martes, 11 de septiembre de 2012

EL BARRANCO DE LA INDIFERENCIA

El camino hacia el barranco de la indiferencia es largo.

Caer en el barranco de la indiferencia es el final. Nunca saldréis de ahí. Jamás voy a sacaros.

Aunque soy malísima persona, en mi barranco de la indiferencia no hay mucha gente. Hay algunos y contra lo que muchos puedan pensar he tardado muchísimo en echarlos allí, darme la vuelta y pirarme.

Para mí, la peor sensación que me puede provocar alguien es serme completamente indiferente. Si me haces feliz, me diviertes, te quiero, me haces reír, me enseñas es obvio que no me eres indiferente. Pero si me cabreas hasta sacarme de mis casillas, si me pones de una mala leche que haces que me rechinen los dientes, si no te soporto, si por tu culpa lloro hasta ahogarme…tampoco estás en el barranco de la indiferencia.

Echar a alguien al barranco de la indiferencia no es fácil y no todo el mundo es capaz.

Obviamente alguien empieza a pedir a gritos que le muestres el camino a ese abismo cuando empieza a putearte. Para que alguien empiece a putearte antes ha tenido que tener algún tipo de relación “cercana” contigo (vale...los políticos son de otra especie) ya sea de amistad, de parentesco, de trabajo, en el gimnasio, de vecindad, lo que sea. Esa relación de cercanía de algún tipo se ha fraguado porque tú te has dejado o porque no te ha quedado más remedio en el caso de los compañeros de curro y la familia, pero aún así la oportunidad de que lo que haga esa persona te afecte emocionalmente se la has dado tú. En algún momento pensaste que merecía la pena esa cercanía, en algún momento te abriste un pelín la coraza y tuviste confianza. Por eso mismo, cuando alguien empieza a putearte tiendes a pensar que no lo hace aposta, que seguro que todo se arregla o que en el fondo no te afecta tanto. Pero sí, te afecta y mucho, por una parte por lo que el otro está haciendo y por otra porque te sientes mal por haber sido tan pardillo de haberte confiado. Jode darse cuenta de que te equivocaste en tu apreciación…

Cuando el puteo, el sufrimiento y el dolor continúan en el tiempo lo normal, si no eres un masoquista absurdo, es cabrearte e indignarte. Cuando caes del limbo de buenismo que traemos de serie y que te hace pensar que ser malo es malo, lo suyo es cabrearte mucho con esa persona, enfadarte, gritar y elucubrar posibles escenarios en los que el otro sufra y tú lo veas.

El sufrimiento y el cabreo no son etapas sucesivas en el camino hacia el barranco de la indiferencia, se van alternando durante un periodo más largo o más corto dependiendo del roce entre esas personas y del aguante que tenga la que está más puteada. Hay gente increíblemente fuerte que es capaz de aguantar ese ritmo durante años y años pasando de un extremo a otro del espectro, pasando del cabreo absoluto a las lágrimas más amargas aderezado todo con unas gotas de “buenísimo paralizante” que le hace decir cosas como: yo no voy a ser como él/ella.

Yo no.

Yo alterno esas dos etapas un tiempo hasta que un día, normalmente, después de un cabreo monumental de los que me hacen vomitar, un rayo de lucidez me atraviesa la cabeza y empujo a esa persona al barranco de la indiferencia.

La oigo caer y aterrizar en el fondo.

No se espachurra ni muere. No desaparece. No dejo de saber que existe.

Es mucho peor. Sé que existe. Sé que sigue viviendo, puedo incluso saber lo que le sucede de bueno o malo, pero me es completamente indiferente. Me resbala. No me afecta. Por supuesto caer en el barranco de la indiferencia supone que jamás volveré a verte, puedo encontrarme contigo por la calle y mirar a través de ti. No es que seas transparente, es que no te veo. Puede incluso que me hables y puedo oír tu voz, pero no te escucho.

Todo lo que esa persona era en mi vida, desaparece en el barranco de la indiferencia sin dejar rastro. La persona y todo lo que le rodea se convierte en nada. Me da igual lo que le pase. No me alegra lo bueno que le pase y no me da pena lo malo. Sencillamente no siento nada. Me afecta más lo que le ocurra a un desconocido en la calle, al personaje de un libro, a Meg Ryan en una película, a Bob Esponja, que lo que le ocurra a esa persona.

No es una sensación desagradable. No tengo remordimientos ni nada. Encuentro extrañamente placentero el hecho de que cuando esa persona persiste en su empeño de hacer algo para putearme, ese algo me de exactamente igual.

Cuando tiro a alguien al barranco de la indiferencia, sencillamente me doy la vuelta y respiro tranquila.

Es liberador.

Es en defensa propia.

viernes, 7 de septiembre de 2012

CURSO CCE



Hoy en la Moliacademia tenemos el curso CCE o  Como Cargarse una Empresa en 11 sencillos pasos.

Atentos.

1.- Acepta un puesto para el que no tienes ni idea. Pongamos por ejemplo que toda tu trayectoria profesional se ha centrado en dar de comer a los patos. Empezaste dándoles de comer a todos los patos y cualquier cosa..pero poco a poco te fuiste centrando y empezaste a elegir a los patos que querías alimentar. Luego decidiste qué era exactamente lo que ibas a darles de comer que les gustara mucho. Después conseguiste conjugar lo que les gustaba a esos patos con lo que te gustaba a ti y si por casualidad en algún momento tenías que darles algo que no te gustaba habías desarrollado las habilidades necesarias para hacerlo parecer apetecible para tus patos. Lo hacías bien y tus patos te adoraban.

De repente, sin comerlo ni beberlo..una oportunidad. Te ofrecen dirigir una fábrica de jamones. Tú no sabes absolutamente nada de jamones, no tienes ni idea. Si, te autoconvences diciendo que si sabes dar de comer a patos, sabrás fabricar jamones para humanos. Luego usas el siguiente razonamiento, si otro puede hacerlo tú también y tercero..te pagan una pasta. Así que aceptas.

2.- Aterrizas en la fábrica de jamones. Llega sonriendo,hazte el simpático. Alaba el trabajo de los que estaban. Di que todo seguirá igual. Sonríe.

3.- Cuando los curris que hacen los jamones, los crían, los cuidan, los limpian, los pulen, los arropan por la noche y llevan haciendo eso una cantidad inmemorial de tiempo se han confiado..empiezas a prescindir de ellos. No sabes nada de jamones pero ya te has dado cuenta de que mantener a curris que saben hacerlo repercute negativamente en tu autoestima. Ellos saben más que tú y saben que saben más que tú y oye..eso no mola nada. Mejor prescindir de ellos.

4.- Houston tenemos un problema ¿ Quien va a llevar ahora el trabajo del día a dia de los jamones? Habrá que buscar curris. No vamos a ser exigentes..nos vale cualquiera que haya comido jamón alguna vez. Para que no parezca que has contratado a cualquiera, enmascara su currículum, miente sobre su pasado y dales un cargo rimbobante " Subcampeón de olores jamoneros". Todo encaja, tú tienes curris, ellos están felices con su título y la gente puede pensar " oh vaya..ha contratado gente válida"

5.- Destrozas todo el sistema de fabricación de jamones anterior. ¿ Por qué? Hombre, es obvio..si mantienes algo de lo anterior, alguien podría pensar que los que había antes sabían lo que se hacían. Que los jamones anteriores fueran deliciosos,con una buena relación calidad precio y que la gente los comprara no tiene que hacerte dudar. Destruye todo sin duda...y si alguien te pregunta di que aquellos jamones eran asquerosos y carísimos y que nadie los compraba. Miente, sabes hacerlo.

6.- Se maleducado. Muy maleducado. Tanto que provoques pánico en los curris más impresionables y mucha vergüenza ajena en los curris que tienen el culo pelado. Los curris que has contratado tú vivirán entre el terror más absoluto y la pleitesía más rastrera..justo lo que a tí te gusta.

7.- Cuando tus estrategias para la fabricación y comercialización de los jamones fracasen, no desesperes. Por este orden tienes que hacer lo siguiente

- Niegalo.Da igual que sea evidente, que tus jamones tengan moho y nadie los compre. Niegalo.
- Echa la culpa a los curris antiguos..la culpa es suya. Invéntate una conspiración, cuanto más peregrina mejor..algo como que los curris antiguos han inoculado el virus de la peste a los jamones y además han pasado el secreto a los espias rusos
- Fusila a alguno de los curris que habías traído tú. No seas quisquilloso, da igual que los hubieras presentado como los máximos expertos mundiales en cata de jamones..échalos, sin contemplaciones..humíllalos..que sufran. Que el mundo sepa que eres un tío duro y no te andas con chiquitas.

8.- Las cosas no funcionan pero NUNCA JAMÁS BAJO NINGÚN CONCEPTO se te ocurra preguntar a los curris veteranos que llevan miles de años fabricando y vendiendo jamones. Ellos obviamente podrían ayudarte, decirte lo que funcionaría y lo que no..pero ¿ a quien le importa?

9.- Sin que nadie se percate de lo astuto que eres, pasado un tiempo prudencial copia lo que hacían los curris antes. Copialo descaradamente, incluso haz caso de las opiniones que espontáneamente te hayan dado..pero por supuesto siempre siempre siempre preséntalas como ideas novedosas que se te han ocurrido a ti. Da igual la evidencia, no te vas a andar con chorradas. Ya sabes, haz que traguen con el mismo perrito que vendían ellos pero con distinto collar..siempre funciona.

10.-Siembra cizaña entre los curris. Se rastrero, amenaza con cortar cabezas, con hogueras, con el garrote vil. Unos se asustaran tanto, tendrán tanto miedo que serán capaces de decir que la tierra es plana con tal de escapar de tus peligros..pobres, no saben que son completamente arbitrarios...Los que no se asusten serán presa del desaliento, la frustración, la desilusión y la indiferencia..irán a currar como autómatas, contando las horas para escapar...Sufrirán..pero ¿ a quién le importa?

Ya está. Has hundido la empresa, estás a un paso de que te llamen para dirigir la Estrella de la Muerte.

jueves, 6 de septiembre de 2012

MATERNITY (CII) : LA CASA DE LA PRINCEZA ROZA

Hablar con la princeza roza es un continuo sobresalto. Primero me sorprendo por lo que me cuenta o me pregunta y luego me paso horas pensando en cómo ha llegado a esas conclusiones y si le venía de serie o tiene que ver con algo que aprende de mi. Cualquiera de las dos opciones me da bastante miedo, aunque más la segunda..sobre la carga genética ya no hay solución y me temo que soy una mala influencia para ella.

Mamá, yo voy a vivir en Los Molinos.

Bien por mí. con 7 años recién cumplidos ya he conseguido transmitirle mi amor por Los Molinos y es su sitio favorito del mundo..sin mar.

Te voy a contar como va a ser mi casa porque ya lo tengo todo pensado.

Estupendo. He conseguido que sea una mujer organizada, con las cosas claras y con planes de actuación para no depender de otros, ¡¡esa es mi niña!!

Va a ser pequeña, con un jardín cuadrado que no sea muy grande porque luego hay que trabajar mucho. Va a tener un salón grande pero sin comedor porque vamos a comer en la cocina que es más cómodo. En la cocina una mesa grande que se abra y se cierre y una nevera, un horno y una ventana que de al jardín.
Ah muy bien. Está muy bien lo de que no tenga comedor..todo en la cocina, más comodo desde luego.
Luego voy a tener mi cuarto, con una cama muy grande para mi sola. Y un armario enorme para todos mis vestidos. Mamá..yo no voy a tener pantalones, bueno..solo unos para montar en bici y otros de esquiar y a lo mejor unos vaqueros por si hace mucho frio.

¿ Solo vestidos? Madre mía…me la estoy imaginando. De todos modos veo que es carne de Ikea..camas grandes y armarios para vestidos.

Luego estará el cuarto de mi hija.
¿Y si es hijo?
Si es hijo se lo doy a M. Yo no quiero niños.
Y el padre?

Menos mal que ni el ingeniero, ni Molimadre están escuchando…se les giraría la cabeza del susto otra vez.

Ah vale..y si es niña ¿cómo la vas a llamar?

Laura o Lorena…

Alucino. Con 7 años ya sabe el nombre de su futura hija….


C, pues yo a tu hijo le voy a llamar Lorenzo.
A ver M..no le puedes llamar Lorenzo..primero tendrás que ver qué cara tiene para ver que nombre le pega…
Jajajajajaja…¿Qué dices C? ¿ los nombres se ponen por la cara que tienes?

Se para en medio del paseo. Se gira muy seria. . Tengo miedo.

Mirame mamá. ¿Ves? Tengo cara de llamarme C. NO podría llamarme de otra manera. Es el nombre que me pega.

Tengo muchísimo miedo, pero bueno, me alegro de que no vaya a pasarse la pubertad renegando de su nombre y queriendo ir al registro a cambiarse de nombre..

Bueno, sigue con la casa ¿ como va a ser el cuarto de tu hija?
Morado. Con una cama y muchos juguetes.

Ay madre..espero que la influencia totalmente perniciosa de las MonsterHigh del demonio no se extienda más allá de los 9 años.

¿Y una mesa para estudiar como la tuya?
Mamá..primero será pequeña e irá a infantil..asi que primero una cuna y luego ya le cambiaré el cuarto.

Asi me gusta, nada de agobiarse con el futuro como su madre, todo poco a poco.

Y luego en el piso de arriba de la casa… el cuarto de invitados, un baño y una terraza.
¿Un cuarto para mi entonces?
Mamá..tú no eres una invitada..eres una madre..

Oh vaya..invitada y madre son categorías excluyentes.

Pues muy bien..una casa preciosa.

¡¡No he terminado!! Me falta el jardín. Va a tener árboles que den mucha sombra y con ramas gordas para poner un columpio. Una piscina hinchable y una mesa grande para estar en el verano.

¿Y por qué no pones una piscina de verdad?

Mamá…esas cuestan mucho dinero.

Si mi campaña de fomento del ahorro afecta a los sueños de futuro de mi princeza roza..creo que la he llevado demasiado lejos.  


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Esa misma noche...

- Mamá ¿ cuando duermes se apaga el cerebro?
- No, claro que no.
- Pues a mí si, no oigo nada, ni veo nada.
- Ya, pero tu cerebro no se apga porque entonces te morirías. El cerebro controla todo, controla que te lata el corazón, que te funcione el hígado, el estómago, los riñones..que respires.
- Pues entonces es que se me apagan los oidos...
- Vale..pues será eso..
- Mamá...
- Dime...
- Que sepas que yo por la noche no respiro...


miércoles, 5 de septiembre de 2012

MADRUGAR.

Madrugar es el horror. Es peor que una boda de tu familia política, es peor que una llamada de una compañía de móviles a la hora de la siesta, es peor que tu madre y sus consejos que empiezan por “ ya te dije yo”, es peor que el parque con tus churumbeles en una tarde de junio, es peor que la comida de rancho de tu empresa, es peor que un concierto de Amaia Montero…es el infierno en la tierra.

Madrugar es una tortura cruel. Y como todas las buenas torturas no tiene fin, no sabes cuándo dejarás de madrugar. Sí, hay pausas, el fin de semana, las vacaciones, pero no son más que parones en el sufrimiento, para que te relajes, te confíes, pienses que no es para tanto y luego volver con ganas a atormentarte. Una tortura en toda regla. De manual.

Madrugar ha sabido jugar sus cartas y se ha vendido al mundo como algo bueno. Ha sabido jugar tan bien que hay toda una legión de gente que se pasa la vida cantando las loas a lo buenísimo que es levantarse al alba, las bondades de saltar de la cama antes de que se haga de día y lanzarse a disfrutar de esas primeras horas en las que el mundo es menos mundo.

Falso. Completamente falso.

Madrugar es horroroso y es sufrimiento supremo. Antes de las 8 de la mañana es doloroso, pero soportable. Levantarse antes de las 7 de la mañana es directamente inhumano. Y cualquier cosa antes de las 6 de la mañana es peligrosísimo porque es tan antinatural que puede provocar una colisión del continuo espacio tiempo y un estallido de la dimensión temporal. Antes de las 6 uno solo se levanta a hacer pis o a lamentarse amargamente por haber decidido reproducirse. Si uno se despierta antes de las 6 para realizar actividades conjuntas de cama que no impliquen poner un pie en el suelo, no es madrugar, es otra cosa..y no es el tema ahora mismo.

Madrugar ocupa muchísimo espacio, te ocupa el día y la vida. Toda tu actividad vital gira en torno a ese sacrificio supremo.

Primero está la justificación. “ Me levanto pronto porque tengo un horario de esclavo en el curro”, “Me levanto pronto porque es la única manera de hacer ejercicio en el día”, “Me levanto pronto porque es la hora de coger las lechugas”, “Me levanto pronto porque así no cojo atasco para ir a currar”. …y luego está mi más favorita del mundo mundial, la que dicen los que han sido atraídos al lado oscuro de la vida y madrugan porque si: ” Madrugo para aprovechar el día”. Pobrecitos, ya no hay vuelta atrás, no hay conversión posible, están perdidos para la causa de la vida feliz junto con todos aquellos que van a un buen restaurante y piden ensalada mixta y filete a la plancha. Aprovechan la vida, pero mal.

Madrugar ocupa todo tu día. Te pasas las horas pensando lo pronto que te has levantado: “ joder..si es que era de noche cuando he salido de casa” , lo poco que has dormido “ es que con 6 horas que he dormido no soy persona” y elucubrando posibles escenarios vitales en los que podrías dormir más. “ Si tuviera otro curro”, “ si me dejaran entrar una hora más tarde”, “ si tuviera un trabajo más cerca de casa”, “ si mis hijos no fueran tan cabrones y no saltaran de la cama a las 6 de la mañana”…visualizas una realidad paralela en la que pudiras llegar a casa y descansar " imaginate que llegara a casa de currar y no hubiera nada y me tumbara en el sofá y pudiera echar una cabezadita de una hora"..
Madrugar además crea un poquito de síndrome de Estocolmo. Te levantas y sufres muchísimo, sufres tanto que quieres ser el que más sufre de todos los madrugadores de tu entorno y sin que te des cuenta te encuentras en una competición absurda.

¿Qué tu te levantas a las 7?.- yo a las 6 y media.
¿ Que tu te levantas a las 6 y media? Yo a las 7 pero claro yo no me puedo echar esas siestsa que te echas tú

Ya que sufres absurdamente por lo menos quieres el premio al más sufridor, que tu sacrificio tenga premio.

Madrugar es traicionero. Te hace creer que una vez pasado el esfuerzo inicial de salir del calorcito de tu cama, del mundo de tus sueños maravillosos, del descanso feliz, todo irá sobre ruedas. “ Es solo el primer momento..luego ya te pones en marcha y ni te acuerdas”.- te dicen.

Ja. Suena el despertador, te despiertas, lloras, te levantas o te arrastras dependiendo de tu fortaleza física y mental y sales de casa. Es verdad que pasas unas horas buenas por la mañana, en las que por unos breves instantes puedes llegar a creer que ha merecido la pena, estás fresco, atento, con fuerzas…y piensas “ pues no estoy tan mal”. Error. Estás de puta angustia, lo que pasa es que tu cuerpo tiene en el subconsciente ese momento espantoso que ha sido levantarse a las 6 de la mañana y por lo tanto todo lo que viene después es espantoso pero parece menos en comparación. Es la esencia de una buena tortura..te arrancan las uñas…y duele que te cagas..luego solo te dan azotes..y claro comparado con lo de las uñas lo de los azotes parece una chorrada, pues lo mismo.

Madrugar condiciona tu existencia. Hacia media tarde, las 6, las 7, las 8, las 9, uno empieza a notar en sus carnes el verdadero dolor. Lleva 12, 14,16 horas danzando y físicamente comienza a notar el absurdo de haberse levantado al amanecer. Estás agotado y cabreado por estar agotado y no ser capaz de usar esas horas en teoría “libres” para hacer algo que te mole, pero tu cuerpo solo quiere dormir. Estas agotado, quieres dormir, te cabreas, eres mala persona con los que te rodean, te sientes culpable, piensas que mejor estarías durmiendo y te cabreas porque no puedes y así entras en una espiral agotadora de culpabilidad, sueño y ¿ porqué llevo esta vida absurda?

Si por un casual, un día madrugar te da una tregua y a esas horas de la tarde te encuentras fresco, tampoco disfrutas de la vida. Quedas a tomar cañas y piensas “ me tengo que ir pronto que mañana madrugo”, decides ver una peli y antes de empezar miras la duración “ es que mañana madrugo”, coges el libro, te enganchas, te mola y lo tienes que dejar en lo mejor “ porque como no apague la luz, no me duermo, solo saco 5 horas de sueño y mañana verás”…

Madrugar es feo hasta en el nombre. Madrugar:  mendrugo:  idiota que se levanta pronto: soy una idiota que se levanta pronto.

Madrugar en general te hace peor persona. Uno trata de convencerse de que no, que es una exageración, que la gente tiene razón y que acabarás acostumbrándote, cogiéndole el gusto, viendo la satisfacción de tu sacrificio, que un día cada vez más cercano no llorarás amargamente cada amanecer y que tienes que pensar que estás aprovechando el día… pero por ahora no funciona. Es más, me visualizo a mi misma cuando me levantaba a las 8 de la mañana y odio a mi yo del pasado que no valoraba en lo que valía esas horas de levantarse.

Madrugar me tiene en sus manos. Salvadme.