miércoles, 13 de enero de 2010

A LAS BARRICADAS

No siempre he sido la mujer educada, respetuosa y cívica que soy ahora. Durante un tiempo y bajo la influencia maléfica de las mentes malvadas de mis amigos de Los Molinos cometí todo tipo de actos vandálicos. Ya lo conté por ahí pero como sé que da mucha pereza leer post antiguos, resumo aquí mis “travesuras” a la tierna edad de 10 ó 12 años.


Tiré piedras a los cristales de una casa recién construida y volví a romperlos a los 15 días cuando los repusieron. Tiré piñas a los coches que bajaban por la carretera de la estación en pleno invierno parapetada detrás de la tapia de una casa. Rompí los cristales del parabrisas de un coche aparcado en un jardín y luego disimulé poniendo cara de buena cuando el vecino vino a quejarse a mis padres. “ ¿Que moli ha roto los cristales? Imposible”.- oí decir a mi madre. Hice un tirachinas con un rollo de cartón de papel higiénico y un globo y bombardeé con garbanzos las ventanas de los vecinos.


Por supuesto en todas estas instructivas actividades estaba acompañada por mis amigos. Luego cuando nos subieron las hormonas hasta el infinito, cambiamos este tipo de cosas por los rollos y el empezar a fumar. Huelga decir que yo ni rollos ni fumar. Fue una etapa aburrida.

Cuando los rollos perdieron la novedad decidimos recuperar el espíritu de nuestra infancia y volver a hacer el vándalo. A la tierna edad de 22 años, descubrimos un nuevo entretenimiento para las noches de farra.

La gracia consistía en que al primero que abandonara la barra del bar donde estábamos matándonos a copas, sufriría lo que por aquel entonces llamamos “barricadas”: consistía en hacerse putadas de todo tipo.

Las había inmovilizantes. Alguien se iba a casa, se dormía y durante su pesado sueño alcohólico 2 ó 3 de nosotros entrábamos en su habitación y le poníamos todo tipo de cosas encima de la cama en un equilibrio inestable: sillas, cojines, libros, cintas de música, por supuesto toda la ropa del armario, zapatillas y algún plato con comida. Cualquier movimiento desmoronaría esa bonita construcción sobre el durmiente. Este tipo de pirámides podían hacerse también si el susodicho se dormía en un bar, se le acomodaba entre dos sillas y se le dejaba arrinconado para que cuando se despertara no pudiera salir.

Angelitos.

Las había también acuáticas. Si era verano, te levantabas por la mañana, salías al jardín con tu taza de café, tu periódico y tu resaca y: ¿dónde están la mesa y las sillas que había aquí ayer? En el fondo del mar..matarile, rile, rile. Todo el mobiliario de jardín de tu casa estaba en el fondo de la piscina perfectamente colocado para una merienda de sirenas. Era horrible meterse a sacarlo todo antes de que tus padres se dieran cuenta. Una de estas la sufrí en mis propias carnes, me levanté por la mañana y tuve que sacar una mesa de hierro forjado, 6 sillas, unas macetas y ¡ un cartel de “ guardia civil” con las bases de hormigón y todo!...casi muero.

Las había que incluían algún tipo de acto un poquito vandálico. Despertabas por la mañana y en la puerta de tu casa había un cocinero de esos de cartón de los restaurantes con un perfecto menú escrito en tiza: gamusinos al hinojo y patas de peces salteadas con whisky. Lo más importante en estos casos era deshacerse del cocinero antes de que levantara sospechas en tus padres y en el dueño del restaurante que lo buscaba frenéticamente por todo el pueblo.

Las mejores sin embargo eran las desconcertantes. Barricadas que te dejaban descolocado y sin saber muy bien qué hacer.

Alguien se iba a dormir con toda la borrachera, se hundía en un sueño profundo y cuando se despertaba le habíamos cambiado todos los muebles de sitio en la habitación. Todo estaba colocado en el mismo sitio pero al revés, como si le hubieran dado la vuelta a la habitación. Despertabas y sí, reconocías el sitio pero algo raro había y no sabías muy bien qué era. Por supuesto siempre entraba tu madre y te decía: SE PUEDE SABER A QUÉ TE DEDICAS CON LOS MUEBLES?..y pensabas..madre mía…es eso..estos cabrones me han dado la vuelta a la habitación.

Otra muy buena y qué me tocó padecer, fue un día que salía a las 6 de la mañana de casa de un noviete que tenía por entonces, dispuesta a pirarme a mi casa y cuando abrí la puerta me encontré con mi coche envuelto con un gran lazo rojo. Un paquete enorme de papel de periódico, las ruedas y todo completamente forrado, recuerdo que en el parabrisas había una estampa gigante de no se qué virgen. Me pasé 2 horas quitando papeles mientras veía amanecer.

Éramos unos vándalos, pero era tannnnn divertido.
Espero que las princezaz no lean esto.

martes, 12 de enero de 2010

BRICOLAJE A TRAICIÓN

- Cariño, ¿ te acuerdas del mueble tan práctico que hice un verano que te fuiste a Los Molinos?
- ¿ Te refieres a ese engendro que fabricaste a traición cuando yo no estaba en casa y que luego colocaste a los pies de nuestra cama donde lleva 3 años? ? Ese que era para el ordenador y donde no te has sentado nunca? ¿ el de los acabados refinados?
- Si.. , los acabados son robustos, que no entiendes nada
- Me hubiera encantado borrarlo de mi memoria, pero digamos que despertarme y que sea lo primero que veo al abrir los ojos no ha favorecido el olvido.
- Voy a obviar ese derroche de ironía. He decidido tirarlo.
- ¿ DE VERDAD? ¿ Eso es lo que me van a traer los Reyes? Librarme de esa cosa?
- Como sigas así, no lo tiro.
- No, no..fenomenal….me encanta.


Lo siguiente está censurado.

Todo era armonía familiar.

- Cariño, nos han invitado a un cumple esta noche.
- Vete tú, yo me quedo con las princezaz.
- ¿ seguro que no te importa? Bajo, me tomo algo y subo.
- No, no te preocupes..pásalo bien.

Estaba tan entusiasmada con librarme del engendro pseudolibreria que no presté atención a los signos:

Para empezar me olvidé completamente de unos tablones que había malamente escondidos detrás de una puerta.

No presté atención a que el ingeniero se había puesto la ropa más cutre que tiene.

No presté atención a la diligencia con que acostaba a las princezaz.

No me pregunté porqué había un mantel en el suelo de la cocina.

Tampoco pensé porque está el kit de sierra, taladradora, lijadora y amoladora en la cocina ( aprovecho para preguntar: ¿ para qué sirve una amoladora?).

No me sorprendí al ver el destornillador eléctrico fuera de su vitrina donde está siempre guardado porque: esto es una herramienta de precisión y si la tocáis vosotras se jode.

Pensé que era encantador por parte del ingeniero animarme a salir y despedirme con un beso en la puerta. Pensándolo fríamente creo que me empujó al ascensor.

Allí que me fui a mis copitas, en un bar a 3 minutos andando de mi casa, con mi gorra para el frió y haciendo grandes planes para el hueco que iba a quedar en mi cuarto. Estaba en éxtasis.

A las 2 de la mañana cuando estaba por mi tercer gintonic y mi tercer sándwich de nocilla, (era un cumpleaños en toda regla) y cantando Secretos a voz en grito, recibo un mensaje..” ¿ todavía no vienes, no?”…cierto, debería haberme puesto en guardia pero la euforia y la ginebra me nublaron el conocimiento.
A las 4 de la mañana y antes de verme arrastrada a un karaoke, huí corriendo a casa. Quería entrar sigilosa porque en teoría “había bajado a saludar”…pero no fue posible..nada más abrir la puerta tropecé con un engendro de un color oscuro colocado en la entrada.

- Pero..¿ qué coño es esto? Mierda, la estantería esa que me dijo..pero..era color pino..y ¿ porqué ahora es oscura? Y..¿ el serrín en la cocina? Claro, por eso me ha mandado el mensaje para que no le pillara con las manos en la masa.


A pesar del horror que me invadió, me consolé al acostarme imaginando el hueco vacío en la pared de mi cuarto…pero mi gozo en un pozo.

- Moli, lo del mueble.
- Si, ¿ lo bajamos que hay recogida de mierdas trastos hoy?
- No, no.
- ¿Cómo que no?
- He pensado que lo vamos a poner en el descansillo, con plantas.
- ¿Qué?
- Si, la estantería que hay en la entrada y que construí ayer..la ponemos en la terraza y la de nuestro cuarto a la entrada.

¡ Dios mio, estoy rodeada!
El ingeniero me la ha vuelto a jugar....me vengaré.

lunes, 11 de enero de 2010

AVANCES

La nevada comenzará a las 3 de la tarde y finalizará a las 00 del día 11 de enero

A mi, ese titular, me arruina el gusto por la nevada.

La nieve mola porque es inesperada, poco habitual y sorprende. Si resulta que me lo convierten en algo perfectamente predecible me joden el placer de ver nevar. Ayer empezó a nevar a las 4 y pico en Madrid y terminó a la 1 de la mañana, en mi fuero interno quería que hubiera empezado antes o que terminara más tarde o que siguiera nevando hasta las 6 de la mañana, cualquier cosa que le devolviera el carácter espontáneo e inesperado. Si, ya sé que si las carreteras, que si las quitanieves, que si echar sal, que hay que ser previsor y todo eso..pero no me mola, ójala no hubiera leído ayer el titular en el periódico..me arruinó parte del placer.




A las 5 de la mañana, estaba levantada mirando por la ventana a ver si volvía a nevar y no se cumplía el pronóstico científico, cuando se me ha ocurrido que hay multitud de tecnologías nuevas que no me gustan porque me han arruinado algunos pequeños placeres.

- El parte metereológico, ¿ por qué tiene que ser tan exacto? ¿ No puedes decir que va a nevar..pero sin precisar la hora? Me siento en el Show de Truman, como si alguien dijera: cámara…y nevando…

- Los termómetros que pitan enseguida. Me encantaba el mercurio, cuando se rompía y mi madre me dejaba jugar con las bolitas. Me encantaba la espera de 5 minutos..pensando “ que tenga fiebre, que tenga fiebre, que tenga fiebre”. Ahora cada vez que les pongo uno de los digitales a mis hijas pienso que tengo que ir al otorrino porque para escuchar el pitidito tengo que estar a medio milímetro de ellas.

- La manía de tener estaciones meteorológicas en casa. Por una parte han arruinado el placer de salir de casa y encontrarte de manera inesperada la temperatura que sea. Antes de salir siempre hay alguien que dice: uyy que frio…marca 2 grados bajo cero..o uyyy que caloreta..marca 35. Además, con esas cosas la gente se pone muy competitiva y te ves envuelto en absurdas conversaciones del tipo: en mi porche esta mañana marcaba 7 grados bajo cero…pues en mi jardín colgado de un pino a la sombra marcaba 15 grados bajo cero. ¿ Y qué más da?

- El pidito que te dice que no te has puesto el cinturón. ¿Qué ha pasado con la gracia de arrancar el coche y con una mano ponerte el cinturón y con la otra colocar el espejo? Me jode hasta el infinito esa manía a infantilizarnos, “ soy una máquina y te recuerdo que no te has puesto el cinturón…niño malo..niño malo”.


- Odio los navegadores..con lo que mola ir con mil ojos mirando los carteles:
¿ Pone “sitiodondevamos” o ponía “ pitoquetocamos”?
No sé..no me ha dado tiempo. Da la vuelta
¿Cómo qué de la vuelta? ¿ Y donde? Ahora vamos a tener que hacer 20 km más. Si estuvieras atenta…
¡ Atenta? Si fueras más despacio..además si quieres que mire el mapa no puedo hacerlo todo a la vez
De verdad qué...
¿ De verdad qué qué? Te he dicho que era por allí y como siempre ni caso.
Miraaaaa..." sitiodondevamos"..ahí justo..yo tenía razón.
Yoteniarazonyoteniarazón...que paciencia tengo.

Estas discusiones molan trillones.

Ahora hay que ir con una máquina que te va hablando como si fueras memo: gire a la derecha, en la rotonda 3 salida, ha llegado. Una gilipollez, anula la capacidad de leer de la gente, te trata como si fueras imbécil y además hay gente que encuentra gracioso poder ponerle distintas voces. Absurdo.

- Las cafeteras que anuncia George Clooney. No me gustan esos taponcitos donde se supone que viene la esencia suprema del mejor café. Me gusta abrir el paquete y volcarlo en el tarro de cristal, huele a café toda la cocina cuando lo destapas. Eso sí, si viene Clooney a ponerme los taponcitos…me acostumbro a lo que haga falta.

- Los grifos con termostato. Si, son muy prácticos, te metes en la ducha, giras el grifo y el agua sale a la temperatura que quieres. Pero ¿ y lo que molaba meterte en la ducha y darle al grifo y primero congelarte, luego escaldarte y después la satisfacción suprema de dar con la posición exacta del grifo?


Hay otro avances a los que si les encuentro el gusto, pero creo que parte del empeño que se emplea en pequeñas gilipolleces se podía invertir en conseguir algo verdaderamente molón como por ejemplo: EL TELETRANSPORTE, eso sería fabuloso, aunque claro hoy me habría perdido mi estampa de muñeco michelín rascando el hielo de mi coche como en la peli Fargo.

VUELTA AL CURRO

He conseguido llegar a la empresa de libros por colores a pesar de la supernevada...y ha merecido la pena.

Me he encontrado esto:


Un misterioso libro negro de mi AI de Barcelona y dos cajas de bombones gentileza de un amable lector. Corrección de las 12:22: el lector es un cabrón con pintas y muy tocapelotas y me dice que cuente que fui yo la que le pedí que me mandara los bombones de Bélgica. Correcto, pero él me los ha mandado.











¿Qué de qué es el libro?







¡Muchísimas gracias!