martes, 4 de noviembre de 2008

CONSEJOS PARA TIOS ( que quieran gustarme)….

Ya sé que es mucho suponer, pero a lo mejor hay algún descerebrado todavía por ahí que quiere gustarme. Unos sabios consejos para valorar sus posibilidades:

No me gustan los tíos que llevan más cosas en el pelo que yo. Puedo tolerar que vayan más peinados que yo, cosa harto fácil ya que soy un desastre para el arreglo capilar. Puedo tolerar que sepan usar un secador, electrodoméstico del que carezco. Pero no puedo tolerar, diademas, pinzas, horquillas ni nada por el estilo. El momento coleta en un tío solo es admisible si el tío es increíblemente guapo, increíblemente atractivo o increíblemente sexy ( si se dan las tres características juntas tolero hasta moño)….pero si no desaconsejo mucho el uso de coleta porque o bien pareces Falete o bien Michael Bolton.

No me gustan los tíos que van más depilados que yo. En la cama quiero saber que la pierna peluda no es la mía.

No me gustan los tíos que llevan más joyas que yo. Nada de esclavas con “amor de madre”, ni colgantes con cuernos de Thor por tus ancestros nórdicos, ni anillos papales con el emblema de los Gómez. Nada de pendientes, ni pequeños de brillantes ni aros de pirata como para llevar un loro columpiándose.

Tema vello facial. Mejor nada. Si hay que llevar algo, prefiero barba a bigote. Nunca perilla…imagino efecto velcro. Las patillas las puedo llegar a tolerar dentro de un límite.

No me importa que llevo bandolera/bolso…eso sí, si va a juego con zapatos y gafas de sol…salgo corriendo. No puedo ir con un festival de los complementos viviente , más que nada porque me deprimiría al mirarme..y ante todo hay que mantener la autoestima alta.

Aparte de esto me conformo con que no sean pichas finas y superen el listón de spaghettis + lechuga.

…a lo mejor estoy pidiendo demasiado…..

lunes, 3 de noviembre de 2008

HOSTILIDAD.

3 de noviembre de 2008. Lunes. Estoy hostil. Con todo el mundo y todo el rato. Sin motivo. Sin razón.
Quiero irme a una isla desierta, o a Nueva York, o a Berlín.
Quiero estar en mi cama, tapada hasta la cabeza, conseguir que haya calorcito..dormirme..y de vez en cuando sacar el brazo, coger el libro..y leer hasta dormirme otra vez.
Quiero estar sola, sin nadie, no veros, ni leeros, ni oiros, ni saber que existís.
Quiero veros a todos, leeros, escucharos e insultaros a todos. Todos me caéis mal.
No quiero hablar. Quiero no parar de decir cosas ponerme super sarcástica, para que digáis..”te has pasado”.
No quiero ir a la piscina. Quiero nadar 60 largos sin parar.

No estoy deprimida, ni triste ni nada de eso.

Ya sé lo que me pasa. Mi personalidad secreta “Molinos Megabitch” lleva tiempo sin mostrarse y está impaciente…así que pugna por salir. Suerte tenéis los que me leéis de lejos.
Me doy miedo a mi misma.

Avisados estáis.

sábado, 1 de noviembre de 2008

RESACON

Viernes noche.

- Los de montes han quedado debajo de casa. ¿Bajamos a tomar una copa?
- Venga, total es aqui abajo. Nos tomamos algo y nos subimos.

Viernes más de noche.

Dejamos el primer bar después de no se cuantas rondas de dobles de cerveza. Nos lanzamos a la calle a correr bajo la lluvia y llegar al siguiente garito. Como si tuvieramos 20 años:

- ¡¡yo quiero un gin tonic!!! yo quiero un gin tonic!!!!...

Muchas risas, muchas copas y me quedo incomunicada sin voz. Sin NADA de voz, en medio de una conversación de 6 personas tengo que susurrarle a J. lo que quiero decir para que se lo transmita a los demás.

Sábado 9 de la mañana...me arrastro desde la cama al botiquin a por un ibuprofeno. Como también me duele el cuello mucho, tengo una duda absurda, ¿el ibuprofeno sabe que prefiero que me quite la holgura craneal y el dolor de cabeza antes que el dolor de cuello??. Lo digo en serio, ¿como sabe el medicamento a donde ir?.

Tengo mucha resaca y no puedo hablar pero me lo pasé tan bién.

S. acuerdate que quedamos para ir al cine.

viernes, 31 de octubre de 2008

EL BAÑO

No sé bañarme. Puede parecer una chorrada, pero no sé bañarme. Cuando era pequeña mi madre llenaba la bañera y nos metíamos los 3 con un millón de juguetes y nos podíamos pasar horas. Era un momento de dicha y juerga estupenda que normalmente terminaba con mi madre gritando y cachetes cayendo a diestro y siniestro en una orgía de espuma y charcos. Si mi madre resbalaba en los 2 dedos de agua que habíamos conseguido sacar de la bañera entonces aquello ya era un despelote total.

Ahora ya no sé bañarme. Me encantaría ser como en las pelis. Escoger el momento adecuado, la luz adecuada, ( para mi gusto en las pelis sobran velas en los baños, pero es una cuestión personal), la temperatura adecuada y el ánimo pertinente.

Si yo decido bañarme, probablemente en el momento en que cierre la puerta del baño, se funda una bombilla, eso para empezar. Así que estupendo, momento bricolaje, y por supuesto la bombilla que coja no encajará ni de coña a la primera. Solventado este problemilla, abriré el grifo, dejaré correr el agua y mientras se llena la bañera, me voy a por el libro, porque aunque tengo mucha vida interior, si me meto en la bañera sin nada que leer me aburro y soy capaz de acabar poniéndome barba de papa noel con la espuma.

Cuando vuelvo toda ufana con mi libro, descubro una vez más que no sé manejar los grifos con termostato que G. puso en la casa nueva acompañándola de esta explicación : “ Moli, es tan sencillo que hasta tú sabrás usarlos”. No le he sacado de su error, pero para mi son misteriosos, y especialmente el de la bañera me odia. Jamás consigo que salga caliente. Confieso que muchas veces he llenado la bañera a base de abrir el grifo del lavabo (que no me odia) y con una palangana hacer un trasvase de agua calentita a la bañera.

Bien, pues vuelvo y descubro que el agua está congelada. Si me meto ahí me pondré azul. Tras valorar si me merece la pena reactivarme la circulación con ese agua gélida y tonificar mis glúteos y mi pecho con esa agua…desecho esa idea, porque se trataba de darme un baño relajante.

Abro el tapón y todo fuera.

Le pido por favor al grifo con termostato que no me odie y ponga agua calentita y me quedo controlando compulsivamente el chorro para comprobar que no se enfría. Bien, todo va bien. Cierro la puerta, me desvisto…cierro el grifo…meto un pie…y me escaldo.

Valoro la posibilidad de volver a vaciar la bañera pero mi escasa conciencia ambiental actúa y decido que si me meto poco a poco lo aguantaré. Para cuando acabo de meterme estoy del mismo color que una sandía y sudando. Me relajo medio minuto pensando que lo he conseguido para darme cuenta de que me he dejado el libro en la otra punta del baño. Vuelta a salir…mi piel hace pssssssss..al contacto con el aire frío…..chorreo todo el suelo, alcanzo el libro, vuelvo a la bañera y me tumbo por fín……solo para descubrir que no me gusta leer en esa postura, me duele el cuello y además me escurro…no llego con los pies al final..asi que tengo que hacer fuerza con las rodillas contra las paredes para no acabar metida totalmente en la bañera y que se me moje el libro.

Al final salgo con el pelo pegado de la espuma, los poros tan abiertos que se me ven los huesos, el libro mojado, una contractura en el cuello y agujetas en los muslos.

No me compensa…¡¡que venga mi mamá y me bañe!!!!!