lunes, 2 de noviembre de 2009

CINTA DE LOMO

Por mi décimoquinto cumpleaños celebré una superfiesta con mi amigo A. en su casa. Él cumplía dieciséis y aunque no lo sabía, iba a ser la estrella de la fiesta. No sé de qué extraña manera, pusimos de acuerdo a 80 personas, todo el mundo puso 1000 pesetas y le compramos una Fender Telecaster. Se quedó sin habla, lo que en él es muchísimo decir.

A. es un fanático de la música “ratonera” ( el ingeniero dixit) y un virtuoso de la guitarra. Es un brasas con lo que sabe de música y si se pone con la guitarrita acabas odiándole, además es el tío que más me saca de mis casillas de todo el planeta. Siempre charlamos metiéndonos el dedo en el ojo y el combate dialéctico es contemplado por el resto de nuestros amigos con cara de: joder ya están otra vez.

Armado con la guitarrita que le habíamos regalado A., montó un grupo con otros adolescentes de la pandilla que no tenían ni puta idea de tocar ningún instrumento pero a los cuales A. convenció por pesado. Se reunían en el cuarto conocido como “de juegos” de una casa llamada “El adosado” ( por aquel entonces, un adosado era algo exótico en Los Molinos). Se dedicaban a aporrear los instrumentos mientras el cantante del grupo conocido como “ El gato” hacía algo parecido a cantar en inglés. ( ese tío fue mi primer novio y por supuesto me dejó, pero esto no viene al caso).

Buscando un nombre para el grupo, les pareció hilarante y muy ingenioso una cosa tan horrible como “ Cinta del homo” que rápidamente derivó a “Cinta de lomo”, nombre con el que siguen cargando 20 años después. Un nuevo ejemplo de cómo una mala elección puede llevarse encima toda la vida. Porque si, siguen tocando.

Ya no son los mismos adolescentes de hace 22 años. A. sigue en el grupo, con su barriguita, su poco pelo, su misma mala leche, su virtuosismo guitarrero y su Fender. Mi amigo J. es el bajista, él sigue igual que cuando teníamos 18 años, en su mundo. J. no curra porque no lo necesita y se dedica básicamente a encontrar ocupaciones para su tiempo libre, cómo dice él.."tengo mi tiempo libre muy ocupado”. Además de tocar el bajo, ha compuesto uno de los temas míticos del grupo que no sé ni como se llama, pero el estribillo dice algo como si el mar fuera ron yo sería tiburón.

Tienen un batería, conocido como “el jipi” y un teclista de la edad de mi hermano pequeño. Ahora mismo y tras alternar distintos cantantes durante años tienen a un postadolescente fascinado con su propio torso, que a la segunda canción ya está sin camisa y tocándose en lo que supongo que él cree un movimiento sensual. Da un poco de vergüenza ajena pero canta bien.

El viernes asistí a uno de sus conciertos y me sentí como si tuviera 16 años otra vez. Quedamos para salir a las 8 de la tarde y fuimos en metro. Por un momento pensé que acabaríamos bebiendo minis de cerveza y leche de pantera, pero gracias a Dios, nos acordamos de la edad que tenemos y nos sentamos en un gallego a ponernos hasta las patillas de comer porque “ hay que tener algo en el estómago para empapar”.

Luego se nos olvidó otra vez la edad que tenemos y nos bebimos el Nilo. Al final F. me metió en un taxi de los pelos y con un billete de 20 euros y entré en casa justo cuando recibía un sms del ingeniero: ¿ donde estás?

Si no me meten en el taxi, en vez de esta historieta estaría contando un gran momento etílico…

domingo, 1 de noviembre de 2009

ENJOY THE RIDE.- Morcheeba


With the moonlight to guide you
Feel the joy of being alive
The day that you stop running
Is the day that you arrive
And the night that you got locked in
Was the time to decide
Stop chasing shadows
Just enjoy the ride
Stop chasing shadows
Just enjoy the ride




Hoy hace 12 años que aprendí que hay que disfrutar del viaje.

viernes, 30 de octubre de 2009

MI PADRE (II)

Para M. y C.

Este es un post para intentar contaros lo que conozco de mi padre, para que no sea solo una foto en la estantería. ¿ Vuestro abuelo? Es mi padre pero jamás será abuelo, no le dio tiempo, ni siquiera conoció a vuestro padre.

Quiero que sepáis que era el pequeño, cómo tu C., de 3 hermanos, con los que se llevaba muchos años. Fue siempre el mimado, el cuidado. Se pasó años cenando tortilla de patata que le hacían especial para él, independientemente de lo que el resto de la familia comiera. Esto no os lo toméis como una licencia para pedirme cada día una cena a la carta, que ya sabéis qué lo hay en la lista de la nevera, es lo que hay que comer, y al que no le guste, se queda sin cenar.
El padre de mi padre, es decir vuestro bisabuelo también murió joven, cuando mi padre tenía 14 años. Se llamaba Gonzalo y era hijo de un señor catalán y una señora cubana. Se habían conocido durante la guerra de 1898 y él le hizo nada más y nada menos que 11 hijos; cuando se fundió toda la pasta de la rica heredera cubana, la abandonó en Canarias con los 11 churumbeles. Mi padre nunca hablaba de sus tíos, así que de esa parte de la historia no os puedo contar nada.

Se llamaba Jesús porque nació el día de Navidad, y por aquel entonces te ponían el nombre del día que nacías. Nunca le gustó, pero peor hubiera sido Natividad. C, Jesús, sí como el niño Jezuz..si el de los Reyes Magos. No, no era mágico ( no sé que te enseñan las monjas pero no van bien) . Siempre celebrábamos su cumpleaños en Navidad, hacíamos una comida especial y le dábamos los regalos al levantarnos. No, M, caminito de chuches no le poníamos .- No le molaba mucho su cumpleaños, pero cuando cumplió 50 le hicimos una fiesta sorpresa genial en la que curramos durante meses. Cocinamos para 80 personas, invitamos a sus colegas del colegio, sus amigos de la carrera, gente del trabajo, los de Los Molinos, los de las motos…tuvimos mucho mérito, no había ni mail ni facebook ni nada. Un millón de llamadas hubo que hacer, pero no faltó nadie y le hizo muchísima ilusión aunque lo único que decía era: estáis locos y ¿ pero qué haces tú aquí? a cada nuevo invitado que llegaba.

La tía E. y yo, nos fuimos a Los Molinos 4 días antes de la fiesta para limpiar y organizar y abu le dijo, cuando preguntó por nosotros qué estábamos de ejercicios espirituales. ¿ Otra vez?- dijo. Todavía nos reímos al acordarnos, ahora esa excusa no colaría ni de coña.

Mi padre no fue un estudiante brillante en el colegio y cuando empezó la carrera de Ingeniería Industrial, él y otros 20 lumbreras de primero, decidieron que en Madrid era muy difícil y que mejor irse a estudiar a Barcelona. No puedo explicaros como lo consiguieron, pero se fueron para allá. Mi padre vivía en un piso de estudiantes en el que tenían asistenta y todo, “La Beethoven” la llamaban, porque limpiaba en una tienda de pianos antes de ir a su casa. Allí se pasó toda la carrera, entre farra y farra, hasta que “abu” se fue a trabajar allí cerca, a Valls, y puso un poco de orden.

No, C, no te puedes ir a vivir fuera a una casa para ti sola con otras princesas. Creo que no estás entiendo el sentido de esta historia.

Mi padre y abu se conocieron en Los Molinos, - no, en casa de Abu no, esa casa no existía- y se casaron después de 10 años de novios. Si C, abu iba de princesa y no, no hubo piñata, en las bodas no hay piñatas.
Mi padre era un tío genial, muy divertido y con muchísimas ganas de hacer cosas. No siempre fue así, al principio trabaja mucho, muchísimo, pero después de su infarto cerebral decidió que la vida era para disfrutarla, así que nos llevo de viaje a Inglaterra, nos llevo a Suiza, fuimos a esquiar todos juntos y lo pasamos en grande. Si viviera ahora, estaría pensando en cuando podría llevaros a Eurodisney o al circo, o al zoo y a ti M. seguro que te habría comprado la bici más grande que hubiera encontrado y a ti C. un castillo de princesas para que te metieras dentro. Habría removido Roma con Santiago para encontrar chuches sin gluten y tendría el despacho plagado de dibujos.

Os contaría historias de lo mema que era yo y seguro que se acordaría del día que dejé la bici de B. mal aparcada y “Juanito” le paso por encima con su landrover, volví a casa con la bici destrozada y me echó una bronca increíble. Yo debía tener 13 o 14 años y me acuerdo que me fui a dar un paseo pensando que me tenía que buscar un curro para irme de casa porque seguro que ya no me quería más en casa. Si, era muy melodramática.

Mi padre te rateaba las 45 pelas para coger el autobús, ¿ otra vez necesitas dinero? pero si te acompañaba de compras te decía: ¿te gustan esos pantalones? Pues cómpratelos en 3 colores distintos”. No quiero ni pensar las montañas de pegatinas y gormitis que os hubiera comprado.

Con mi padre me comí el mejor arroz a banda de mi vida. Tenía 18 años y fuimos a comprar un regalo de boda al Corte Inglés de Princesa, él siempre ponía lo mismo en la tarjeta: ¡que suerte tenéis! Cuando terminamos la gestión, me invitó a comer en el restaurante de la azotea. Le encantaba el arroz, como a mi. Nos dijeron que tardaría 25 minutos y dijo: da igual, traiga vino. El mejor arroz de mi vida.

Mi padre se sentaría con vosotras a ver los dibujos de La Pantera Rosa que le encantaban y os hubiera llevado al cine a cada película que estrenaran. Estaría encantado de que tú M, ya sepas esquiar y puede que incluso se bañara con vosotros en la playa, que es una cosa que jamás hizo con nosotros. Se sentaba en el chiringuito con la cerveza y el periódico y desde allí nos saludaba.

Mi padre no conoció a papá y es una pena porque se hubieran llevado de coña, los dos ingenieros, los dos emocionados con Excel, los dos haciendo cálculos absurdos y los dos haciéndome muchísimo de rabiar.


Todo el que le conoció, se acuerda de él. Hubiera sido un abuelo genial. Cómo no lo será nunca, os cuento estas cosas para que por lo menos tengáis “ un recuerdo de un recuerdo”.

jueves, 29 de octubre de 2009

MOLI-HIJA.

Siempre lo digo y los que me conocen saben que es verdad. Si mi vida fuera un chiste y viajara en una avioneta con mis 3 hermanos y mi madre y hubiera que tirar a alguien para que sobrevivieran los demás, yo iría directa al abismo. Hay dos opciones, que mi madre me empujará directamente o que yo me tirará para escapar de su lavado de cerebro:

- Vamos a ver..al fin y al cabo, tú eres la mayor, has vivido más, además siempre te estás quejando de que te gustaría ser hombre si volvieras a nacer, esta es la manera de ver si es posible. Tus “pobres hermanos” son más jóvenes, han vivido menos…

Directa al abismo.

Mi madre me adora ( lógicamente), pero menos que a mis hermanos. Que conste que esto no es un reproche eh…que todo el mundo tiene hijos favoritos, y el que diga lo contrario miente. Para compensar esto, confieso que yo creo que a mi padre le gustaba más yo que los “pobres”.

El problema es que no tenemos casi nada en común, ella lo guarda todo, yo lo tiro todo, yo tengo mucho sentido del humor, ella ninguno, yo soy mala, ella es buena, yo digo tacos, ella no, ella tiene superpoderes, yo no, ella es MCgiver y yo no sé recortar, yo soy ordenada y ella es el caos..en fin, un mundo de diferencias insalvables.

Las conversaciones con mi madre siempre son iguales. Empiezo en el pico del buenrollismo, el amor maternal y la confianza en mi misma y según voy hablando con ella me deslizo hacia el cabreo, la indiferencia maternal y empiezo a mirarme los zapatos a ver si los llevo bien puestos o cambiados de pie..hasta ahí cae mi confianza en mi misma.

Siempre es así, pero no aprendo.

Ejemplo práctico de conversación.

- El “pobre B.” se va de casa. De primeras debería saber que tendría que huir de esta conversación, pero soy mema e insisto.
- Pues ya era hora.
- Hija, si no se ha ido ha sido porque ha tenido mala suerte.
- ¿ Mala suerte? Bueno, no sé..tampoco le ha puesto interés ¿no?

- No todos tienen tu suerte.
- ¿ Suerte? Venga hombre que llevo currando 12 años.
- Claro, un buen trabajo.
- Bueno, pero acuérdate que al principio tenia un curro de mierda, con un horario de mierda y un sueldo asqueroso.
- ¿ es necesario que digas mierda todo el rato?- la primera en la frente. Además, tú le tienes manía al “pobre B”.
- ¡Yo qué coño le voy a tener manía! , lo que no le tengo es adoración más alla de la lógica como tú.
- Cuando te pones sarcástica no tienes gracia.-
otra leche.
- Bueno, qué se va de casa. Y ¿Cómo se va a organizar con la ropa? Habrá que explicarle que el proceso por el cual la ropa llega del suelo del pasillo hasta el armario en su casa nueva no se va a producir. Habrá que explicarle como se pone la lavadora
- No se puede hablar contigo. No, no va a tener lavadora.
- ¿ Ah no? ¿ Y eso?Yo no aprendo..y allí voy..en el fondo sé la respuesta pero soy masoca.
- Porque no tiene dinero.
- Ya, ¿ y qué va a hacer con la ropa? ¿Lavarla a mano? - hundíendome hasta el barro.
- ¡ qué cosas tienes!..la traerá a casa para que se la lave yo.
- ¿COMOOOO? .- no sé porqué me hago la sorprendida, sabía esto desde el minuto 1 de conversación.
- Hombre, el pobre.
- Yo le regalo la lavadora. TACHÁN...la gran cagada.

Cuelgo sabiendo que mi madre me considera una insensible malhablada, va a hacer por mi hermano lo que no hizo por mi y encima tengo 300 euros menos.

Otro ejemplo.

Llamada de socorro a mi madre por enfermedad de C.

- Mamá, soy yo. Que no sabemos si C. tiene gripe A.
- ¿ Ah si? Pues el que está fatal es tu pobre hermano G. Ha llegado verde del trabajo..y blablablabla..entonces he ido con el al médico y blablablá..y luego hemos ido a hacerle..blablabla…y otras pruebas de blablablabla.
- Ya vale, muy interesante, pero es que era para ver si me podías hacer el favor de llevar mañana a C. al médico porque el ingeniero y yo no sé si vamos a poder.
- ¿ al médico con C.? no sé..es que tendré que ir con el “pobre”.
- MAMÁ, EL POBRE TIENE CASI 30 PALOS Y C TIENE 4.
- Y ¿qué quieres? ¿ qué coja gripe A?
- Pues me lo estoy pensando la verdad……
- No le veo la gracia.
- Lo sospechaba. Adios mamá.




A mi madre este post le horrorizaría pero como le prohibí leer el blog no podrá decirme nada a pesar de que sé que lo leerá ( E. traidora). Es mi venganza.


Pero vamos que mi mamá me mima y yo soy una hija lamentable asi que si me monto en una avioneta me llevaré un paracaidas.