domingo, 12 de febrero de 2012

12 DE FEBRERO.- 39 AÑOS

Este año no lo celebro. No tengo ganas. No me apetece. Tampoco pasa nada, no es obligatorio.
Bueno, sí lo celebro, venga, tengo que animarme. Si no lo celebro, voy a estar el viernes a las 10 y media en el sofá tiradísima pensando que ya es hora de irme a la cama y seguro que me arrepiento y pienso: mierda, tenía que haberlo celebrado.
No, no lo celebro. No tengo ganas. Lo que me apetece es el coconing..en casa y ya está.

"Moli...¿ qué mierda es esa de que no celebras tu cumpleaños? Pero ¿ tú quien te crees que eres? Esto es como la Navidad o Fin de Año, tu cumpleaños es una fecha en el calendario, no puedes borrarla. Desengañate, has dejado de tener control sobre ella. No te pertenece..tu cumpleaños es de todos"

" Mira Moli, tú puedes hacer lo que quieras...pero nosotros vamos a celebrar tu cumpleaños"

"Vas a celebrarlo y lo sabes. Tienes que celebrarlo. Eres tú y te encanta.  Mañana por la mañana mandas el mail".

Qué pereza. Estoy molida. Me duele el cuello...¿ y si desconvoco? Bueno, seremos pocos porque he avisado tarde. Bajo un rato, unas cañas y a casa pronto.
¿Ya son las 4:30?
Cumplo 39.

El 3 mola, lamentablemente le he cogido cariño al final de la década. Ha sido justo ahora cuando le he cogido el gusto. Aunque ahora que lo pienso el 12 es 1 + 2 que suma 3, asi que siempre tendré un 3 en mi vida. El 3 es primo, que no sé porque pero es una cosa que a los de ciencias les pone muchísimo, sonríen ponen  cara de flipados y dicen "es primo" y tú piensas..¿ y ? pero no dices nada, porque sabes que si preguntas te van a salir con la filosofía matemática...y te perderás por ahí. A mi puestos a buscar números molones..me hacen más gracia los capicúa..323 por ejemplo, pero sé que no tienen la mística de los "primos".

9 menos 3 es 6, que es un  número que mola mucho. El 6 es bonachón, es gordo y cae bien.

El 9 sin embargo es un número chulo, es distinto.Y además el 9 es el inicio del cambio.

39 = 3 x 3 x 3 +3 x 3 + 3
39 = 13 x 3

Pues sí que son distintos los 39..números en mi blog.

Las descerebradas blogeras se han marcado este pedazo de regalo, que me ha flipado. Irá en un sitio especial. Muchísimas gracias.

jueves, 9 de febrero de 2012

LOS MONSTRUOS DE LA NOCHE

- Ah no. Yo dormir duermo de puta madre. Es acostarme y enseguida estoy roque hasta el día siguiente. Nada me quita el sueño.

El día que dices eso, tú no lo sabes…pero despiertas a varios monstruos. Jamás volverás a dormir bien.

Te vas a la cama, lees un rato, notas que te pesan los párpados y que no retienes nada de lo que estás leyendo. Justo antes de dejar caer el libro, consigues espabilarte lo suficiente como para poner el marca páginas, estirar el brazo, dejar caer el libro al suelo, apagar la luz, acurrucarte y tener tu último pensamiento del día….o eso te crees tú.

Duermes plácidamente. Las horas pasan…el silencio es total…

Toc, toc, toc.

Te has despertado.

Primer pensamiento: “Joder...he dormido de puta madre. Se me ha pasado la noche noche volando”. Te incorporas, miras el despertador: 3:46.

¿Qué ha pasado? ¿Por qué me he despertado? ¿Hay algún ruido? No. ¿Me hago pis? No. ¿Tengo sed? No. ¿Me duele algo? No. ¿Tengo un calentón? No. ¿Por qué coño me he despertado?

El primer monstruo del insomnio ha llegado: Despertar Aleatorio.

Despertar Aleatorio es un ser despreciable. Elige la hora de sus villanías a conciencia. Es la hora perfecta, la que más jode, en la que estás más profundamente dormido. Ni muy cerca de la hora en la que te has acostado porque entonces estarás todavía demasiado cansado y podrás conciliar el sueño enseguida…ni muy cerca de la hora de despertarte para que no tengas tentaciones de madrugar en plan “ya que estoy despierto, aprovecho y madrugo”. No. Elige la hora en la que has dormido lo suficiente para que te cueste conciliar el sueño y además tengas tu mente despejada y que quede lo suficientemente lejos del amanecer como para que la sola idea de levantarte parezca ridícula. Despertar aleatorio es muy cabrón.

Te despiertas y piensas. Bueno, pues no sé, me habré despertado por algo. Te das la vuelta, cierras los ojos, te acurrucas, te tapas…y no te duermes.

Vaya, será que esta postura no es.

Te das la vuelta. Te acurrucas, te tapas, le das la vuelta a la almohada, cierras los ojos…y no te duermes.

Ya que estás despierto piensas “mmm...parece que tengo sed y me estoy meando”. Y te levantas a satisfacer esas dos necesidades…”será por eso que no me duermo”.

Vuelves a acostarte. Te colocas, te acurrucas, te tapas, cierras los ojos….pasan los minutos….y si, aunque quieras engañarte…no te duermes.

Vale, no voy a dormir, pero por lo menos me voy a quedar aquí, con la mente en blanco descansando y eso no es igual que dormir pero me sentará bien

Jajajajajaja.

Oyes unas carcajadas fantasmales y un eco...”la mente en blancoooooo…vas tú listo”. Y secándose las lágrimas de la risa que le ha provocado tu ingenuidad…llega “Paranoia Absurda”.

-Hola soy Paranoia Absurda y vengo a colonizar tu mente.
- No sé quién eres, no me gustas y además yo pienso en lo que quiero.
- jajajajajaja….no sigas, no sigas que me da algo de risa.
- Claro que soy capaz…mira, voy a pensar en cosas bonitas…Mira: estoy pensando en un viaje a NY…una semana...durmiendo en un hotel guay.

Pero no…lo que estás visualizando es una carretera llena de hielo como si fuera Siberia porque casualmente al día siguiente tienes que conducir. Te visualizas haciendo trompos porque además te acuerdas de que no has cogido las cadenas y claro…probablemente no puedas llegar a destino, acabes en una cuneta, sin batería en el móvil y congelado de frio mientras el destino te castiga porque acabas de recordar que comprar un cargador de móvil para el coche te pareció una gilipollez….

…te encuentras sudando y pensando...” Nueva york, Nueva york, Nueva york”….

Paranoia Absurda se descojona en tu cara y sigue ahí...alimentando su criatura. Y entonces…por un momento te da un respiro, y te concentras…”voy a pensar en algo bonito y tranquilizador….algo que me relaje”…

Piensas en una casa en las montañas, bosques, nieve…noruegos…paseos por el monte, esquiar…todo va bien. Es una fantasía acogedora, apetecible…te estás relajando, todo va bien...casi notas como te pesan los párpados…“.Esquiar…mi hija pequeña...tan mona...esquiando…como le gusta esquiar, y lo hace tan bien…cómo se rie en la silla subiendo a las pistas, tan mona…y ohh...espera…lleva un casco con orejas de conejo…llega con la silla al final, no le da tiempo a bajar...se queda enganchada por las orejas y la silla la arrastra y gira y vuelve otra vez al vacio...colgando del casco…….”

Estás histérico. El corazón a mil por hora. Jadeas. Tu niña…Dios Mío...no vuelves a ir a esquiar.

Consigues tranquilizarte. A ver, esto es una Paranoia Absurda. “Eso no va a pasar, no se va a quedar encajada y además pararían la silla….no le va a pasar nada.”

Te tapas. Te colocas y cierras los ojos. Empiezas a controlar la respiración, inspiro, expiro, inspiro, expiro…cuentas ovejas, 1, 2, 3…las ovejas tan blanquitas se transforman en copos de nieve y ahí estás otra vez por la autopista siberiana, haciendo trompos...sin cadenas, sin móvil, sin comida, sin manta..¿Por qué no llevas manta en el coche?????

Y ahí está, ha llegado a tu noche Bucle Infinito, amigo intimo con derecho a roce de Paranoia Absurda. Una llega y siembra la semillita y el otro se dedica a regar la semillita para que crezca y crezca y colonice toda tu cabeza.

Bien. No vas a dormir. Es un hecho. Lo mejor es asumirlo y dejar de empeñarse en cosas absurdas. Aprovecha ese tiempo para hacer algo útil como por ejemplo…planear las próximas vacaciones. Sí, buena idea. Algo práctico que aleje la imagen de tu hija pataleando colgando de una silla en una estación de esquí.

¿Dónde te gustaría ir? ¿Y cuándo? Porque claro, lo mismo para las próximas vacaciones no tienes trabajo...o has cambiado. Y si no tienes trabajo ¿cómo vas a pagar las vacaciones? Claro que si no tienes trabajo habría que reajustar gastos: esto fuera, esto fuera, esto fuera… ¿y tus hijos? ¿Y la comida? Y claro...si no tienes trabajo y te llaman para una entrevista y no tienes con quien dejar a tus hijos ¿qué haces? ¿Y si el horario no es compatible con tus hijos? ¿Y si es en otra ciudad? No lo coges. ¿Te quedas en casa? Te volverías loco en casa. Y entonces ¿qué haces? A ver, céntrate…cuanto tendrías para vivir: esto para la hipoteca, esto para el colegio, esto para comer…nomedanomedanomeda. Tienes que empezar a ahorrar más o a intentarlo. Relájate…que mañana tienes que conducir…y con esta ansiedad no vas a poder coger el coche. ¿El coche? Esa es otra… ¿y si se jode ahora? ¿Te compras otro? ¿Cómo? ¿Con qué dinero? ¿Y sin coche? ¿Cómo irás a trabajar? Tendrás que levantarte al alba…y volver por la noche...y no verás a tus hijos….

Si...el último mounstruo ha llegado…Agigantador de Problemas. El más poderoso de todos. Paranoia y Bucle son el club Disney, entretienen pero sin daño. Agigantador es El resplandor…pasas miedo...te vas encogiendo en la cama, no quieres mirar, no quieres saberlo pero está ahí…te vas haciendo pequeño, pequeño, pequeño….Agigantador de Problemas es muy bueno…es un puto crack en lo suyo…tienes tanto miedo que quieres llamar a tu madre para que te ponga la mano en la frente y te diga que todo irá bien.

Las 7:30.

A levantarse.

Mágicamente, la vertical acaba con todo. Puf y todo en lo que has estado entretenido las últimas cuatro horas se esfuma. No puedes creerte que no hayas dormido pensando en todas esas cosas.

Bueno...esta noche recupero sueño.

Ja. Han llegado para quedarse.

miércoles, 8 de febrero de 2012

MOLIDOCUMENTALES: ALIMENTOS REVIENTACITAS

Cita: dícese de los  primeros encuentros con un alguien que te gusta, hay química y una promesa en el ambiente de que aquella atracción evidente pueda concretarse en algo menos etéreo y más físico. Por definición, cuando tienes la suficiente confianza como para decir: perdona, voy a lavarme los dientes o ¿te importaría lavarte los dientes? ya no es cita…

Cuando tienes una cita, visualizas toda la situación y te preparas. Qué te vas a poner, dónde vas a quedar, cómo vas a ir teniendo en cuenta cómo esperas que termine el plan, si llegarás temprano o llegarás tarde y todo tipo de cosas para intentar tener la situación mínimamente controlada.

Como tenemos ya una edad, hay cosas que ya sabemos, bien por sabiduría innata, bien por haber aprendido de errores anteriores. Uno de los grandes campos de aprendizaje son los alimentos capaces de arruinar una cita. Las causas para evitar esos alimentos son variadas, y no van solo asociadas al mal aliento.

- Marisco. Puede parecer una buena idea invitar a tu cita a una mariscada. Algo espléndido, especial y delicioso. Peroooo… ¿estás seguro de cómo chuperreteas y succionas? Es un riesgo enorme. El otro puede verte chupar la cabeza de un carabinero y decidir que aquello definitivamente no tiene futuro por un paralelismo con otro tipo de chupamientos. Además, el marisco tiene otro problema y es que enfrascado en sacar hasta el último hilillo de sabor de la pata de una cigala es facilísimo perder el hilo de la conversación. Y además… ¿quieres ver a tu pareja mordiendo la cabeza de un percebe? ¿Vas a poder concentrarte? Mala idea.

- Alitas de pollo. Pajaritos con pinta de pajaritos. Nunca hay que comer cosas que haya que coger con la punta de los dedos y sacar dientes de ardilla. Sin olvidar el factor “hebra de carne de pájaro” que queda entre los dientes y que te hará estar con la lengua rebuscando por tu cavidad bucal y perdiendo el hilo de la conversación mientras piensas: por dios...tengo que sacarme esto.

- . Casi todo el mundo es lo suficiente avispado como para no pedir spaghettis en una primera cita. Es un clásico visualizarse con toda la boca llena de spaghettis colgando, incapaz de tragar e incapaz de morder para acabar con esa humillación, mientras por otro lado te concentras en el plato porque no quieres levantar la vista y ver al otro mirándote con incredulidad y pensando...”¿Cómo se ha metido todo eso en la boca?” y “¿Qué hago para superar este momento de incomodidad? ¿le digo que no pasa nada? ¿le ayudo? ¿Me ofrezco a cortárselos?” Es un momento muy duro para una cita, pocas sobreviven a él.

- La pasta no suele ser amiga de las citas, no solo los spaghettis. Unos macarrones parecen inofensivos, pero si nadan en tomate hay muchísimas posibilidades de que acabes con la camisa llena de lamparones o la barbilla chorreando de grasa. Que puede que ambas situaciones sirvan para distender el ambiente y provocar unas risas…pero también puede que no…así que mejor dejarlo para más adelante, con más confianza. Sin olvidar el factor salpicador que es de mucha vergüenza también…mejor obviar las salsas con cualquier plato.

- Alimentos que provocan mal aliento: quesos fuertes, morcilla, cebolla, gulas, ajo a mansalva…etc. El problema de estos alimentos es que parecen fáciles de evitar pero te los pueden colar en cualquier plato sin que te des cuenta hasta que sea demasiado tarde. Pides una carne y lleva una salsa de queso, pides unas judías blancas y llevan morcilla desmenuzada, pides una pizza marinera y lleva gulas muy aliñadas con ajo…” Ha sido sin querer...lo siento”…es lo que tendrás que decir.

- Alimentos que no sepas comer. Nunca, nunca, nunca hay que innovar en una primera cita. Si no sabes cómo se come el foie, los dátiles, la pierna de velocirraptor o cualquier otro alimento...lo mejor es no pedirlo. No porque pase nada, con suerte el otro tampoco sabrá comerlo…pero a ti te entrarán sudores fríos al pensar en cómo afrontar ese reto y te desconcentrarás de lo verdaderamente importante.

Cualquiera que haya tenido un mínimo de vida sentimental ha ido asintiendo al leer todo lo anterior, pero aquí llega mi sabiduría suprema para advertir sobre dos alimentos que parecen inofensivos y que sin embargo son altamente peligrosos.

Los filetes rusos. Esa bomba de repetición.

Pocos alimentos tienen tal capacidad para repetirse durante horas y con tanta intensidad. Los comes y durante horas y horas te sientes como un rumiante volviendo a masticar la comida que has engullido en casa de tu tía Carmen, a la que has ido a visitar y que ella con toda su buena voluntad te ha hecho “hijo mío...tu comida favorita...filetes rusos”. A ti te encantan, te los has comido tan ricamente y ahora a las 8 de la tarde, una hora antes de quedar con tu cita, remasticando los filetes rusos de tu tía Carmen y pensando en anular la cita porque además, aunque evitarás los besos, cosa que sin duda generaría mal rollo porque ella espera que la beses…no servirá de nada. Los filetes rusos además de repetirse con densidad se repiten con intensidad, con muchísima intensidad…y aunque no hablaras en toda la noche, opción ésta que también has valorado…da igual…con la boca cerrada el filete ruso se las apaña para salir con todo su esplendor por la nariz y si me apuras por los oídos.

Decides que los filetes rusos han dejado de ser tu comida favorita. Y anulas la cita pretextando enfermedad grave.
Con todo, el peor alimento posible sin embargo, parece inofensivo, se agazapa en forma de tapa, en el aperitivo: las cortezas.

Todos los alimentos anteriores pueden ser más o menos apetecibles, pueden haberse elegido con una finalidad loable (agradar a tu tía Carmen por ejemplo) y pueden haberse comido por error….pero ¿Las cortezas?

Las cortezas son asquerosas, con un aspecto muy desagradable, de un color indefinido nada atractivo y a veces ¡¡hasta tienen pelos!! Pelos que hay que sacar de la boca cuando uno se da cuenta de lo que se ha tragado. Las cortezas no alimentan y dejan las puntas de los dedos grasientas. Las cortezas además...son como una bomba fétida...su olor lo impregna todo de manera inmediata, se mete en la pituitaria y perdura horas.

Nadie come cortezas por error.

Nadie las come porque estén deliciosas.

¿Por qué alguien come cortezas y arruina una cita? ¿Es a propósito? ¿No tiene olfato? ¿No le gusto y no sabe como decírmelo?

Desde aquí lo digo...pensad en cuantas relaciones frustradas tenéis en vuestro curriculum por culpa de las cortezas.