miércoles, 7 de octubre de 2009

MARCELO

Durante muchos años él no me vio. Miró detrás de mi, no quiero decir con esto qué viera mi interior, ni cómo era yo, ni majaderías de esas, veía detrás de mi.Yo era completamente transparente, le impedía el paso directo a dónde él quería llegar pero no me veía. Se podía haber cruzado conmigo por la calle, que no me hubiera reconocido jamás a pesar de haberme visto un millón de veces.

Yo sí le veía a él. Demasiado. Él es demasiado. Demasiado todo. Excesivo en sus maneras y en sus formas, en sus apariciones y en sus desapariciones. Excesivamente bien vestido, excesivamente conjuntado, excesivamente visible. Excesivo en una palabra.

Pasaron años, muchos años. No teníamos nada en común. Y cuando menos nos lo esperábamos y en el sitio más insospechado nos encontramos y nos adoramos. En Albacete ( nada de rimas fáciles), en un día de curro estresante, una noche de juerga interminable, con más risas de las que ambos podíamos aguantar. Él me miraba y me decía: ¿ pero cómo coño no me he fijado en ti en 5 años? Y yo le decía, en eso consiste mi trabajo en la empresa de libros por colores, en estar pero qué no se me vea.

Nos reímos tanto que nos dolían las mandíbulas, nos bebimos el Nilo, nos descojonamos de todo bicho viviente en la noche albaceteña y nos fuimos a dormir de madrugada sin poder dejar de reírnos. Al día siguiente desayunamos churros en un bar cutre con una resaca inhumana y volvimos a Madrid atropellándonos en la conversación, queríamos decirnos todo lo que no nos habíamos dicho en todos esos años de transparencia.

Cómo es tan excesivo pasamos de ser desconocidos a ir a su casa, conocer a su pareja y regalarme naranjas. Quería que pasáramos el resto del finde juntos pero mi deber de madre me llamaba.

Desde entonces somos amigos. Nuestra amistad es una juerga continua. Es el culpable de mis peores resacas de los últimos años. Nunca es más mentira la frase de “ una copa y me voy pronto” que cuando estoy con él. El tiempo vuela.

Seguimos sin tener mucho en común. El es “ Sexo en Nueva York” y yo soy “Los serrano”, Él es “ Desayuno con Diamantes” y yo soy “Los bingueros”. Él es Armani y yo ropa de los chinos. Él es champán a las 5 de la tarde y yo soy vino de mesa. Él es la terraza del Hotel Urban yy yo soy del bareto de la esquina. Él es artista y yo Maruja. Él es de pueblo y yo de ciudad. Él es guapo hasta morir ( como de la franja de Gaza) y yo soy normal hasta la agonía.

Él es encantador con un pronto muy malo. Yo soy mala y a veces tengo un pronto encantador.

Pero lo mejor es que los dos somos malísimos y nos encanta serlo.

Marcelo, Feliz cumpleaños.

martes, 6 de octubre de 2009

MATERNITY (XXXVIII): Extraescolares extenuantes

Primeros días de colegio, padres nerviosos: ¿a qué le vas a apuntar? ¿ sabes qué día es predeporte? ¿ no coincidirá plástica con música? Si tu llevas a mi Pedrito a fútbol yo llevo a Pablito a manualidades el miércoles.

Ya estamos otra vez: las actividades extraescolares atacan de nuevo.

Los colegios ofertan mil: inglés, fútbol, predeporte, judo, baloncesto, manualidades, teatro, ballet, baile clásico, canto, música, ajedrez..todo lo que se te pueda ocurrir y más. Los coles se sacan una pasta que alucinas con esto y por supuesto pretenden que desde los 3 años el niño se vista de karateka 2 días a la semana y de largaterana los otros dos.

Los padres entran en un estado de febril actividad, a ver si les dan plaza, a ver si les cuadran los horarios, a ver si puedo empalmar 3 actividades seguidas, a ver si no tengo que empeñar el anillo de pedida para pagarlo. Se alían con otros padres para ver si uno le coge el turno a otro en piscina y él se lo devuelve en música. Un stress.

El Apa, Ampa o la organización mafiosa de padres correspondientes aprovecha para mandar una circular donde dice que si eres de su organización, el baloncesto solo te costará 80 euros al trimestre,pero si no eres,haber elegido muerte, son 190. La típica maniobra para convencer a la gente de que se sume a tus intereses por los valores que predicas y no por la pasta.

¿ Y los niños? A los niños qué les den.

Todos los padres del mundo dicen que apuntan a sus hijos a extraescolares porque “les viene bien” , que es la misma clase de excusa que te das a ti mismo cuando les atufas el puré de verduras: “ es buenísimo”. Y si, es buenísimo pero está asqueroso y tú no lo querrías para ti ni en un millón de años.

Las clases extraescolares son lo mismo. Se apunta a los niños por dos razones:

- Salen demasiado pronto del colegio y tenerlos toda la tarde en casa es un coñazo, ellos se aburren ( o eso crees tú), te dan la brasa, te hostilizas, lo pagas con ellos, te sientes culpable, te peleas con tu pareja..adiós a la emoción de la vida familiar.

- Tú llegas demasiado tarde del curro y pretendes que con las clases extraescolares no se den cuenta de lo tarde que llegas…total, ellos han llegado media hora antes que tú después de empalmar: inglés, teatro y fútbol.

Cualquiera de las dos razones parecen buenas a principio de curso, pero a medida que avanza el año, las clases extraescolares se convierten en un infierno para todos: los niños están agotados, los padres ven la pasta qué es y por supuesto ni su hijo es Raúl, ni su hija se convierte en actriz y ninguno de los churumbeles sale bilingüe. Además es fascinante ver a madres ( algún padre pero menos) a las 7 de la tarde en enero yendo y viniendo de llevar y traer niños de un lado para otro y pasando un frió de mil pares. Normalmente el niño va diciendo: mamí yo lo que quiero es irme a casa.

Pues no,estás en predeporte y hay que ir. ( ¿alguien sabe qué es predeporte?)

Pero ¿por qué? Tú estás hasta el moño de llevarles, los niños están agotados, te está costando una pasta y la salud. ¿ Qué sentido tiene?

Ya sé lo qué me vais a decir: a ellos les encanta.

Mentira, les encanta porque se lo has vendido mal. Les has dicho: Pepito, ¿ quieres ir a baloncesto con tu amigo Pedro los lunes? ¿ y luego a plástica con Fernando? Y..¿ a que te apetece aprender a patinar los viernes? Pero ya sabes que para hacer todo esto que te gusta tienes que ir a inglés, que es muy importante y a refuerzo de lengua que vas regular. ¿Vale cariño?

Y el niño dice que si porque se ha quedado en baloncesto con Pedro y no sabe que todo eso implica no poder tirarse en la alfombra con sus coches ni una tarde a la semana.

Yo lo pienso al revés. Si después de currar tuviera todos los puñeteros días una actividad ¿ me molaría? Seguro que no.

Si todos los días después de currar supiera que me queda una hora de inglés y luego otra de baloncesto ¿me molaría? Seguro que no.

Y ¿ por qué les va a gustar a ellos?

A veces creo que cuando la gente dice “es que mis hijos no saben a qué jugar” , es porqué no les han dado tiempo para ello.

lunes, 5 de octubre de 2009

¿ Por qué corre Sammy? de Budd Schulberg

Este es el libro que terminé en mi fin de semana de holgazanería total.Es la historia de un arribista, un trepa, Sammy Glick, un chico que pasa en pocos años de recadero en un periódico en Nueva York a capitoste de unos grandes estudios en Hollywood en los años 30. Hace trampas, miente, engaña, abandona a las personas que no le pueden ayudar, manipula y utiliza a todo aquel que le puede servir en su empeño personal que no es otro que ÉL. Lo que más impresiona es como Sammy observa a aquellos a los que quiere emular y consigue ver sus debilidades para luego aprovecharse de ellos: sabe lo que la gente quiere y se lo da. Da miedo ver como el engaño y la manipulación sirven para triunfar, servían en los años 30 y sirven igual ahora. Creer que los buenos triunfarán es de ingenuos, normalmente si ganan los buenos es por casualidad.
" Supongo que es una lástima que las personas no puedan ser un poco más consecuentes. Aunque si lo fueran , quizá dejarían de ser personas. Tal vez ser convertirían en personajes de tragedias épicas o de películas de Hollywood. ( ). Lo único que al parecer hace la gente es lo posible por ir tirando y pasárselo bien; y si para ello deben conservar lo que poseen, es probable que acaben convirtiéndose en unos fascistas; y si para ello deben tratar de conseguir lo que necesitan y no poseen, es muy probable que acaben aprendiéndose de memoria La Internacional".
" ¿ Alguna vez te has planteado cuál es la diferencia entra las palabras soltera y soltero? Resulta bastante significativo que soltera lleve asociadas las ideas de soledad, frustración y tristeza. En cambio un soltero siempre es algo glamouroso, ¿ no crees que la palabra misma al pronunciarla ya sugiere aventura y libertad?"
" Hola- dijo susurrando, y nos miramos mientras ella apagaba las luces. Siempre hay ese miedo a la decepción, a que no salga bien, pero desde el primer momento supimos que eso no debería preocuparnos".
Estamos igual que en 1930...y nos creemos el colmo de la evolución.
Mis recomendaciones son para todo el mundo pero ésta vez es especial para Gonzalo, te gustará.

SOBREVALORACIONES (III)

Las madres son unas tías muy listas ( no todas) y con mucho mundo ( no todas) y sobre todo no quieren hacerte daño (todas).
Cuando de pequeño te separabas de ella por lo que fuera: vacaciones, un nuevo hermano, campamento, viaje de tus padres..etc, cuando se producía el reencuentro ella siempre decía: "cómo te he echado de menos" y tú te quedabas pensando que le perdonabas que te hubiera dejado con tu tía Críspula o que no te hubiera traído nada de su viaje…”te había echado de menos" , cómo te quería tu mamá. Y sí, te quería..pero no te había echado de menos nada de nada.

Sé que esta mal decirlo pero ahora que tengo algo de sabiduría maternal adquirida a la fuerza puedo confirmar que en 48 horas de ausencia he echado de menos a mis hijas cero. Esto no queda bien decirlo y además la gente no se lo cree, 3 personas me han dicho hoy:

-si, si..dices que te lo has pasado bien pero seguro que andabas por la casa echando de menos al ingeniero y a tus hijas.
- Pues no.
- Anda, anda..que seguro que si, pero te da vergüenza decirlo porque te haces la durita.
- ¿ La durita? Pero qué gilipollez es esa? Si se hubieran ido dos meses a la Patagonia y no supiera donde están o yo me hubiera ido a currar a Villaconejos ( estoy a un paso de eso) para toda la eternidad pues a lo mejor, pero ¿48 horas?? se me han hecho cortísimas.
- Si, si..ya.

Porque esa es otra..si un tío se queda de Rodriguez todos dicen: joe..fulano que suerte eh…el mando, la cerveza, rascarte los huevos..que no te digan que limpies, no hacer la cama…que suerte tienes cabrón. Pero si lo dice una tía es: te vas a aburrir…no vas a saber que hacer. Pues lo mismo que tú…el mando, mis copas, rascarme lo que me apetezca y no hacer nada.

Las otras madres también te miran mal, conozco casos de gente que echa de menos a sus hijos si se van a dormir una noche fuera, que me parece perfecto. pero para mí es ciencia ficción. ( fundamentalistas maternales…obviad comentarios del tipo: me dan pena tus hijos y blablablabla…abrios un blog y compartis llantos).

Así que nada que las madres echan de menos a los churumbeles está sobrevalorado. No es que no quieran a los hijos es que están tan emocionadas disfruando de tiempo para ellas que no da tiempo para más.

Otra cosa que está sobrevalorada es la “contención”. Lo peor es que además es una cosa que no tengo, no sé contenerme y además si lo consigo me enveneno y me hierve la sangre.
No sé porqué está bien visto tragarte lo que estás pensando o dejar de hacer lo que quieres hacer porque has pensado que el otro va a creer que blablablablabla..y entonces decides “contenerte”.

Tengo la teoría de que si te contienes eres menos tú. La contención es de cobardes. Dejar de decir o dejar de hacer lo que quieres por temor a lo que el otro piense o haga te jode la vida sin motivo. Vale que deslizarse por la pendiente de la impulsividad más absoluta te puede llevar a caer en el patetismo, el ridículo o la vergüenza ajena pero por lo menos serás tu haciendo el capullo y no una especie de reflejo absurdo de ti mismo con la procesión por dentro.

Comprendo que a veces hay que contenerse y pensarlo dos veces antes de actuar/hablar pero a mi me cuesta mogollón y al final creo que no merece la pena. Me contengo y no sirve de nada, no digo lo que quiero decir y no hago lo que quiero hacer, no me siento mejor y me hierve la sangre.