viernes, 15 de enero de 2010

MI "NO VIDA AMOROSA" (IV): El desierto

Una vez que fui abandonada en la cafetería Chikito de Madrid por el primer noviete de mi vida, alias "El Gato", comenzó una etapa de desierto amoroso. Vale que era joven y que visto desde ahora no parece importante, pero si tienes 17 años, todas tus amigas tienen varios novios y muchos rollos y tú no te comes ni un colín, digamos que el ser el patito feo no es lo que más te apetece.

De los 16 a los 19 y salvando mis rollos guiris del verano, mi vida amorosa fue un desastre.

Miraba a mi alrededor y aquello era un desmelene, Fulano salía con Zutana, lo dejaban y Zutana salia con Mengano que a su vez lo acaba de dejar con Menganita. Y así continuamente en un baile de parejas al que por supuesto yo no tenía acceso. No era ni la guapa de la pandilla, ni la deportista, ni me dejaban salir hasta las mil,ni tenía moto...es decir mi atractivo se reducía a mi ya por entonces habitual sarcasmo y como ya he contado, no tenía mucho éxito entre los adolescentes del momento.

En aquellos tiempos para integrarte en la pandilla y tener tema de conversación había 4 opciones:

- tener novio. Aquí no tenias conversación pero tampoco importaba, estabas permanentemente morreándote, tu lengua no estaba para pronunciar palabra. Además no querías hablar con nadie, solo darte el palo para dar envidia. Esta opción por supuesto no estaba disponible para moli.
- tener muchos rollos. Además de tener de qué hablar, "eras" tema de conversación puesto que todo el mundo cotilleaba sobre ti. Opción no disponible para moli, si no ligaba con uno, como para intentar ligar con muchos.
- hablar de música con los tíos que estaban en una etapa brasas de descubrimiento de la música de los 70. Esta por supuesto fue la opción disponible para mi, me empapé de los Rolling, Pink Floyd, Eric Burdon, Eric Clapton, Cream, The Doors, Jimmy Hendrix, Janis, Supertramp. Algunos me gustaban de verdad, otros eran insufribles pero mis amigos, los gurús musicales no dejaban de machacarte con el tema. Tardes y tardes tragándome "Quadrophenia" y la peli "The wall" con ellos, intentando desentrañar si la escena de las flores tenía algo que ver con el sexo, era apasionante. Obviamente y viendo la foto que ilustra este post, es evidente que nuestras experiencias sexuales eran nulas si teníamos dudas sobre a qué se referían.

Con esto que estoy contando a lo mejor parece que me resigne a mi suerte de tía sarcástica que sabe algo de música y dejé el tema ligue para más adelante. Nada más lejos de la realidad. En estos 3 años, creo que me gustaron absolutamente todos los tíos que conocí, esto incluye: amigos, hermanos de amigas, primos de amigas, amigos de hermanos de amigas que venían a pasar unos días en verano, primos de amigos, tíos con los que coincidía en el autobús, vecinos, macarras de Los Molinos...absolutamente todos. Creo que mi finalidad inconsciente era ampliar el espectro: si me gustaban todos, las posibilidades de gustarle a alguno eran mayores, si me centraba en uno, las posibilidades de chasco eran todas.

Como nunca he tenido una mente científica..mi experimento fracasó.

Sujetos encontrados atractivos: todos.
Sujetos que me encontraron atractiva: ninguno.
Éxito:cero.

A pesar de tener una muestra amplia, hubo 5 sujetos masculinos con los que compartí mi vida durante 3 años a los que no fui capaz de encontrarles ningún atractivo, aunque confieso ahora, desde la sabiduría de mis 36 años, que si me hubieran hecho la más mínima insinuación habría caído rendida en sus brazos. Estos tipos eran los 5 incautos a los que sus padres engañaron para meterlos en un colegio solo de niñas a la edad de 17 años, es decir, para cursar 3 de Bup y
COU entre 75 adolescentes femeninas. ¡ Pobres!.

En primer lugar teníamos al antepasado de Falete, se llamaba Arturo, y en aquel momento le encontrábamos igual que Agustín Pantoja ( si no sabéis quien es, pinchad el enlace), pero visto desde ahora..era Falete, es más, Arturo, si me lees: cobra derechos de imagen, tú estabas primero. Era pesadísimo pero con algún punto gracioso, por supuesto era gay así que no servía para ligar.

Después estaba Nikitas, así se llamaba el muchacho. De aspecto neutro, ni guapo ni feo, normal. Era muy simpático y un desastre en los estudios, bueno eso eran todos, a ver sino como habían acabado en un colegio solo de niñas, ¡porque era el único que les había admitido! Con Nikitas me llevé bien, me llevaba en moto a casa de mis abuelos los viernes..pero vamos creo que yo le debía parecer igual de atractiva que un picaporte. De todos modos yo fantaseaba en esos viajes agarrada a su cintura en plan: la gente pensará que somos novios...¿se puede ser más patética? ( si, pero ya lo contaré otro día)

José Manuel, no se podía ir más peinado ni más perfecto. El protozoo del metrosexual. Solo peinarse el flequillo debía ocuparle una hora, era espectacular. Era tímido y callado y creo recordar que tenía una novia fuera del colegio. Tengo poco recuerdo de él, así que no debía dar para mucho.

Raúl era compacto. Es lo primero que me viene a la mente. No tenia cuello, un "cuerpo estufa" de libro, además siempre llevaba una cazadora de esas de beisbol que por aquel entonces eran lo más en moda. La combinación cuerpo estufa más cazadora abombada daban como resultado un tío muy parecido a Gimli el enano de El Señor de los Anillos. Confesaré públicamente que fue el que más me gustó pero yo a él no.

Por último estaba Enrique, moreno, alto, simpático, divertido y que a la primera semana de curso empezó a salir con la mayor psicópata del colegio. Duraron hasta el final de la carrera creo, aunque les perdí la pista cuando salí del cole y caí en las garras de mi noviochungo. Lo bueno de Enrique es que tenía amigos, que por supuesto pasaron a engrosar la lista de tíos opcionables a gustarme y con cero posibilidades de gustarles yo. Eran guapos, estilosos y chachis, nada que ver conmigo.

En fin, a pesar de ser mi etapa patito feo me lo pasé teta lereta y conozco el significado secreto de la peli "The wall".

jueves, 14 de enero de 2010

CALPURNIA

Ayer perdí una lectora.

No era una lectora cualquiera. Empezó a leerme desde el principio porque P. se lo recomendó. Me leía y comentaba con P. las chorradas que escribo. No nos conocíamos, no nos habíamos visto nunca y sin embargo las dos sabíamos quién era la otra. Sólo comentó una vez, quiero pensar que le gustó lo que leyó.

Me conocía como escritora absurda y a muchos de los que comentáis.

Quiero pensar que le alegraba un poco el día a día. Al final ya no pudo, ni leerme, ni seguir viviendo que era lo más importante. Tenía mucho tiempo por delante pero no ha podido ser. Ayer se fue.

Hay muchas cosas que me revientan en la vida, la mayoría son chorradas porque no tengo paciencia, no soy comprensiva y me joden las quejas sin motivo pero hoy la rabia me puede de la impotencia que siento.

No puedo consolarte, ni animarte.

No puedo decirte nada que te saque el dolor del alma.

No tengo un hechizo que te haga dormir hasta que deje de dolerte el vacío en el estómago.

No puedo decirte que se te pasará porque sabes que no es verdad.

No puedo estar contigo lo que me gustaría porque tengo una mierda de trabajo a tomar por culo de donde estas que no me deja ir a acompañarte.

No puedo consolarte mientras lloras, porque no quieres llorar. Prefieres tragártelo todo y ponernos buena cara.

Me gustaría poder hacer algo que te consolara un poco..pero sólo se me ha ocurrido esto.
Lo siento en el alma.
Para Calpurnia, P., L., N. y C.

miércoles, 13 de enero de 2010

A LAS BARRICADAS

No siempre he sido la mujer educada, respetuosa y cívica que soy ahora. Durante un tiempo y bajo la influencia maléfica de las mentes malvadas de mis amigos de Los Molinos cometí todo tipo de actos vandálicos. Ya lo conté por ahí pero como sé que da mucha pereza leer post antiguos, resumo aquí mis “travesuras” a la tierna edad de 10 ó 12 años.


Tiré piedras a los cristales de una casa recién construida y volví a romperlos a los 15 días cuando los repusieron. Tiré piñas a los coches que bajaban por la carretera de la estación en pleno invierno parapetada detrás de la tapia de una casa. Rompí los cristales del parabrisas de un coche aparcado en un jardín y luego disimulé poniendo cara de buena cuando el vecino vino a quejarse a mis padres. “ ¿Que moli ha roto los cristales? Imposible”.- oí decir a mi madre. Hice un tirachinas con un rollo de cartón de papel higiénico y un globo y bombardeé con garbanzos las ventanas de los vecinos.


Por supuesto en todas estas instructivas actividades estaba acompañada por mis amigos. Luego cuando nos subieron las hormonas hasta el infinito, cambiamos este tipo de cosas por los rollos y el empezar a fumar. Huelga decir que yo ni rollos ni fumar. Fue una etapa aburrida.

Cuando los rollos perdieron la novedad decidimos recuperar el espíritu de nuestra infancia y volver a hacer el vándalo. A la tierna edad de 22 años, descubrimos un nuevo entretenimiento para las noches de farra.

La gracia consistía en que al primero que abandonara la barra del bar donde estábamos matándonos a copas, sufriría lo que por aquel entonces llamamos “barricadas”: consistía en hacerse putadas de todo tipo.

Las había inmovilizantes. Alguien se iba a casa, se dormía y durante su pesado sueño alcohólico 2 ó 3 de nosotros entrábamos en su habitación y le poníamos todo tipo de cosas encima de la cama en un equilibrio inestable: sillas, cojines, libros, cintas de música, por supuesto toda la ropa del armario, zapatillas y algún plato con comida. Cualquier movimiento desmoronaría esa bonita construcción sobre el durmiente. Este tipo de pirámides podían hacerse también si el susodicho se dormía en un bar, se le acomodaba entre dos sillas y se le dejaba arrinconado para que cuando se despertara no pudiera salir.

Angelitos.

Las había también acuáticas. Si era verano, te levantabas por la mañana, salías al jardín con tu taza de café, tu periódico y tu resaca y: ¿dónde están la mesa y las sillas que había aquí ayer? En el fondo del mar..matarile, rile, rile. Todo el mobiliario de jardín de tu casa estaba en el fondo de la piscina perfectamente colocado para una merienda de sirenas. Era horrible meterse a sacarlo todo antes de que tus padres se dieran cuenta. Una de estas la sufrí en mis propias carnes, me levanté por la mañana y tuve que sacar una mesa de hierro forjado, 6 sillas, unas macetas y ¡ un cartel de “ guardia civil” con las bases de hormigón y todo!...casi muero.

Las había que incluían algún tipo de acto un poquito vandálico. Despertabas por la mañana y en la puerta de tu casa había un cocinero de esos de cartón de los restaurantes con un perfecto menú escrito en tiza: gamusinos al hinojo y patas de peces salteadas con whisky. Lo más importante en estos casos era deshacerse del cocinero antes de que levantara sospechas en tus padres y en el dueño del restaurante que lo buscaba frenéticamente por todo el pueblo.

Las mejores sin embargo eran las desconcertantes. Barricadas que te dejaban descolocado y sin saber muy bien qué hacer.

Alguien se iba a dormir con toda la borrachera, se hundía en un sueño profundo y cuando se despertaba le habíamos cambiado todos los muebles de sitio en la habitación. Todo estaba colocado en el mismo sitio pero al revés, como si le hubieran dado la vuelta a la habitación. Despertabas y sí, reconocías el sitio pero algo raro había y no sabías muy bien qué era. Por supuesto siempre entraba tu madre y te decía: SE PUEDE SABER A QUÉ TE DEDICAS CON LOS MUEBLES?..y pensabas..madre mía…es eso..estos cabrones me han dado la vuelta a la habitación.

Otra muy buena y qué me tocó padecer, fue un día que salía a las 6 de la mañana de casa de un noviete que tenía por entonces, dispuesta a pirarme a mi casa y cuando abrí la puerta me encontré con mi coche envuelto con un gran lazo rojo. Un paquete enorme de papel de periódico, las ruedas y todo completamente forrado, recuerdo que en el parabrisas había una estampa gigante de no se qué virgen. Me pasé 2 horas quitando papeles mientras veía amanecer.

Éramos unos vándalos, pero era tannnnn divertido.
Espero que las princezaz no lean esto.

martes, 12 de enero de 2010

BRICOLAJE A TRAICIÓN

- Cariño, ¿ te acuerdas del mueble tan práctico que hice un verano que te fuiste a Los Molinos?
- ¿ Te refieres a ese engendro que fabricaste a traición cuando yo no estaba en casa y que luego colocaste a los pies de nuestra cama donde lleva 3 años? ? Ese que era para el ordenador y donde no te has sentado nunca? ¿ el de los acabados refinados?
- Si.. , los acabados son robustos, que no entiendes nada
- Me hubiera encantado borrarlo de mi memoria, pero digamos que despertarme y que sea lo primero que veo al abrir los ojos no ha favorecido el olvido.
- Voy a obviar ese derroche de ironía. He decidido tirarlo.
- ¿ DE VERDAD? ¿ Eso es lo que me van a traer los Reyes? Librarme de esa cosa?
- Como sigas así, no lo tiro.
- No, no..fenomenal….me encanta.


Lo siguiente está censurado.

Todo era armonía familiar.

- Cariño, nos han invitado a un cumple esta noche.
- Vete tú, yo me quedo con las princezaz.
- ¿ seguro que no te importa? Bajo, me tomo algo y subo.
- No, no te preocupes..pásalo bien.

Estaba tan entusiasmada con librarme del engendro pseudolibreria que no presté atención a los signos:

Para empezar me olvidé completamente de unos tablones que había malamente escondidos detrás de una puerta.

No presté atención a que el ingeniero se había puesto la ropa más cutre que tiene.

No presté atención a la diligencia con que acostaba a las princezaz.

No me pregunté porqué había un mantel en el suelo de la cocina.

Tampoco pensé porque está el kit de sierra, taladradora, lijadora y amoladora en la cocina ( aprovecho para preguntar: ¿ para qué sirve una amoladora?).

No me sorprendí al ver el destornillador eléctrico fuera de su vitrina donde está siempre guardado porque: esto es una herramienta de precisión y si la tocáis vosotras se jode.

Pensé que era encantador por parte del ingeniero animarme a salir y despedirme con un beso en la puerta. Pensándolo fríamente creo que me empujó al ascensor.

Allí que me fui a mis copitas, en un bar a 3 minutos andando de mi casa, con mi gorra para el frió y haciendo grandes planes para el hueco que iba a quedar en mi cuarto. Estaba en éxtasis.

A las 2 de la mañana cuando estaba por mi tercer gintonic y mi tercer sándwich de nocilla, (era un cumpleaños en toda regla) y cantando Secretos a voz en grito, recibo un mensaje..” ¿ todavía no vienes, no?”…cierto, debería haberme puesto en guardia pero la euforia y la ginebra me nublaron el conocimiento.
A las 4 de la mañana y antes de verme arrastrada a un karaoke, huí corriendo a casa. Quería entrar sigilosa porque en teoría “había bajado a saludar”…pero no fue posible..nada más abrir la puerta tropecé con un engendro de un color oscuro colocado en la entrada.

- Pero..¿ qué coño es esto? Mierda, la estantería esa que me dijo..pero..era color pino..y ¿ porqué ahora es oscura? Y..¿ el serrín en la cocina? Claro, por eso me ha mandado el mensaje para que no le pillara con las manos en la masa.


A pesar del horror que me invadió, me consolé al acostarme imaginando el hueco vacío en la pared de mi cuarto…pero mi gozo en un pozo.

- Moli, lo del mueble.
- Si, ¿ lo bajamos que hay recogida de mierdas trastos hoy?
- No, no.
- ¿Cómo que no?
- He pensado que lo vamos a poner en el descansillo, con plantas.
- ¿Qué?
- Si, la estantería que hay en la entrada y que construí ayer..la ponemos en la terraza y la de nuestro cuarto a la entrada.

¡ Dios mio, estoy rodeada!
El ingeniero me la ha vuelto a jugar....me vengaré.