
Deja que empiece esta carta lamentando la situación en que te encuentras. Son malos tiempos para el coaching. La crisis os ha golpeado fuerte como a toda la industria de lo superfluo. Uy, mierda..ya he dicho algo que no quería. ¿Superfluo? Nooo, perdona, quería decir de lo..mmm..no vital. Durante años has tenido una clientela de gente que acudía a ti para que les ayudaras a sacar lo mejor de sí mismos y aprendieran así a mejorar en sus vidas, en su trabajo, como padres, como pareja, etc y ahora de repente te han dejado solo. ¡Desagradecidos! No te lo tomes a mal, pero cuando la gente no duerme pensando en cómo pagar la hipoteca, el colegio de los niños y el seguro del coche tiende a olvidar las herramientas interiores y tus sabios consejos. Por supuesto el dinero que te daban a ti para compensar el merecido esfuerzo que hacías por ellos lo dedican a comprar mortadela. Entíendelo, la supervivencia va antes que el coaching.
El caso es que lo lamento, de verdad, pero eso no justifica que en tu búsqueda infructuosa por internet de clientela, llegues a esta página y te dediques a dejarme comentarios supuestamente ofensivos. A mi me da igual, yo los publico, si te sirve de consuelo sólo los leo yo ( bueno ahora todo el que pinche aqui y aqui también) pero que sepas que si yo quisiera ir a un coach jamás me fiaría de uno con tan poco sentido del humor. Estoy pensando que a lo mejor el sentido del humor no es una cualidad necesaria para ser coach pero es que me temo que me aburriría contigo.
A unos le dan pena mis hijos. A mi los tuyos no. Si algo he aprendido siendo madre, es que da igual lo incompetente que seas, puedes tener unos hijos estupendos, así que seguro que los tuyos salen adelante, lástima lo del sentido del humor..pero a lo mejor tienes suerte y lo traían de serie.
Otro me desea suerte en la vida. Muchas gracias, la verdad es que hasta ahora no me ha ido mal, pero es un bonito deseo viniendo de alguien que destila bilis y que además pierde el tiempo en leer este blog y encima deja un comentario. Ah si, y dice no se qué de mi vanidad y mi ego: querido, tienes razón. Mi ego sube y mi vanidad se contonea cuando a la gente le gusta lo que hago, creí que era normal en la raza humana disfrutar del reconocimiento ajeno, pero debe ser que me equivocaba y es una tara espantosa. Si tengo tiempo lo comentaré con un psicólogo, ese médico que ayuda a la gente, ¿ te suena?
" ¿Para qué he tenido hijos?" Pues ya sabes, por aquello de "creced y multiplicaos", me dió por ahi un día. Y lo que es peor, échate a temblar...estoy pensando en tener otro. Y si, demostraré ante ellos frustración e ira, y puede que incluso a veces grite y parezca la Bruja Avería cuando no haya dormido nada y esté muy cansada, pero tranquilo, tengo testigos de que mis hijas crecen felices sin problemas. Gracias por preocuparte.
Para terminar, sólo una cosita, ¿Entro yo en las páginas de coach para insultar y dejar comentarios idiotas? No ¿verdad?
Pues queridos, absteneos que me afeais la página. Si no podéis controlaros y la indignación empuja a vuestros dedos a comentar algo..ánimo..seguro que podéis hacerlo mejor.
Atentamente,
Molinos " la peor madre del mundo".