miércoles, 10 de febrero de 2010

LA MISERIA DE APARENTAR

A la gente le encanta aparentar.
A mí me parece ridículo, pero cada uno tiene derecho a perder el tiempo como le apetezca. Lo que me saca de quicio es cuando pierden el culo por aparentar pero pretenden hacer que no.

Ejemplo práctico.

Magno evento en los libros de colores. Esto significa lo mismo que en todas las empresas. Con una excusa barata se organizan unas jornadas con un título rimbombante seguido de un número en cifras romanas y se adjunta un programa con muchos logos, mesas redondas, coloquios y coffee breaks.

Todo el mundo sabe que es una pérdida de tiempo y de dinero.
Todo el mundo quiere ir.
Todo el mundo quiere ir pero hace como que no.
Todo el mundo quiere ir, hace como que no, y considera que si no consigue ser invitado es un menosprecio horrible que la empresa le hace.

Todo el mundo quiere ir, hace como que no y considera que tiene más derecho que el de al lado.

Con estas premisas, llevo asistiendo 10 días, a un baile de mails, invitaciones, conspiraciones y rencores absurdos que me están haciendo mucho más llevadero mi curro.

Me llama el de los libros azules.

- Moli, ¿sabes algo del XXX Simposio sobre libros de colores colocados en horizontal?
- Sí, claro. Ese magno evento.
- Ya..y ¿sabes quién va a ir?
- Pues no sé, creo el de los libros rojos y su equipo, y el de los libros verdes que va solo.
- Ya. Que coñazo. Yo paso de ir.
- Pues muy bien.

Viene el de los libros rojos.

- Moli, sabes que voy a ir al simposio.
- Vaya, pues lo siento por ti. Menudo coñazo y además no sirve para nada.
- Ya, yo no quiero ir, pero claro es trabajo.
- A mí no me cuentes rollos. Vas porque quieres. Si no te apetece no vayas.
- Tengo que ir aunque no me apetezca.
- Pues muy bien y exactamente ¿qué quieres?
- Es que verás, me gustaría llevar a alguien del departamento de los azules, pero no me quedan invitaciones y era por si tu puedes gestionármelas.
- Pero si el de los azules me dijo que no quería ir.
- Ya, pero si quiere. Te lo dijo para ver si tú le invitabas.
- No se puede ser más absurdo. Pero vale, te lo gestiono para que podáis ir en pandilla a la barra libre.
- ¡¡ es trabajo!!
- Si, y yo la madre teresa de Calcuta.


Viene el de los libros amarillos.

- Moli…tía..me han invitado al simposio. Qué horror, que pereza, no quiero ir.
- No vayas.
- Tengo que ir. Es curro. Además, claro represento a esta magna casa.
- ¿ah sí? Al final ¿no van los de los rojos, verdes y azules?
- ¿Han conseguido invitación?
- Claro, se las di yo.
- ¿Y a mí no?
- No, a ti no. Tú dijiste que no querías ir. Lo hablamos hace meses y dijiste literalmente: yo paso millas de ir a esa chorrada.
- Pero si van todos…o sea..¿que se lo has dicho a todos y a mí no?
- …mmmm..técnicamente si. He pasado de ti.
- Estoy ofendido.
- Pues no respires pero déjame tranquila.

No entiendo a la peña. Si quieres ir ¿porqué no reconocerlo? Oye, si yo quiero ir a eso porque es una juerga gratis y me mola.

¿Para qué hacer como que no quieres ir cuando estás perdiendo el culo por ir?

¿ Porqué cuando consigues ir, en vez de decir: de puta madre, voy a esto y me mola. Te pones en plan digno: no me apetece nada, pero claro tengo que ir.

¿Porqué la gente se indigna porque le han invitado después que a otro? El resultado es el mismo. Vais a la misma cena absurda, ¿qué más da el orden de las invitaciones?

No consigo entenderlo.

A mí me han invitado pero por supuesto no voy. Prefiero lapidación. Y además estoy quemando mis naves porque yo SI quiero ir a una chorrada de esas pero en Estados Unidos que hay en mayo. Lo veo chungo..pero lo mismo suena la flauta.

martes, 9 de febrero de 2010

TENER O NO TENER

No hay nada científico, razonable ni lógico en tener o no tener hijos.

Hace tiempo era una cosa puramente física para asegurar la continuidad de la especie.

Ahora no.

Ahora creemos que sabemos lo que hacemos teniendo o no teniendo hijos. Somos guays y valoramos la situación para decidir, los pros y los contras y todas esas chorradas.

Cuando uno decide tener hijos no tiene ni la más remota idea de dónde se mete. Tener hijos no tiene nada que ver con tener hermanos pequeños, sobrinos, una guardería o ser Supernanny. Nada de lo que hayas vivido antes te prepara para saber lo que es tener hijos.

Tienes una pareja y decides que es el momento de tener hijos. Al tomar esa decisión, crees que sabes lo que haces. “Somos una pareja estable, llevamos tiempo juntos, nos queremos, tenemos la edad adecuada, un entorno estable y creemos que es el momento”. ( Por supuesto, también esta la opción, no tengo pareja, quiero ser madre soltera, pero para mi razonamiento da igual una cosa que otra). Todos esos planteamientos previos, son perfectos si fueras a comprarte una casa o un perro. Tener hijos es otra cosa, da igual todo lo que hayas dado por supuesto antes, nada te prepara para lo que es.

Cuando tienes hijos tienes menos tiempo libre, mucho stress, discutes más con tu pareja, el dinero te cunde menos, tu casa parece una leonera en cuanto te descuidas medio minuto, pierdes capacidad de improvisación, pierdes autonomía y sobre todo sabes lo que de verdad es pasar un miedo atroz.

Tener hijos da muchísimo miedo.

Empieza desde el principio con cosas absurdas y provocadas por tu estupidez paternal y el entorno de “consejos para ser padres”.
“Hace mucho que no llora, mira a ver si respira.
Cuidado no se atragante.

No ha querido comer, Dios mío se quedara malnutrido, no crecerá..¿Lo estaré haciendo bien?
¡Se ha dado la vuelta durmiendo! ¿Y si le da la muerte súbita?


Esto es el principio. Si eres medianamente inteligente y no te dejas atrapar por el lado oscuro de la maternidad, consigues salir de esas absurdeces y es entonces cuando viene la parte peor. Cuando realmente eres consciente de todo lo malo que puede pasarle a tus hijos y de lo que no serás capaz de protegerles.

Pensar en todo lo malo que les puede ocurrir provoca una sensación de pánico tal, que hasta te deja sin respiración. Es el miedo más horrible que se puede experimentar. Y si no tienes hijos, es imposible que ni siquiera te hagas una remota idea de lo que es.

De la misma manera, no sabes lo que es querer a alguien, hasta que tienes hijos. Querer más allá de todo.

También puedes decidir no tener hijos. Perfecto.

Lo que hay que saber es que tu decisión se basa en el mismo desconocimiento que el que decide tenerlos. No tienes hijos, no porque sepas lo que es y no quieras eso para ti. No los tienes porque no. Así de sencillo y perfectamente respetable.

Yo me lanzo a tener hijos y no tengo ni puta idea de lo que eso significa.

Tú no los tienes y tampoco sabes lo que haces.

Es así.

lunes, 8 de febrero de 2010

CATCH MY DISEASE.- Ben Lee

Probablemente no lo sabéis, pero esta canción es perfecta cuando vas por el largo 25. Te da la animación justa para seguir nadando a buen ritmo pero sin matarte porque todavía te queda la mitad del camino.

Hoy me he enterado, que también sirve para correr. Por supuesto me lo han contado, para mi, nada merece la pena tanto como para correr tras ello.







Ben Lee parece un mensajero y la del pelo lánguido, está pidiendo a gritos una guitarra y cantar en bolas.

viernes, 5 de febrero de 2010

ELIGE UNA.

¿Cuál te pides?
¿Cual me pido de qué?
De las princesas Disney.
Yo ninguna Rosi. A mí el rollo princesa no me va, ya lo sabes. No me pega nada.
Joder moli. Es algo para entretenernos. Venga a ver, escoge.


Blancanieves ni de coña. Es tan cursi que dan ganas de abofetearla desde el minuto 1 de la película. Me cae mal, esas mejillas sonrosadas, ese pelo perfecto con la cintita roja ideal. Las cintas en el pelo hacen cara de pan, todo el mundo lo sabe, pero a ella no. Ella remona, carita de manzana. Lo que tiene es una cara de torta que no se tiene. Y ¿cómo corre? Peor que yo, que ya es decir. Yo quería que el cazador la matara, pero era un blandengue. Llega a una casa llena de tíos y ¡¡ se pone a limpiar!!Claro, así los enanos no quieren que se vaya, ¡que coño les va a dar pena! lo que quieren es una asistenta. Y luego cae en el típico timo de teletienda pero de la época:La manzana guay. Si fuera actual, hubiera llamado desde el teléfono de los enanos, al tarot de la Bruja Kelly y se hubiera muerto al ver la factura e imaginar lo que le iban a hacer los enanos cuando vinieran de tomar carajillos. Y ¿Qué pasa al final? Que otro tío tiene que venir a salvarla. Blancanieves es una ñoña inútil. Mal, no la quiero. Me mola mucho más la madrastra, es un poco esclava del botox pero la veo con más cabeza.

Joder moli. Qué manera de hundir el cuento. Prueba con otra.

La cenicienta. Otra pringada. Vale que tengas una madre que te trate “diferente” que a tus hermanas, en eso mira, tenemos algo en común, pero ¿dejarte pisotear por las hermanas? Pringada. Si el perro te adora, achúchalo contra ellas, o destíñeles la ropa al lavársela, o hazles el sobre al hacerles la cama. Es una panoli, pero como todas las ñoñas, tiene suerte y aparece el hada madrina. Y ¿Qué le pide al hada madrina? Trapos para ir a conocer a un príncipe, tan panoli como ella, al que su padre le tiene que buscar pareja. Pero, alma de cántaro, ¿no te parece sospechoso eso? Ese tío tiene tara. No conviene. Algo le pasa, o está enamorado de otra, o es gay encubierto o piensa derrocar al padre. Un hombre con esas chorreras no es trigo limpio. Nada bueno, pero allá va ella, creyendo que ha encontrado una maravilla. Seguro que en la noche de bodas se lo encuentra comiéndose los ratones a la parrilla. Y del hada madrina no se vuelve a saber, te ha metido en el lío y ahí te quedas. Mal, no quiero ser La cenicienta.

Moli, me das miedo. A ver, prueba con La sirenita, que es la que cogería yo.

La sirenita. Esta me cae bien. Un poco de rebeldía contra el padre, un amigo molón que canta, aunque es un poco Pepito Grillo, y además no tiene cara de pringada atontolinada. Lo malo de esta, es la historia, la moraleja.

¿Qué moraleja? Pero si es precioso, el amor verdadero triunfa por encima de todo.

Rosi, te quedas en la superficie. Lo que nos enseña el cuento de la sirenita es que para ligar hay que abrirse de piernas.

¡¡Moli!!

Me dirás que es mentira. Mucho cantar con voz melodiosa, mucho salvar al príncipe, pero él se cuela por ella cuando puede abrir las piernas, yo no digo más. A los hechos me remito. Pero también te digo, que el príncipe Erik está bastante bien, así que entiendo que deje de hacerse la estrecha.

Vale, vamos a probar con otra que quiero ver hasta donde puedes llegar en tus razonamientos retorcidos. ¿Qué tal La Bella?

¿La Bella? ¿Quien coño quiere ser La bella? Bella es el modelo de “novia castradora”. Los amigos de la Bestia seguro que la odian. Es la típica pareja que cuando los ves, piensas: ¿cómo coño ese tío tan bueno está con esa bruja que lo ha cambiado completamente? Será que folla bien, dice otro. ¿Tú te has fijado lo feo que es la Bestia cuando se convierte en príncipe? Nada, la bella fuera.

Joder, ¿Quién nos queda? ¿Las exóticas? ¿Qué tal Mulan, Jasmin y Pocahontas?


…mmmm..Tampoco me veo. Con Mulan, vale que siempre he querido ser tío, pero lo de luchar y hacer guerritas no me va. Jasmin es una pedante insoportable y además está todo el día con el ombligo al aire, la veo un poco calientapollas, la verdad.

¡Moli!

¡Hombre no!, que si en la alfombra, que si el turbante, que si el velo, que si soy la princesa que me escapo, una calientapollas. Lo que yo te diga. Y el otro es un pringado, pudiendo irse con el genio de farra infinita, quedarse con ella. No se lo cree nadie. Ya le veo mandando mails al genio: tio, ya sé que no puedes matar a nadie, pero conseguirme el divorcio, ¿ como lo ves?.

Miedo me da preguntar..¿Y Pocahontas?

Pocahontas es una pringada. Mira, es el típico amor de verano que se cree que es amor verdadero. Llega un tío nuevo a dónde veraneas toda la vida, el pavo te ve tan necesitada de amor que liga contigo porque eres presa fácil y luego se pira. Y tú te has quedado con su dirección y el papel de cartas preparado en plan: esto es amor verdadero. Nada, Pocahontas no me mola tampoco.

Pues ya me dirás quien te pides.

La Bella durmiente por supuesto. Esa sí que sabe como montárselo. Para empezar es hija única. Lo tiene todo a su favor, su padre la adora y su madre más. Además ha nacido tarde, cuando ya son mayores así que le consienten todo, hasta le consiguen unas madrinas hadas, y no una como la cenicienta, 3 hadas como 3 soles. Encima le amañan la boda con el hijo de unos amigos de sus padres, y el tío es un chulazo imponente. ¿Se puede tener más suerte? Pues si, por no sé qué amenaza absurda, se pira al bosque a vivir con las 3 hadas, que se lo hacen todo. Y ahí está ella, más feliz que una perdiz. Rubia, ideal, cinturita de avispa y un cottage en el bosque con servicio.


Cuando las cosas se ponen feas y parece que la mala va a ganar, la tía se duerme en plan: despertadme cuando lo hayáis resuelto. Y eso pasa, el chulazo lo resuelve todo, llega la besa y ala…a vivir del cuento con las 3 hadas.
La bella durmiente es lista, te lo digo yo.

No vuelvo a jugar a esto contigo.

Pues a mi me ha gustado, ha sido divertido.