viernes, 21 de septiembre de 2012

LA JUGADA DE MOLIMADRE

El previo.

Mamá..
Ah ¡hola hija!..Dime.
Que verás, que vamos a ir a Los Molinos esta tarde porque es viernes de fiesta y habíamos quedado COMO TODOS LOS AÑOS y te llamo para ver si te quedarías con las princesas.
¿Las princesas?
Si mamá, esas niñas tan monas que han estado pasando el verano contigo…y te llaman Abu..¿ te suenan?
Qué graciosa...ya se quienes son...
Ya sé que sabes quienes son...pero como me contestas con eco…
De verdad Moli...
Bueno... ¿qué? ¿Te puedes quedar con ellas esta noche?
Pues es que voy a un concierto de Flamenco Jazz de 9 a 10. ¿A un concierto de qué? ¿En Los Molinos?
¿Qué pasa?
Nada nada...si a mí desde lo del volley playa a 800 metros sobre el nivel del mar no me sorprende nada...pero bueno vale...si el concierto es de 9 a 10 pues cuando llegues a casa nos vamos nosotros.
Es que a lo mejor quedo a cenar con mis amigos...¡¡yo también tengo derecho!!
Vale...y ¿Cuándo lo vas a saber? Porque son las 2 de la tarde.
Yo tengo derecho a salir cuando quiera...
Eh...Bravehart...tranquila...que por mi estupendo que salgas...pero me molaría que me lo dijeras porque así nos organizamos para dejarlas con alguien y poder salir nosotros. Así que cuando lo sepas, llámame.

El regateo.Viernes noche

Moli...aqui no hay nadie. ¿Con quién vamos a dejar a las niñas?
Con mi madre...he hablado con ella esta mañana. Me ha dicho que iba a un concierto de Flamenco Jazz...
¿A un concierto de qué? ¿En Los Molinos?
Si...ya sé...pero acuérdate del volley playa...
Cierto el volley playa con forro polar. ¿Y tu madre?
Pues va al concierto y luego viene.
¿No sale a cenar?
No, me ha dicho que si salía me llamaba para que nos organizáramos.

Segundo regateo. 22: 45 de la noche. Princesas dormidas. En la escena del crimen no se oye nada...grillos.

Sms de Fede: ¿donde coño estáis? ¿Vamos pidiendo?
Llamada a Molimadre...

¿Diga?
Mamá...
¿Quién es?
¡Ya sabes quién soy!! Te sale en el móvil... ¿y porqué susurras?
Estoy en el concierto...que ha empezado tarde.
Ya pero no susurres si parece que estas en una batukada. Ha empezado tarde vale...pero a las 11 estás aquí, ¿no?
…¿qué dices?
…¡¡mamá!!¿Que si a las 11 estás aquí?
…uy... ¿pero no te he dicho que he quedado a cenar después? ¿No has buscado a nadie?
NO, NO ME HAS DICHO QUE HAS QUEDADO A CENAR Y OBVIAMENTE NO HE BUSCADO A NADIE PORQUE PENSÉ QUE TÚ TE QUEDABAS CON LAS PRINCESAS.
..Ya...pero hija...yo tengo una vida…y he quedado y te cuelgo eh...que me quedo sin batería...adiossss

El ingeniero primero se descojona y luego se duerme. Sin dar crédito a la jugada de hechos consumados de Molimadre...me tumbo en el sofá y me sobo viendo un documental sobre La teoría del Shock y Milton Fridman...el planazo del viernes.

Sábado in the morning.

Joder mamá...ayer me podías haber llamado.
Hija, yo tengo una vida
Pareces una adolescente repitiendo eso como un mantra y además ya sé que tienes una vida y me parece cojonudo pero me podías haber llamado y me hubiera organizado.
Pues que sepas que esta noche también voy a salir.
Pues que sepas que me parece estupendo y yo me llevaré a laz princesas a ver los fuegos y ya está.
¡¡Bien!! ¡Salimos por la noche!!!
¿Dónde ezta el tío? No está en su cama y es muy pronto.
¿Cómo que no está?
Mamá...pobrehermano mayor no ha venido a dormir…
Ah bueno...estará de juerga...pobre.
O ha ligado...pobre
¿Ligar? ¿Con una?
.O con dos...Ya sabes...tiene una vida…

Sábado a mediodía. Hordas de gente en Los Molinos, conocidos de la Molifamilia por todos lados.

Moli...ingeniero...¡¡no salisteis ayer!!
Ya...nos la jugó Molimadre.
A ver...yo tengo una vida...y no tengo porqué quedarme con tus hijas…
Eso, eso…que los abuelos también tenemos vida...- el coro de palmeros de molimadre la jalea en su rebelión.
Y esta noche vamos a salir porque hay otro concierto de tangos y luego a cenar y tampoco me puedo quedar con tus hijas.
Vale, vale...no te preocupes.
Mamá... ¿dónde está el tio?
He vizto un colchón tirado...seguro que ha dormido ahí.

Sábado por la noche. 21 horas. La jugada final.

¿Nos vamos ya? ¿Nos vamos ya? ¿Nos vamos ya?
Si...nos vamos ya…poneos los jerseys.
¿Me puedo poner la camiseta de las Monsters High?
Hija...que no voy a salir, que estoy muy cansada...
¡¡MAMA COÑO!! Y ¿me lo dices ahora? ¿Y qué pasa con “tu vida?
Bueno... ¿.tengo derecho a descansar no? Me quedo con las niñas si quieres.
Mamá...ahora ya no me vale...están colgadas de la lámpara de la emoción de salir por la noche ¡¡C estrena su camiseta!!...no puedo rajarme ahora. Me la has vuelto a jugar.

Ringgg..ringgg..

Si son mis amigos...diles que no estoy.

Si, aquí está..te la paso. - Tú te drogas...te pones al teléfono.

¿Qué si voy al concierto?..No, no voy a poder...porque está aquí Moli...con las niñas...y claro...me voy a quedar con mis nietas...sí, una pena...pasadlo bien. Si, si...a mi también me apetecía...pero mis nietas…si, mañana nos vemos.

Mamá..no doy crédito al morro que tienes. ¡¡NO TIENES VERGÜENZA!! Primero no te quedas con ellas y entonces son “mis hijas” y luego las usas de excusa barata y son “tus nietas” Toda la mañana enarbolando el movimiento a favor de las abuelas liberadas y marchosas y ahora tienes el morro de poner a mis hijas de excusa, encima falsa..... Por la mañana eres la braveheart de las abuelas y por la noche la abuelita del cuento...de verdad...que ¡¡alucino contigo!!!

Moli...te lo estás tomando a la tremenda... ¿Quieres más ensaladilla?

Pero..¿ el tio donde está?

miércoles, 19 de septiembre de 2012

UNA DOCENA DE GRANDES MOMENTOS VITALES EN UN COCHE




De todos los medios de transporte, el coche es con mucho el que más utilizamos. Lo usamos tanto que ya no lo valoramos. Ha adquirido mala fama, y está de moda despotricar sobre él. Es el apestado entre todos los transportes. Tiene fama de contaminar, de provocar grandes atascos, de ensuciar las ciudades, es un infierno aparcar según donde, son caros, poco ecológicos y a sacan lo peor de mucha gente...eso sin comentar lo que favorecen el macarrismo y la horterez elevada a la enésima potencia.

El coche nos lleva y nos trae pero no sólo eso. Es también nuestro baúl de los recuerdos. Hay muchos grandes momentos de nuestras vidas que han pasado dentro de él y gracias a él. Aquí va una selección de algunos de ellos.

1.Los viajes de niño.



Todos tenemos viajes míticos en nuestra memoria. Embutidos en un utilitario con nuestros hermanos, la tía, la abuela y la merienda. Sin sillas, sin cinturones de seguridad, sin aire acondicionado y hasta sin radio. No eran viajes a la playa o al pueblo, eran viajes al infinito. Horas de viaje se abrían ante ti, sin más distracción que el paisaje que se veía por la ventanilla y al que tampoco podías prestar demasiada atención porque la lucha por el espacio vital dentro del habitáculo era encarnizada.


2. El primer viaje conduciendo



Todos recordamos la primera vez que cogimos el coche nosotros solos. El carnet de conducir a estrenar, la L colocada con esmero y nosotros al volante solos, sin el profesor de autoescuela ni nadie más que nosotros responsable de la conducción. Tenías más miedo que otra cosa, te sudaban las manos y tanto si el trayecto era corto y lo habías hecho mil veces en bus o era un viaje largo, habías hecho más preparativos que para el lanzamiento de una sonda espacial.


3.El primer coche



Lo heredabas de tu madre, de tu hermano, de tu primo, de tu padre o era de sexta mano regalado. No lo habías elegido, no era bonito, ni potente, ni estiloso ni nada pero era tu primer coche. Es posible que tuviera holgura de carrocería y que al pasar de 90 hiciera tanto ruido que fuera materialmente imposible mantener una conversación dentro de él. Más allá de 100 no oías ni tus propios pensamientos. Con el tiempo has tenido otros, mejores, más potentes, más chulos, más grandes, más bonitos…pero esa relación especial sólo fue con el primero.

4. El primer polvo automovilístico



¿Quién no se acuerda de los servicios que le prestó ese primer coche en momentos descontrolados de excitación amorosa? ¿Quién no se acuerda de esos momentos de flexibilidad nunca vista adoptando posturas que ahora mismo resultarían sencillamente impensables? ¿Quién no se acuerda de ese antiguo amor cada vez que ve un cristal empañado?

5. El primer coche nuevo



Por fin tienes dinero para comprarte un coche. Entrar en un concesionario es hacerte mayor. Encontrarte con un vendedor de coches es bordear el infierno: caballos, potencia, pintura metalizada, llantas de aleación, TAE; entrada, cuotas..todo un universo complejo que hay que abordar para salir conduciendo tu primer coche nuevo “chispas”. Y por supuesto es el más mejor del mundo mundial, el que mejor huele, el más bonito, el que trae los extras más chupis y pones a Dios por testigo de que lo cuidarás muchísimo. El primer año, cada arañazo te duele como si te hubieran cortado un dedo..luego se te pasa.



6. El primer momento ¿ Quién sabe dónde?



Te despiertas, abres los ojos, te duele la cabeza y un relámpago atraviesa tu escasa conciencia: ¿ Ayer volví a casa conduciendo? ¿Donde aparqué? Saltas de la cama y vas mirando por todas las ventanas hasta ver tu coche “aparcado” allí abajo, a 2 metros del bordillo, obstaculizando el paso y con algo pegado al capó pero parece entero. Te jurabas a ti mismo que el próximo día saldrías en taxi.

7. El verdadero yo



Te consideras un tío con educación y buenas maneras. Vas conduciendo sumido en tus pensamientos y de repente te has convertido en un ser vociferante que lanza improperios que ni sabías que conocías a un desconocido que te ha hecho una pirula con el coche. Aceleras en plan macarra, gritas, insultas…la adrenalina te sale por las orejas y de repente piensas ¿ Pero qué estoy haciendo?


8. El placer de conducir



Una carretera chula. La velocidad justa para poder bajar las ventanillas sin que te salgan volando las pestañas. Tu música favorita sonando o sólo el ruido del coche por ese camino casi sin tráfico. Un destino al que quieres llegar, en solitario o en buena compañía…el placer de conducir.


9.Tu primera multa



Pero, pero, pero, pero..Señor Agente le juro que no iba muy deprisa. Le juro que he aparcado en doble fila 3 minutos. Le juro que ese cartel de carga y descarga no estaba ahí cuando aparqué. Pero ¿cómo va a ser el límite en esta carretera de 50 km por hora?

10. La primera vez que te quedas tirado



Hasta entonces todo en la relación con tu coche ha sido idílico, todo marchaba bien, hasta que llega un día que se para. Probablemente sea el peor momento, llegas tarde a un examen, a una reunión, tienes a tus dos bebes berreando en el asiento trasero, llegas tarde a una boda, o estás en medio de un túnel. Sabes que puedes llamar a la grúa y que no pasa nada…pero quieres llorar porque ya no nunca será lo mismo, siempre te quedará la duda de “ ¿y si hoy también me deja tirado?”


11. La primera llantina en el coche



Por algún extraño motivo, vas conduciendo, sumido en tus pensamientos, tus preocupaciones y de repente sin quererlo ni beberlo te corren lágrimas por la cara, te sorprendes, te dejas llevar y acabas sollozando como si fuera el fin del mundo. Es un momento catártico del que sales renovado.


12. Los viajes con tus hijos



Cuando son bebes juras en arameo al intentar colocar el cuco. Te acuerdas del vendedor que en dos sencillos clicks te hizo la demostración mientras que tú llevas 20 minutos dejándote los riñones para colocar la silla del demonio. Compruebas lo flexible que sigues siendo (aunque no tanto como para esos polvos automovilísticos de leyenda) después de girarte n veces en el coche para controlar a los niños. Si optas por viajar detrás para no romperte el cuello descubres que sigues mareándote como cuando eras canijo y acababas vomitándole a tu hermano en las piernas y te ves reflejado en ellos cuando preguntan mil veces ¿Cuánto falta?.

Claro que lo peor es el vértigo que te entra cuando te encuentras repitiendo las mismas palabras que tu madre hace 30 años en los viajes interminables al infinito: ¿ Al veo veo otra vez???

No seáis crueles con los coches, han visto lo mejor y lo peor de vosotros y aún así os siguen llevando y trayendo.

Republicado de Unadocenade

martes, 18 de septiembre de 2012

PRIVILEGIOS

Esperanza ha dimitido.

Habrá quien haga la ola, de palmas con las orejas y se sienta un poco rollo la liberación de Paris porque la considera un mal bicho, habrá quien se sienta compungido y desamparado porque la considera una súper líder y habrá a quien le de completamente igual porque hace tiempo que la despeñó por el barranco de la indiferencia.

Dimitir no es un hecho bueno en sí mismo. En España es un hecho insólito y como ocurre tan poco, hay voces que dicen “ha dimito, aquí no dimite nadie y ella sí”, como si fuera un mérito.

¿Qué tiene de meritorio que dimita?

Nada.

Pensándolo bien, es un privilegio. Otro más de los que tienen los políticos. No todos, los políticos “puros”, esos que no han hecho nada más en su vida más que estar ahí, esos a los que llaman “animales políticos”.

Dimitir como lo ha hecho Esperanza es un privilegio. Es otra prueba más de que por mucho que se llenen la boca con el plural comprensivo “nosotros los ciudadanos” “nosotras las mujeres” “nosotras las madres”, son de otra galaxia, de otro planeta y no tienen ni idea de lo que es la vida real.

He leído por ahí los motivos de su dimisión. Dan muchos y variados, pero todos y cada uno de ellos no hacen más que demostrar mi teoría de que viven en otro planeta.

Resulta que hace un año, su máxima aspiración vital era ser Presidenta otra vez, una campaña electoral superagresiva porque quería ser elegida fuera como fuera. Es elegida, con un mandato para 4 años. Te presentas para 4 años. No es que fuera sorpresa que la eligieran y le dijeran “Eh, Espe...que esto es para 4 años”. No, ella sabía a qué se presentaba. Adquirió una responsabilidad, se comprometió por 4 años…y con eso se llenaba la boca...

Ahora “está cansada y cree que ha llegado el momento de dejarlo”. ¿Qué está cansada? ¿Que está cansada? Ella y ¿cuantos más de los que trabajamos? ¿Cuanta gente hay que todos los días se levanta dice “estoy agotado” y cuenta los años que le quedan para jubilarse?

“Ha perdido la ilusión por el proyecto”. Me descojono. Ahora resulta que para ganarte el sueldo hay que tener ilusión por el proyecto. No me jodas. ¿Cuanta gente va todos los días a un trabajo que no es que no le haga ilusión si no que le hace llorar?

“Tiene muchos desencuentros con su jefe. No está de acuerdo con sus decisiones”. …vaya por Dios. Pobrecita. Su jefe hace cosas sin consultarle, se pasa sus opiniones por el forro, prefiere a otros y no le pasa la manita por el lomo. Poooobre Espe.

“Quiere estar con su familia”. Estupendo. La vida familiar es lo más importante, todos lo sabemos. Es más, hay hordas de gente a la que le gustaría pasar más tiempo con su familia.

¿Estoy criticando a Espe por dimitir? No. Está en su perfecto derecho y ni me va ni me viene. Me da exactamente igual.

A lo que me refiero, es que no es una heroína ni un ejemplo a seguir, ni una cumbre de coherencia personal ni nada por el estilo.

Es una privilegiada. Que porque ha perdido la ilusión, se ha peleado con su jefe, está cansada y quiere pasar más tiempo con su familia, puede bajarse de la responsabilidad adquirida que ella había querido, llegar un lunes al curro y decir...”Pues no respiro y lo dejo”. Porque si, porque puede permitírselo.

Porque todos pensamos muchas veces que estamos hartos de nuestro curro, no nos acordamos de lo que era la ilusión por el curro, nuestro jefe es imbécil, estamos agotados y nos encantaría pasar más tiempo con nuestras familias…pero entonces vemos el Excel en el techo del cuarto...vemos los ingresos y los gastos y apretamos los dientes y seguimos currando.

No perdamos el criterio, dimitir es solo para privilegiados. 

lunes, 17 de septiembre de 2012

FATAL

Imaginemos un hipotético diálogo habitual y cotidiano con gente que me conoce.

Hola Moli ¿Qué tal?

¿Qué puedo contestar yo?

Muy bien” con una gran sonrisa y riendo, contestaré en el 40 % de los casos.

Ese “muy bien” significa que es un bonito día, que estoy de buen humor y que en general no me puedo quejar.

Bien” con una sonrisa y un tono alegre y despreocupado será mi respuesta en un 40 % de las ocasiones.

Ese bien significa: las cosas van y no te voy a decir si bien, mal, regular o de puta angustia porque ni es el momento, ni la ocasión, ni me apetece y esta es una conversación intrascendente, pero que en general todo funciona correctamente y no me perturba.

Mal” con una sonrisa y un tono agradable y despreocupado será mi respuesta en un 10 % de las ocasiones.

Ese “mal” significa que las cosas van mal pero que no vamos a hablar de ello pero tampoco a fingir que todo es de color de rosa, pero que como soy una tía fuerte y echada para adelante, las cosas van mal pero no tan mal como para sobrepasarme o no en este momento que estamos aquí saludándonos y charlando de bobadas.

Muy mal” con una sonrisa en la que me tiembla la boca y a la que sigue una broma de humor negro que distraiga la atención, será mi respuesta en un 7 % de los casos.

Ese “muy mal” significa que las cosas van de puta angustia y que he tenido un breve momento de debilidad al decírtelo, pero que vamos a hacer como que no lo hemos oído y seguiremos con la charla sobre generalidades, que es lo que toca.

“Fatal” con una sonrisa en la cara y con gafas de sol puestas contestaré en el 3 % de los casos.

Ese “fatal” significa que las cosas van muy mal, muy mal y que lamentablemente Me has pillado en un momento bajo, o despistada o algo y en vez de contestarte lo que esperas que es “bien” mira por donde me ha salido la verdad “Fatal”.

 
Si has sido uno de los agraciados con la respuesta “Fatal” hay una serie de cosas que me joden hasta el infinito que hagas.

1.- La contestación “Eco”. ¿Fatal?

Si, cojones, he dicho fatal, no he dicho anal, ni panal, ni pañal. He dicho FATAL.

2.- La incredulidad. ¿Fatal? No puede ser.

¿Cómo que no puede ser? ¿Te crees que soy imbécil y no tengo criterio? O peor... ¿me estás acusando de mentir?

3.- Menosprecio hacia mi FATAL. “Venga ya, seguro que no es para tanto

Pero vamos a ver, en los años que me conoces ¿cuantas veces te he dicho “Fatal”?. Ninguna. Así que si ahora te lo digo…ES VERDAD. No soy una llorica que se queja por todo, asi que si me quejo, es por algo.

4.- Consejos idiotas. “Piensa que podía ser peor”.

Sí, claro...ahora que lo dices, podía ser peor...podías ser la única persona en la tierra con la que hablar de mis problemas, pero gracias a Dios acabo de descubrir que lo que va a ser esto es la última vez que hablo contigo de mis problemas.

5.- Comparativas idiotas. “Hay gente que está mucho peor que tú”.

¿Y?? Seguro que no han ido a cometer la gilipollez de decirle “fatal” al primer idiota menos empático que un sacapuntas que han encontrado.

Y sobre todo, no me vengas con “Moli no seas cínica”. El cinismo y el cabreo me mantienen en pie. Por ejemplo ahora, el cinismo me va a servir para no ponerme a llorar pensando que las cosas van mal y encima van peor porque he cometido el error de hablar contigo. El cabreo me hace prometerme a mí misma, que jamás volveré a hablar de esto.

Así que la próxima vez que te conteste “Fatal”, haz como que no me has oído, finge que he dicho “Bien” o mucho mejor, no me preguntes y yo podré seguir fingiendo que me pareces alguien con criterio y tú podrás seguir con tu fantasía de “Moli siempre está de buen humor”.

viernes, 14 de septiembre de 2012

CAMPAÑA ELECTORAL (I): las dudas.

Un descerebrado me dice: ¿Vótame!! ? ¿Eso es todo lo que se te ocurre? ¿Acaso está prohibido hacerse autopromoción o es que has perdido la imaginación?

Que cabrito. Y lo peor es que tiene razón. “Vótame” es un slogan muy pobre, como de partido electoral. No dice nada, suena a como qué me da vergüenza, a que tengo poco interés, o peor, a que tengo poca confianza en mis posibilidades. Ahora que lo pienso, parezco Obelix gritando bajito “Comprad, comprad mis hermosos jabalíes”. Mierda.

Seguro que si me aplico puedo hacerlo mejor y alguna idea ocurrente e ingeniosa (aparte del soborno) para conseguir el voto aparece aleteando desde el fondo de mi cerebro.

Me pongo a ello. A pensar algo. Ya está. Con dos cojones, voy a hacer una campaña electoral que no se parezca a ninguna otra: una campaña divertida, ingeniosa y que no sea para nada cansina.

Que idea más guay. Mi falsa modestia bloguera aletea feliz y se relaja porque ya tiene post para mañana.

De repente, otro descerebrado suelta en twitter una indirecta: Juro por esta tierra virtual que jamás votaré al bloguero o bloguera que haga campaña y pida votos para ganar un premio!! ¿Y la dignidad?

Mierda. ¿No mola una campaña? ¿Qué hay de malo en pedir votos? Empiezo a dudar.

Si te presentas a un premio es porque crees que hay alguna posibilidad remota de ganar o de quedar finalista. Si además es un premio que depende de que te voten, lo suyo es pedir el voto, porque aunque los descerebrados son listísimos y muy aplicados, digamos que se dispersan y si no les abraso, son capaces de olvidarse de votarme. Es más, si no pido el voto ¿cómo van a saber qué me presento? ¿Acaso no debería haberme presentado? Este es un premio de los buenos, ni siquiera tiene patrocinador ni premio. ¡¡ Si gano me darán una estatuilla de metacrilato!! En el fondo soy una heroína, como gane a ver donde pongo una estatuilla de metacrilato. ¿Cuál es la gracia entonces? Joder, pues que si lo ganas,  no ganas nada, sencillamente ganas porque hay mucha gente a la que le gusta lo que haces y se toma la molestia de votarte. Y eso mola mil.

¿Mi dignidad? ¿Qué tiene que ver mi dignidad? Escribo porque me gusta y sobre lo que me gusta y si lo que escribo le gusta tanto a la gente como para meterse en el infernal sistema de votación de Bitácoras y apoyar el blog…creo que mi dignidad está perfectamente a salvo.

Las dudas me corroen. ¿Qué hago? ¿Hago la campaña? ¿Me callo? ¿Voy por la calle con pancartas pidiendo el voto? O ¿me hago la digna y digo “A mí los premios me dan igual”?

Mientras estas dudas me corroen, llego a una decisión salomónica: empiezo la campaña con mis dudas.

Gracias a los dos descerebrados inspiradores.

Para votar: pinchad en la columna de la izquierda donde pone Premios Bitácoras. Ya están rellenos las categorias a las que me presento. Hay que validarse con facebook o twitter y darle abajo a votar. Adivinar las letras infernales y listo. Lo sé, es un sistema del demonio.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

UNA DOCENA DE CURSILISMOS QUE SON INTOLERABLES






Nadie está a salvo de tener un momento de cursilismo. Lo cursi nos acecha en cada esquina, en cada momento de debilidad, de blandenguería. Uno se levanta queriendo al planeta, a sus hijos, a su pareja, a su casa o a su coche y sin comerlo ni beberlo se puede encontrar haciendo algo muy muy cursi.

Mientras lo cursi se circunscriba a algo íntimo, privado y a ser posible entre personas que tendrán la clase suficiente como para jamás hablar de ello en público, digamos que es tolerable.

Cuando lo cursi sale del ámbito privado y toma el poder, es el mal. Lo cursi es poderoso y hay cantidad de gente débil y sin criterio que no sabe resistirse y además cree que todas esas cosas cursis que no tiene reparo en mostrar son de una gran elegancia y todo el planeta está deseando contemplarlas y envidiarlas.

Ya lo he dicho, lo cursi es poderoso.

1.Habitaciones de la casa en shock cromático de colores pasteles



Esas casas donde te enseñan los dormitorios y todo es exactamente del mismo tono, con la funda del edredón a juego con las cortinas, la alfombra, la pantalla de la lámpara, los cojines, las sábanas. Hasta los libros de la mesilla (en caso de haberlos) parecen colocados ahí porque van a juego con lo demás. En los cuartos infantiles el cursilismo se está haciendo muy poderoso y llegando a unas cumbres espantosas.


2. Coordinación en el vestir



Llevar a tus hijos vestidos iguales tiene un pase, puede ser cómodo a la hora de comprar y cómodo para localizarlos en el parque. Ir vestido a juego con tu pareja y con todos tus churumbeles no dice “como moláis” dice “¿estarán todos de acuerdo o ella les ha drogado para conseguirlo? No sé cuál de las dos opciones me da más miedo”

3. La acumulación de símbolos cursis.



Una caja de bombones es algo romántico. Un ramo de flores es un precioso detalle. Una joya puede tener su público. Una caja de bombones con forma de corazón, un ramo de flores con forma de Cupido, una joya que sea un corazón partido es completamente innecesario y no multiplican el amor, más bien lo reducen al ridículo.


4. Las invitaciones de boda intensas



Todos estamos de acuerdo en que el “los Srs de tal y de pascual les participan el enlace de sus hijos…” es horrible, pero algo como “Llegaste a mi vida como las olas a la orilla y nuestros alientos se fundieron para hacerse uno contemplando la inmensidad azul que nos rodea para siempre”…da ganas de vomitar.


5. El patinaje artístico



Es un deporte cursi. Admitámoslo. Deslizarse es de por sí una actividad cursi a no ser que se haga cuesta abajo, completamente descontrolada y con riesgo claro de acabar con contusiones graves. Deslizarse por el hielo poniendo posturitas y embutido en unas mallas moradas con brillos es algo muy cursi…y es curioso como ellos resultan muchísimo más cursis que ellas.

6. Motes cariñosos dichos en público



Si tienes un problema con el nombre propio de tu pareja y te resulta dificil combinar su nombre con la expresión amorosa, entiendo que inventes motes cariñosos: churri, cariño, cari, micari, boni, mi osito de peluche, mi amorcito o lo que sea…pero jamás jamás jamás hay que pronunciarlos en público. A tu amorcin lo mismo le da igual...pero los que lo escuchan jamás olvidarán ese “ cari...a que a ti te gustan mis lentejas?”…y una vez que has oído como a alguien le llaman “boni” es imposible volver a tenerle ningún respeto.


7. Nuestra canción



Parejas que tenéis una canción:la primera vez que os visteis, el primer beso, el primer polvo, la primera reconciliación, lo que sea, guardadlo para vosotros. Si suena en una fiesta, en la radio, en la charanga de la plaza del pueblo...absteneos de decir “¡¡es nuestra canción!!”…no lo sabéis pero imaginar en qué contexto alguien tiene a Shakira como cumbre de su amor no es agradable.


8. El Telva, el S Moda, el Yo Dona



Portadas cursis, artículos cursis, entrevistas cursis, reportajes iluminados para que todo parezca que ocurre al atardecer en la campiña Toscana, recomendaciones de libros atrozmente cursis, todo un festival de bobadas cursis que ofenden a cualquiera y que además son increíblemente caras y absurdas.

9.Los gatitos



Internet se creó para salvar a los gatos. Son unos animales muy desagradables a los que sin embargo hay que reconocer sus andares elegantes. Miles de cursis encubiertos llenan la web de fotos de gatos amorosos con letras sobreimpresionadas y frases como “soy tu gato mimoso”. Si es con osos, no se la causa pero es menos cursi aunque igual de ofensivo.


10. Un mal uso del PowerPoint



El PowerPoint es demasiado sencillo de utilizar. Hordas de cursis del planeta han visto una herramienta poderosa para inundar el correo de los demás con espantosas presentaciones llenas de cascadas, atardeceres africanos, fondos marinos con corales con letras doradas que aparecen con sabios consejos para vivir como “escucha a tu corazón”. Abres eso y dices ¿Por que tiene este tío mi correo? Y ¿ escuchar mi corazón? No me oigo ni mis pensamientos con la banda sonora de Glen Medeiros que le ha metido el tío al PowerPoint.


11. Coreografías de amor en las bodas



¿El vals esta pasado de moda? Vale. ¿No sabéis bailar el vals? Estupendo. Si sois muy buenos bailarines atreveos con el tango, algo que deje a los invitados flipados y pensando en cómo os lo vais a pasar en la noche de bodas...pero por favor nada de coreografias Dirty Dancing. Un respeto por esa gente que se ha gastado la pasta para ver cómo te casas...ninguna amistad sobrevive a una coreografia Dirty Dancing.


12. . La natación sincronizada



Lo he dicho al principio, el cursilismo es poderoso, muy poderoso.

¿Creamos un deporte en el que unas tías tengan que llevar unos bañadores muy brillantes, con cristales, escamas, lentejuelas, pedrería, a ser posibles dorados, plateados, rosas, tengan que sonreír permanentemente aunque lleven medio minuto sin respirar y se muevan a la vez en perfecta coordinación como si fueran presa de espasmos nerviosos que les provocaran ganas de estirar al máximo las puntas de los pies y mirarse las manos mientras se mueven a lo egipcio?

Si, y hagámoslo olímpico y que lo retransmitan a todo el mundo.

El Dios del cursilismo ha acariciado gatitos este mes de agosto mientras asistía a su triunfo.

Republicado de Una docena de

martes, 11 de septiembre de 2012

EL BARRANCO DE LA INDIFERENCIA

El camino hacia el barranco de la indiferencia es largo.

Caer en el barranco de la indiferencia es el final. Nunca saldréis de ahí. Jamás voy a sacaros.

Aunque soy malísima persona, en mi barranco de la indiferencia no hay mucha gente. Hay algunos y contra lo que muchos puedan pensar he tardado muchísimo en echarlos allí, darme la vuelta y pirarme.

Para mí, la peor sensación que me puede provocar alguien es serme completamente indiferente. Si me haces feliz, me diviertes, te quiero, me haces reír, me enseñas es obvio que no me eres indiferente. Pero si me cabreas hasta sacarme de mis casillas, si me pones de una mala leche que haces que me rechinen los dientes, si no te soporto, si por tu culpa lloro hasta ahogarme…tampoco estás en el barranco de la indiferencia.

Echar a alguien al barranco de la indiferencia no es fácil y no todo el mundo es capaz.

Obviamente alguien empieza a pedir a gritos que le muestres el camino a ese abismo cuando empieza a putearte. Para que alguien empiece a putearte antes ha tenido que tener algún tipo de relación “cercana” contigo (vale...los políticos son de otra especie) ya sea de amistad, de parentesco, de trabajo, en el gimnasio, de vecindad, lo que sea. Esa relación de cercanía de algún tipo se ha fraguado porque tú te has dejado o porque no te ha quedado más remedio en el caso de los compañeros de curro y la familia, pero aún así la oportunidad de que lo que haga esa persona te afecte emocionalmente se la has dado tú. En algún momento pensaste que merecía la pena esa cercanía, en algún momento te abriste un pelín la coraza y tuviste confianza. Por eso mismo, cuando alguien empieza a putearte tiendes a pensar que no lo hace aposta, que seguro que todo se arregla o que en el fondo no te afecta tanto. Pero sí, te afecta y mucho, por una parte por lo que el otro está haciendo y por otra porque te sientes mal por haber sido tan pardillo de haberte confiado. Jode darse cuenta de que te equivocaste en tu apreciación…

Cuando el puteo, el sufrimiento y el dolor continúan en el tiempo lo normal, si no eres un masoquista absurdo, es cabrearte e indignarte. Cuando caes del limbo de buenismo que traemos de serie y que te hace pensar que ser malo es malo, lo suyo es cabrearte mucho con esa persona, enfadarte, gritar y elucubrar posibles escenarios en los que el otro sufra y tú lo veas.

El sufrimiento y el cabreo no son etapas sucesivas en el camino hacia el barranco de la indiferencia, se van alternando durante un periodo más largo o más corto dependiendo del roce entre esas personas y del aguante que tenga la que está más puteada. Hay gente increíblemente fuerte que es capaz de aguantar ese ritmo durante años y años pasando de un extremo a otro del espectro, pasando del cabreo absoluto a las lágrimas más amargas aderezado todo con unas gotas de “buenísimo paralizante” que le hace decir cosas como: yo no voy a ser como él/ella.

Yo no.

Yo alterno esas dos etapas un tiempo hasta que un día, normalmente, después de un cabreo monumental de los que me hacen vomitar, un rayo de lucidez me atraviesa la cabeza y empujo a esa persona al barranco de la indiferencia.

La oigo caer y aterrizar en el fondo.

No se espachurra ni muere. No desaparece. No dejo de saber que existe.

Es mucho peor. Sé que existe. Sé que sigue viviendo, puedo incluso saber lo que le sucede de bueno o malo, pero me es completamente indiferente. Me resbala. No me afecta. Por supuesto caer en el barranco de la indiferencia supone que jamás volveré a verte, puedo encontrarme contigo por la calle y mirar a través de ti. No es que seas transparente, es que no te veo. Puede incluso que me hables y puedo oír tu voz, pero no te escucho.

Todo lo que esa persona era en mi vida, desaparece en el barranco de la indiferencia sin dejar rastro. La persona y todo lo que le rodea se convierte en nada. Me da igual lo que le pase. No me alegra lo bueno que le pase y no me da pena lo malo. Sencillamente no siento nada. Me afecta más lo que le ocurra a un desconocido en la calle, al personaje de un libro, a Meg Ryan en una película, a Bob Esponja, que lo que le ocurra a esa persona.

No es una sensación desagradable. No tengo remordimientos ni nada. Encuentro extrañamente placentero el hecho de que cuando esa persona persiste en su empeño de hacer algo para putearme, ese algo me de exactamente igual.

Cuando tiro a alguien al barranco de la indiferencia, sencillamente me doy la vuelta y respiro tranquila.

Es liberador.

Es en defensa propia.

viernes, 7 de septiembre de 2012

CURSO CCE



Hoy en la Moliacademia tenemos el curso CCE o  Como Cargarse una Empresa en 11 sencillos pasos.

Atentos.

1.- Acepta un puesto para el que no tienes ni idea. Pongamos por ejemplo que toda tu trayectoria profesional se ha centrado en dar de comer a los patos. Empezaste dándoles de comer a todos los patos y cualquier cosa..pero poco a poco te fuiste centrando y empezaste a elegir a los patos que querías alimentar. Luego decidiste qué era exactamente lo que ibas a darles de comer que les gustara mucho. Después conseguiste conjugar lo que les gustaba a esos patos con lo que te gustaba a ti y si por casualidad en algún momento tenías que darles algo que no te gustaba habías desarrollado las habilidades necesarias para hacerlo parecer apetecible para tus patos. Lo hacías bien y tus patos te adoraban.

De repente, sin comerlo ni beberlo..una oportunidad. Te ofrecen dirigir una fábrica de jamones. Tú no sabes absolutamente nada de jamones, no tienes ni idea. Si, te autoconvences diciendo que si sabes dar de comer a patos, sabrás fabricar jamones para humanos. Luego usas el siguiente razonamiento, si otro puede hacerlo tú también y tercero..te pagan una pasta. Así que aceptas.

2.- Aterrizas en la fábrica de jamones. Llega sonriendo,hazte el simpático. Alaba el trabajo de los que estaban. Di que todo seguirá igual. Sonríe.

3.- Cuando los curris que hacen los jamones, los crían, los cuidan, los limpian, los pulen, los arropan por la noche y llevan haciendo eso una cantidad inmemorial de tiempo se han confiado..empiezas a prescindir de ellos. No sabes nada de jamones pero ya te has dado cuenta de que mantener a curris que saben hacerlo repercute negativamente en tu autoestima. Ellos saben más que tú y saben que saben más que tú y oye..eso no mola nada. Mejor prescindir de ellos.

4.- Houston tenemos un problema ¿ Quien va a llevar ahora el trabajo del día a dia de los jamones? Habrá que buscar curris. No vamos a ser exigentes..nos vale cualquiera que haya comido jamón alguna vez. Para que no parezca que has contratado a cualquiera, enmascara su currículum, miente sobre su pasado y dales un cargo rimbobante " Subcampeón de olores jamoneros". Todo encaja, tú tienes curris, ellos están felices con su título y la gente puede pensar " oh vaya..ha contratado gente válida"

5.- Destrozas todo el sistema de fabricación de jamones anterior. ¿ Por qué? Hombre, es obvio..si mantienes algo de lo anterior, alguien podría pensar que los que había antes sabían lo que se hacían. Que los jamones anteriores fueran deliciosos,con una buena relación calidad precio y que la gente los comprara no tiene que hacerte dudar. Destruye todo sin duda...y si alguien te pregunta di que aquellos jamones eran asquerosos y carísimos y que nadie los compraba. Miente, sabes hacerlo.

6.- Se maleducado. Muy maleducado. Tanto que provoques pánico en los curris más impresionables y mucha vergüenza ajena en los curris que tienen el culo pelado. Los curris que has contratado tú vivirán entre el terror más absoluto y la pleitesía más rastrera..justo lo que a tí te gusta.

7.- Cuando tus estrategias para la fabricación y comercialización de los jamones fracasen, no desesperes. Por este orden tienes que hacer lo siguiente

- Niegalo.Da igual que sea evidente, que tus jamones tengan moho y nadie los compre. Niegalo.
- Echa la culpa a los curris antiguos..la culpa es suya. Invéntate una conspiración, cuanto más peregrina mejor..algo como que los curris antiguos han inoculado el virus de la peste a los jamones y además han pasado el secreto a los espias rusos
- Fusila a alguno de los curris que habías traído tú. No seas quisquilloso, da igual que los hubieras presentado como los máximos expertos mundiales en cata de jamones..échalos, sin contemplaciones..humíllalos..que sufran. Que el mundo sepa que eres un tío duro y no te andas con chiquitas.

8.- Las cosas no funcionan pero NUNCA JAMÁS BAJO NINGÚN CONCEPTO se te ocurra preguntar a los curris veteranos que llevan miles de años fabricando y vendiendo jamones. Ellos obviamente podrían ayudarte, decirte lo que funcionaría y lo que no..pero ¿ a quien le importa?

9.- Sin que nadie se percate de lo astuto que eres, pasado un tiempo prudencial copia lo que hacían los curris antes. Copialo descaradamente, incluso haz caso de las opiniones que espontáneamente te hayan dado..pero por supuesto siempre siempre siempre preséntalas como ideas novedosas que se te han ocurrido a ti. Da igual la evidencia, no te vas a andar con chorradas. Ya sabes, haz que traguen con el mismo perrito que vendían ellos pero con distinto collar..siempre funciona.

10.-Siembra cizaña entre los curris. Se rastrero, amenaza con cortar cabezas, con hogueras, con el garrote vil. Unos se asustaran tanto, tendrán tanto miedo que serán capaces de decir que la tierra es plana con tal de escapar de tus peligros..pobres, no saben que son completamente arbitrarios...Los que no se asusten serán presa del desaliento, la frustración, la desilusión y la indiferencia..irán a currar como autómatas, contando las horas para escapar...Sufrirán..pero ¿ a quién le importa?

Ya está. Has hundido la empresa, estás a un paso de que te llamen para dirigir la Estrella de la Muerte.

jueves, 6 de septiembre de 2012

MATERNITY (CII) : LA CASA DE LA PRINCEZA ROZA

Hablar con la princeza roza es un continuo sobresalto. Primero me sorprendo por lo que me cuenta o me pregunta y luego me paso horas pensando en cómo ha llegado a esas conclusiones y si le venía de serie o tiene que ver con algo que aprende de mi. Cualquiera de las dos opciones me da bastante miedo, aunque más la segunda..sobre la carga genética ya no hay solución y me temo que soy una mala influencia para ella.

Mamá, yo voy a vivir en Los Molinos.

Bien por mí. con 7 años recién cumplidos ya he conseguido transmitirle mi amor por Los Molinos y es su sitio favorito del mundo..sin mar.

Te voy a contar como va a ser mi casa porque ya lo tengo todo pensado.

Estupendo. He conseguido que sea una mujer organizada, con las cosas claras y con planes de actuación para no depender de otros, ¡¡esa es mi niña!!

Va a ser pequeña, con un jardín cuadrado que no sea muy grande porque luego hay que trabajar mucho. Va a tener un salón grande pero sin comedor porque vamos a comer en la cocina que es más cómodo. En la cocina una mesa grande que se abra y se cierre y una nevera, un horno y una ventana que de al jardín.
Ah muy bien. Está muy bien lo de que no tenga comedor..todo en la cocina, más comodo desde luego.
Luego voy a tener mi cuarto, con una cama muy grande para mi sola. Y un armario enorme para todos mis vestidos. Mamá..yo no voy a tener pantalones, bueno..solo unos para montar en bici y otros de esquiar y a lo mejor unos vaqueros por si hace mucho frio.

¿ Solo vestidos? Madre mía…me la estoy imaginando. De todos modos veo que es carne de Ikea..camas grandes y armarios para vestidos.

Luego estará el cuarto de mi hija.
¿Y si es hijo?
Si es hijo se lo doy a M. Yo no quiero niños.
Y el padre?

Menos mal que ni el ingeniero, ni Molimadre están escuchando…se les giraría la cabeza del susto otra vez.

Ah vale..y si es niña ¿cómo la vas a llamar?

Laura o Lorena…

Alucino. Con 7 años ya sabe el nombre de su futura hija….


C, pues yo a tu hijo le voy a llamar Lorenzo.
A ver M..no le puedes llamar Lorenzo..primero tendrás que ver qué cara tiene para ver que nombre le pega…
Jajajajajaja…¿Qué dices C? ¿ los nombres se ponen por la cara que tienes?

Se para en medio del paseo. Se gira muy seria. . Tengo miedo.

Mirame mamá. ¿Ves? Tengo cara de llamarme C. NO podría llamarme de otra manera. Es el nombre que me pega.

Tengo muchísimo miedo, pero bueno, me alegro de que no vaya a pasarse la pubertad renegando de su nombre y queriendo ir al registro a cambiarse de nombre..

Bueno, sigue con la casa ¿ como va a ser el cuarto de tu hija?
Morado. Con una cama y muchos juguetes.

Ay madre..espero que la influencia totalmente perniciosa de las MonsterHigh del demonio no se extienda más allá de los 9 años.

¿Y una mesa para estudiar como la tuya?
Mamá..primero será pequeña e irá a infantil..asi que primero una cuna y luego ya le cambiaré el cuarto.

Asi me gusta, nada de agobiarse con el futuro como su madre, todo poco a poco.

Y luego en el piso de arriba de la casa… el cuarto de invitados, un baño y una terraza.
¿Un cuarto para mi entonces?
Mamá..tú no eres una invitada..eres una madre..

Oh vaya..invitada y madre son categorías excluyentes.

Pues muy bien..una casa preciosa.

¡¡No he terminado!! Me falta el jardín. Va a tener árboles que den mucha sombra y con ramas gordas para poner un columpio. Una piscina hinchable y una mesa grande para estar en el verano.

¿Y por qué no pones una piscina de verdad?

Mamá…esas cuestan mucho dinero.

Si mi campaña de fomento del ahorro afecta a los sueños de futuro de mi princeza roza..creo que la he llevado demasiado lejos.  


                                                                              *****************
Esa misma noche...

- Mamá ¿ cuando duermes se apaga el cerebro?
- No, claro que no.
- Pues a mí si, no oigo nada, ni veo nada.
- Ya, pero tu cerebro no se apga porque entonces te morirías. El cerebro controla todo, controla que te lata el corazón, que te funcione el hígado, el estómago, los riñones..que respires.
- Pues entonces es que se me apagan los oidos...
- Vale..pues será eso..
- Mamá...
- Dime...
- Que sepas que yo por la noche no respiro...


miércoles, 5 de septiembre de 2012

MADRUGAR.

Madrugar es el horror. Es peor que una boda de tu familia política, es peor que una llamada de una compañía de móviles a la hora de la siesta, es peor que tu madre y sus consejos que empiezan por “ ya te dije yo”, es peor que el parque con tus churumbeles en una tarde de junio, es peor que la comida de rancho de tu empresa, es peor que un concierto de Amaia Montero…es el infierno en la tierra.

Madrugar es una tortura cruel. Y como todas las buenas torturas no tiene fin, no sabes cuándo dejarás de madrugar. Sí, hay pausas, el fin de semana, las vacaciones, pero no son más que parones en el sufrimiento, para que te relajes, te confíes, pienses que no es para tanto y luego volver con ganas a atormentarte. Una tortura en toda regla. De manual.

Madrugar ha sabido jugar sus cartas y se ha vendido al mundo como algo bueno. Ha sabido jugar tan bien que hay toda una legión de gente que se pasa la vida cantando las loas a lo buenísimo que es levantarse al alba, las bondades de saltar de la cama antes de que se haga de día y lanzarse a disfrutar de esas primeras horas en las que el mundo es menos mundo.

Falso. Completamente falso.

Madrugar es horroroso y es sufrimiento supremo. Antes de las 8 de la mañana es doloroso, pero soportable. Levantarse antes de las 7 de la mañana es directamente inhumano. Y cualquier cosa antes de las 6 de la mañana es peligrosísimo porque es tan antinatural que puede provocar una colisión del continuo espacio tiempo y un estallido de la dimensión temporal. Antes de las 6 uno solo se levanta a hacer pis o a lamentarse amargamente por haber decidido reproducirse. Si uno se despierta antes de las 6 para realizar actividades conjuntas de cama que no impliquen poner un pie en el suelo, no es madrugar, es otra cosa..y no es el tema ahora mismo.

Madrugar ocupa muchísimo espacio, te ocupa el día y la vida. Toda tu actividad vital gira en torno a ese sacrificio supremo.

Primero está la justificación. “ Me levanto pronto porque tengo un horario de esclavo en el curro”, “Me levanto pronto porque es la única manera de hacer ejercicio en el día”, “Me levanto pronto porque es la hora de coger las lechugas”, “Me levanto pronto porque así no cojo atasco para ir a currar”. …y luego está mi más favorita del mundo mundial, la que dicen los que han sido atraídos al lado oscuro de la vida y madrugan porque si: ” Madrugo para aprovechar el día”. Pobrecitos, ya no hay vuelta atrás, no hay conversión posible, están perdidos para la causa de la vida feliz junto con todos aquellos que van a un buen restaurante y piden ensalada mixta y filete a la plancha. Aprovechan la vida, pero mal.

Madrugar ocupa todo tu día. Te pasas las horas pensando lo pronto que te has levantado: “ joder..si es que era de noche cuando he salido de casa” , lo poco que has dormido “ es que con 6 horas que he dormido no soy persona” y elucubrando posibles escenarios vitales en los que podrías dormir más. “ Si tuviera otro curro”, “ si me dejaran entrar una hora más tarde”, “ si tuviera un trabajo más cerca de casa”, “ si mis hijos no fueran tan cabrones y no saltaran de la cama a las 6 de la mañana”…visualizas una realidad paralela en la que pudiras llegar a casa y descansar " imaginate que llegara a casa de currar y no hubiera nada y me tumbara en el sofá y pudiera echar una cabezadita de una hora"..
Madrugar además crea un poquito de síndrome de Estocolmo. Te levantas y sufres muchísimo, sufres tanto que quieres ser el que más sufre de todos los madrugadores de tu entorno y sin que te des cuenta te encuentras en una competición absurda.

¿Qué tu te levantas a las 7?.- yo a las 6 y media.
¿ Que tu te levantas a las 6 y media? Yo a las 7 pero claro yo no me puedo echar esas siestsa que te echas tú

Ya que sufres absurdamente por lo menos quieres el premio al más sufridor, que tu sacrificio tenga premio.

Madrugar es traicionero. Te hace creer que una vez pasado el esfuerzo inicial de salir del calorcito de tu cama, del mundo de tus sueños maravillosos, del descanso feliz, todo irá sobre ruedas. “ Es solo el primer momento..luego ya te pones en marcha y ni te acuerdas”.- te dicen.

Ja. Suena el despertador, te despiertas, lloras, te levantas o te arrastras dependiendo de tu fortaleza física y mental y sales de casa. Es verdad que pasas unas horas buenas por la mañana, en las que por unos breves instantes puedes llegar a creer que ha merecido la pena, estás fresco, atento, con fuerzas…y piensas “ pues no estoy tan mal”. Error. Estás de puta angustia, lo que pasa es que tu cuerpo tiene en el subconsciente ese momento espantoso que ha sido levantarse a las 6 de la mañana y por lo tanto todo lo que viene después es espantoso pero parece menos en comparación. Es la esencia de una buena tortura..te arrancan las uñas…y duele que te cagas..luego solo te dan azotes..y claro comparado con lo de las uñas lo de los azotes parece una chorrada, pues lo mismo.

Madrugar condiciona tu existencia. Hacia media tarde, las 6, las 7, las 8, las 9, uno empieza a notar en sus carnes el verdadero dolor. Lleva 12, 14,16 horas danzando y físicamente comienza a notar el absurdo de haberse levantado al amanecer. Estás agotado y cabreado por estar agotado y no ser capaz de usar esas horas en teoría “libres” para hacer algo que te mole, pero tu cuerpo solo quiere dormir. Estas agotado, quieres dormir, te cabreas, eres mala persona con los que te rodean, te sientes culpable, piensas que mejor estarías durmiendo y te cabreas porque no puedes y así entras en una espiral agotadora de culpabilidad, sueño y ¿ porqué llevo esta vida absurda?

Si por un casual, un día madrugar te da una tregua y a esas horas de la tarde te encuentras fresco, tampoco disfrutas de la vida. Quedas a tomar cañas y piensas “ me tengo que ir pronto que mañana madrugo”, decides ver una peli y antes de empezar miras la duración “ es que mañana madrugo”, coges el libro, te enganchas, te mola y lo tienes que dejar en lo mejor “ porque como no apague la luz, no me duermo, solo saco 5 horas de sueño y mañana verás”…

Madrugar es feo hasta en el nombre. Madrugar:  mendrugo:  idiota que se levanta pronto: soy una idiota que se levanta pronto.

Madrugar en general te hace peor persona. Uno trata de convencerse de que no, que es una exageración, que la gente tiene razón y que acabarás acostumbrándote, cogiéndole el gusto, viendo la satisfacción de tu sacrificio, que un día cada vez más cercano no llorarás amargamente cada amanecer y que tienes que pensar que estás aprovechando el día… pero por ahora no funciona. Es más, me visualizo a mi misma cuando me levantaba a las 8 de la mañana y odio a mi yo del pasado que no valoraba en lo que valía esas horas de levantarse.

Madrugar me tiene en sus manos. Salvadme.

lunes, 3 de septiembre de 2012

LIBROS ENCADENADOS.- AGOSTO











¿Qué he leído en vacaciones? Pocos libros pero muchas páginas. Ha habido suerte y todos me han gustado. Acerté plenamente con mis lecturas veraniegas. No hay nada peor que un día largo de playa con un mal libro.















Mystic River de Denis Lehane. Regalo de la revista Jotdown al comprar su primer número. Compras una revista y te regalan un libro y una libreta de notas…Y no cualquier libro, uno bueno y una libreta rayada. Son gente con clase los de Jotdown.

En su momento, había visto la película de Clint Eastwood basada en esta novela y recordaba vagamente el argumento, pero no tan vagamente como para haber olvidado el final. Esto podía haber sido un problema, porque en una novela negra, conocer antes de empezar quien es el asesino digamos que le hace perder gracia. Empecé a leer pensando que lo mismo me aburría o que iba a tener la sensación de estar perdiendo el tiempo. Para nada. Mystic River es una gran novela policiaca y es muchísimo más que la película ( que es muy buena). De Lehane había leído el año pasado “ Cualquier otro día” que también me gustó mucho. Es un crack creando personajes “reales” que no son ni buenos ni malos de manera absoluta, son como yo, como todos. Los personajes “buenos” siempre tienen resquicios de maldad, y consigue que no sientas rechazo por los “malos” sino comprensión, lo que a su vez te hace sentir incómodo ante tu propia aceptación de la maldad. Es una sensación curiosa. La historia de Mystic River es tremenda, pero los comprendes a todos aunque estés paralizado por el espanto de la situación. Por muy dura que sea la vida y las decisiones que tomes, hay que vivir con ello y seguir adelante.

Jimmy volvió a tener la certeza de que había sucedido algo malo. Uno le sentía en el alma, pero en ningún otro lugar. Uno solía sentir la verdad allí mismo (más allá de toda lógica) y a menudo no se equivocaba, si era de eso tipo de verdad que no se quiere aceptar y que no se está seguro de poder asumir. Las mismas verdades que todos intentamos no ver y que hace que la gente vaya al psiquiatra, pase demasiado tiempo en bares y se atonte delante del televisor para ocultar ciertas realidades duras y desagradables que el alma reconoce mucho antes de que la mente las capte”.

Lo recomiendo muchísimo. Es una gran lectura y apta para todo el mundo.




Las correcciones de Jonathan Franzen. Cuando hace unos meses despellejé “Libertad”, muchos descerebrados (y Nán que llevaba meses dándome la brasa) me recomendaron “Las correcciones” y como os hago caso, la pedí por mi santo para leerlo en vacaciones.

Es una novela infinitamente mejor que “Libertad”. Básicamente “Libertad” es una copia mala de “Las correcciones”. Las dos novelas se parecen, porque supongo que Franzen ha caído en lo que les pasa a todos los grandes escritores americanos, escribir siempre la misma novela, pero mientras Auster, Roth, Updike o Ford repiten la novela pero con un nivel de calidad similar..Franzen se estrelló con Libertad.

A lo que vamos. “Las correcciones” es la historia de una familia: los Lambert. Enid y Albert llevan mil años juntos y se enfrentan ahora a su decadencia física y mental. Franzen nos transmite la personalidad de todos los personajes y penetra en sus cabezas para contar sus más íntimos pensamientos. Como todos los autores americanos no escatima a la hora de mostrar las miserias de cada uno y a la vez que provocan rechazo, te sientes íntimamente identificado.

Franzen traza además un retrato muy certero sobre el terror, el vértigo que todos los hijos sentimos al ser conscientes de la vulnerabilidad de nuestros padres. Franzen muestra como el giro en las relaciones paterno filiales, cuando tus padres dejan de ser tu anclaje en la vida para pasar a serlo tú de la suya, constituye un punto de inflexión en la vida. Todo tu sistema referencial se trastoca y hay que recolocar todos los elementos de tu vida para adaptarlos a esa nueva certeza vital, hay gente que lo consigue con facilidad, gente que cierra los ojos para no verlo y no tener que admitirlo y otra gente que jamás se acostumbra a ello y vive en una perpetua negación de la realidad.

En “Las correcciones” además, Franzen tiene sentido del humor, algo que en “Libertad” ha perdido completamente. Aquí, utiliza un humor ácido y en algunas ocasiones absurdo que no le quita seriedad a la situación sino que la hace increíblemente más real.

Es una gran novela que recomiendo a todo el mundo, menos a los que tengan la piel muy fina.

Ah sí, por otra de esas casualidades de Auster, este libro está traducido por Ramón Buenaventura, padre del compañero que inspiró este post y al que visité cuando estuve en París en mayo. Me encantan estas cosas.

Lo que se descubre sobre uno mismo cuando se educa a los hijos no es siempre agradable o atractivo”.

“La ignorancia electiva es una gran herramienta de supervivencia, quizá la mayor de todas”.




The Great Gatsby de F. Scott Fitzgerald. Hace unos meses, vi en la red este terrorífico trailer de la nueva e innecesaria versión de la película. Fue tal el sobresalto, que busqué el tráiler de la película original con un guapísimo Robert Redford y decidí releer la novela. La había leído hace mil años en inglés y tenía ganas de ver si me gustaba igual que la primera vez y si todavía era capaz de leer en inglés.

Recordaba la historia muy vagamente y me ha encantado. El ambiente, los personajes, la historia, la manera de contarlo. Realmente es una “historia pequeña” con un personaje trágico y dramático en su afán por recuperar un amor perdido, que a la postre se mostrará ruin y poco merecedor de esa adoración. El personaje de Daisy me ha sacado de quicio, pero ahora que lo pienso ninguna de las mujeres sale muy bien parada en esta novela.

Gatsby es todo un personaje y siempre será Robert Redford, por mucho que Di Caprio se empeñe.

He smiled understandingly- much more tan understandingly- It was one of those rare smiles with a quality of eternal resassurance in it, that you may come across four or five times in life”

Es un clásico que hay que leer. Ahora estoy a la espera de volver a ver la peli original.






La tierra convulsa. Primer tomo de la trilogía “ Verdes valles, colinas rojas” de Ramiro Pinilla. Hace unos cuantos años, Molimadre pidió esta trilogía a los Reyes Magos y los reyes por medio de mi humilde persona se los trajeron. En julio, leí en Jotdown esta entrevista de Enric Gonzalez a Pinilla y me acordé de esos libros e increíblemente desde la estantería de casa de Molimadre en Madrid me llamaron: es nuestro turno!!!! La llamada fue tan fuerte que tuve que ir a comprarme el primer tomo porque Molimadre olvidó traerme los suyos..y yo no me podía ir de vacaciones sin ese libro.

Es una novela en toda la extensión de la palabra. No es una historia, es un mundo, un universo, una manera de ver y entender el mundo y toda una colección de personajes con sus vidas enlazadas en una historia común, la de Getxo.

Es la historia de Getxo, de sus vecinos, de las familias y de un par de ellas en particular: los Baskardo y los Altube. Lo más interesante no es la anécdota de la que parte toda la historia, si no como esa anécdota inicial se percibe por Getxo ( que es en sí mismo un personaje más de la historia) como el principio del fin de sus tradiciones, su historia, sus creencias y su universo. La historia avanza desde finales del siglo XIX hasta 1942 en este primer tomo…la ruralidad de Getxo, su apego a la tierra y a las tradiciones se ven barridos por la llegada de la industrialización, de “los hombres de hierro” al otro lado de la ría. Pronto esos “hombres de hierro” llegaran a Getxo con sus ideas extrañas contaminando “ la esencia” vasca y a los propios vascos que dejaran de lado su nacionalismo a favor de la riqueza que esa industrialización les trae.

Pinilla va creando un entramado como una tela de araña entre los personajes, construyendo todo un universo con sus propias referencias. Cuenta la historia desde un supuesto origen mítico de Getxo hasta 1942, con continuos saltos de un tiempo a otro y contando la historia desde el punto de vista de distintos personajes, unas veces en primera persona y otras en tercera. Consigue que todo encaje, sin que nada chirríe.

Me quedan los otros dos tomos. No voy a leerlos seguidos porque prefiero dejarlo posar y degustarlos con calma.

Y para terminar una bonita anécdota bloguera. Hoy he recibido un bonito correo de una descerebrada que me ha hecho ponerme verde de envidia. Hace unos meses, leyó este bonito post sobre esta librería en Northumberland…y hoy ha confirmado los billetes para marcharse a conocerla en directo el próximo mes de noviembre, en un fin de semana de solterismo con su hermana….

Y otra cosa más, me congratula ver que mi entusiasta recomendación de Crónicas Marcianas ha funcionado y muchos descerebrados lo han leído y han flipado tanto como yo.

Me encanta que las cosas salgan bien.



sábado, 1 de septiembre de 2012

CAMBIO DE LUZ

En Los Molinos, el azul del cielo en verano, es aburrido. 

Es un azul como sin ganas, un azul que dice “ soy de este color porque es lo que toca”, un azul que al final ya no ves. Es un azul desvaído en el que las cosas, los objetos, los árboles, se vuelven borrosos. Las personas, incluso nosotros mismos nos volvemos borrosos, estamos desenfocados como el personaje de “Desmontando a Harry”, nos vemos pero con pocas ganas, con poco interés, con poca intención. 

En verano todo se apaga. Todo se deja para después, es una estación sin ganas de hacer nada, sin motivación. En verano lo ves todo a través de un velo, la vida está ahí fuera pero el calor y la monotonía le restan interés y emoción. 

La luz en verano es brillante dicen. Sí, como un flexo, como una luz de quirófano, como la luz que sigue Caroline. Ilumina demasiado. Es una luz que tapa todo, que borra todo, los limites, los colores, las distancias. 

El verano no huele ni suena a nada en si mismo. Huele a lo que provoca, a calor, a sudor, a pereza y suena a grillos y ventanas abiertas. 

El verano parece que va a durar siempre, pero una noche se levanta un viento distinto. No es un viento de ventilador de horno, no es un viento que te haga visualizarte en un microondas, no es un viento que te queme.

Este es distinto. 

Es un viento que suena. En verano el viento no suena, se mueve  trayendo y llevando el calor pero el viento  de esa noche suena. Suena por si mismo, y suena agitando las hojas de los árboles, las ramas. Es un viento que ya no entra por las ventanas, las cierra. No provoca corrientes, da portazos. Es un viento que oyes y después escuchas. Es un viento que  limpia. 

A la mañana siguiente todo ha cambiado. El cielo es azul con ganas. Es un azul que dice “he vuelto” , es un azul que dice “ traigo sorpresas, no te confíes”. Es claro y con nubes un día y al día siguiente es profundo y oscuro. Es un azul en el que las cosas se recortan, vuelven a verse en tres dimensiones, adquieren más volumen. Es un azul en el que te creces. La luz del otoño enciende los colores y lo vuelve todo más nítido y más cristalino. La Peñota y 7 Picos dejan de ser un telón de fondo, un paisaje  desde la ventana y vuelven a ser montañas que parecen más cerca, más lejos, más altas o más accesibles según el día y el viento que sople. Los bosques ya no son una masa global de verde, puedes ver cada pino que lo forma como una unidad separada. Todo tiene más entidad y más presencia ahora. 

La luz también cambia. El fluorescente solar se apaga, se vuelve más tenue y cada cosa tiene su propia luz. Es la misma sensación que cuando en un salón apagas la lámpara del techo y enciendes la lámpara al lado del sofá…todo parece distinto, con bordes y contornos. Las sombras que llevas todo el verano sin poder ver,  dan cuerpo a los objetos. Cada cosa tiene su luz y su sombra. 

Abres la ventana y huele a mil cosas. Ya no huele a verano, no huele al calor que aglutinaba todos los aromas en un solo olor. Huele a pino, a pinocha caída, a frío, a moras, huele a las flores que se agostan..a mil cosas, pero cada una por separado. 

Es un cambio sutil pero definitivo. No hay vuelta atrás. Ese día el verano ha terminado en Los Molinos. Ya no se puede estar en el porche al caer el sol, la piscina es solo para valientes,  los calcetines vuelven a primera línea en el armario, hay que taparse por la noche...

Mamá..¿puedo preguntarte una cosa?
Dime C..
¿Qué haces?
Estaba escribiendo sobre como ha cambiado el tiempo y lo bonita que es la luz en septiembre en Los Molinos..¿Qué querías preguntarme?
¿Qué es el continuo espacio tiempo?
…..

Se acabó el verano.


viernes, 31 de agosto de 2012

EL HUERTO

El huerto ha sido la gran atracción del verano, nos ha cundido mucho.

Primero tuvimos el previo. Discutir qué íbamos a sembrar ( aclaración, el plural mayestático que utilizo en este post es eso, mayestático, yo no he hecho ni el huevo.) Dado los buenos tiempos que corren y que laz princezaz ya son mayores, yo sugerí la posibilidad de una plantación de “ hierbas medicinales” para fumar por la noche en la fresca del porche, pero mi petición fue desestimada como “ no procedente”.

Después de mucha cháchara llegó el momento de la ejecución. Como buenos españoles, lo hicimos como hay que hacerlo. Pobrehermano mayor curraba y los demás mirábamos. Molimadre hacia el papel de tio que comenta y dice “ ¿eso lo vas a hacer así?...yo que tú…” Los demás como ya sabemos la relación que gastan y el papel que tenemos nosotros en este tema, mordíamos palillos mientras contemplábamos la gestación del huerto y a poberhermano encabronándose.

Una vez construido, sembrado, con su riego automático y las primeras y tiernas hojitas verdes brotando, pasó a ser “nuestro huerto”, el de todos, como la selección cuando gana.

Tener un huerto despierta tus instintos campestres, escuchas la llamada de la tierra y haces cosas muy tontas y bastante ridículas.

Una vez al día como mínimo, te acercas al huerto. Te acercas, te paras, lo miras. Te agachas, tocas la tierra, aprietas un tomate, lo rodeas, aprietas otro tomate, miras fijamente las zanahorias, intentas ver si los pimientos han crecido y si tienes tiempo arrancas una mala hierba y te vas. En las sucesivas visitas diarias, repites el protocolo, siempre hay algún tomate que apretar.

Echas de menos el atrezzo. Molimadre y su Diógenes han rescatado una cesta ad hoc para la recolecta diaria que mola mucho, pero a mí lo que me pide el cuerpo es ponerme un gorrito de paja, un delantal y llevar la cesta apoyada en la cadera. Ahora que lo pienso, no sé si ese look es para coger calabacines o para vender flores por la Gran Vía…

Ver crecer cosas que se comen provoca muchas reflexiones idiotas. Observar de primera mano el proceso por el que un calabacín, una judía verde, un tomate o un pepino aparece de la nada en el suelo y acaba en tu plato, da a esos alimentos una especie de “vida” que te lleva a pensar cosas muy tontas…

Para empezar, hay que dejar claro que el tomate es el rey de huerto. Todo el mundo quiere tener tomates “que sepan a tomate porque los que te venden no saben a nada” y por ello es la estrella de nuestro huerto. De hecho, creo que va a morir de éxito. Nos va a pasar como a los galos en Obelix y compañía, ante la demanda que preveíamos, aumentos mucho la producción ( siembra) y resulta que ahora tenemos un excedente que no podemos absorber. De hecho, si vienes de visita a Molicasa ahora mismo, vas a sufrir el síndrome de ¿ Porqué no te llevas? ¿ Seguro que no quieres? Y te marcharás con una bolsa de tomates. C anda bastante enfadada porque considera que no estamos manejando bien el tema mercantil…” no entiendo porque no ganamos dinero con esto, no lo entiendo”.

Los calabacines, ya lo comenté por aquí, no es una verdura “friendly”. Es el alien del huerto. La planta del calabacín da mucho miedo, es hostil, fea y con pinchos y cuando arrancas el calabacín se queda ahí como una boca muerta que da mucho repelús. Da tanto repelús que pobrehermano ha arrancado algunas de las plantas…estaban creando mucho mal rollo entre las demás verduras..¡¡hay que proteger a los tomates!!

El pepino es una verdura curiosa. De hecho no debería admitir el plural, dos pepinos ya son demasiados. Una hilera entera de plantas de pepinos en plena producción es una pesadilla. A la vista del excedente de pepinos y lo cansina que puede ser una ensalada de pepino al trimestre, ahora me explico de dónde surgieron los supuestos usos de belleza del pepino..

-Estoy hasta el gorro de pepino, crema de pepino, ensalada de pepino..todo sabe igual..¡¡a pepino!!!
- Hagamos algo con él que no sea comerlo…mmm…a ver..dejame que piense mientras cierro los ojos…pásame esas dos rodajas que así no me da la luz…uy mira..esto parece que refresca. Lo tengo..lo llamaremos “ mascarilla de pepino efecto reafirmante, refrescante y requeté”.

El huerto (y el blog) han conseguido que Pobrehermano mayor nos contara una bonita anécdota y nos proporcionara un bonito chascarrillo que incorporar al acerbo familiar.

Pobrehermano, una descerebrada me ha pasado un cuestionario para ti sobre el huerto.
¿Ah si? ¿ Y qué pregunta?
No sé, varias cosas, pero creo que una de las preguntas era por qué se te había ocurrido montar un huerto.
Esa es fácil. Estuve 5 años en la escuela de agrónomos…y todos los días iba al mismo baño a plantar un pino.  Me sentaba allí y en la puerta ponía “ Si quieres ser feliz pon un huerto” y se me quedó grabado.

Es curioso meditar sobre el origen de los tomates que me estoy comiendo este verano.