lunes, 22 de diciembre de 2008

MATERNITY (IX): El baño…ese dulce momento..o no.

Bañar a los niños es una pesadilla

El baño está al final de la jornada, marca el sprint final de tu día maternal, estás agotado y vislumbras la meta, pero como en todas las buenas carreras el final es lo más duro y de fuerzas andas justo justo y de paciencia ni te cuento.

Cuando el bebé es recién nacido, el baño supone un stress y además por increíble que parezca se necesitan al menos 2 adultos al borde del ataque de nervios para bañar una cosa de 3 kilos en una bañerita con un fondo de agua. Que uno solo le bañe no se contempla, es más la sola sugerencia de esa posibilidad provoca cara de pánico y algo del tipo:

- PERO CÓMO VOY A BAÑARLE YO SOLA?? ¿ESTÁS TONTO? ES IMPOSIBLE.

La infraestructura necesaria para tan sencilla operación involucra tal cantidad de elementos: toalla, esponja natural, jabón especial, termómetro, agua a la debida temperatura, pañal, body, crema, limpia oídos, limpia mocos, tijeras para las uñas…que la preparación lleva ya media hora larga.

El bebé además suele ser cabrón y así como en todo el día no se mueve..le sumerjes en el agua y empieza a berrear, dar cabezazos, patalear, cerrar los puños…en fin..que acabas empapado, con una contractura muscular y gritándote como verduleras cosas como: ALCÁNZAME LA TOALLA., ASÍ NO, QUE LE VAS SA HACER DAÑO, EL AGUA ESTÁ DEMASIADO CALIENTE, PUES HAZLO TÚ.

Cuando ya son más mayores, a partir de los 2 años, te relajas y piensas que ya está todo hecho. JA. Ahora resulta que o no se quieren meter en la bañera o no hay manera de sacarlos.

Por supuesto que además has caído en la trampa de los anuncios y crees que ya con 3 ó 4 años los metes en la bañera y puedes desentenderte 3 minutos, lo justo para ir a buscar el pijama y las zapatillas. En mi caso, las dejo dentro, el agua a la temperatura adecuada, los juguetes y les digo:

- Ahora mismo vuelvo.

Me miran con cara angelical y me voy confiada.

Cuando vuelvo, aquello es un aquapark con actuación incluida. Mi hija C. decide siempre que el agua está mucho mejor en el suelo del baño y saliendo hacia el pasillo que dentro de la bañera y además se cree Esther Williams. Ya me la he encontrado 2 veces subida al mueble del lavabo para hacer un doble mortal carpado y zambullirse en la bañera.

Me cabreo como una bestia y decido terminar con la diversión. Las fregoteo, les lavo el pelo inmune a sus gritos de “mamaaa, me pica” y las saco de la bañera. Y entonces empieza otra etapa, perseguirlas para ponerles el pijama, la bata, las zapatillas y peinarlas, a ser posible antes de que se me haga de día. ( estoy pensando que en esos momentos la banda sonora de mi vida debería ser la sintonía de Benny Hill).

Cuando termino estoy sudando, empapada, con el pelo revuelto y afónica de gritar.

Exhausta las miro para disfrutar de mis hijas limpias y descubro que C. se acaba de tirar la sopa de la cena por encima.

¿A qué edad se duchan solos?

sábado, 20 de diciembre de 2008

EL PLACER DE LA ESCRITURA

Me gusta escribir.

Me gusta escribir y no me refiero a este blog, que yo no considero escritura. Me refiero al acto físico de escribir a mano.

Me gusta coger mi pluma, abrir mi cuaderno y escribir. Me gusta ver como la tinta sale del plumín y según sea mi estado de ánimo mi letra va cambiando. No tengo una letra bonita, es una mezcla de caligrafía de niña de cole de monjas y prisa. Cuando escribo a mano siempre tengo prisa. Me da vergüenza y quiero terminar deprisa. Con el blog no me pasa, no es mi letra y no me reconozco, así que no me da vergüenza.


Tengo manías para escribir. Siempre con pluma. Ahora mismo tengo tres al uso. Una rottring pequeña, plateada, que llevo en el bolso en un estuche cilíndrico y que uso en el curro. En mi mesa de despacho tengo un cuaderno grande, tamaño folio y cuadriculado. A pesar de que para hacer mi trabajo podría hacerlo todo en el ordenador y no escribir nada, no me gusta. Además tengo memoria (para todo) fotográfica cuando escribo algo y es imposible que se me olvide donde lo he escrito. Si lo escribo está todo bajo control.

En casa tengo una pluma que me regaló G. y que utilizo con una tinta burdeos para escribir en el cuaderno de lecturas. Siempre con esa pluma y siempre con esa tinta. El cuaderno es rayado, tamaño cuartilla, con una solapa para guardar recortes.

Tengo otra pluma Montblanc preciosa que me regaló un amigo y que ahora está a la espera de que compre cartuchos. La llevo siempre encima.

No me gusta escribir ni en hojas sueltas, ni en tamaño folio, ni en hojas en blanco, prefiero rayado y si no puede ser cuadriculado. Si es en blanco me concentro en no torcerme y el resultado suele ser nefasto, renglones absurdos en un ángulo de inclinación rozando la verticalidad.

No me gustan los cuadernos que no se abren del todo.

El espacio físico para escribir me da igual. Puedo escribir en una mesa, tumbada en la cama, en mi sillón de leer o en un banco del parque, para eso no tengo manías.

Si alguien recibe una nota mía manuscrita que sepa, desde ahora mismo, que habré hecho 3 ó 4 versiones distintas de esa nota. El texto estará desde la primera prueba cristalino en mi mente, pero la forma me estresa, no habré compuesto la línea como quería, me horrorizará mi letra o me habré torcido como una niña de 6 años.

Me da vergüenza escribir a mano porque ves lo que sale de tus manos directamente. Y además cuando te relees, en el trazo, la presión y el espacio entre las letras ves reflejado tu estado de ánimo. Tengo un cuaderno de hace 10 años que es todo un espectáculo. Páginas y páginas de letra apiñada seguidas de dos párrafos de letra casi ilegible escritos de madrugada después de salir de copas. Me da vergüenza, pero al fín y al cabo esa soy yo..o por lo menos era.

Me encanta escribir cartas, ahora ya nadie escribe cartas pero yo tengo cientos de ellas guardadas. Lo malo de las cartas es que frente al mail tardan una eternidad en llegar..y en este caso mi ansiedad y compulsividad por la respuesta o no respuesta ganan a mi gusto estético por la carta manuscrita. Es cuestión de prioridades, pero cuando quiero escribir algo verdaderamente importante, siempre siempre lo escribo a mano.

Supongo entonces, que este blog no es importante, pero me lo paso en grande escribíendolo y por ahora no me da vergüenza.


viernes, 19 de diciembre de 2008

MATERNITY (VIII): Regresiones

Cuando tienes hijos te haces mayor, se supone que eres adulto y eres responsable. Es mucho suponer pero en fín..es más o menos así. Lo bueno es que a la vez que te haces una persona mayor vuelves a hacer cosas de cuando eras pequeño.

Primero de todo los horarios, nada de vivir en un desenfreno de horas..en que todo da igual..no, no..te levantas a las 8 y a las 10 y media estás que te caes de sueño.

Te levantas por la mañana el sábado y en vez de sentarte a tomarte el café tranquilamente mientras te lees la prensa, enciendes la tele y ves “Pocoyó”. No es un mal cambio advierto, en vez de cabrearte con la chusma que forman los políticos y los periodistas, te echas unas risas con el niño de azul y sus amigos. ¡¡Me pido Pato!!.

Recuperas buenos hábitos alimenticios. De “joven pareja”, la hora de la comida comprendía una franja horaria bastante amplia que iba desde las 2 hasta las 5. El momento de sentarse a la mesa dependía de a la hora que te hubieras levantado, el desayuno que te hubieras metido entre pecho y espalda y si había planes por la tarde. Ahora no, ahora se come entre 2 y 3 de la tarde como mucho…o te comen por los pies los churumbeles.

Si tienes mala suerte, puedes con 37 pasar la varicela, el sarampión, unas anginas de caballo o la tosferina. Si, si, es una putada..pero puede pasar.

Después de comer ya no te sientas a leer la prensa (que no has podido leer en el desayuno), te sientas en el sofá y recuperas pelis de tu infancia: Mary Poppins, La Bruja Novata, Los Robinsones de los Mares del Sur, Chitty Chitty Bang Bang…y os digo que hay algunas geniales.

Recuperas series de dibujos de cuando eras cani y le ves nuevos significados: Heidi, que es insoportable y te das cuenta de que el abuelo en su juventud había sido malísimo y purga sus culpas soportando esa niña tan cargante. Vicky el Vikingo…pero ahora ya sabes que se ponía en la nariz cuando hacía el gesto ese en el que se le ocurrían todas las buenas ideas, Willy Fog que es un carajippi con pasta…en fin…que te lo pasas en grande.

Vuelves a fijarte en los anuncios de juguetes. Desde que tenías 14 años no les habías prestado atención, pero ahora con 35 necesitas verlos porque ¿como coño vas a saber si no que es el “happy hospital de los micropuppets de Mattel”? o ¿ el coche de cars que con mando que se convierte en grua de los micromachines??

Por otro lado si tienes suerte, puedes jugar con juguetes que a ti nunca te regalaron. Por ejemplo, yo me pasé años pidiendo la Peluquería de Play Doll..y nunca me la trajeron…pero ahora M. la tiene y me fascina meter la plastilina, darle a la palanca y que le salgan los pelos azules al muñeco. Un trauma menos que acumulo.

Cuando tienes más de 30 hay cosas que en teoría es mejor no comer y en la práctica engordan que te cagas, pero misteriosamente con menos de 10 esas cosas son saludables. Tu nevera vuelve a estar llena de embutido y en la despensa hay galletas y lo que es mejor de todo…NOCILLA!!!!!... ¿Cómo no caer en la tentación de un sándwich de nocilla??...joder..si con 5 años les sienta bien, a mi, muy mal no me va a sentar. Las patatas fritas vuelven a ser un acompañamiento genial del pollo…¡¡fuera la ensalada!!!!.

Todo esto se me ha ocurrido hoy, porque ayer en un ataque de ansiedad me comí un padrastro, y me duele el dedo muchísimo. He ido al armario de las medicinas para ponerme algo…y ¡¡LLEVO UNA TIRITA ROJA DE DUMBO!!!!... mi madre jamás compró esas tiritas…y yo por fin.con 35 llevo una tirita de Disney!!!!!...

¿No son geniales las regresiones??.

RECAPITULANDO

Este año he leído a fecha de hoy 41 libros. De aquí a fin de año espero haber terminado el que tengo entre manos y otro..con un poco de suerte 43. El número no es importante, me da igual, pero ya que los apunto pues es un dato curioso.

Ha sido un año regular de lecturas, he tenido 4 fracasos absolutos, dos de ellos han sido además de los peores que he leído en mi vida: El vestido rojo y La risa del ogro. Sobre El vestido rojo ya me explayé en su momento..sobre La Risa del Ogro, solo digo que si vas a escribir sobre algo tan serio como la 2ª Guerra Mundial hay que tener un poco de respeto y no hacer una mezcolanza de Hansel y Gretel con personajes misteriosos y amores imposibles que solo provocan rechazo. Muy mal.

La única virtud que tienen estos dos ¿libros? es que son tan horribles que hacen que “Un mundo sin fin” la horrible continuación de Los Pilares de la Tierra y el pastiche pseudofilosófico moralizador de “La elegancia del erizo”..parezcan pasables. Uy, se me olvidadaba otro horrible…”Villa Diamante” de Boris Izaguirre. Me doy cuenta haciendo este repaso, que de estos 5 horribles, 4 han sido regalos.

Malos pero sin ensañarme fueron Zapatos italianos de Mankell, El niño del pijama de rayas ( como se puede ser tan previsible en la página 1), Cometas en el cielo, ( no estoy llamada por el camino de la lágrima fácil), Crímenes bestiales a pesar de ser de P. Highsmith y El Angel Negro, esta entrega de las aventuras de Charlie Parker mezclaba ya demasiados demonios y diablos.

Un placer fugaz, la correspondencia de Truman Capote fue un tostón. Es increíble como un alguien tan ocurrente en sus artículos y con una gran novela como A Sangre fría y unos cuentos tan llenos de emoción podía ser tan coñazo en sus cartas. Yo creo que en este blog no soy coñazo..asi que deduzco que nunca escribiré una gran novela.

Buscadores de belleza, es un ensayo sobre grandes coleccionistas de arte de finales del siglo XIX y principios del XX que no está mal. Es mejor la intención que el resultado y mucho mejores las primeras semblanzas y análisis que las últimas de libro..da la sensación de que las autoras se cansaron del tema. Una pena, pero aún así resulta interesante y tiene buenas fotografías.

Ella tan amada, me gusto a trozos. La protagonista, Annemarie Schwarzenbach, es tannnn misteriosa que me crispa, además no se puede ser misteriosa y morir a los 34 porque te das con una piedra al caerte de una bici. Es lamentable reventar una vida currada de misterio con una muerte tan tonta, pero aún así el libro no está mal. Tiene además un mérito añadido que es que a mi que no me llama nada la poesía, me descubrió este poema:

¿ Porqué dejar de lado
la peor angustia de la juventud?
ser jóvenes implica vivir en la tensión de la ansiedad
mantenerse a la espera, en una sala llena, de esa voz que lejana y sumisa
defina nuestro mañana. Las dudas que conocemos
son por no saber. La noche cuando llegue a de traernos
una orden temible: abre una tienda de herramientas
en una pequeña ciudad…Enseña ciencias el resto de tu vida
a chicas ya crecidas…Se va haciendo tarde,
¿es que no van a llamarnos?. ¿ O acaso es, simplemente, que no nos necesitan?


Wystan Hugh Auden
La edad de la ansiedad.


Soy mucho mejor haciendo crítica destructiva que constructiva, así que no voy a recomendar ninguno de los mejores que he leído este año. Se recomiendan solos.

Vida y destino de Vassili Grossman
La amistad es igualdad y afinidad. Pero al mismo tiempo es desigualdad y diferencia”. Amigo es aquel que justifica tus debilidades, tus defectos e incluso tuv vicios, es aquel que confirma tu equidad, tu talante, tus méritos. Amigo es aquel que amando, desenmascara tus debilidades, tus defectos y vicios. La amistad es, pues, aquello que, fundado sobre lo semejante, se manifiesta en las diferencias, las contradicciones, las desesmejanzas. En la amistad el hombre aspira a recibir de forma egoista aquello que él no posee. En la amistad el hokmbre aspira a dar aquello que posee”.

Deudas y dolores de Philip Roth
Lo peor de ciertos secretos es que no se pueden compartir. Permitir que los desconocidos conozcan nuestros problemas proporciona consuelo; en especial si eres un hombre, desconocidos que además sean mujeres.”

Ojo de gato de Margaret Attwood
Creíamos estar escapando de los adultos y ahora los adultos somos nosotros; es es el quid de la cuestión. Ninguno de los dos quiere asumir la carga, no por completo. Competimos por ejemplo, sobre cual de los dos se halla en peor estado. Luchamos por nuestro derecho a ser siendo niños.”
Y dos de los que ya hablé:


La imagen es “ Plum Blossoms in Early Spring” de Wang Mien ( 1287- 1359). Ilustración de la cubierta de mi cuaderno de lecturas que se ha terminado hoy.