Quedan 9 días para el concierto. Ya estoy nerviosa y rozando el desequilibrio y la paranoia. Una vez más, tengo "brusitis". Para acabar con la imagen de tía cabal, organizada y con los pies en la tierra voy a dejar por escrito el sueño que he tenido esta noche.
Vivía en Nueva York en un apartamento estupendísimo y en el de al lado estaba Bruce, solo, concentrado para su próximo concierto. Los apartamentos compartían un armario medianero, yo abría la puerta por un lado y él podía abrir el mismo armario por el otro lado. El día del concierto por la mañana yo hurgaba en el armario buscando chocolate cuando me encontaba con Bruce mirándome desde el otro lado. Por supuesto a mi se me ocurría algo increible que decirle, gracioso, ingenioso y con chispa y él se quedaba encantado conmigo y me invitaba a cenar y al backstage.
Yo me ponía como unas castañuelas de contenta, salía al pasillo de los apartamentos para ir a la cena y vaya por Dios..no llevaba pantalones y a pesar de llevar bragas monísimas no me parecía serio ir en camiseta y bragas, asi que me iba a unos grandes almacenes a por algo que ponerme. Eran enormes, llenos de gente y no había manera de encontrar los pantalones, los que fuera, me daba igual…paseaba y paseaba y no habia manera. En un determinado momento me cruzaba con mis hijas, M. estaba mirando a C. probarse vestidos rosas de princesas pero no tenía tiempo para investigar y les decia:
- id a atención al cliente y decid que os habéis perdido. Que avisen a vuestro padre.
Por fín conseguía los pantalones, corría al restaurante de la cena…y ¿ quién estaba alli organizando el cotarro de la cena con Bruce? Jefe Supremo.
Me he despertado del corte de rollo.
Estoy completamente desequilibrada pero me lo paso en grande.
Vivía en Nueva York en un apartamento estupendísimo y en el de al lado estaba Bruce, solo, concentrado para su próximo concierto. Los apartamentos compartían un armario medianero, yo abría la puerta por un lado y él podía abrir el mismo armario por el otro lado. El día del concierto por la mañana yo hurgaba en el armario buscando chocolate cuando me encontaba con Bruce mirándome desde el otro lado. Por supuesto a mi se me ocurría algo increible que decirle, gracioso, ingenioso y con chispa y él se quedaba encantado conmigo y me invitaba a cenar y al backstage.
Yo me ponía como unas castañuelas de contenta, salía al pasillo de los apartamentos para ir a la cena y vaya por Dios..no llevaba pantalones y a pesar de llevar bragas monísimas no me parecía serio ir en camiseta y bragas, asi que me iba a unos grandes almacenes a por algo que ponerme. Eran enormes, llenos de gente y no había manera de encontrar los pantalones, los que fuera, me daba igual…paseaba y paseaba y no habia manera. En un determinado momento me cruzaba con mis hijas, M. estaba mirando a C. probarse vestidos rosas de princesas pero no tenía tiempo para investigar y les decia:
- id a atención al cliente y decid que os habéis perdido. Que avisen a vuestro padre.
Por fín conseguía los pantalones, corría al restaurante de la cena…y ¿ quién estaba alli organizando el cotarro de la cena con Bruce? Jefe Supremo.
Me he despertado del corte de rollo.
Estoy completamente desequilibrada pero me lo paso en grande.