martes, 16 de junio de 2009

RUTINA QUEBRADA

La rutina está mal vista. Los perroflautas, carajipis y demás chusma que vive por la cara disfrazándolo de libertad se permiten mirarte por encima del hombro y decir cosas como: “ yo es que paso de caer en la rutina, a mi me gusta la aventura y poder hacer mil cosas”. Por supuesto esa libertad y aventura está normalmente financiada gracias a la capacidad parasitaria del mencionado carajipi. Además, les gusta la aventura pero si pueden quedarse a comer en tu casa de gorra hoy y mañana en la de tu prima y pasado en la de la abuela del tío que han conocido en el metro pues mejor que mejor.

Aunque pueda parecerlo, no es un post contra los jetas, estoy demasiado cansada. Es un post reivindicativo de la rutina, de mi rutina. A mi me mola saber qué voy a hacer cada día. Tener claro mis actividades me da calma y tranquilidad. Eso no quiere decir que sea una Rottenmayer y que si alguien me llama para algo inesperado vaya a decir que no, o me niegue porque “rompe mis costumbres”. Todo en su justa medida.

La rutina me permite descansar. Sé lo que tengo que hacer y cuando, y por lo tanto sé que rato tendré para leer, dormir, rascarme el dedo gordo del pie o desnucarme en el sofá hasta que babee. Me mola mi rutina.

Cuando se me rompe me pongo de mal humor, si además se rompe en varios aspectos y para rematarlo hace 40 grados directamente me pongo intratable.

Ayer fue un día de esos.

Volvimos de Granada el domingo machacados. Princesas al sobre rápidamente y nosotros al sofá. A las 12 a la cama, pero paso por el cuarto de las princesas a saborear ese momento en el que son tan monas y a Urgencias con M. A la mierda la rutina, empiezo a estresarme.

Vuelvo a las 2 de la mañana, me desplomo a dormir para descubrir a partir de las 3 y media que esta noche no me toca dormir. M. está mala, así que festival de la maternidad, arriba y abajo, cambia sábanas, pon termómetro, vasos de agua, mimos y caricias todo intercalado con breves cabezadas y todo tipo de juramentos contra el ingeniero y su sueño a prueba de responsabilidades paternales.

A las 7 de la mañana es obvio que M. está bastante mala, lo que quiere decir que la rutina del lunes no se va a cumplir. Ante esta perspectiva yo opto por cabrearme y sufrirla, el ingeniero es más de la opción “ obviemos los síntomas que no nos convienen y sigamos con nuestra rutina”.

- Yo me tengo que ir a trabajar
- Yo también
- Que no vaya al colegio
- Ya, y aparte de lo obvio ¿ cómo vamos a organizarnos?

Asi que a las 7 y 15 ya hemos tenido pelea. Fenomenal. Sin rutina, sin dormir y hostilizada..lo mejor para empezar el día.

Las princesas se levantan. C. que está bien no quiere ir al cole, y M. que está a morir si quiere ir. Estupléndido. Gritos, discusiones, termómetros, fármacos e instrucciones.

Al coche. No funciona la aguja de la gasolina, o eso o mi coche está a régimen, con un tercio del depósito me he hecho 900 km. Lo que me faltaba, quedarme tirada.

Llego al curro. Llamo a casa, M. sigue mal, el ingeniero me llama para saber cómo está M. Me hostilizo más.

Muchos pesados en el curro, “¿qué te pasa? Estas seria” “ pues ya ves no estoy de humor”. Ni les interesa ni quieren saber que me pasa pero cómo estoy cerca del poder me tienen miedo y más si estoy de mala leche. No saben que cuando estoy simpática soy mucho más peligrosa.

Por fin me dan hora en el pediatra, me voy antes del curro dejando colgada a mi compañera. Llego a casa, recojo a M, la llevo al médico: “ puede ser que sea celiaca, que no coma gluten, ni patatas, ni arroz”. Teniendo en cuenta que no puede comer ni huevo ni pescado tengo una visión de mis menús en un futuro y lloro.

Llego a casa, baño a las princesas y el ingeniero me llama que no se encuentra bien y que no puede ir a la compra.

Me voy yo. En el supermercado deben regalar las cosas o la gente no tiene amigos porque está absolutamente petado. Lleno el carro, busco cosas sin gluten, sin huevo, ni pescado y que no sean derivados del petróleo, por un momento busco la cámara oculta porque tengo el síndrome del concursante: por 2 euros intente llenar el carro cumpliendo todos estos requisitos.

Salgo con el carro, pesa mucho..es cuesta abajo, las sandalias patinan, intento hacer contrapeso, el carro se descontrola, me abro de piernas y me meto la gran leche empotrando el carro contra un coche.

Me pongo de pie, me sangra un dedo del pie, lloro. Lloro muchísimo.

Llego a casa, saco las bolsas, hago dos viajes a casa y cuando por fin cierro la puerta de casa, me miro en el espejo y descubro que del espatarramiento para intentar evitar la caída y el choque contra el coche se me han rajado los vaqueros y voy enseñando el culo.

En días así me gustaría ver a un perroflauta disfrutando de la aventura de mi rutina.
Eso sí, a escribir el post me dió tiempo.

lunes, 15 de junio de 2009

MALAS IDEAS.

El sábado, por circunstancias familiares que no vienen al caso, estaba a las 7 y media de la tarde a 40 grados a la sombra sentada debajo de un arbol en la Alhambra. A mi alrededor, aparte de mi amplia familia política, hordas de guiris paseaban con la lengua fuera admirando los Palacios Nazaríes, el Palacio de Carlos V y la Alcazaba.
Rojos como langostinos, vestidos con exiguos pantalones y camisetas de tirantes que permiten ver sus hombros carbonizados son inconfundibles. Los pobres quieren disfrutar de lo que ven, pero pasado un rato a esa temperatura sus funciones neuronales empiezan a bloquearse y los ves caer rendidos delante de las máquinas de refrescos que oportunamente están dispuestas a lo largo del recinto.

Pues allí que estaba yo observando esa fauna cuando empecé a ver gente trepada en unos tacones imposibles, mujeres pintadas como si se acabara el mundo y hubieran dicho “ me voy a poner todos los potingues porque total mañana se acaba el mundo y va a ser una pena que esta raya azul celeste para el ojo y este rimel verde fosforito se queden sin usar”, hombres con chalecos morados a juego con corbata a tono y pañuelito….todo era muy raro.

Hasta que todo cuadró. Calculo que el sábado vi a todas las novias de Granada hacíendose fotos en la Alhambra Qué espectáculo, los pelos como escarpias.

Las bodas son un terreno abonado para cometer errores garrafales de los que no te vas a poder olvidar en tu vida porque para empezar has contratado a un tío que te retrate desde que te vistes hasta que tus invitados vomitan por las esquinas. Ese es el primer error, contratar un fotógrafo.

El fotógrafo de las bodas es un tío al que le pagas un pastizal indecente y encima no puedes hacer lo que quieres, porque él es “artista”. Los artistas son peligrosísimos. Sin saber cómo, de repente, te ves posando de espaldas al novioen un escorzo anatomicamente imposible, el velo extendido por el suelo poniéndose asqueroso ( una de las novias literalmente se quedó pegada a la fanta que mi hija C. convenientemente había esparcido antes) y con tu ramo posado sobre ese velo mientras los dos lo mirais arrobados como si fuera un prodigio de la naturaleza. El tío de la cámara dice que es “ artístico” y tú te lo crees. Y lo que es peor, le vas a pagar las fotos a precio de oro.

El otro día, en la Alhambra, vi a un fotógrafo que hizo posar a los novios, ella sentada en un poyete y él con la pierna apoyada en ese poyete y quitándose las gafas mientras la miraba por encima de ellas como si la acabara de descubrir. Espeluznante.

Se me olvidaba hablar de las invitaciones de boda: sencillez. A mi modesto entender enviar papel imitando pergamino con letras grabadas en oro que reproduzcan un mensaje supuestamente cálido y original del tipo “ el mar y la orilla se encontraron y nunca más pudieron separarse” o “ yo no sabía dónde quedarme hasta que tu me encontraste” debería estar penado con la cárcel.

Otro error es dejar libre albedrío al novio para vestirse. A él le da igual, pero probablemente la madre quiera que vaya como un príncipe…de Bel Air claro. Ya lo he dicho más veces, la originalidad mal entendida es peligrosísima: corbatas moradas a juego con chalecos, cuellos de la camisa a juego con calcetines, pañuelos de fantasía anudados al cuello y pajaritas fosforescentes pueden hacer que te replantees muy seriamente si de verdad te quieres casar con un tío que tiene tal confusión cromática.

El tercer error es muy común, las novias creen que cualquier vestido las hará más guapas. Falso. Si eres una cuerpo estufa y te pones un vestido con más capas que una cebolla parecerás un hobitt, si tienes los brazos de Stallone y llevas un vestido palabra de honor darás miedo y si tienes cara de pajarito y te pones un tocadito con plumas parecerá que has anidado. No olvides nunca que la gente miente: “ estás guapísima”..es casi siempre mentira.

Todos sabemos que para ti es un día importante, pero para los demás no lo es tanto. Probablemente lo pasen bien y les gusta estar contigo en ese día..pero no va más allá. Regalitos de boda en plan “ chuchi e isa” inscrito en dorado en un bloc de papel reciclado es mala idea, la cesta de caramelitos rancios con la figurita de los novios es innecesaria completamente y la flor de plástico con el menú grabado en rosa es directamente para ir al infierno.

No sé porqué la gente se empeña en hacer esta mierda de regalitos, ¿ para compensar el gasto a los invitados? No me parece bien, te gastas pongamos por ejemplo 150 euros y ¿ esperan que te compense por el set de manicura en funda de polipiel? Me parece poco realista.

Por supuesto estoy totalmente en contra de cosas como permitir que los camareros se pongan en pasillo encabezados por el maitre y los novios desfilen para ir a su mesa al son de la marcha nupcial, estoy en contra de cortar la tarta con sable y de brindis casposos del tipo: “ Pepe, te quiero..eres la luz de mi vida y espero que seamos muy felices”. Cursilismos los justos.

Si has decidido casarte con un tío vestido de verde botella que lleve los zapatos a juego con tus pendientes, has contratado al fotógrafo más artístico de tu barrio, te has hecho fotos mirando a dos jilgueros de plástico piar y vas a cortar la tarta con una katana..te deseo que seas muy feliz pero a mi no me invites.

Mira el lado bueno, te ahorraras mi bolsa de lavanda seca para perfumar el armario.

viernes, 12 de junio de 2009

MATERNITY (XXIX): A la playa


Consejos para ir a la playa y no terminar con un ataque de nervios y llorando en la orilla
  • Borra de tu mente cualquier recuerdo de experiencias anteriores en la playa. Tómatelo como si fuera la primera vez que vas a la playa. Si no lo haces, y comparas tu actual experiencia playera con cualquiera que hayas tenido anteriormente, incluídas las que tuviste cuando tenías 6 años, acabarás llorando de frustración.

  • Vete a Ikea y compra una bolsa de playa que tienen por 0, 95 que no es ni bonita, ni estilosa, ni cómoda de llevar pero en ella cabe "casi todo" lo que tienes que llevar en esta fascinante y nueva experiencia.

  • Olvidate de " me levanto y en media hora estoy en la playa". Ahora desde que te levantas hasta que llegas a la playa pasarán facilmente un par de horas, es más tendrás la sensación de que más que bajar a la playa te mudas de casa cada día. Tienes que preparar bolsas y bolsas de cosas que obviamente no son para ti.

  • Olvida la experiencia de coger la toalla, el libro, la crema y a la playa. Si persistes en no olvidar experiencias anteriores, cogerás el libro, la toalla y la crema, para descubrir al final del día que no has leído nada, tu toalla no ha salido de la bolsa y estás totalmente abrasado porque a pesar de tener la sensación de llevar todo el día con crema en las manos, te has olvidado de darte a ti mismo.

  • No olvides llevar suficiente ropa como para vestir a tus fieras durante una semana. Si cometes el error de olvidar este importante paso lo pagarás caro. A la media hora de estar en la playa tendrás a tus fieras "en culos" porque la arena en la que se han rebozado les pica y después de gritar " mamiiiiiii me picaaaa el culooooooooooo", se habrán quitado los bañadores. Además como no te ha dado a quitarles la camiseta y se han lanzado rapidamente al agua tienen la camiseta empapada, asi que ya los tienes sin camiseta para llevarlos al restaurante y en culos. Si además tus hijos son muy como las mías, resultará que de buenas a primeras tienen frío en la playa así que entre la media docena de camisetas acuerdate de llevar alguna de manga larga. Por supuesto hay que meter gorra, pañuelo ( por si pasan de la gorra) y gorro...al final querrán ponerse el que lleves tú pero da igual, si cometes el error de no llevar su gorra de Pokemon te darán la barrila todo el día.

  • La arena no es tu enemiga, eso era antes, cuando eras ideal y monísima y bajabas a la playa a ponerte morena y relajarte en tu toalla. Por aquel entonces no entendías que la gente se alquilara una tumbona, total " estiro la toalla y me tumbo y no tengo nada de arena en la toalla". Jajajajaja, prueba a tumbarte en la toalla a ras de suelo ahora. En 2 nanosegundos tendrás a tus fieras encima rebozados de arena y tú con ellos. Tienes dos opciones, intentar que los adopten los de la sombrilla de al lado ( cosa que puede que hagan si continúas llorando) o dejarte llevar y resignarte a tener arena hasta en el píloro. La opción alquilar hamaca puedes contemplarla, pero que sepas que los que se tumbarán serán las fieras.

  • Hacer castillos, tuneles, piscinas, enterrar gente, moldes de tortugas, lagartos, cangrejos, delfines y flanes de arena es un plan divertidísimo. Intenta acordarte de lo que te gustaba cuando tenías 5 años. Sé que es una etapa que queda lejos, pero recupérala porque te lo vas a pasar bomba.

  • El baño, ese gran momento. Olvida cuando te levantabas de tu toalla, apartabas el libro o el periódico, mirabas al horizonte y tranquilamente caminabas hasta la orilla mientras mirabas al inmenso azul que te iba a acoger y refrescar, tú no lo sabías pero no era para siempre. Ahora tienes dos opciones: arrastrar a tus fieras vociferando y gritando como si fueran a despellejarlas al tiempo que aletean intentando quitarse los manguitos porque " nooooooo....me da miedoooooo", " no me quiero bañarrrrrrr"...o la opción dos, recuperar esa sensación de dedos envejecidos porque llevas en el agua 2 horas, no hay manera de sacar a las fieras " otraaaa olaaaaaa". Están tan a gusto en el agua que incluso te planteas que puedan desarrollar agallas.

  • Desaconsejo muchísimo ir a la playa con menores de 1 año. Sólo la impedimenta para intentar pasar medio día en la playa es suficiente como para desanimar a cualquiera: sillita para que duerma, hamaquita para que se siente, bañerita por si se quiere mojar, toalla para tumbarle, una legión de juguetes, el biberón del agua, el biberón de la leche, media docena de chupetes, los pañales, el cambiador, las toallitas, la muda, el gorrito y cualquier otro gadget que como padre primerizo crees que vale la pena llevar para que tu fiera pase un buen rato y sobre todo te deje tranquilo un rato. Olvidalo, no funciona. La playa será una tortura china y además te habrás provocado una lumbalgia de cargar con tanto peso. Por supuesto la pelea conyugal está garantizada: " ¿ qué no has traído la tienda de campaña especial para bebes que permite el paso de los rayos Gamma que favorecen el crecimiento capilar? " "No, estaba cargando con la nevera especial contenedor de comida infantil". " Mañana no vengo" " Pues yo menos". No merece la pena, la piscina está más a mano y no necesita tanto trasto.

  • Lo que se te va a poner más moreno es la espalda, eso pasa cuando en vez de estar todo el día tumbado leyendo estás todo el día en la orilla haciendo castillos. Date protección 30.

  • Olvida cuando la gente te miraba con admiración. Bienvenido a que la gente te mire o bien con pena si la que lloras eres tú de desesperación, o con cara de odio si son tus niños los que berrean a la hora de la siesta.

  • Si consigues algún momento de calma porque caen dormidos, no te confies, los elementos están contra ti: se nublará y se levantará una desagradable " brisa antiprensa" que impedirá que leas el periódico. Resignate.

  • Recoger conchas es divertidísimo. Tener conchas como para alicatar tu salón es fascinante. Encontrar conchas en las sábanas cuando te acuestes es estupendo. Tirarlas porque estás hasta el moño de las putas conchas es mala idea. " Mamiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ¿ y miz conchazzzzz?????, ¿ laz haz tirado?????".


Las buenas noticias es que a partir de los 3 años la situación mejora muchísimo, así que adoptadlos con 3 o hasta entonces pasad las vacaciones en la montana.

viernes, 5 de junio de 2009

MENTIROSOS Y TONTOS

A raiz de la historia de MAK he estado reflexionando sobre la mentira.

La mentira tiene muy mala fama, si confiesas decir mentiras la gente te mira por encima del hombro en plan: eres chusma. Todo el mundo aparenta ser un pozo de sinceridad y desconocer completamente la falsedad.

Pero es mentira. Todos mentimos. Lo malo es que la gente cree que se puede hacer a tontas y a locas y para nada. Para ser un buen mentiroso hay que tener una serie de cosas claras.

Lo primero es elegir sobre qué se miente. Mentir sobre chorradas es absurdo y además propaga el mal. Si alguien te pregunta ¿ te gusta mi camiseta de Fernando Alonso? La respuesta es “ NO, me parece horrible”. Un tío que se pone una camiseta de Fernando Alonso tiene que estar preparado para aceptar que los demás le echen en cara que no tiene criterio.

Si optas por mentir y decir “ Si, es preciosa y superchula”, para empezar propagas las camisetas de Fernando Alonso por el mundo lo que ya es bastante malo, haces a sus sponsors más ricos y lo que es peor de todo te expones a que ese tío te regale una a ti. ¿ Se puede mentir peor?. No.

Sin embargo si esa misma pregunta te la hace tu pareja después de ir de rodillas a comprarte la camiseta de Fernando Alonso a Qatar pensando que te hace muchísima ilusión ¿ te gusta cariño?. Ahí si que hay que mentir, o si eres un crack contestar algo que contente a tu pareja pero que no sea mentira: “ jamás pensé que fuera a tener una de estas”.

Hay que mentir considerando que el otro es inteligente. Decir mentiras chapuceras y mal construídas es una afrenta para el otro. Si llegas a casa apestando a sol y sombra y con pinta labios en el cuello no mientas diciendo “ estaba trabajando”. Eso es una mentira ofensiva. Construye una mentira molona que te haga pasar por un tío con imaginación aunque seas un cabrón con pintas. “ Cariño, volvía de trabajar cuando mi coche se quedó sin gasolina, estaba oscuro, no había nadie y lo único que se me ocurrió es echarle al coche un poco de cognac de la cesta de navidad que llevaba en el maletero y que traía a casa para disfrutarla contigo. El coche arrancó y venía para casa saltando de impaciencia por verte cuando me encontré a una pobre viejecita perdida dando tumbos por la autopista, una de esas con el pelo azul y los morros pintados. La pobre de agradecimiento por llevarla a su casa me ha plantado este beso” . Eso es una mentira construída, probablemente no funcione pero eso da igual.

Mi hermana E. y mi amiga N. son unas grandes mentirosas, lo hacen genial. Sin pestañear. Hay que estar siempre alerta, en cualquier momento y en cualquier ocasión te la cuelan. Suena el teléfono y de repente te encuentras contestando a una supuesta policia que llama por una denuncia a tu coche..te das cuenta de lo absurdo de todo y de repente dices: serás cabrona!!!

A los padres hay que mentirles también, hay cosas que es mejor no decirles porque sufrirían, chorradas pero mejor que no lo sepan, además lo saben pero si no se lo dices pueden hacer cómo que no lo saben. Ejemplo práctico, si con 24 años te vas con tu novio de viaje solos y a tu madre no le hace gracia, no se lo digas, dile que vaís un grupo de amigos. Ella sabe que es mentira, pero prefiere no saberlo y todos contentos. Si, sí, ya sé que ya me llegará el momento de ser la madre que prefiere no saberlo.

Luego están las mentiras que el otro acepta porque le molan. Llama tu jefe porque no va a ir al despacho

- Hola, ¿Qué tal todo?
- Pues bien, aquí echándote de menos. Si no vienes a la oficina para mi no tiene sentido venir a trabajar
- ¿ De verdad? ( Oyes como su ego crece hasta no caber en el coche)
- Por supuesto, si no vienes tú hacerme 190 km no tiene sentido, pero aquí estoy llevando el peso de la empresa sobre mis hombros.
- Vaya, muchas gracias.

Él sabe que es mentira y tu también, pero no cuesta nada hacerle féliz, es una mentira buena y hasta cierto punto necesaria.

Para cerrar este post sólo quiero decir que prefiero mil veces un buen mentiroso a un tonto absurdo.

¿ Cómo se puede ser tan majadero como para hacer un bautizo civil que consiste en “ceremonia civil de otorgamiento de carta de ciudadanía”? ¿ se puede ser más absurdo, más tonto, más incongruente y más rematadamente memo? No creo.

¿ Qué va a ser lo siguiente? ¿ Un Bar Mitzvá frente al Puente de Segovia? ¿ Una comunión civil en el parque de atracciones?

Dónde esté un buen mentiroso que se quite un tonto absurdo.