
¿Qué quiero decir con esto? Pues que a pesar de mi natural aversión a hacer pandilla, mi tendencia a ir a mi bola, mi aprecio por mis momentos de soledad y lo que disfruto conduciendo, sé apreciar en lo que vale compartir coche para venir al curro. Vale exactamente 100 euros al mes en gasoil, un montón de horas de descanso en el coche y supongo que ahorro en desgaste de neumáticos, correas, bielas y transformadores de fluzo. Bueno y luego está mi conciencia ecológica...lo que me preocupo del cambio climático, el deshielo de los casquetes polares, mis emisones a la atmósfera y todo eso...pero no hay ni qué decirlo..salta a la vista que es mi principal motivo para compartir coche.
En mis 10 años en los libros de colores he tenido épocas de compartir coche y otras de venir sola más feliz que una perdiz. Mi ruta actual es la más numerosa y por lo tanto en la que se establecen más variables.
Componentes de mi ruta.
Somos 5, cada uno de su padre y de su madre y con nada en común exceptuando la cuenta de la que viene nuestra nómina. Tenemos a adorablecompañera, está Lémur, y las dos nuevas adquisiciones, Rizos y Maromoespectacular. Tenemos entre 29 y 39 años, dos casados, una soltera, una viviendo en pecado y uno en ruta directa a alunizar en el planeta del amor.
Comienzo de la ruta.
No hacemos todo el trayecto juntos, tampoco compartimos el punto de partida, sólo el de llegada, la ciudad imperial. Quedamos a 20 km de Madrid, en una gasolinera en mitad de un bonito polígono industrial. Es una gasolinera fabulosa en la que te sientes guiri. Los clientes son todos camioneros extranjeros y chinos y está atendida por unas amables señoritas del este de Europa. Son majas, pero hay una que me da pánico porque tiene los ojos de un azul tan claro que son transparentes…rollo peli de vampiros. Lémur tuvo un encontronazo con ella hace un par de semanas, porque cuando volvió de pagar de la caja, arrancó su flamante cochazo y ¡¡vaya por dios!!La amable señorita había olvidado quitar la manguera y casi arranca el surtidor. Todavía no han hecho las paces, lémur no perdona una afrenta a su coche de ese calibre.
El comienzo de la ruta es un momento de tensión, hay que coger posiciones. Como no llevamos churumbeles el sitio molón es el de copiloto. 3 tienen que ir detrás y uno en medio, el sitio del medio es el peor, obviamente. Maromoespectacular no va nunca en ese lugar porque mide 1, 98 y está cuadrado...asi que no deja al conductor ver por el retrovisor y las rodillas le dan en la nariz. El resto de los ruteros, en teoría, vamos rotando por el palo del gallinero que es como hemos llamado a ese sitio...pero en la práctica es más…”maricón el último”. El palo del gallinero es horrible, tienes que ir en un equilibrio inestable, no tienes ventanilla y es imposible abstraerse de la cháchara, si es que la hay. De todos modos, por ahora lo llevamos civilizadamente y no ha corrido la sangre…
Autos locos.
Lémur tiene el coche de narco de polígono del que ya hablé, todo lujerio y además como no tiene churumbeles no hay nada rodando por el suelo del coche. Sonido sensarround, climatizador para cada asiento, luces xenonnosequéleches y mil pijadas más. Vamos amplios pero no nos deja comer nada…
Maromoespectacular tiene una fregoneta monovolumen porque se ha reproducido y tiene un churumbel. Corren cosas por debajo de los asientos y no tiene poyete en el gallinero así que cuando le toca a él hay menos navajazos.
Adorablecompañera tiene un coche de persona adorable. Uno skoda pequeñito pero acogedor. Aquí el palo del gallinero es un horror pero nunca voy en él porque estamos compinchadas y siempre voy de copiloto. Maromoespectacular va detrás de mí, encogido como una rana...pero como soy buena persona echo el asiento hacia delante para que le quepan las piernas.
Rizos tiene un C3. Tetris humano. Para conseguir encajarnos, prácticamente nos tenemos que desnudar y meter todo en el maletero y aún así digamos que no puedes mover mucho los brazos porque las posibilidades de tocamientos son extremadamente altas. Hemos conseguido coreografiarnos para que los 3 de atrás puedan ponerse los cinturones sin tocarse los culos. A veces no lo conseguimos.
Yo tengo un Ibiza, pero la semana que me toca, traigo el coche de padre que hemos heredado de molimadre. Es horrible y feísimo pero nos lleva y nos trae. Obviamente desconozco si es confortable como pasajero.
En ruta.
La convivencia dentro del habitáculo automovilístico es muy variada. Hay días en los que después de los buenos días o buenas tardes nadie dice ni una palabra hasta llegar a destino. Hay días que no hay cháchara porque todos vamos cabreados o preocupados o hasta los cojones de algo y no tienes ganas de charla y hay otros días que parecemos el cuento de la bella durmiente…todos durmiendo menos el conductor que obviamente es el príncipe. Yo soy Maléfica porque no me duermo jamás.
Si hay cháchara los temas suelen ser variados, a veces tienen que ver con lo que cada uno hacemos en los libros de colores pero la mayoría de las veces no. Una máxima está clara: uno para todos y todos para uno. ¿Qué quiere decir esto? Que si alguno cuenta una batalla de lo que sea, pongamos de pareja…los componentes de la ruta estamos a muerte con nuestro compañero…y despellejamos al otro hasta el infinito y más allá. NO hay matices, ni “veámoslo desde el punto de vista del otro” ni zarandajas de esas…a muerte con nuestro rutero. Científicamente lo hemos llamado “rutaterapia” y sienta de puta madre...que te den la razón siempre mola.
Hilo musical.
Aquí no queda otra que sufrir. Quien conduce tiene el poder. Adorable y rizos suelen poner la radio. A adorable le encantaría ponernos los cds de su adorablenovio que tiene una “banda de rock & roll” de las de verdad…pero no se atreve. Rizos y Maromoespectacular suelen llevar una radio fórmula cualquiera y lémur tiene una tarjeta “noséqueleches” con un trillón de canciones que lamentablemente el modo aleatorio de su supercoche no aprecia y nos castiga con Pereza, El canto del loco y el Legend Lennon sin compasión. Yo enchufo mi mp3 y dejo que el modo aleatorio saque temas al buen tun tun...los estoy culturizando musicalmente hablando. (A adorable no, porque sabe mucho del tema)
Fin de la ruta.
Al llegar a los libros de colores nos desperdigamos por nuestros departamentos y no volvemos a vernos los caretos hasta la hora de salir. A la vuelta el proceso es más o menos el mismo pero al revés. Lo único malo de la vuelta a casa es la tendencia que vengo observando en mis compañeros a catar chicles con sabores frutales extremos, que con sus aromas enrarecen mucho el ambiente dentro del coche. Tengo que inventarme algo para evitarlo y que sea menos drástico que el clásico colegial: ¡¡al próximo que vea mascando chicle se lo pego en el pelo!!
La ruta va a dar mucho tema, esto es solo la presentación.
PS: Actualización del post del lunes. Ayer me di cuenta de lo que me robaron el otro día. El manos libres, lo eché en falta al ir a llamar a una amiga en pleno cabreo sordo.
PS II. Maromoespectacular es espectacular de alto, de guapo y de estiloso. Espectacular y completamente adorable. Es tan adorable que es al único tio del planeta que le permito que me llame "cielo".