Este año he sido aplicada:
- He visto unas 6 ó 7 de las pelis nominadas.
- Me tragué la gala de los Goya. Mi estómago estaba en pié de guerra y el ingeniero estaba cosiendo, nadie me hacía caso, así que no tenía nada mejor que hacer.
La gala estuvo bien. Buenafuente me gusta, es un tío listo, se sabe el guión sin que parezca que se lo sabe, no lleva tarjetones absurdos en las manos y me cae simpático. Además, va bien vestido. Es patético tener que recalcar esto, pero en el país de: presento en pijama porque yo lo valgo, ir bien vestido es de agradecer.
- He visto unas 6 ó 7 de las pelis nominadas.
- Me tragué la gala de los Goya. Mi estómago estaba en pié de guerra y el ingeniero estaba cosiendo, nadie me hacía caso, así que no tenía nada mejor que hacer.
La gala estuvo bien. Buenafuente me gusta, es un tío listo, se sabe el guión sin que parezca que se lo sabe, no lleva tarjetones absurdos en las manos y me cae simpático. Además, va bien vestido. Es patético tener que recalcar esto, pero en el país de: presento en pijama porque yo lo valgo, ir bien vestido es de agradecer.
Grandes momentos de la gala:
- El montaje del principio con varios actores. Estupendo, nada cutre y buena producción.
- POCOYO. I love Pocoyo. Nada más que decir.
- Lo de Antonio Mercero fue muy emocionante, sobre todo porque yo creía que estaba muerto, así que para mí fue un poco como verle resucitar.
- El discurso de Alex de la Iglesia.
- El video de cómo con un montaje se puede contar lo que quieras de una peli y la versión comedia de Celda 211.
- Que celda 211 se llevara varios premios. Es una gran peli. Si alguien no la ha visto que corra a las salas. Sé que da pereza, peli española + cárceles, pero esta genial.
El resto fue un coñazo supremo. La mayoría del público, que ha matado a su madre para conseguir las entradas, está con cara de “he venido por obligación”, dentro del rollo “aparentar que no quiero ir”.
Pero ya está bien de gafapastismo. Vayamos a lo que los descerebrados piden: carnaza.
Otro año más, la alfombra verde botella horripilante. Ya lo dije el año pasado, así que no me repito: CATETOS. Poned una alfombra roja, coño. Buscaos un sponsor con esos colores.
En general he visto que se lleva el escote palabra de honor. Tiene muchísimo mérito con el frio de mil pares que hacía en Madrid, llevar ese escote, pero está claro que para estar bella hay que sufrir.
Al grano:
Penélope. Ese vestido blanco no me gusta y además querida, te estás poniendo rolliza, cosa que no me parece mal. Ahora que todas las demás juegan a devorarse a ellas mismas a base de adelgazar, tú estás de buen año. Lo malo es que ese vestido te hacía culamen y te sacaba rollitos debajo de la sobaquera. Una estrella como tú, no puede permitirse esas cosas. El peinado regulero, llevabas tanta laca Elmett, que debiste provocar alguna intoxicación en las butacas de alrededor. El absurdo de tu novio, que no entró contigo en la alfombra, ha llegado a unos niveles de divismo que sencillamente me provoca lástima. No habéis aprendido nada. Otra cosa, la sonrisa falsa, sigue pareciendo muy falsa. Se te nota en la cara que no quieres estar ahí.
Maribel Verdú. Muy bien. Este año me has hecho caso y has ido hecha un brazo de mar como diría mi exabuela. El vestido precioso, discreto, elegante y te sentaba estupendamente. El moño correcto, peinado pero sin hacerte llegar la comisura de la boca a las orejas. Bien maquillada y siempre sonriente. Estupenda.
Marta Etura, me gusta esta chica. El Goya me parece excesivo, porque en la peli, Celda 211, sale unos 10 minutos y no aporta nada a la historia, pero me cae bien. El vestido rojo muy mono. Lástima de peinado: que sí que me peino, que no me peino, que me lo recojo, que no me lo recojo, pero bueno, bien.
Silvia Abascal. No puedo con esta tía, es tannnn languidaaaa y con esa voz de: ohhh..Que divina soy y estilosa. Pues no. El vestido es horrendo y otra vez no me has leído, si tienes el color del mármol no te pongas algo de color claro, parece que estás enferma. Además, para acabar de rematar el efecto languidez más enfermedad terminal, ibas maquillada como si te hubieras puesto en manos de mi hija C. ¿Quién te ha engañado para llevar esos ojos? El peinado onda “efecto Pantene” tampoco me gusta. Y otra cosa, tienes una expresión en la cara como si te atizaras Myolastanes a porrillo.
Goya Toledo. Los tíos dicen que está muy buena, a mi la verdad es que me da grima. Está tan delgada que parece que va a romperse. Está sufriendo además el efecto “piruleta”, compartido ayer por varias de las actrices. Consiste en adelgazar al extremo de que se te noten las clavículas, los brazos sean alambres y se te noten los huesos de las caderas. Para compensar esa reducción corporal, deciden ahuecarse el pelo doblando el volumen de la cabeza y parecen enteramente piruletas. A Goya le pasó ayer, pero el caso más espectacular fue, la siempre espantosa y excesiva pero encantada de conocerse: Paz Vega.
Alma de cántaro, ¿qué te pusiste? ¿NO me leíste el año pasado cuando aseguré que el efecto traje de bolsas de basura no mola? ¿Qué son esos picos? ¿Qué es ese abullonado criminal? Pero sobre todo ¿Qué es ese pelo? ¿Por qué te pones pelo que no es tuyo? ¿Porque luego te quitas la mitad? Podías haber sido la más espantosa de la Gala, pero tuviste mucha suerte y llegó:
Bimba. No sé ni por dónde empezar. Es el claro ejemplo de empecé a cortarme el pelo porque soy alternativa y no sé parar. Tienes porte de machirulo y debes tener tu público (¿alguno de mis lectores se lo montaría con ella?) pero de verdad era necesario ponerte ese espantoso conjunto amarillo. Pareces Piolín, es más dan ganas de que te coma el Gato Silvestre o de meterte un perdigonazo. Ridícula.
Luego están las que han optado por echarse años encima, ignoro el motivo, pero quieren parecer viejunas.
Blanca Romero. Hija mía, no sabes lo que quieres. Que si soy moderna y me rapo, que si soy actriz revelación y me creo una musa de Hollywood. Morrazos rojos mal y falda que te hace culamen fatal. El moldeado años 50 te sienta de angustia. Espantosa.
Natalia Verbeke. Claro ejemplo de auto consunción. Ha adelgazado hasta el extremo, parece que tiene 50 años. Otra con moldeado que le sienta fatal y le hace frontón. Para rematar el efecto " soy mi abuela": morrazos rojos. El vestido es feo, le cae como un saco y tiene pinta de pesar un quintal. Parece la novia cadáver.
Belen Rueda. Ha debido ganar mucho dinero últimamente, porque ha decidido que la leche esa guay que anuncia deje de contratarla. Se supone que es una leche que te hace parecer jovenzuela y que si los huesos y el calcio y no sé qué monsergas y sale la tía disfrazada de mi abuela. Ese pelo rubio platino frito, ese moño despeinado, esos dorados. Lo siguiente que le ofrezcan va a ser Tena Lady, tiembla Concha Velasco.
Ahora las poco importantes que deciden dar el cante:
Fanny Gautier. Pareces Elena Bonham Carter. Con eso es suficiente. Blanca, más sujetador negro, más vestido blanco encima. Si lo quieres hacer peor no lo consigues.
Leticia Dolera. Mejor que el año pasado pero sigue sin convencerme. Nada es horrible, pero nada me gusta. Bueno, los ojos son como si te hubieran dado un puñetazo. Mal. Con lo mona que eres y el poco partido que te sacas. Y otra cosa, si te pones un escote que cuelga de las tetas, hay que tener tetas para sujetarlo. Queda fatal que estés todo el día con la mano en el sobaquillo tirando para arriba. Cero glamour.
Clara Lago, mal. Vestido blanco que no te favorece nada y ojos negros criminales. Sinceramente querida, de actriz niñita eras graciosa, ahora mismo te auguro un futuro poco prometedor.
Dafne Fernández, sin palabras. Nena, eres todo dientes. Seguro que en una habitación a oscuras te brillaban los piños y el vestido de camilla.
En esta foto, están las 3 que dan pena. La de azul, ha debido hacerle una promesa a alguien: “si me nominan te juro que me pongo ese vestido que me has cosido”, porque si no no me explico que se haya puesto algo que le siente tan rematadamente mal: ese broche en el escote, esos plisados en la cadera. Horrorosa.
Al lado Verónica Romero en plan: ponedme brocado que voy demasiado discreta.
Y por último, la rubia vestida de bailarina de caja de música.
Pobres, no tienen amigas. Lo mejor es que se mirarían entre las 3 y pensarían: yo voy divina y estas dos hechas un adefesio, voy a dar el golpe.
Casi se me olvida María Reyes. Con lo monísima que era esa chica. Discreta, elegante, con clase. Ahora acompaña a un perro y se deja meter dentro del moño una jaula para periquitos. Inenarrable. Otra esquelética.
Y por favor, la excelsa Ministra de Cultura. El año pasado ya iba criminal, pero este año disfrazada de repollo cósmico con el pelo a medio peinar es de órdago. ¿ Se puede llevar más tela encima? ¡ Qué espanto!
Ellos en general, mejor que otros años. Hemos dado un pasito más, para dejar atrás el paletismo y ya hemos entendido que a una gala no se puede ir en vaqueros y camiseta, por muy alternativo que te creas.
De todos modos siempre hay alguien que da el cante, y tenemos a Oscar Jaenada, que sencillamente no sabe quién es. Te lo voy a explicar. No eres nadie, eres el tío que hizo de Camarón y que la gente decía: hay que ver como se parece. Después de eso el vacío. Disfrazarte de Johnny Deep ha sido sencillamente patético. Paleto. Lo peor es tu cara de: voy sobrado. No hay por donde cogerte: la melenita lánguida, el sombrerito, el anillaco, la camiseta, la cadenita que no se sabe que sujeta..¿ La cartera? Por favor, es que te miro y me entra la risa. Lo que no entiendo es porque te has puesto la chaqueta rosita, mejor algo más cañero, si tan alternativo eres, ¿porqué no te la has calzado naranja o azul eléctrico? Algo con dos huevos, y no esté quiero y no puedo.
Ah y por último, Carlos Bardem no me cae especialmente bien, pero ayer era el claro ejemplo de cómo un tío puede llevar un foulard con clase.