17 semanas yendo al hospital un día a la semana a administrarle su dosis de veneno correspondiente.
17 semanas en los que hemos pasado horas en el hospital, observándola con lupa: ¿te pica algo? ¿Te duele algo? ¿Esta roncha ya la tenías antes?
17 semanas entreteniéndonos las horas en el hospital. Ella con su nintendo, sus colores, sus gormitis, sus libros. Partidas y partidas del ahorcado.
17 semanas en los que hemos pasado horas en el hospital, observándola con lupa: ¿te pica algo? ¿Te duele algo? ¿Esta roncha ya la tenías antes?
17 semanas entreteniéndonos las horas en el hospital. Ella con su nintendo, sus colores, sus gormitis, sus libros. Partidas y partidas del ahorcado.
17 semanas intentando librarte de la absurda competición de madres “a ver quién es más alérgico”. Allí estás tú, leyendo tranquilamente, y oyes comentar: uy...pues mi hijo es que es muy alérgico a leche, uy...eso no es nada...el mio es a la leche y los frutos secos. Y tú no levantas la vista del libro, porque ya sabes cómo va esto…pero al final siempre es igual.
- Y tú bonita? ¿Cómo te llamas?
- M.
- Ah...y ¿a qué eres alérgica?
- Al huevo…
- Ah...muy bien.
- Y soy celiaca, alérgica al pescado y a la patata cruda. Y exalérgica a las lentejas, los frutos secos, las frutas con pelo, las frutas rojas, la ternera....
Han cantado Bingo...me dan ganas de decir.
17 semanas diciéndole a M. que ya quedaba poco, aunque en realidad no teníamos ni idea de lo que quedaba.
17 semanas animándola y respondiendo su pregunta de: mami... ¿y si hoy fracaso?
17 semanas administrándole medicación cada 4 horas. Mami, ¿es la hora de mi pastilla? Mamiii..ezz la hora de la paztilla de M. Ellas eran las que se acordaban siempre.
17 semanas dándole su dosis de huevo al llegar a casa del trabajo. Mami...dame el huevo antes de la cena.
17 semanas vigilándola después de cada dosis: ¿te pica algo? ¿Te duele algo? ¿Te encuentras mal?
17 semanas rellenando el parte de envenenamiento. Hemos estado tanto tiempo que tuvieron que darnos hojas de más. Hemos tenido que poner "siles" en ronchas, en vómitos, en somnolencia...hemos tenido que llamar al médico.
De esas 17 semanas, algunas han sido muy malas. Mami...me duele…Mami…no me siento bien, de verdad que no me siento bien. Mami...voy a vomitar…lo siento, yo no quería vomitar...pero no podía más. Semanas en las que había que volver a la dosis anterior porque la nueva no la toleraba…y la mirábamos y pensábamos... ¿esto tiene sentido?
En esas 17 semanas, un montón de días ha tenido dolores. Algunas veces lo decía y otras solo sonreía tristemente cuando le preguntábamos. “Un poco…me duele un poco...pero no pasa nada”.
En esas 17 semanas, algunas pensamos que “fracasaríamos”, que no nos dejarían seguir. Incluso llegamos a pensar en que tendrían que hacerle una colonoscopia y solo de pensarlo nos daban ganas de llorar.
En esas 17 semanas hemos estado agotados, desesperados, cansados y muy frustrados.
Pero cuando estábamos a punto de rendirnos...se acabó.
Ayer, 20 de marzo de 2011, quedó institucionalizado el día de San Huevo frito en nuestra casa. Los cuatro cenamos huevos fritos con patatas. Mirábamos a M. como si fuera a comerse un lagarto vivo…con miedo y con temor...aunque ninguno dijo nada.
- ¿te pica algo? ¿estás bien?
La miraba comerse el huevo con patatas y no daba crédito. No podía creerme que realmente M. estuviera comiendo huevo sin picores, sin ronchas, nada.
C. la miraba igual, con incredulidad
- ¿a qué ezta riquizimo el huevo? Tienez que mojar laz patataz en lo amarillo.
Horas después de acostarse hemos entrado a mirarla…a ver si de verdad, por fin...es verdad…y ya no le da alergia. Y parece que si…
No está curada. No ha dejado de ser alérgica...simplemente hemos acostumbrado su cuerpo a comer huevo y soportar la reacción alérgica. Tiene que comer un huevo cada 48 horas como mínimo para mantener el proceso. Sigue medicada...pero es tan increíble que se haya comido un huevo frito que escribiendo esto se me saltan las lágrimas.
Me emociono hasta el infinito y no porque coma huevo, que es una chorrada. Si no porque en estas 17 semanas M. ha sido un auténtico ejemplo.
Ha sido tan valiente y sólo tiene 7 años. Yo no hubiera sido capaz. Me hubiera rendido pero ella es...especial.
Ha soportado todo. La dosis de huevo diluida que sabe a rayos, la pastilla diaria, el aumento de medicación cuando se vio que su intestino rechazaba el huevo y que tenía que tomar otras cápsulas cada 4 horas, las visitas semanales al hospital. “Mamá... ¿cuanto queda? Yo quiero ser una niña normal e ir todos los días al colegio”. “Mamá, ¿qué pasa si fracaso?”. Ha sido disciplinada, cumplidora, ha soportado el dolor, el aburrimiento...todo. Y lo más importante de todo con su actitud ha hecho que el ingeniero y yo pudiéramos seguir con el envenenamiento, porque hay muchos días que pensamos en dejarlo, que pensamos qué no merecía la pena, que la estábamos machacando para nada. Algunos días fueron muy duros y pensamos que no merecía la pena, pero ella ha sido un ejemplo y ha sido la que ha tirado de nosotros para que siguiéramos hacia delante sin saber si llegaríamos al final...ha sido la que ha hecho que siguiéramos cuando los dos pensábamos que aquello no iba a funcionar y que todo ese sufrimiento era para nada.
Quiero creer que a pesar de que hemos sido unos rajados y no sé si le hemos servido de mucho apoyo, ha aprendido que las cosas hay que intentarlas. Aunque sea difícil, aunque sea duro, aunque te de tanto miedo que estés aterrorizado, hay que intentarlo. Si al final no lo consigues por lo menos te quedará la satisfacción de pensar que lo intentaste.
Gracias a todos los que habéis preguntado en los comments o por mail por M. No he querido decir nada porque realmente ha sido muy coñazo y no quería decir nada hasta que termináramos. Gracias.