en el umbral de la puerta…

- Qué bien me lo he pasado...que bien me lo he pasado…que bien me lo he pasado…TOC TOC TOC.
- Hombre ingeniero… ¿qué tal?
- FE NO ME NALLLLLL
- Ya ya veo… ¿se ha terminado el vino de calatorao?
- Nooooooo...pero eff que miff amigofff fe han ido a defffcanfarrr
- ¿Tus amigos? ¿Qué amigos? Tú no conoces a nadie…
- Eso era antes…fonnn mafífimossss.
- Pero ¿quienes son?
- Esta Manelllll…y Oriolllll…y Jaumaaaa
- Ahhhh…estupendo.
- Y yo soy el enginyerrrrrr... Hemoff quedado luego en la cena…
- Pero si no vas a llegar a la cena con ese pedo…
- ¿Cómo que no? Eftooy ferpectoooo
- Anda...sube a dormir la siesta…
- No me voy a dormir… ¿Dónde están las niñas?
- Por ahí
- ¿Como que por ahí? ¿Y Madeleine?
- No me jodas con Madeleine coño y vete a dormir.
- No voy a dormir porque he quedado con mifff amigoggggg


Los sucesivos intentos para despertarle, la cena del pueblo, el baile y la post fiesta van en la tercera parte.

*Gracias a todos los amables tuiteros que han respondido a mi duda sobre como se decía ingeniero en catalán..que majos sois.