jueves, 6 de mayo de 2010

CONVERSANDO QUE ES GERUNDIO

Al hablar con cualquiera es inevitable proyectar lo que te gustaría que el otro dijera. No se hace conscientemente, pero se hace. Mola muchísimo cuando ese “alguien” por algún oscuro e inexplicable proceso, capta esa proyección y te la devuelve. Auster antes de caer por la pendiente de mi admiración, lo explicó mejor que yo.

De todos modos lo normal es que tu proyección le dé al otro en un ojo, le pase rozando la oreja o directamente caiga en un hoyo que hay entre los dos y la conversación sea de todo menos interesante.

Sobre conversaciones fabulosas ya hablaré otro día, hoy voy a las que hay que evitar.


Conversaciones con nivel de comunicación cero.

Los participantes aparentan ser de la misma especie animal pero su nivel de comunicación es el mismo que entre, pongamos por ejemplo, un lémur y una lagartija.

Lémur: me voy a comprar un Q5.
Lagartija: Ah.
Tía, un Q5, que mola mazo.
¿Qué es un Q5?
¿Cómo que es?? Es un coche!!!..
Ah..Un coche..
Un Q5 con tropecientos caballos, llantas nose como, y tal y pascual y todos los extras.
¿Extra de queso también?
¿Qué?
Nada, festival del humor. ¿Y qué marca es?
¿Cómo qué marca es?? AUDI.
¿Audi? Esos son de padre, ¿no?
¿Como que de padre? Es un todoterreno que trae blablablablablabla y es precioso y lo voy a comprar blanco.
¿Blanco? Mi Ibiza mugriento blanco es horrible y el Q5 ¿No? Pues no lo entiendo.


Obviamente el lémur no ha elegido el público adecuado para su proyección sobre su coche. Buscaba una proyección de admiración y se ha encontrado con que la lagartija le manda proyecciones de indiferencia total.


Conversaciones con eco

- El jueves hay reunión en el cole y el viernes médico. Así que nos organizamos para ir cada uno a una cosa, ¿vale?
- Err..vale.
- ¿Vale qué?
- Cada uno a una cosa….
- ¿Qué cosas?
- Err..pues dos cosas.
- Ya...¿quieres que te diga con que letrita empiezan?


Claramente las proyecciones no llegan a su destino. El eco de la propia proyección en interlocutor 1 provoca proyección de sarcasmo.


Conversación competición.

- ¿Qué tal?
- Pues nada, he estado fatal, con problemas de curro, enferma y eso. Lo he pasado fatal, un horror.
- ¿Fatal? Por favor, si yo te contara..yo he estado blablablablablablabla… ¿qué te pasa ahora?
- Que tenías razón, ahora sí que estoy fatal.


La proyección llega pero te la devuelven elevada a la enésima potencia que no es lo que buscabas.


Conversación a evitar.

- Tenemos que hablar.

Ves venir la proyección tan claramente que mejor huyes.

Conversación en la que eres ignorada.

- Hola moli
- Hola JS
- ¿Qué tal?
- Bueno, pues con mucho lío porque además..pasa que…me tienes que solucionar estoy decirme si finalmente haremos esto o aquello con los libros verdes..
- Ya..vale..mira..queria que blablablablablabla.

Ni siquiera te necesitan para proyectar...

Conversación en la que tienes todas las de perder.

- Moli, ¿que te vas a poner para la boda de la semana que viene?
- Pues el vestido negro de las flores.
- Ya….
- Ya ¿qué?
- Ya nada.
- Mamá, por favor..suelta lo que sea que se están poniendo los nudillos blancos de agarrarte a la mesa y aguantarte.
- Conmigo no te pongas condescendiente.
- ¿Condescendiente? A ver, ¿qué cojones le pasa a ese vestido?
- Moli..tacos ni uno.
- ¿QUÉ LE PASA AL VESTIDO?
- Haz el favor de no ponerte a la defensiva ni histérica.
- ¿ME QUIERES DECIR QUE LE PASA AL VESTIDO? ¿ES FEO? ¿ME QUEDA MAL?
- ..nada, si te vas a poner así…nada..pero..
- ¿Pero qué?? ¡Que me vas a volver loca!!
- Sí, claro..y ahora la culpa es mía. No se te puede decir nada...
- ¡¡EL VESTIDO!!!
- Nada, pero ahora que te has quedado en la raspa porque no te pruebas este que blablablablablabla….

Este es el peor caso, las proyecciones de mi madre me acaban convirtiendo en una lagartija que responde con eco...y que por supuesto no llevará el vestido negro.

miércoles, 5 de mayo de 2010

ASI NO PODEMOS SEGUIR.

No lo entiendo. ¿A qué viene esta guerra permanente? ¿A qué viene este hacerme la vida imposible con lo bien que yo me porto?

De todas las opciones posibles os elegí. Valoré lo que había y como ya soy una profesional, me lo tomé muy en serio. Nada de elegir a la ligera. No decidí por mi famosa teoría de “ni tan”, sino que miré, remiré, comparé las características, elegí el color, el tamaño…¡¡joder, si me faltó hacer un Excel!!


Os he cuidado con mimo. Mantengo la funda, os doblo con cuidado, con amor, os seco antes de guardaros, os trato casi casi como si me importarais. Os coloco delante del espejo para que veáis como estáis de estupendas. Me compré un gorro que os hiciera destacar…incluso di de baja a vuestras antecesoras basándome en la endeble excusa de que “necesito algo mejor”.

Aún así, seguíais haciéndome la vida imposible y entonces ¡¡os traje un amigo!! Entendí que os aburríais mirando la raya del fondo, arriba y abajo, un coñazo, la línea azul y mis absurdos pensamientos día tras día, entendí que necesitabais un aliciente.Y os traje un mp3 acuático.


Y vale, veo que no os moló. Yo creí que os molaría, al fin y al cabo, seríais las únicas de la piscina poligonera con un mp3 acuático. Las demás os envidiarían y además tendríais compañía en la funda cuando os guardo en la bolsa. Por no hablar de que disfrutarías de hilo musical que ahogaría la absurdidad de mis pensamientos acuáticos. Jo, si hasta es mono..plateado y naranja.



Vale, pues tampoco os moló. Seguís haciéndome la vida imposible y hasta aquí hemos llegado. No puede ser que os cuide con mimo, os saque de la funda en una ceremonia sin precedentes en los vestuarios del polígono, os dejé apretarme tanto el cráneo, que creo que si no llevara los cascos se me saldría la materia gris por las orejas, para que luego, cuando me meto en la piscina os dediquéis a putearme.


Ayer fue el fin. Me meto en la piscina con toda mi buena intención, los Black Eyed Pies a todo volumen, sé que os gusta, da buen rollo y sirve para coger el ritmo de los 6 primeros largos…pero no..al segundo tengo agua hasta la mitad en el ojo derecho y así es imposible nadar. Intento obviar el picor horrible y no hay manera, intento cerrar ese ojo y nadar abriendo solo el izquierdo pero es casi peor, me concentro en ese guiño absurdo y nado como si fuera un botijo.


Aguanto hasta el largo 4 y paro al final de la piscina, en el lado de los tios. Mala idea, siempre se quedan mirando y preguntan algo sobre el mp3 y así os ponéis más celosas. Vuelvo a apretar la gomita de los cojones y pienso que voy a quedarme sin riego sanguíneo en la coronilla..pero da igual..a ver si consigo llegar al largo 10 del tirón.


Al ritmo de Slip way noto como mis cuencas oculares están a punto de estallar, no sé si aguantaré un poco más, pero lo intento. Tengo un dolor insoportable en el ojo derecho, la goma se me está clavando en el hueso, el cristal se ha empañado y a pesar de eso sigue entrando agua. ¡¡ no es justo..yo solo quiero nadar!!!


Como si me pongo, puedo ser muy bruta, consigo hacer los 50 largos. No hay dolor, probablemente me esté quedando sin córneas al quemármelas con el cloro, pero por mis narices que no me paro más y termino como sea.

Lo conseguí.

Cuando entré en el comedor con los ojos inyectados en sangre, una hendidura craneal nueva y una marca de gafas horrible, pero orgullosa de mi gesta deportiva, lo que me hundió fue ser objeto de mofa por parte de mis compañeros en la fila del autoservicio:

- Joder moli…no te pegues con el agua..que no es para tanto.
- Moli coño..invierte en gafas.
- Moli..venga..no llores que la comida no es tan mala…
- Moli..que mona de mapache…arruga la naricita.
- Moli..¿ de verdad los ojos inyectados en sangre son de la piscina o es un superpoder tuyo para acojonar?


Asi que hemos terminado. A la basura con vosotras. Una cosa es llevar el bañador transparente y otra cosa es ser el descojone del comedor de empresa. ¿ Un mapache?...hombre por favor..que tengo un prestigio.
He decidido solucionar el tema, le he dicho al ingeniero que me compre unas gafas nuevas, a ver si él acierta y le quieren más que a mi.

martes, 4 de mayo de 2010

FEDE

Porque no me acuerdo desde cuando nos conocemos. ¿Cuántos años teníamos? ¿10?

Porque estaba en mi primera fiesta de fin de año y me acuerdo de él mientras le perseguían con un destornillador por haberse enrollado con la novia de otro. ¿Tenías 15?

Porque me regaló una cinta de varios, con una cara Live y una cara Studio, por mi cumpleaños y todavía la conservo. ¿Tenía 16?
Porque salíamos por Madrid, quedábamos a las 5, nos matábamos a botellines en un bar en Castelló y cuando ya no podíamos más nos puteábamos para perder el autobús y llegar a casa tarde. ¿Teníamos 17?
Porque cuando salíamos de El Casino a las 7 de la mañana después de haber bailado So Lonely como si fuera lo último que íbamos a hacer en nuestra vida, me dejaba bajar conduciendo su Citroen AX. “ Yo voy muy pedo y total, tú no tiene carnet”.

Porque encontró a su chica y me gustó. Nos gustamos, y después de mil batallas ahora nos gustamos más. ¿Teníamos 19?

Porque por nuestros santos, en el mes de julio nos regalábamos una tortilla de patata decorada con kétchup. ¿Teníamos 20?

Porque se descojonó conmigo cuando me propusieron ir a la frontera del placer en un viaje fabuloso a Formigal. ¿Tenía 22?

Porque me llamó llorando desde el Santiago Bernabéu cuando murió mi padre y no sabía que decirme. Tenía 24.

Porque me llamó un día y me dijo: nos vamos a esquiar una semana. No tengo dinero, Fede. No te he preguntado eso, mañana te recojo. Fue un viaje genial. Tenía 24.

Porque me dijo: estás guapísima. Hoy ligas seguro. Tenía 25.

Porque un día apareció con su chica en casa, churros, porras y el periódico y me dijeron que iban a ser papás. Tenía 28.

Porque vino a verme a casa cuando nació M. Me abrazó y me dijo: ¿a que no era así como te lo imaginabas? Luego se atizó con el ingeniero y su chica una botella de champán y ninguno de los 3 volvió a trabajar por la tarde. Tenía 30.

Porque le llamé cuando lo estaba pasando mal y le dije: ¿voy a verte? No, no hace falta. Colgué y me fui a su casa. No hay más que decir. Tenía 37

Porque el último concierto de Bruce que fui, fue mejor porque por fin vino conmigo y le encantó. Tenía 38.

Porque me lee siempre y me comenta por mail.

Porque siempre se le saltan las lágrimas de la risa cuando le cuento mis chorradas.

Porque cuando estamos de copas, siempre apoya el codo en mi hombro. “Moli..¿Otro gintonic?

Porque nunca me llama por mi nombre. Siempre por el apellido.

Porque no todo lo que hago le parece bien.

Porque odia el chorizo, las aceitunas y el queso.
Porque por mi cumpleaños me dijo que escribiría algo para el blog. Todavía estoy esperando, pero SÉ que lo hará.

Porque cuando le veo venir por el retrovisor en la M50, siempre sé que no reconoce mi Ibiza mugriento y cuando por fin se fija en mis aspavientos, siempre sonrío y me alegra el día.

Porque es tan descerebrado que me pide a mi consejo para comprarse un mp3.




Porque me descubrió esta canción...y siempre que la oigo me acuerdo de él.

Porque hoy es su cumple.

Esto es lo más parecido a un caminito de chuches que puedo hacerte….¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS FEDE!! Tienes 39.

viernes, 30 de abril de 2010

SE ACABÓ


La putada de la astenia es que llega de repente. Me levanto un día y quiero morirme. Hago esfuerzos por “obviar los síntomas” pero no hay manera. Me arrastro días y días esperando a que termine la agonía.

La parte buena es que un día me despierto y se ha pasado. Vuelvo a ser yo.

Hoy es ese día.

Ayer tuve una conversación surrealista con un amigo absurdo, llamemosle Dr. Chamán, sobre mis procesos mentales y la navaja de Ockham. Me descojoné tanto que se me saltaban las lágrimas, elaboramos unas teorías sobre lo que es moderno y lo que no, que harían las delicias de cualquier psicoanalista y decidimos que los dos somos estupléndidos y fantabulosos.

Tengo un mp3 nuevo. He ido y he vuelto por la llanura manchega cantando a voz en grito todas las canciones que me hacen feliz. De repente ha salido ésta…( me encanta el modo aleatorio, es como yo, totalmente absurdo) y me he encontado cantando esta cumbre del horterismo y de la música moñas mientras me reía a carcajadas. ( Edc..seguro que a ti te encanta).



Mañana tengo un plan bárbaro con los de Montes. Risas aseguradas.

Y además, acabo de darme cuenta de que prometí estar un mes sin beber…y ya se ha pasado…

En el fondo, soy una tia sencilla y cualquier chorrada me hace ilusión.