miércoles, 24 de diciembre de 2008

UN CLÁSICO : Queridos Reyes Magos,

Antes de que se me eche el tiempo encima y como buenos tíos que sois ( muy magos y muy de oriente, pero al fin y al cabo tios) tengáis la excusa de que no ha llegado la carta y soy “muy difícil de regalar”, aquí va mi lista de peticiones.

La verdad es que no he sido nada buena este año, he sido mala, como casi todos. Tengo bastantes deseos y tampoco es que sean buenos así que no sé si sois la gente adecuada para pedírselos. Sois mi única opción hasta mi cumpleaños y si hace falta, ( como tía que soy) lloraré para conseguir lo que quiero.

Quiero que Amaia Montero se quede muda y a poder ser que se vuelva transparente. Que tía más cansina. Con esa voz de pito alguien le dijo que cantaba bien y es un puto periquito fashion victim.

Quiero saber hacer las cuatros operaciones básicas: sumar, restar, multiplicar y dividir. Si no puede ser todo, me conformo con sumar y restar...sin que G me mire y directamente se descojone.

Quiero poder decir esa frase tan estupenda de “uy..si, he adelgazado..pero no he hecho nada, como de todo..debe ser que me ha cambiado el metabolismo”.

Quiero que o aumente mi nivel de tolerancia al alcohol o aumente mi capacidad para que mis propósitos de “ una copa y me voy” duren más de 12 nanosegundos.

Quiero capacidad para combinar complementos, o por lo menos cambiar de bolso antes de que el que llevo se desintegre.

Quiero a M. que se le pasen todas las alergias que tiene para poder comer de todo, no ser un botiquín andante cuando salimos de casa y que el camarero no me odie cada vez que le explico que mi hija puede tener un shock si le da algo que haya rozado ligeramente huevo.

Quiero que los tristes, los ocupados, los obvios, los cutres y Ramoncín vayan todos juntos en un avión y se caigan en la isla de Perdidos.
Quiero saber recortar en recto y envolver sin perder las uñas en el intento.
Quiero que baje el Euribor.

Quiero la 2ª temporada de In Treatment.

Quiero desarrollar algún superpoder maternal. Ya que evidentemente no son hereditarios, quiero que me traigais alguno, a ser posible el brazo extensible.

Y quiero este libro de Klimt.

martes, 23 de diciembre de 2008

THE THRILL IS GONE

Con ustedes B.B. King con el clásico " The Thrill is gone".
De mayor quiero ser como B.B. King: muy mayor y muy feliz. Lo de negro, vituoso de la guitarra y fantástico bluesman lo veo más chungo..pero por pedir que no quede.



The thrill is gone
It's gone away for good
Oh, the thrill is gone baby
Baby its gone away for good
Someday I know I'll be over it all baby
Just like I know a man should

LOS CUTRES

No puedo con los cutres. Me revientan.

Los cutres son ratas con excusa.

Si eres un rata y un avaro aprende de Mr. Scrooge y llévalo con orgullo. Proclama a los cuatro vientos que eres un rata ,un agarrado y un avaro, con dos cojones. Tú dinero es tuyo y no te lo quieres gastar, prefieres tenerlo guardadito para ser el más rico del cementerio, pues me parece muy bien. Ya sé con quien me las gasto.

Los cutres son otra cosa. Los cutres son ratas camufladas. Son gente que no reconoce que es avara, me ponen de los nervios. Cualquier gasto supone un trauma, “ mi dinero..mi tesoro”.Todo les parece caro y excesivo, sobre todo si es para los demás.

En Navidad los cutres salen de sus escondites para desarrollar todas sus artimañas de cutrerio y avaricia dignificadas.

Comienzan con las cenas de navidad, los cutres son los máximos defensores de fijar un menú en los ágapes. Quieren saber lo que se van a gastar pero la razón fundamental es que les repatea pensar que alguien vaya a pedir solomillo y ellos pollo y haya que pagar a escote. Los cutres no disfrutan de la comida, están mirando a ver si el de al lado come más entrantes o bebe demasiado ( porque la bebida no está incluida en el menú).

Los cutres profesionales son esos que en una cena multitudinaria cuando llega la hora de pagar y se dice “ tocamos a 32”, no pagan..pero como nadie se ha fijado, cuando falta dinero, dicen “ yo he puesto”. Y no es broma, conozco a varios que lo han hecho. Claro que el último que lo intentó conmigo….todavía se está arrepintiendo.

Los cutres consideran que las propinas aunque sean de 50 céntimos son excesivas.

Los cutres son los que en una cena, cuando te levantas de la mesa, se llevan la botella de vino con el culín que ha quedado porque “ para eso la hemos pagado”.

Los cutres son felices con el amigo invisible, y si hay un tope de dinero mejor. Ellos buscarán lo más barato que encuentren para regalar..pero por supuesto esperan que el que les regala a ellos se gaste hasta el último céntimo del presupuesto asignado. Un cutre además es rata con su tiempo también, así que si el amigo invisible es familiar, es capaz de llamar y decirle: he pensado que te doy el dinero y te lo compras tú.

Los cutres cuando van a las máquinas de café y preguntan con la boca muy pequeña: ¿queréis algo?...si te dignas a contestar que una botella de agua…vienen y te dicen..” vale, dame los 35 céntimos”. A mi me dan ganas de coger la botella y echársela por la cabeza…¡ qué 35 céntimos más bien gastados serían!.

Los cutres vienen a tu casa y siempre siempre tienen que hacer una llamada. Los cutres son los que te llaman al móvil y cuelgan para que les llames tú o peor cuando descuelgas te dicen: “ llámeme tú”.

Los cutres son además muy envidiosos. Les jode que tú hagas cosas, que vivas bien. Y no es que ellos no se lo puedan permitir, es que sólo piensan en las cosas por lo que cuestan o dejan de costar.

Los cutres siempre están pendientes de lo que hacen los demás, lo que gastan, lo que compran, lo que regalan. Son gente que se pega por algo si es gratis, aunque sea un mechero de un sindicato…si es gratis tienen que cogerlo y no porque lo quieran sino porque los demás lo han cogido….

Los cutres me dan pena. Son tristes con avaricia.

lunes, 22 de diciembre de 2008

MATERNITY (IX): El baño…ese dulce momento..o no.

Bañar a los niños es una pesadilla

El baño está al final de la jornada, marca el sprint final de tu día maternal, estás agotado y vislumbras la meta, pero como en todas las buenas carreras el final es lo más duro y de fuerzas andas justo justo y de paciencia ni te cuento.

Cuando el bebé es recién nacido, el baño supone un stress y además por increíble que parezca se necesitan al menos 2 adultos al borde del ataque de nervios para bañar una cosa de 3 kilos en una bañerita con un fondo de agua. Que uno solo le bañe no se contempla, es más la sola sugerencia de esa posibilidad provoca cara de pánico y algo del tipo:

- PERO CÓMO VOY A BAÑARLE YO SOLA?? ¿ESTÁS TONTO? ES IMPOSIBLE.

La infraestructura necesaria para tan sencilla operación involucra tal cantidad de elementos: toalla, esponja natural, jabón especial, termómetro, agua a la debida temperatura, pañal, body, crema, limpia oídos, limpia mocos, tijeras para las uñas…que la preparación lleva ya media hora larga.

El bebé además suele ser cabrón y así como en todo el día no se mueve..le sumerjes en el agua y empieza a berrear, dar cabezazos, patalear, cerrar los puños…en fin..que acabas empapado, con una contractura muscular y gritándote como verduleras cosas como: ALCÁNZAME LA TOALLA., ASÍ NO, QUE LE VAS SA HACER DAÑO, EL AGUA ESTÁ DEMASIADO CALIENTE, PUES HAZLO TÚ.

Cuando ya son más mayores, a partir de los 2 años, te relajas y piensas que ya está todo hecho. JA. Ahora resulta que o no se quieren meter en la bañera o no hay manera de sacarlos.

Por supuesto que además has caído en la trampa de los anuncios y crees que ya con 3 ó 4 años los metes en la bañera y puedes desentenderte 3 minutos, lo justo para ir a buscar el pijama y las zapatillas. En mi caso, las dejo dentro, el agua a la temperatura adecuada, los juguetes y les digo:

- Ahora mismo vuelvo.

Me miran con cara angelical y me voy confiada.

Cuando vuelvo, aquello es un aquapark con actuación incluida. Mi hija C. decide siempre que el agua está mucho mejor en el suelo del baño y saliendo hacia el pasillo que dentro de la bañera y además se cree Esther Williams. Ya me la he encontrado 2 veces subida al mueble del lavabo para hacer un doble mortal carpado y zambullirse en la bañera.

Me cabreo como una bestia y decido terminar con la diversión. Las fregoteo, les lavo el pelo inmune a sus gritos de “mamaaa, me pica” y las saco de la bañera. Y entonces empieza otra etapa, perseguirlas para ponerles el pijama, la bata, las zapatillas y peinarlas, a ser posible antes de que se me haga de día. ( estoy pensando que en esos momentos la banda sonora de mi vida debería ser la sintonía de Benny Hill).

Cuando termino estoy sudando, empapada, con el pelo revuelto y afónica de gritar.

Exhausta las miro para disfrutar de mis hijas limpias y descubro que C. se acaba de tirar la sopa de la cena por encima.

¿A qué edad se duchan solos?