
Susan Sontag muere de cáncer después de años de luchar contra la enfermedad y Muñoz Molina se pregunta si poco antes de morir “volvió a vislumbrar el sueño intacto de la vida futura que había inventado en sus primeros diarios.”
Hoy también he leído brujuleando por ahí esta entrada sobre la película Revolutionary Road en el blog de Helene Hanff.
Me han hecho pensar en las cosas que yo aspiraba a hacer de mayor y que no he hecho y si eso me hace infeliz.
Empezando por el principio. De pequeña soñaba con ser arqueóloga. Obviamente no lo he conseguido, lo más cerca que estoy de la arqueología es que dentro de 30 años seguiré en este curro y seré “ la ruina más antigua “ de la empresa. Sin embargo estudié lo que quería, Geografía e Historia. Mi curro no tiene nada que ver con eso, pero si hubiera estudiado económicas o empresariales tampoco me serviría para mi trabajo actual y por lo menos disfruté mis estudios.
Pensé en trabajar en una biblioteca o en un museo; y conseguí trabajar en los dos sitios..bueno..regalaba mi tiempo a cambio de nada. Ahora no trabajo ni una biblioteca ni un museo pero me pagan. ¿ Es el trabajo de mis sueños?. No, pero no me quejo. El trabajo de mis sueños sería tener mi propia librería..pero tendré que esperar a que me toque la lotería o a que este país consuma tantos libros como “telebasura” y tener una librería sea negocio. Mientras tanto, entre comer o mi trabajo ideal..me quedo con comer.
Siempre pensé que me iría de casa y viviría sola. Tampoco. Me fui de mi litera de soltera a dormir con G.
Todo esto viene a cuento porque es muy fácil pensar en la cantidad de cosas que no has hecho o que podrías hacer; y es aún más fácil creer que lo que dejaste de hacer hubiera sido mejor. Es curioso como nos acordamos de lo que no elegimos y se nos olvida porqué elegimos lo que tenemos.
Fantasear con lo que no tenemos no tiene porque ser malo, pero hay que mantener los pies en la tierra. Es muy fácil creer que lo que dejamos atrás, lo que no elegimos, lo que se nos escapó, sería mejor y que incluso nosotros seríamos más “nosotros” en esa vida paralela que imaginamos, pero somos lo que hemos ido escogiendo aunque no nos acordemos de porqué lo hicimos.
Es fácil creer que las vidas que llevan los demás son mejores que las nuestras, solo las vislumbramos..y lo que no vemos nos lo imaginamos. Como dice mi amiga A., estamos en las vidas de los demás “ de visita” . Y hay que tener en cuenta que todos proyectamos o intentamos proyectar lo mejor de nuestras vidas hacia fuera…y eso es lo que vemos los demás.
Si no fuéramos tan patéticos y nos molara tanto la autocompasión y el abuso de la queja pensaríamos al revés..en negativo. Valoraríamos lo que escogimos porque en un momento de nuestra vida nos pareció lo adecuado..y joder..hay que fiarse del criterio que tenemos.
Puedo imaginar una vida paralela en la que soy una ejecutiva agresiva, con mi pisito de soltera y mi independencia; yendo y viniendo a mi antojo, viajando y sin sufrir ningún efecto secundario, pero entonces este blog sería un coñazo.