jueves, 23 de febrero de 2012

MATERNITY (XC): PARECIDOS

Este niño es igualito que tú. Tiene tus mismos ojos, sonrisa, gestos.
No se parece nada a ti.
¿A quién se parece este niño?

Antes de tener hijos, los parecidos son una cosa como de chiste: te pareces a Arancha Sánchez Vicario, eres igualita que Mafalda…etc. Son una obviedad que se acostumbra a decir cuando vas a ver a alguien que ha tenido hijos: como se parece a ti, es igual que el padre...no puedes negar que es hijo tuyo.

Luego te reproduces y te encuentras con que esas obviedades te las dicen a ti. Y lo que es peor, te descubres escudriñando las facciones de tu churumbel como si fuera un mapa, intentando encontrar un vínculo con ese pequeño ser viviente. Normalmente los bebes no se parecen a nada más que a otros bebes, pero misteriosamente consigues encontrar algo que lo una contigo o con tu pareja. Cuando no encuentras ese parecido, cosa que por otra parte es una completa gilipollez, optas por el humor negro y dices: a esta niña me la cambiaron en el nido...rubia y con ojos azules...no sé de donde coño ha salido.

Cuando son pequeños y el parecido físico es evidente y todo el mundo te lo dice: es igualito que tú, no puedes evitar sentirte confuso. Por una parte estás encantado de que ese ser tan perfecto, tan estupendo, tan maravilla del universo se parezca a ti. Esos comentarios de alguna manera idiota, te hacen sentir que de verdad es tuyo, que tiene algo que ver contigo. Por otra parte, tú no ves ese parecido porque es complicado verse reflejado en un enano y tiendes a pensar que no es verdad, que la gente te lo dice por compromiso, igual que lo decías tú antes.

Cuando crecen y son más personas, el parecido físico pasa a un segundo plano. Te mola que te digan que se parece a ti, pero por otras razones. Ya no necesitas buscar algo que te vincule al bebe, no necesitas encontrar algo que te diga que es tuyo, porque has creado ese vínculo con la convivencia y el día a día. Te mola que te digan que se parece a ti, porque para ti tus hijos son guapísimos…y coño...si ellos son guapos y se parecen a ti, quiere decir que tú también debes tener algo de esa guapura. Es una gilipollez pero mola, aunque siempre piensas, es como yo pero en más guapo…porque si, porque nuestros hijos son todos preciosos y son siempre más.

Más allá del parecido físico, cuando son más personas te vas dando cuenta de que son “tus hijos” pero no son tuyos ni son como tú. Son seres independientes, con su personalidad, sus manías, sus gustos, sus defectos y todas sus virtudes. Son “ellos” y no das crédito a que tú hayas tenido algo que ver en la creación de esos seres.

Día a día, vas viendo cosas que compartes con ellos. Descubres que en algunas cosas se parecen a ti. Les gusta jugar al futbol, escalar, o ir a pescar. Les gusta el arroz que también es tu comida favorita o son superfanáticos del colacao y no del nesquick exactamente como tú. O su color favorito es el azul que casualmente también es el tuyo. Descubres que sienten el mismo placer que tú cuando tienen un libro entre las manos o que se les da fenomenal nadar igual que a ti y eres feliz porque son ordenados como tú. Obviamente todo esto no se hereda como los ojos azules, pero de alguna manera te sirven para tener otro vínculo, algo más que compartes con ellos y que en cierta manera han cogido de ti, por lo que tu les has enseñado voluntariamente o porque te lo han visto hacer y lo han asimilado como algo cotidiano y que les mola.

Es la parte que te hace decir...” eh...no lo estoy haciendo tan mal como padre si mis hijos molan tanto

Al mismo tiempo observas cosas que no compartes con ellos de ninguna de las maneras y que además no te explicas de dónde les ha podido salir. Son las cosas en las que no se parecen en nada a ti y que pueden fascinarte u horripilarte.

Puede que tus hijas bailen increíblemente bien mientras que tu siempre has sido un pato mareado, puede que sean dulces y cariñosas mientras que tú siempre has sido un cardo borriquero, puede que tu hijo pinte increíblemente bien mientras que contigo nadie quiere jugar al Pictionary, pueden ser un prodigio de las matemáticas que te deje sin habla a ti que no te sabes ni la tabla del 3, pueden ser mañosos a pesar de que tu no tengas pulgares oponibles o pueden ser unos deportistas increíbles aunque tú no te acuerdes de la última vez que te levantaste del sofá.

Son todas esas cosas que no te explicas de quien ha heredado pero que te hacen sentirte absurdamente orgulloso. No sabes de dónde han sacado esas habilidades que para ti son casi mágicas pero te hacen maravillarte de tus propios hijos.

Tus hijos también pueden tener cosas que te horripilen: que sean fanáticas del rosa, el princesismo, Barbie y el maquillaje y tú jamás hayas tenido ese interés…o que odien esquiar mientras que a ti te encanta, o que sean completamente indiferentes a la comida mientras que tu eres un chef y encuentras un placer supremo en la cocina…y cosas así. Son el tipo de cosas que te hacen dudar sobre tu paternidad y que aunque son gilipolleces procuran grandes momentos de frustración en el día a día de la paternidad.

Por último están las cosas que ves en ellos que no te gustan y que sabes positivamente que han heredado de ti. Las ves en ellos y sientes una punzada. Ves que son egoístas y sabes que tú lo eres. Ves que son preocupones y sabes qué sufrirán por eso y que lo han heredado de ti. Ves que son poco empáticos y sabes que tú también lo eres. Ves que son muy sensibles a lo que los demás opinen, o que son vagos, o que son desagradecidos…y te ves en todo eso. Y te jode, porque son tus hijos y son perfectos y no quieres que se parezcan a ti en nada de lo malo que te caracteriza.  Y luego tienes otro pensamiento aún más horripilante… ¿y si no lo han heredado como los ojos azules si no que lo han aprendido de mi? ¿ Y si soy yo el que con mi comportamiento estoy manchando la perfección que ellos traían de serie?

Y entonces entras en el famoso bucle de “soy un padre defectuoso" hasta que tu hijo llega y te dice: ¿leemos juntos? Y entonces el universo paternal se despeja, todo es azul, todo es bonito y una oleada de amor y orgullo paternal te hace venirte arriba en plan Escarlata O ´Hara y te encuentras pensando “A Dios pongo por testigo que a partir de hoy seré un ejemplo para mis hijos”….

….lástima que al contrario que en la peli..la historia sigue..y sabes que volverás a cagarla.

Post especialmente dedicado a Di y El Pedalista..

miércoles, 22 de febrero de 2012

LOS MUNDOS DE CEDRIC (IV)

Planteando la situación.
Moli, tú me has dado un patio de juegos, me has puesto unos límites y unas normas y mientras juegue ahí todo es diversión…pero ya sé que como me pase...me crujes

Eres demasiado lista para mí. Bueno, no es que seas demasiado lista, es que estás en otra dimensión

En San Valentín.
Me encuentro enfrascada en mi revisión de libros, muy concentrada. Por el rabillo del ojo percibo a Cedric deslizándose sobre su silla hacia mí. Se acerca mucho…y me susurra al oído.

Felicidades Moli.
¿Por qué´? ¿Por el día de los enamorados?
O el de los desenfrenados...lo que tú quieras.

De trío con Morenaza.
Inciso. En el equipo somos 4: Sonrisas del que ya hablé, Cedric mundialmente conocido y Morenaza...que como su propio nombre indica es morena y además adorable y muy divertida. Nos lo pasamos en grande.- Fin del inciso.

Morenaza llega un lunes por la mañana…

- Me gusta ser mujer...
- Ya, te entiendo.- soy una cumbre de la empatía y además cualquier tía del planeta sabe lo que significa esa frase.
- ¿De qué habláis?- pregunta Cedric con toda la inocencia de sus 28 palos y su 1, 97 de altura.
- No lo entenderías Cedric.
- Por mi estupendo, ojalá todas fuerais mujeres a mi alrededor.
- Cedric...hemos cerrado el círculo
- No, de eso nada...verás cuando lo cerremos.

De trío con Sonrisas.
Chicos, he visto un documental muy chulo que creo que os gustará a los dos. Tiene peces para ti Sonrisas y tías buenas en bikini para ti, Cedric. Es muy completito.
Moli, básicamente estás diciendo que yo soy un primitivo y Sonrisas un besugo.
Joder...que susceptibles.

Masacrando a Sonrisas.
Moli, ayer hice 2 buenas acciones.
Muy bien.
Voy a contártelo aunque no me hagas caso. Primero estuve hablando con la chica de mi clase que me distrae.
Si te hago caso...tonto. Bueno, muy bien... ¿y qué?
Hemos decidido que la semana que viene nos distraemos mutuamente.
Estupendo...te vendrá bien. Y ¿la segunda buena acción?
En el recreo fui al estanco.
Ay Cedric, que regresión acabo de tener  a 2º de BUP. "Recreo" y ¿ te hacen controles?
Perra...
Bueno ¿y?
Pues había dos chicas de una de esa promociones de tabaco. Y jugué a dos cositas porque me dijeron que iban a comisión y me dieron pena y además podía ganar algo.
Oh...que alma generosa. Y ¿ganaste algo?
Sí, pero el problema es que no hacen tallas para hombres de verdad.
Cierto.
Sonrisas...tengo dos camisetas para ti.
Jajajajajajaja.

De teletienda.
- Aquí dicen que con este producto podrás llegar a lugares inesperados y nunca más tendrás que agacharte debajo de la cama ni adoptar posturas incómodas.
- ¿QUEEEE?
- Yo nunca lo hago. Siempre levanto la cama.
- ¿DE QUÉ ESTÁS HABLANDO?
- De una aspiradora…
- Joder...que susto.

martes, 21 de febrero de 2012

MOLIDOCUMENTALES: LA AMIGA PIBÓN

Todas las mujeres del planeta tienen o han tenido una amiga guapa, guapa pibón, de las que hacen que todos los tíos se giren. Puede que sean amigas de toda la vida o puede que se hayan hecho amigas por “interés”. Interés de las dos aunque con distinto motivo.

Las guapas y las feas pasan todas por una etapa muy absurda en su vida que se llama adolescencia. Pueden estar buenísimas, tener un pelazo, ser flaquérrimas y ser el colmo del estilismo pero seguirán siendo un saquito de inseguridades. Si no están buenísimas, su pelo es tirando a indomable, no caben en una 36 y los designios de la moda le resultan inescrutables, el saco de inseguridades pesa unas dos o tres toneladas más.

Todos sabemos que lo importante es el interior, lo que piensas, lo que tienes en la cabeza...blablablablablabla. Si, si...como mola hablar desde los 40…pero todas hemos tenido 17, 20 y 23, edades absurdas dónde tu seguridad vital pasa por la aprobación exterior o si no por la aprobación por lo menos por el “reconocimiento” exterior. Cuando digo reconocimiento me refiero a su acepción más básica: que te reconozcan como chica...

La cuestión es que la guapa necesita una fea o como dirían los políticamente correctos una “menos agraciada” que la mire extasiada por su belleza y sirva de contrapunto. Siempre pareces más guapa al lado de una fea que además tiende a idolatrarte porque la dejas estar en tu círculo de amigas y eso le permite acceder al grupo de chicos que se fijan en ti. Es una gacela Thompson y a ti te hace parecer más leona.

La fea necesita a la guapa para poder salir de su concha y aunque sea desde fuera atisbar ese mundo de éxito sentimental.

La unión de feas y guapas también es oportuna para los tíos.

Los tíos en su adolescencia ya tienen la sabiduría suprema y valoran la belleza por encima de todas las cosas, porque no pretenden casarse ni encontrar una compañera para toda la vida ni nada por el estilo. Tienen las ideas claras: lo importante es lo buena que esté. Pero claro, aunque todos aspiran a cazar a la leona buenorra, todos son conscientes de que primero no hay leonas para todos y segundo hay muchos que no cazarían a la leona ni aunque estuviera metida en una jaula.

Entre los tíos hay dos tipos de agrupaciones para la caza. En unas hay un líder guaperas y una panda de amiguetes más o menos agraciados y otras son directamente la alianza de feos o digámoslo correctamente, menos atractivos.

Para ambas agrupaciones, la manada de gacelas Thompson que acompaña a la guapa es una bendición. De todos modos, me estoy yendo del tema. Hoy era, la amiga pibón.

La amiga pibón puede ser un ser adorable o puede ser una cabrona. Las hay de los dos tipos, Dependiendo de cómo se comporten con la fea, serán una cosa u otra. Eso sí, la que es cabrona con la fea con 18 años normalmente evoluciona en guapa gilipollas con 40 con mucho afán de protagonismo.

¿Cómo se diferencia una amiga pibón adorable, de una amiga pibón cabrona?

Muy fácil.

Si cuando quedas con ella, te escanea y le lees en la cara algo como “qué pintas llevas”…es una cabrona.

Si durante la noche está más atenta a cualquier cosa que se menee a su alrededor que a lo que tú le estás contando...es una cabrona.

Si cuando le entra algún gañán te da la espalda y ni siquiera te presenta…es una cabrona.

Si acabas saliendo del bar sola para pillarte un taxi sin que ella se haya percatado de que te has pirado…es una cabrona.

Si al día siguiente te llama y te dice: ¿Qué te paso ayer? No me di cuenta de que te marchabas…podías haberte despedido….es una cabrona y está intentando hacerte sentir mal.

Si vuelves a quedar con ella…tú además de gacela eres idiota.

Lo importante es aprender todo esto…antes de los 40.

Angelina por ejemplo..da el perfil de amiga pibón cabrona.
Y sí, yo fui una gacela de libro.