jueves, 13 de mayo de 2010

¿EN QUÉ ESTOY PENSANDO?

Alucino.

Estoy hecha un puto desastre. Soy un despiste andante, mis neuronas están perdiendo conexiones o no. Tienen tantas conexiones que han empezado a colapsar.

Esta semana le toca llevar el coche al lémur. No me deja su coche para ir a la piscina, no sé ni que modelo es. Un todoterreno, no sé. Cuando le toca a él, me mentalizo de que tengo que pedirle el coche a una compañera para poder ir a la piscina.

- M, ¿me dejas el coche para ir a la piscina?
- Si claro, toma las llaves, está en la 3 fila del parking.
- Vale.

Cuando vuelvo de nadar, llego al comedor y me dice M.

- Moli, ¿con quien has venido hoy?
- Con el lémur.
-Pero si el lémur venía de turno de tarde..que me lo acabo de encontrar.
-¡ Coño! es verdad..he venido...¡¡en mi coche!!
- ¿ y porqué me has pedido el mío? Que yo te lo dejo pero vamos..que me ha sonado raro.

Había olvidado completamente que había llevado el coche al curro..miedo me da pensar cómo fui conduciendo y si frené en los 3 radares que hay en el recorrido. Eso sin contar, con qué veo mi coche aparcado desde la ventana de mi despacho. ¿En qué estaba pensando?

Por compromisos laborales he tenido dos saraos nocturnos esta semana. Los dos céntricos y sin posibilidad de parking. Llego del curro, dejo el coche en casa y me voy en metro. Me mola ir en metro, mis mp3, las manos en los bolsillos y pensando en mis cosas..no soy la madre de nadie, ni la mujer de nadie, ni estoy currando, ni nada..soy yo escuchando música y pensando en mis cosas. Ayer cuando volvía con un frío de mil pares de narices, llegó a la parada de casa, empieza a jarrear...pienso.." bueno..me da igual...no es nada.."...voy andando, chapoteando, con mi música, y cuando meto las llaves en el portal me doy cuenta de que llevo un paraguas en el bolsillo. ¡ Joder!..si lo he metido yo...¿en qué estoy pensando?

Hoy he ido a otro sarao, en el puñetero centro. A la ida me he pasado la parada, me he bajado en otra, he cogido una línea que no era, y me ha parecido que era buena idea bajarse en Sol..justo hoy que sólo había unos 100 mil colchoneros intentando salir por la misma boca de metro que yo.

A la vuelta ha sido incluso mejor..he cogido la línea al revés y no me he dado cuenta hasta después de 4 paradas cuando en el sentido correcto sólo es una. ¿ En qué estoy pensando?
Son las 12 de la noche y me estoy tomando un yogur porque acabo de recordar que no he comido en todo el día.

Mañana voy sola conduciendo, miedo me da dónde puedo aparecer. ¿En qué iré pensando?

MOLIHISTORIAS DE FÚTBOL

Ayer por la noche, cuando llegué a casa con un principio de pulmonía, me encontré al ingeniero dando vueltas por del salón, con el mando de la tele en una mano, cambiando compulsivamente de canal para ver al Atleti pero sólo de refilón. Es lo único que le pone nervioso, ni siquiera yo en modo "tocacojones" consigo ponerle tan histérico.

Decidí que era mejor no hablar y simplemente sentarme a vigilarle. Me acomodé en mi butaca para dejar el sofá para sus efusiones deportivas y cogí la inyección de adrenalina de M. porque veía que le iba a dar un colapso en cualquier momento. Me imaginé en plan Travolta en Pulp Fiction y se me escapaba la risa...pero un seco “ Moli, esto es serio”, me cortó el rollo y me puse a leer.

Al final el Atleti ganó y yo saqué 3 ideas:

Primero, Forlán está tremendo. Hace bien quitándose la camiseta.

Segundo, Sara Carbonero estará muy buena pero no dice más que chorradas, la parte buena es que no se da cuenta nadie porque nadie escucha lo que dice: “ lo ideal no era llegar a la prórroga” soltó por esos morritos que tiene. Debí ser la única que se dio cuenta, pero claro yo soy inmune a lo buena que está y a sus morritos.

Tercero, tengo mogollón de anécdotas futboleras en mi vida, asi que pensé..ala..para el post de mañana.

Antes de nada, no me gusta el fútbol, me parece un coñazo y no soy capaz de mantener mi atención más de dos minutos. Enseguida empiezo a fijarme en cosas superfluas como los anuncios de los laterales, lo que dicen los comentaristas, el jugador que está en la banda calentando, si alguno lleva guantes, chorradas. Que conste que sé muchas cosas, sé lo que es fuera de juego, conozco en persona a Quique Sánchez Flores, a José Ángel de la Casa, a Iñaki Cano, a Maceda ( con él se ganaba en un juego de cartas de hace 1000 años) y sé lo que es un líbero, aunque creo que eso ya no existe.

Mi relación con el fútbol, empezó como casi todo, en Los Molinos. Ya conté que allí se organizan unos campeonatos veraniegos con la sana intención de promover la deportividad entre los jovenzuelos que pasan allí el verano. Los jovenzuelos utilizan los campeonatos para ligar...vamos lo típico.

Cómo nunca he tenido intereses deportivos (miento, ahora estoy enganchada a la natación) y mis posibilidades de ligar eran nulas (eso sigue igual), yo odiaba los putos campeonatos. Llegaba julio y alguien decía “ Hay que hacer el equipo de fútbol para el campeonato ¿ qué os parece llamaros "las Lobas Verdes?”. Yo me quedaba en una esquina valorando fingir un esguince, un viaje relámpago a Kuala Lumpur o rezando para que un monzón despistado llegara a la Sierra del Guadarrama y acabara con cualquier posibilidad de actividad al aire libre.

Obviamente al final no había más remedio que participar. Las opciones eran jugar, integrarte aunque fuera siendo el paquete del equipo o caer en el ostracismo social, opción que con 12 años parece peor que la lapidación.

Me resignaba a la humillación pública de hacer el ridículo jugando delante de gente desconocida, pero lo peor era que se lo tomaban en serio y había que entrenar y todo. Uno de los chicos decidía ser el entrenador y nos ponía a jugar dando órdenes que para mí resultaban completamente absurdas:

Moli..centra.
Moli no des punterazo. Hay que pegarle con el empeine.
Moliii despeja….

A la hora del partido, lo peor es que yo era perfectamente consciente del ridículo que estaba haciendo, lo que elevaba mi nivel de humillación a cotas que nunca más he alcanzado...debe ser porque jugaba sobria, ahora que lo pienso.

Poco después nos crecieron pechos y las hormonas de nuestros amigos empezaron a fijarse en nosotros sin necesidad de tener que ponerse pantalones cortos y zapatillas deportivas. En mi no se fijaban pero por lo menos no hacía el ridículo. Eso ya lo he contado también.

Otra gran anécdota futbolera, la conté en un post que tuve que quitar por petición del interesado. Mi pobrehermano G, cuando tenía 8 ó 9 años se apuntó al equipo de fútbol de su clase, eran “los alegres” y jugaban contra “los moderados”. Jajajajaja..Me río sólo de acordarme. Mi padre le llevó para animar y volvieron desencajados. G. porque habían perdido 28- 2 y mi padre muerto de la risa de lo malos que eran. Es la típica historia que cuando se recuerda en familia provoca el descojone generalizado de todos..menos de pobrehermano claro. La verdad es que creo que nunca más ha vuelto a jugar al fútbol.

A pesar de que el fútbol me aburre soberanamente, he sido gran seguidora de partidos debido al amor. Mi ex, era y es un gran jugador de fútbol. Cuando jugaba en el equipo de la escuela de Montes, yo por supuesto como buena novia pringada y entregada iba allí a ver el partido. Lo mejor que vi en esos enfrentamientos deportivos que se celebraban en un patatal, lo protagonizó sin embargo, mi ingeniero.

¿He comentado que mi ex y mi ingeniero son compañeros de carrera y se han tirado 4 años currando juntos? Eso es otra historia…

Bueno, el caso es que yo iba a ver a mi ex, y allí estaba el ingeniero, flaco y con los calcetines como Gordillo jugando al fútbol, el equipo se llamaba “Tanto monta”, creo recordar.

En uno de esos partidos, el ingeniero estaba en el banquillo cuando al ponerse de pié le llegó el balón, entró corriendo en el campo, se dirigió a la portería y marcó un gol. Cuando todos se abrazaron enfervorecidos dijo: salid alguno rápidamente que yo he entrado de extranjis y estamos uno más. Digamos que el arbitraje no era muy profesional.

Su otra anécdota legendaria ocurrió cuando en un enfrentamiento con un jugador del equipo contrario que le afeaba su conducta al darle una patada (el ingeniero era muy marrullero): y tú de qué vas???...el ingeniero se le acercó…e hizo lo que el otro menos esperaba…¡¡le plantó un pico en todos los morros!!...jajajajaja..Todavía se recuerda en los grandes momentos etílicos con la pandilla de montes.

También tengo anécdotas en estadios. La primera vez que fui al fútbol, fue con mi padre a un partido de Copa de Europa, llevábamos bocadillos y era de noche. Debía tener 10 años o así, no tengo ni idea de cómo mi padre se dejó convencer para llevarnos a mi hermano B. y a mí, supongo que molimadre le diría algo así como: ¿Al fútbol otra vez??? Pues te llevas a los niños.
No recuerdo nada más que un tal San José marcó un gol en propia puerta...era rubio y llevaba barba, creo que se parecía a Pablo Abraira...( Dios mío, que referentes tengo). A mí la verdad es que me dio pena porque la gente le abucheó, no sé si al final el Madrid ganó o no.

La última vez fui al fútbol fue al Calderón con el ingeniero. Fuimos a un palco invitados por unos comerciales de maquinaria industrial, todo glamour.


Moli, habrá comida y bebida” me dijo para convencerme.
Estupendo.

De la bebida doy fe que hubo, de la comida creo que panchitos.

Salimos a 4 patas pero aprendí mogollón de retroexcavadoras.

miércoles, 12 de mayo de 2010

ELOGIO DE MI CHAPUCERISMO

Moli .pero ¿se puede saber qué estás haciendo? ¿Qué chapuza es esa?
Moli, ¿a ti te parece que eso está bien? ¿Cómo puedes ser tan chapuza?
Moliiii..Anda trae..Que es increíble lo chapuzas que eres.
Moli..De verdad que….


Soy la reina del chapucerismo, lo venía pensando hoy en el coche. Como vengo con el piloto automático me da tiempo a retorcer mis ideas de un extremo a otro, así que también he pensado que para mogollón de cosas soy muy chapuzas pero para algunas otras soy el colmo del detallismo. Nótese que digo detallismo y no perfección, la perfección o su búsqueda es una cosa que me toca mucho las narices y además me parece una actitud muy frustrante que no lleva a nada bueno.


Bueno, a lo que iba soy chapuzas y detallista a la vez. No me sorprende, casa perfectamente con la idea mental que tengo de mi misma, soy como Bob Esponja, una gran caja de contradicción con patas.


¿Con qué cosas soy chapucera? Con casi todas. Básicamente con las que para mi carecen de importancia o interés, o sea, la mayoría de las que realizo al día. Las hago deprisa y corriendo, de manera eficaz pero sin entrar en minucias que para otros puedan ser importantes.


Tengo un ejemplo buenísimo. Tengo una falda desde hace unos 6 años, desde que la estrené (es de currar, de esas de ejecutiva), tiene un pliegue detrás por un descosido, si, justo en el culo. Cuando me levanto de la silla y comienzo a andar queda hacia fuera. La he podido traer al curro unas mil veces y siempre tengo la misma conversación:

- Moli..la falda te hace un pico rara por detrás.
- Si, lo sé.
- Eso es una puntada y ya está.
- Vale, esta noche cuando me la quite, lo coso.


Otras veces me hago la despistada.

- Moli..esa falda te hace un pico raro por detrás.
- ¿Donde??? ¿de verdad?
- No te preocupes..una puntada y ya…
- Ay si..qué vergüenza...esta noche lo coso.

Cuando llego a casa ni me planteo coserlo, sencillamente es que me da igual. Por el estilo tengo dos jerséis con dos agujeritos que ni me planteo coser. Si para alguien es vital, que vengan y m e lo cosan in situ..a mi me da igual.


Otra cosa que me es completamente indiferente, son las manchas imperceptibles en la ropa. Bueno, para mí son imperceptibles para molimadre o el ingeniero son la silueta de un continente en la pechera y me montan unos escándalos del 15…” bah...no se fija nadie” digo yo. Se ponen enfermos.

En el curro también soy chapus. Todo está hecho perfecto, a tiempo, organizado y controlado pero sin gilipolleces. Miras mis archivadores y no todos tienen la etiqueta igual, algunos ni tienen etiqueta, unas están escritas a mano, otras con impresora, unas en rojo, otras en azul. Jamás pongo post it de colores, ni chorradas de esas, me sacan de quicio y además me parecen una pérdida de tiempo.



Como los Excel de un millón de colorines. ¿Cuánto tiempo puede perder la peña coloreando columnas? Me parece infantil, los datos están ahí, ¿hace falta que lo ponga todo en colorines para que te entre mejor? Y además...si solo señalas algo en rojo vale…pero si cada puta columna es de un color... ¿para qué sirve eso? En fin...es que en los libros de colores...el mundo Excel es tan absurdo.

El blog, también soy chapucera en esto. Podría currarme más los post, mucho más, darles más vueltas, corregir los acentos, las comas, poner más enlaces, añadir etiquetas, poner un buscador, incluso cambiar algo del diseño de la plantilla que ni he tocado en dos años...pero luego digo... ¿para qué?

Soy chapucera hasta para redactar los post, sé que podrían salir mejor. Sé que si en vez de publicar cada día, pasara y publicará menos, saldrían mejor, más claros, menos repetitivos, más depurados... y luego digo... ¿para qué?

Los chapuceros somos gente impaciente e impulsiva. Somos gente molona, vamos a lo esencial y los detalles superfluos y que no aportan nada significativo nos dan igual: los descosidos, las manchas, plantar petunias torcidas, tener los tuppers descolocados, los postit de colores, la información en dibujitos, vamos a lo que importa.

De todos modos hay cosas para las que no soy chapucera. Si voy a hacerle un regalo a alguien que me importa por el motivo que sea, me lo curro mogollón. Lo pienso, lo repienso, lo busco, recorro las tiendas que hagan falta o lo busco por internet, lo preparo si es algo que no se compra, lo envío o se lo doy en la fecha que yo quiero...no dejo nada al azar. Todo está pensando hasta el mínimo detalle. En esto no soy chapucera, otra cosa es que el envoltorio sea desastroso y al provocar carcajadas arruine un poco mis desvelos porque sea el regalo perfecto...pero es que el envoltorio es poco importante.

Este es un ejemplo claro de post chapucero...


Y la foto es un ejemplo de regalo currado a una descerebrada....( otros por ahí también pueden dar fe de mis regalos molones)

martes, 11 de mayo de 2010

NUEVA YORK (II)

En esta entrada, todo es repetido menos el video.

El domingo pululaba por casa, acababa de terminar el libro que me traía entre manos y buscaba que leer, miré a la estantería de pendientes y ninguno me "llamó", deslicé la vista hacia arriba y allí estaba " Historias de Nueva York" de Enric González. Lo cogí, vi que lo había leído en el 2006 y decidí que era un buen momento para releerlo. Me acomodé en mi butaca y no me moví hasta que lo terminé.
Ya dije todo lo que tenía que decir sobre NY y el libro aquí, y sobre Enric González, también lo dije todo.
Sencillamente quería repetirlo.




" Los libros sobre ciudades suelen ser de dos tipos: embelesadas historias de amor o crónicas tristes de una decepción. Nueva York me gusta más de lo razonable. Amo a esa ciudad. Por otro lado, Nueva York tiene mucho de amante fatal y en este momento prefiero amarla a distancia. No creo que vuelva a verla"
Historias de Nueva York de Enric González.

Por supuesto, volvió a verla.
Yo también pienso volver.