
Estoy rodeada de gente que cumple 40 palos este año. Es decir, de gente de 1971. Me caen simpáticos porque 1971 es un número horroroso, no tanto como 1973 pero casi, tiene un 7 que es un número asqueroso.
El caso es que veo que me voy a pasar el año festejando 40 cumpleaños. Por mí estupendo, todo el planeta sabe que adoro los cumpleaños y si encima hay celebración, mejor que mejor. Lo único malo es que mis amigos se lo están currando tantísimo que cuando yo llegue a esa fecha voy a tener que pensar en algo espectacular. Algo espectacular y que mis amigos quieran hacer conmigo,en fin, ya lo pensaré si llego.
La panda del radiador son en su inmensa mayoría de 1971 y decidieron que en vez de realizar n celebraciones o ninguna...lo mejor era hacer una conjunta. Por algo son una panda.
Se barajaron todo tipo de planes exóticos en una espiral de mails bastante graciosos. Como parecía que podíamos continuar la espiral eternamente sin llegar a ningún tipo de acuerdo, uno de los ingenieros que está acostumbrado a mandar, tomó las riendas del asunto y mandó un correo poniendo las cosas claras:
“A ver, pandilla...nos vamos el fin de semana del 24 de junio a Potes a hacer descenso del rio Deva en piragua y tajarnos como piojos”
Supongo que él creía que con eso pondría fin a la espiral de correos, pero para nada…los ingenieros son gente muy perseverante y entonces empezaron a hacer listas de asistentes clasificados por “ Seguros”, “Probables”, “Dudosos” y “Ni de coña”, pudiendo saltar cualquiera de una a otra categoría en cuestión de horas. Un descojone.
Por supuesto después de conseguir (más o menos) ajustar la cantidad de asistentes, hemos seguido con los mails para el avituallamiento, el reparto de la gente para intentar no ir en n coches y todas esas cosas chulas.
Lo mejor ha sido que a mi ingeniero casi le da un colapso cuando uno de sus compañeros de carrera osó enviar el cuadro con el reparto alcohólico en ¡¡¡una tabla de Word!!! Se negó a poner su crucecita en esa aberración y contestó aparte.
Yo, llevada por el ímpetu puse mi X en Ginebra por supuesto. Lástima que me equivocara de columna y le asignara afición por el GT a otro ingeniero que creo que bebe whisky.
Por supuesto, tampoco era todo tan fácil como rellenar la tabla de Word. El encargado de hacer la compra alcohólica tuvo a bien preguntar las cantidades. Recibió la respuesta del abuelete del grupo que acumula mucha experiencia a sus espaldas como proveedor de alcohol del grupo y que le dio la siguiente explicación:
“La cantidades aproximadas son 14 copas por botella y dos litros de refresco por botella. En cuanto a lo que bebe cada uno depende de las ganas con que pillen el fin de semana, a modo de ejemplo te diré que Molinos es un uno fijo en la quiniela y se enchufa 4-5 gintonics por sentada sin embargo yo me puedo tirar con un Whisky con hielo toda la noche o beberme Irlanda entera. El caso es que como media la gente se debería tomar 4 copas por noche, 8 por fin de semana, pero si aplicas el factor de corrección denominado “nosomosloqueeramos” te salen a unas 6,5 copas por cabeza”
¿A qué mola cuánto me conocen?
Alguien podría pensar que solo nos vamos a Potes a hacer botellón, pero nada más lejos de la realidad.
Tenemos planes.
Esta noche cena de bienvenida con las ricas viandas que mi ingeniero tenga a bien comprar y que conociéndole serán en cantidades tales como para alimentar a todos los descerebrados.
Mañana, a las 13:30 del mediodía...nos vamos a tirar el rollo y hacer el descenso en canoa del río Deva. Obviamente, los ingenieros no son gente a la que le mole madrugar en sábado.
Y luego habrá que ir de comilona.
Y luego a la playa a echar la tarde.
Y luego de cena.
Y luego a tomar copas para llegar a la media de 6, 5 copas por cabeza. Me temo que habrá gente que se quedará lejos de esa marca y me tocará a mí sobrepasarla para que la media salga correcta. Cualquier cosa con tal de que un ingeniero acierte en sus cálculos.
Y el domingo pues otra vez playa, o pateo, comida y habrá que volver a Madrid...para intentar volver a ser tíos de apariencia respetable el lunes por la mañana.
Acabo de recibir el último correo con las especificaciones de indumentaria: Bañador, botas de montana, sandalias de agua y forro.
El caso es que veo que me voy a pasar el año festejando 40 cumpleaños. Por mí estupendo, todo el planeta sabe que adoro los cumpleaños y si encima hay celebración, mejor que mejor. Lo único malo es que mis amigos se lo están currando tantísimo que cuando yo llegue a esa fecha voy a tener que pensar en algo espectacular. Algo espectacular y que mis amigos quieran hacer conmigo,en fin, ya lo pensaré si llego.
La panda del radiador son en su inmensa mayoría de 1971 y decidieron que en vez de realizar n celebraciones o ninguna...lo mejor era hacer una conjunta. Por algo son una panda.
Se barajaron todo tipo de planes exóticos en una espiral de mails bastante graciosos. Como parecía que podíamos continuar la espiral eternamente sin llegar a ningún tipo de acuerdo, uno de los ingenieros que está acostumbrado a mandar, tomó las riendas del asunto y mandó un correo poniendo las cosas claras:
“A ver, pandilla...nos vamos el fin de semana del 24 de junio a Potes a hacer descenso del rio Deva en piragua y tajarnos como piojos”
Supongo que él creía que con eso pondría fin a la espiral de correos, pero para nada…los ingenieros son gente muy perseverante y entonces empezaron a hacer listas de asistentes clasificados por “ Seguros”, “Probables”, “Dudosos” y “Ni de coña”, pudiendo saltar cualquiera de una a otra categoría en cuestión de horas. Un descojone.
Por supuesto después de conseguir (más o menos) ajustar la cantidad de asistentes, hemos seguido con los mails para el avituallamiento, el reparto de la gente para intentar no ir en n coches y todas esas cosas chulas.
Lo mejor ha sido que a mi ingeniero casi le da un colapso cuando uno de sus compañeros de carrera osó enviar el cuadro con el reparto alcohólico en ¡¡¡una tabla de Word!!! Se negó a poner su crucecita en esa aberración y contestó aparte.
Yo, llevada por el ímpetu puse mi X en Ginebra por supuesto. Lástima que me equivocara de columna y le asignara afición por el GT a otro ingeniero que creo que bebe whisky.
Por supuesto, tampoco era todo tan fácil como rellenar la tabla de Word. El encargado de hacer la compra alcohólica tuvo a bien preguntar las cantidades. Recibió la respuesta del abuelete del grupo que acumula mucha experiencia a sus espaldas como proveedor de alcohol del grupo y que le dio la siguiente explicación:
“La cantidades aproximadas son 14 copas por botella y dos litros de refresco por botella. En cuanto a lo que bebe cada uno depende de las ganas con que pillen el fin de semana, a modo de ejemplo te diré que Molinos es un uno fijo en la quiniela y se enchufa 4-5 gintonics por sentada sin embargo yo me puedo tirar con un Whisky con hielo toda la noche o beberme Irlanda entera. El caso es que como media la gente se debería tomar 4 copas por noche, 8 por fin de semana, pero si aplicas el factor de corrección denominado “nosomosloqueeramos” te salen a unas 6,5 copas por cabeza”
¿A qué mola cuánto me conocen?
Alguien podría pensar que solo nos vamos a Potes a hacer botellón, pero nada más lejos de la realidad.
Tenemos planes.
Esta noche cena de bienvenida con las ricas viandas que mi ingeniero tenga a bien comprar y que conociéndole serán en cantidades tales como para alimentar a todos los descerebrados.
Mañana, a las 13:30 del mediodía...nos vamos a tirar el rollo y hacer el descenso en canoa del río Deva. Obviamente, los ingenieros no son gente a la que le mole madrugar en sábado.
Y luego habrá que ir de comilona.
Y luego a la playa a echar la tarde.
Y luego de cena.
Y luego a tomar copas para llegar a la media de 6, 5 copas por cabeza. Me temo que habrá gente que se quedará lejos de esa marca y me tocará a mí sobrepasarla para que la media salga correcta. Cualquier cosa con tal de que un ingeniero acierte en sus cálculos.
Y el domingo pues otra vez playa, o pateo, comida y habrá que volver a Madrid...para intentar volver a ser tíos de apariencia respetable el lunes por la mañana.
Acabo de recibir el último correo con las especificaciones de indumentaria: Bañador, botas de montana, sandalias de agua y forro.
En fin, que duro es que mis amigos cumplan 40 palos. ¡ Cuántos sacrificios tengo que hacer!