
Blanco Humano escribió un post genial sobre los tipos de comentarios, y aunque podría pasar alegremente por encima de esa referencia y calzarme un post digamos que “ligeramente” inspirado en el suyo, no es mi estilo y yo voy a dedicarle esta entrada a los comentaristas anónimos.
Los hay de varios tipos:
El de una vez y ya.
Éste es el que va brujuleando por los blogs, pincho aquí y ahora aquí, y ahora acullá y va leyendo. No sabe bien cómo ha llegado a infiltrarse en esa maraña de blogs y de repente un día decide comentar. No sabe si volverá a hacerlo o no, no sabe bien por qué le ha picado hoy el interés en comentar y ni se molesta en pensar que podría no comentar como anónimo. Abre la pestaña de comments, escribe lo que sea y le da a comentar por defecto. Piensa que nunca más volverá a comentar y pasa de mirar las opciones..”comentar como anónimo” le parece lo más fácil.
El de quiero comentar pero las opciones de blogger me dan vértigo.
Entra, lee, quiere comentar, le da a la opción de comentarios, contempla el cuadro en blanco, piensa que comentar. Cierra la ventana. Dice...”qué cojones, tengo algo que decir”…vuelve a abrirla, respira hondo, escribe su comentario y cuando le da publicar ve que tiene que elegir entre 4 opciones.
Pincha en cuenta de google...y sale un mensaje “el sistema te solicitará….blablabla”...Mierda... ¿Qué sistema? ¿Qué me va a pedir? Paso, paso...
Empieza a ponerse nervioso y a dudar de si ha sido buena idea comentar, él que estaba tan feliz siendo un lector sin voz en los blogs. Pero ya que ha escrito algo, sigue adelante…
Pincha en “Open ID”...no tiene ni puta idea de lo que son los dibujitos pero a lo mejor lo explican al pinchar. No, mierda...más opciones que tampoco sabe rellenar. El pánico empieza a apoderarse de él, pero no hay dolor…y sigue adelante.
Pincha en “Nombre/url”…NO PUEDE SER… ¿más opciones? Comienza a pensar que la gente que comenta blogs tienen superpoderes o algo... ¿por qué ellos saben rellenar esas cosas y él no?...Empieza a hiperventilar y a pensar que definitivamente aquello no es buena idea…y ya desesperado y como última opción…
Pincha en “Anónimo”. Y Alehop…ahí está. Sencillo, fácil y sin opciones. Satisfecho de haber encontrado la solución, pincha en publicar comentario y lo ve publicado al lado de los demás comentarios y piensa…” Ya me he estrenado. Molo mil y nadie se ha enterado de que manejo internet de manera un poco regulera”.
El tímido.
Uno llega a un blog más o menos popular, esto es que tenga 4 comentaristas y cuando le da a comentar empieza a pensar que lo mismo se está colando en una fiesta privada, que allí todos se conocen y que total qué va a aportar y que su comentario no pinta nada, pero por otro lado él también tiene algo que decir sobre la cría del ornitorrinco enano en áticos de Murcia...porque casualmente él tiene un ornitorrinco enano y vive en Murcia…así que decide dejar el comentario pero sin dar muchas pistas y por eso se queda como Anónimo. Que parezca que no es él…algo como de tapadillo, qué no se note.
El paranoico de la seguridad en internet y que sospecha que google tiene un tío un Silcon Valley siguiendo sus pasos.
Yo comento pero paso de crearme una cuenta en google, porque luego usan los datos que has dado y te localizan con un programa espía y entran en mi cuenta del banco y me saquean el dinero y ven mis mensajes y se lo pasarán a mi jefe y él me preguntará que hago perdiendo el tiempo brujuleando por blogs en vez de hacer lo que sea que tengo que hacer por la mierda de sueldo que me pagan. Así que sigo perdiendo el tiempo y comentando pero soy “anónimo”.
El ya no quiero ser anónimo pero no sé cómo se hace y me resigno.
Llega a un blog, se lo piensa, comenta un día. Le mola, vuelve, comenta otro día. Comienza a intercambiar comentarios con otros comentaristas que le llaman “Anónimo 1”..., decide que eso no le mola y cuando quiere crearse una cuenta en google...entra en pánico al ver las opciones. Se siente inútil pero decide que ya no quiere seguir siendo anónimo, ahora que ha conseguido ser ocurrente y que la gente identifique sus comentarios tiene que ponerse nombre. Gran momento…el de elegir un nick, no es cosa de tomárselo a broma. Hay que elegir algo, que hago, que me pongo, algo raro o mi nombre que es normal, no lo sé, dudo, luego interneteo, qué hago…ayayay...que no me decido. Ya está “Anónima Marta”. Con dos cojones.
El anónimo que no lo es porque sabe que el bloguero sabe quién es.
Rollo misterioso y con mensaje oculto. Comento algo tan personal que sé que tú vas a saber quien soy sin necesidad de poner mi nombre. Y sí, sé quién eres...pero... ¿no sería más fácil mandarme un mail? Pero si te hace ilusión por mí no hay problema.
El anónimo que ya no lo es pero no sabe cambiarlo.
Estos siempre me dan susto. Me salta el comment al correo y pone “Anónimo”...lo abro y al final viene firmado.
El anónimo cobardica masoquista.
Llega al blog no se sabe muy por qué. Lee algo que no le gusta, lee algo con lo que no está de acuerdo, y en vez de hacer caso de la sabiduría popular que dice que “no hay mejor desprecio que no hacer aprecio”…decide que va a dejar un comentario supuestamente ofensivo y ocurrente a partes iguales.
No debe estar muy convencido de poder ser ofensivo y ocurrente cuando en vez de dejarlo dicho con un nombre, el que sea, lo deja como anónimo. Ya lo he dicho más veces, no tengo nada en contra de los anónimos...pero si quieres ser molón y ofensivo y además te crees ocurrente... ¿por qué no firmar? ¿Porqué no poner un nombre al mismo nivel de ocurrencia que tu comentario? Qué se yó...algo como “eltontodeloscojones”...o algo así. Que a mí me da igual…pero ¿acaso quieres que venga otro anónimo y se haga pasar por ti? Sé que te tienes en alta estima...pero te juro que hacerse pasar por un absurdo condescendiente que deja comentarios estúpidos es facilísimo.
De estos hay alguno últimamente. Pues nada chato que lo disfrutes...nunca pensé que pudiera ayudar a la comunidad masoquista sin tener que vestirme de cuero, pero ya veo que sí. Tú llegas, lees, no te gusta y sigues leyendo como un campeón...supongo que sufriendo muchísimo por lo malísima que soy...pero aún así...tú sigues. Como no creo que seas “san anónimo”...lo dicho, supongo que te va el masoquismo.
Que te lo disfrutes, campeón.
Y de nada.