
¿Qué paso con la pulsera de molimadre?
(Esto para los descerebrados que se fijan en los detalles de las historias)
Llegué a casa en éxtasis y por supuesto la pérdida de la pulsera, me pasó completamente desapercibida.
- Menuda cara. ¿Que tal ayer?
- Biennnnnnnnnnn
- ¿A qué horas has llegado?
- No seeeeee..Pero era muy de día.
- ¿Y esa sonrisa de pánfila?
- ¡HE LIGADO!
- Por favor, otra vez con exnovio no.
- Nooooo. Con otro, más guapo, más mono y más todo. Ingeniero.
- Ya, ¿la pulsera?
- ¿Qué pulsera? Ah sí, estará arriba con la ropa. Luego te la doy.
Allí estaba yo en mi planeta del amor sin enterarme de nada. Cuando por fin me atreví a estudiar los resultados de la noche de juerga en mi atuendo de princesa, comprobé aterrorizada que la pulsera no estaba. ¡Mierda, mierda, mierda! ¿La tendrá ingeniero? Pero..No tengo su teléfono ni él, el mío. Optemos por darle largas a molimadre.
- Moli te llaman por teléfono.
- ¿Si?
- Moli, soy la noviadeayer, llamo para darte el teléfono del ingeniero.
- Pero tú..¿No estabas de luna de miel?
- Estamos a punto de embarcar, pero para una vez que ligas, NO LO JODAS. Llámale.
Pasé 3 días entre: le llamo, no le llamo. Que me llame él, que si tiene interés solo tiene que llamar a su amigo, el novio, localizarle en San Francisco y que le de mi teléfono. ¡Chupado! Le llamo yo y que sea lo que sea. No, no le llamo que quedo como una gilipollas necesitada de cariño. Al fin y al cabo podemos seguir como los últimos 10 años, esperando a encontrarnos de vez en cuando.
Le llamé.
- Hola...soy...
- Hola moli, sé quién eres. Estaba justo pensando en ti.
Después de eso, llegó la peor primera cita, pero ya lo he contado.
En medio de nuestro plaeta del amor, tuve que someterle a un pequeño interrogatorio, sutil, en mi estilo: ingeniero, ¿no te quedarías por error con una pulsera que llevaba el día de la boda?
Por supuesto no la tenía, pero me acompañó a preguntar en todos los bares dónde habíamos estado después de que nos echaran de la boda.
- Moli, no pasa nada. Solo es una pulsera. Molimadre lo entenderá.
- Vale, pero se lo dices tú, que a ti te quiere más.
- Pero si no me conoce.
- Por eso, te adora.
Trasncurrieron un par de meses, durante los cuales la incredulidad de mi madre ante el hecho de que había ligado, mantenía el tema pulseril en un segundo plano. Yo tenía pesadillas esperando el momento en que volviera a la carga. Un día, estábamos tomando algo en un bar en Los Molinos, y nos encontramos con un moliamigo que no veíamos desde la boda.
- Hola moli
- Hola moliamigo, mira este es el ingeniero. Estamos saliendo. (Gran sonrisa de satisfacción)
- Ah, muy bien. Encantado.
- Moliamigo..¿Quien es esa tipa?
- Ah sí, un nuevo ligue. La conocí hace un par de meses en un bar.
- Pues tu nuevo ligue lleva MI PULSERA.
- Moli, eso no puede ser. Es a juego con el collar.
- A juego, a juego..Tú no tienes ni idea de qué significa eso. Esta noche, cuando yo me pire, le preguntas sutilmente.
A los dos días me llama mi amigo.
- Moli, es tu pulsera.
- NO JODAS.
- Sip, se la encontró en el bar dónde te enrollaste con el ingeniero la noche de la boda.
- Joder, y porqué no la dejo en la barra para que si alguien preguntaba se la dieran.
- Algo me ha dicho, pero no me ha quedado claro. El caso es que me dice que te pases por su tienda a recogerla.
Y así fue como recuperé la pulsera de molimadre.
El ingeniero fue muy comprensivo y me ayudó mucho, pero no podía durar claro.
Hace un par de años fuimos a la boda de una amiga. Nos bebimos TODOS los gintonic de la fiesta y fuimos los amos de la pista. Cuando llegamos a casa, me percaté de que había perdido una pulsera que él me había regalado, con la euforia alcohólica no supe callarme:
-MIERDA, HE PERDIDO LA PULSERA.
- ¿Qué pulsera? ¿La que te regalé yo? ¿La mía? ¿Esa tan preciosa?
- joder, lo estás diciendo como si tu hubieras ido a la mina a sacar las esmeraldas.
- ponte a llamar ahora mismo a ver si la tienen en el autobús, la fiesta o dónde sea. Eres lo peor.
- mejor mañana, que son las 6 de la madrugada. Y cadadiateparecesmásamimadre.
- ¡¡ ES MI PULSERA!!
- Es mía, me la regalaste. Y además no es el santo Grial.
No estaba. Al cabo de meses, una amiga mía, manda un mail:
" Llevo meses para preguntar. El día de la boda, encontré en la pista de baile, una pulsera de esmeraldas. Es tan pequeña que debe ser de alguna niña, ¿vosotros conocéis a alguien que pueda haberla perdido?"
Ya no llevo pulseras.